POV ALEXANDRA
Megan se había ido con la hermana y madre de Hernández, mientras yo me había quedado para asegurar que este iba a tener las cosas bien claras antes de que se fuese a España "Gracias por hacer esto Alexandra" dijo sinceramente el chico y asentí "No es nada, pero antes de que te vayas quiero que tengas un par de cosas más que claras" informé y este asintió "Cada vez que vengas, quiero que me avises de que vendrás. No vendrás con el escuadrón de guardaespaldas que me trajiste hoy, porque te puedo asegurar, mitad de ellos pueden acabar muertos, no quiero gente que no conozco cerca de mi casa" dije, ya que lo último que pretendía era tener a más gente de la que preocuparme.
"Quiero dejar a gente con mi hermana" dijo este seriamente y negué "Ni de coña dejarás a tu gente en mi casa. No te queda otra que fiarte" informé y pude ver como el chico detrás de Hernández se había tensado y trata de decirle algo, pero este lo aparta. "De acuerdo. Solo aviso que como algo le pase a mi hermana y mi madre, sabrás lo que soy enfadado" apuntó y elevé una ceja "Ni se te ocurra amenazarme, mocoso, porque entonces el que tendrá problemas eres tú. Y si tanto te preocupa la seguridad de tu familia, en primer lugar, no las hubieses traído aquí, es lo último que se hace cuando no te fías de alguien" respondí, molesta con que ahora decida cuestionarme.
"Tienes razón, lo siento, solo que no me gusta no saber nada de ellas, eso es todo" se excusó, pero tenía más que claro que estaba hablando en serio. "Nadie dijo que no podías saber nada de ellas, puedes hablar lo que se te dé en ganas con ellas y de esa forma sabrás que están bien, pero lo que yo no quiero, es tener gente en mi casa la cual no tengo ni la menor idea de cómo son y no confío en ellos, y si algo no hacemos mi hermana y yo, es poner en peligro a nuestra familia, eso te lo aseguro" informé y este asintió una vez más "Lo entiendo. ¿Podría quedarme un par de días? Voy a tener un par de reuniones que no me dejará venir a verlas no sé por cuanto tiempo y me gustaría pasar tiempo con ellas sin demasiadas preocupaciones la verdad" dijo y asentí, porque tenía más que claro que estaba diciendo la verdad.
"Gracias, ahora si no te importa, voy con ellas" dijo "Antes de que te vayas, quiero a estos tipos lejos de mi casa" insistí y el chico se giró en la dirección del hombre que tenía detrás de él y le dio una tarjeta. "Busca un hotel para todos. Cuanto más lejos, mejor" apuntó y el hombre que tenía con el empezó a negar, sin apartar la mirada de mí "No puedo permitir eso, esto puede ser una trampa" dijo el hombre y Hernández negó "No me va a pasar nada, asique te largas con los demás" ordenó este y este se llevó la mano hacia el lateral de su cintura, haciendo que automáticamente saque mí arma, apunte a la sien y el resto de sus guardaespaldas saquen el arma inmediatamente.
"Un paso en falso, y te juro que acabo con todos vosotros antes de que podáis apretar el gatillo" amenacé a pesar de que estaba en desventaja numérica "Nunca podrás con nosotros mujer, estás sola contra todos nosotros" dijo uno de los hombres de Hernández "¿Por qué soy una mujer te piensas que no podré con todo vosotros sin pestañear?" pregunté irónicamente sabiendo que, si me lo proponía, podía acabar con todos ellos "No dije eso, solo digo que estás en desventaja numérica"
"Y a nosotras la desventaja numérica nos importa poco, asique si no bajáis las armas, os juro que le vuelo la cabeza vuestro jefe" dijo mi hermana, haciendo que todos centrasen la mirada en la dirección de ella y del chico, mientras a mí se me plantaba una gran sonrisa en el rostro, teniendo más que claro que ahora no podrían con nosotras. "Dejad de hacer los estúpidos y largaos de una vez, estaré bien" aseguró el español y a pesar de que dudaron de bajar las armas, acabaron por hacerlo y empezaron a marcharse de la casa, haciendo que nosotras bajásemos las armas.
