POV MEGAN
Disparos sonaban por todos lados mientras nosotras estábamos detrás de un muro. No tengo claro que fuese a durar mucho más, al final eran miles de balas en nuestra dirección. Esto solo confirmaba nuestra sospecha… los compinches de esos mal nacidos estaban buscando venganza.
"Mierda, tenemos que salir de aquí antes de que disparen el lanzamisiles" dijo Ale, metiéndole otro cargador a la UZI. Por lo que habíamos descubierto desde que llegamos a Rusia, uno de los hijos de Stefan había decidido tomarse la libertad de vengar la muerte de su padre. No tengo muy claro como íbamos a salir de esta.
En ese momento, Ale me agarra del brazo y empieza a tirar de mí en la dirección a esos tipos, lo cual no entiendo, pero cuando veo como el muro en el que estábamos escondidas hace un par de segundos vuela en pedazos, se lo agradezco.
"¿Tenemos algún plan, Ale?" se giró en mi dirección con una sonrisa presente en su rostro. No entiendo cómo es que podía estar tan tranquila en situaciones como esta. Antes podía entender que no tenía nada que perder, pero ahora teníamos a los niños. "Siempre tenemos uno. ¿Puedes cubrirme?" preguntó sin que la sonrisa desapareciese de su rostro, lo que me daba mala espina. "¿Qué es lo que vas a hacer, Ale?"
Me pasó un par de cargadores para mis armas y luego me puso la mano en el hombro, haciendo que mire para ella. "Es hora de acabar con esto y volver a casa. Una vez allí, ya pensaremos que hacer" Me dio un beso en la sien y desapareció por la parte de atrás.
Algunos disparos de esos tipos fueron en la dirección de mi hermana, pero no muchos más. Puede ser que nos superaban en número, pero nos estaban subestimando, como siempre hacían debo decir.
Fueron unos minutos eternos hasta que escuché un chillido de nuestros enemigos, dándome a entender que había sido Ale, y luego una explosión considerablemente cerca. Cuando el polvo se disipó, no se escuchaba ni un solo disparo, por lo que me asomé y lo único que podía ver eran restos de cuerpos, lo que hizo que rápidamente me levantase en busca de mi hermana.
Estaba empezando a entrar en pánico cuando la veo sentada en el suelo con los ojos cerrados que no hace nada más que hacer que entre prácticamente en pánico completo. "La madre que te parió, Ale. Más te vale que no estés muerta porque entonces te mato yo misma de nuevo"
Estaba de rodillas en frente de ella cuando veo que una sonrisa aparece en su rostro y poco después puedo ver sus ojos azules, lo que hace que me tranquilice un poco. "Que poca confianza tienes en mi Meg" dijo. Le di con el puño en el hombro por hacerme entrar en pánico por un momento, pero pude ver el rastro de dolor que atravesó su mirada y vi sangre en su cuello, lo que hace que empiece a mirar ese lado de su rostro para ver si tenía alguna herida, y después de unos segundos veo la herida que tenía en el cuello. No era demasiado profunda, parecía un roce, pero sé que eso tenía que doler igualmente.
"Que sea la última vez que haces algo así Ale, porque no quiero tener que decirle ni a tu marido ni a tus hijas que su mujer y madre ha muerto" dije seriamente. "Y no lo tendrás que hacer, ahora entremos en el edificio mientras nos buscan. Nos iremos a la noche hacia el helicóptero para volar a Polonia"
"¿Estás segura de que es lo mejor quedarnos aquí? Vendrán a buscarnos aquí en primer lugar" Negó e hizo que me apartase de ella. "Lo harían, pero si fuésemos inteligentes a sus ojos, ahora mismo estaríamos por patas hacia nuestro siguiente escondite. El último lugar en el que buscarán es aquí"
Asentí, porque eso era lo más probable. Cuando se levantó pude ver que ponía todo su peso en una pierna. Suspiré y pasé uno de sus brazos sobre mis hombros y esperé a que me dijera a donde entraríamos, porque no tenía ni la menor idea de su plan. "A pesar de que aprecio que me quieras ayudar, tenemos que escalar por la fachada"
Me quedé mirando para ella un segundo, porque en el estado que estaba en este momento, no sería capaz de escalar la fachada como ella decía. "Deja de preocuparte, podré hacerlo" Asentí a pesar de que no lo tenía tan claro, y una vez que me dijo por dónde teníamos que escalar, fui primero para ayudarla desde arriba, pero no lo tuve que hacer hasta que prácticamente estaba en la ventana.
Una vez dentro del edificio, revisamos que no hubiese nadie y una vez echo eso, Ale se sentó en el suelo con el arma a su lado y yo empecé a revisarle las heridas.
"Megan, estoy bien" dijo intentando apartarme, pero no lo iba a lograr. "No lo estás. Tu rodilla no está hecha pedazos de puro milagro y a pesar de que la herida del cuello no es demasiado grande, hay riesgo de que acabes con una infección. ¿Me quieres decir que mierda has hecho?" pregunté, porque prácticamente había sido ella sola la que había acabado con esos tipos, y a pesar de que sabía las habilidades de Ale, no tenía claro como lo había hecho.
"Había uno de los tipos que no estaba usando las granadas. Me acerqué por detrás, lo degollé, saqué el seguro a un par de ellas" dijo como si no fuese nada, pero estoy completamente segura de que no le dio tiempo a apartarse de las explosiones, al menos del todo. Eso explicaría lo manchada que estaba y los restos de sangre que no eran de ella.
"Ósea, me estás diciendo que prácticamente volaste por los aires con esos tipos ¿me equivoco?" dije lo más tranquila que pude y ella lo único que hizo fue rodar los ojos. "Estoy bien Megan, deja de preocuparte"
Me senté a su lado sin decir nada más. Ale cogió mi mano y me dio un apretón. Ahora solo nos quedaba esperar a que se hiciera de noche y marcharnos a casa donde Diego podría mirar la extensión de las heridas de Ale.
POV DIEGO
Dos días habían pasado desde que Alexandra y Megan se habían ido a no sé dónde. No se lo habían dicho a nadie, lo cual era extraño. Todos estábamos levantados y esperando a que llegasen, y a pesar de que era tarde, los chicos estaban prácticamente despiertos del todo y eso que a Tessa se le notaba lo cansada que estaba. Alison por otro lado andaba de un lado para otro intranquila. Solía estarlo cuando no tenía ni la menor de donde estaba su madre, supongo que porque desde que prácticamente tiene uso de memoria, vio a su madre al borde de la muerte un par de veces, y eso la aterraba.
Cassandra y su abuela estaban esperando por ellas también a pesar de que les dijimos que no era necesario, la chica al parecer quería ver a Ale y Megan más que nada y su abuela la quería acompañar. A eso del medio día, el piloto había llamado a Francesco para avisarle de que las dos volvían a casa, y cuando se lo dijo al resto, los chicos saltaron de un lado a otro emocionados de que sus madres volviesen a casa.
Era cerca de las dos de la mañana, cuando los chicos me avisan de que habían llegado, y en el momento que la puerta principal se abre, todos se levantan. Cuando las dos aparecen por la