"¿Acaso era necesario apuntarme con un arma en la cabeza?" preguntó el chico tranquilamente "Lo es cuando todos esos tipos están apuntando a mi hermana listos para acabar con ella" informó mi hermana, sacándole el seguro y apretando el gatillo, lo que me hace reír "Además, no es como si te hubiese podido disparar sin querer, nunca le tengo las balas metidas" apuntó mi hermana "¿Eso no es peligroso?" preguntó Hernández con el ceño fruncido "No lo es, porque llevo balsa encima. A diferencia de Ale que lleva el arma cargada en todo momento"
"Vete con tu familia. Cualquier cosa que necesitéis nos avisáis" dije con una sonrisa en mi rostro y dándome la vuelta para ir a casa, donde todos nos estarían esperando para que les contásemos lo que estaba pasando "Gracias de nuevo por vuestra ayuda. Aprecio vuestra ayuda y si necesitáis cualquier cosa o ayuda con algo, solo me tenéis que decir y os ayudaré encantado"
Mi hermana se quedó mirando para mí, elevando una ceja y rodé los ojos "Lo haremos, no te preocupes" dije, empezando a caminar hacia mi casa con mi hermana a mí lado en poco tiempo "¿A que vino eso?" preguntó soltando una carcajada "A nada, el chico solo está agradecido de que ayudemos a su hermana, eso es todo" apunté y ella asintió, "Eso ya lo sé, lo que pregunto es la razón por la que apuntaste a ese guardaespaldas" aclaró "Iba a sacar un arma, y antes de que lo hiciese, pues la saqué yo. Sabía que Daniel no iba a dejar que me hiciesen nada" aseguré, porque eso lo tenía más que claro "Eso es cierto, pero igualmente, fue arriesgado, Ale" dijo mi hermana y me reí "Meg, lo que hacemos es arriesgado y seguimos haciéndolo, estamos acostumbradas a estas cosas, asique no te preocupes. Además, tu pudiste haber intentado que bajase el arma" apunté y ella negó "¿Qué gracia tendría todo eso que hicimos si lo hiciese?" preguntó, haciendo que soltase una carcajada "Vamos a explicar en casa lo que está pasando anda. No queremos que se aparezcan por tu casa, al menos hasta que logremos la confianza de Carmen" dije y esta asintió "¿Tenemos plan en mente para eso?" preguntó con una sonrisa en su rostro "No, pero tenemos experiencia en ese tema. Sabemos por lo que está pasando, asique se nos ocurrirá algo, y si no, mamá nos puede ayudar, pero eso no hará falta porque nos apañaremos"
El resto del camino a mi casa fuimos en silencio, y más metidas en nuestra mente que otra cosa. Una vez entramos pudimos ver a todos preocupados, lo cual no entiendo la razón y tanto mi hermana como yo nos sentamos en el sofá juntas "¿Nos podéis decir de una vez lo que está pasando?" pidió Francesco, probablemente estando frustrado sin saber qué es lo que estaba pasando "Lo que pasa es que no queremos que nadie se acerque a casa de Megan hasta nuevo aviso" informé y escuché como David bufó "¿Acaso me vas a decir que no puedo ir a mi propia casa?" preguntó irónicamente y rodé los ojos, porque a pesar que siempre intentaba mantener los modales con David, no siempre era fácil.
"Lo vas a hacer porque te lo digo yo, David, no porque te lo dice mi hermana" apoyó mi hermana, haciendo que su marido rodase los ojos "¿Y me puedes explicar por qué?" preguntó cruzándose de brazos "Pues porque tenemos a una chica que necesita nuestra ayuda y no puede ver ni en pintura a un hombre delante de ella, asique no quiero que nadie se acerque, no al menos de que la ayudemos y se sienta segura" respondí "¿Y por qué no se pudo hacer eso en tu casa en vez de la nuestra?" preguntó y tomé una bocanada de aire antes de responderle de la manera que quería realmente "David, no empieces" pidió Megan a mi lado "No es empezar, pero es que siempre parece que hacemos lo que le da la gana a tu hermana sin importar la opinión de los demás, Megan, y empieza a hartarme un poco la verdad" dijo este enfadado, pero lo que sea que lo tiene enfadado, sé que no es esto.
"David, deja a Alexandra en paz" pidió mi marido no muy lejos de mí "No lo voy a hacer a pesar de que todos estáis eclipsados por ella. ¿Acaso nadie se da cuenta de que todo lo que pasa en esta casa tiene que ver con ella? ¡Mi mujer se fue a Rusia por culpa de ella joder!" exclamó y rodé los ojos, porque lo último al menos no era cierto del todo, pero bueno, me daba igual lo que él pensase. "David, mejor vete a dar una vuelta antes de decir más estupideces" dijo Francesco y este rodó los ojos "Claro, porque a mí casa no puedo ir" dijo saliendo del comedor y Megan no tarda demasiado en ir detrás de él.
"¿Quién es esa chica y por qué está en casa de Megan?" preguntó mi marido, sentándose a mi lado "No tengo muy claro quién es la chica, pero alguien nos pidió ayuda para poder sacar a su hermana de donde son, y Megan y yo ofrecimos nuestra ayuda ya que creemos que esa chica pasó por algo muy similar que nosotras" informé y pude ver como mi madre negó, con tristeza en su mirada, probablemente recordando el momento en el que nos ayudó y los siguientes años. "Por eso no sé qué es lo que le ha pasado, pero mamá, de verla te juro que te recordaría a mí los primeros años" admití, mirando a Analissa "No te preocupes mi niña, a mí no me tienes que dar explicaciones. Sabes que estás haciendo lo correcto" dijo con una gran sonrisa en el rostro.
Hugo acabó por coger mi mano y darle un pequeño apretón, haciendo que mire para él y vea la gran sonrisa que tiene en el rostro "Entonces mejor no acercarnos a la casa de Megan ¿no?" preguntó este sin apartar la mirada de mí "Exacto. Antes quiero saber qué es lo que le ha pasado a la chica exactamente y necesito que confíe en mí, lo cual será complicado. Además, el único hombre en el que confía es su hermano" admití y asintió "Perfecto, no creo que tengamos ningún problema con acercarnos por allá" dijo Francesco y pude ver como mis sobrinos asintieron "Diego, necesito que pongas a gente alrededor de la casa para asegurarnos que nadie intenta ir a por la chica y que ella no os vea en ningún momento" pedí y este asintió "Pondré a gente por los arbustos y que controlen las cámaras" respondió.
"¿Algo más que debamos saber respecto a la chica?" preguntó Francesco y negué, porque en este momento no necesitaba saber que el hermano de esta era el jefe de la mafia española. "Bien, si eso es todo voy a terminar con los papeles de la importación. Nos vemos en la cena chicos" dijo, dándole un beso a sus nietos y saliendo del salón. "Yo me voy a enseñar un par de cosas a Cass, si queréis podéis venir vosotros" dijo mi hija, mirando a su hermana y primos, los cuales acabaron por asentir y salir con ellas hacia el gimnasio.
No mucho más tarde, Hugo y yo nos quedamos solos, y a pesar de que quería ir ver a mi hermana para asegurarme de que estuviese bien, no sabía si había terminado de hablar con su marido, y lo último que quería hacer era complicar más las cosas, por lo que me aseguraría más tarde "¿Qué es lo que no has dicho?" preguntó Hugo, acercándome a él y dándome un beso en la sien "Esa chica es la hermana del jefe de la mafia española" dije sinceramente, porque tenía más que claro que no me iba a juzgar por eso. "¿Y crees que podemos fiarnos de él?" preguntó cogiendo mi mano "No me fio de él, eso para empezar, pero me fio de la información que tengo y de lo que puedo ver, y lo que ese chico quiere ayudar a su hermana más que nada, y sé que puedo ayudarla" respondí "Sé que puedes hacerlo, de eso no me cabe duda, asique no dudes de la capacidad que tenéis tanto tu hermana como tú" respondí y una sonrisa apareció en mi rostro "¿De verdad no te molesta que meta a alguien en casa del que no sé nada?" pregunté para asegurarme "Claro que no. Lo estás haciendo con esa chica y además sé que vas a aumentar la seguridad en la casa, asique es imposible que algo nos pase"
"Gracias por confiar en mí, cariño" dije sinceramente "Sabes que siempre lo haré" respondió dándome un beso, y es justo en ese momento en el que Megan entra en la casa con lágrimas corriendo por su rostro y sin dirigirnos ni una sola palabra "Ve a ver a tu hermana, luego hablamos" dijo este con una pequeña sonrisa, y no hizo falta que me dijese nada más, porque rápidamente voy detrás de ella. Una vez entré a su habitación, la veo llorando, lo que hace que rápidamente vaya junto a ella y la abracé para que se calmase y consolarla de alguna manera a pesar de que no tengo ni la menor idea de que es lo que había pasado. "¿Qué es lo que ha pasado, Megan?" pregunté una vez se calmó un poco "Nada, lo de siempre" susurró y suspiré "No debes discutir con tu marido por mi culpa, Megan" respondí sinceramente "No puedo dejar que hablara así de ti Ale, tú no tienes culpa de lo que pasa por su cabeza" contestó esta y negué, porque a mí poco me importa lo que David piense de mí.
"Y eso a mí me da exactamente igual Megan, lo sabes. Lo que no quiero es que discutas con tu marido por cosas que no tienes que hacerlo, siempre acabas mal por eso" apunté y esta vez fue ella la que negó "Puede ser, pero eso no implica que lo vaya a dejar decir esas cosas de ti, lo puedes tener más que claro" insistió y suspiré, porque sabía que no iba a cambiar de idea. "Deja de llorar anda, ya se le pasará, y por mí ni te preocupes, porque ni me ofende" dije sinceramente y con una pequeña sonrisa en mi rostro "Pero siempre me preocuparé por ti Ale, eres mi hermana y estás ahí en las malas y las peores, si David no quiere entender eso, pensaré que haré" dijo y la verdad es que eso no suena muy bien "¿A qué te refieres?" pregunté para saber si estaba realmente se estaba refiriendo a eso "A que, si es necesario, me divorcio de David"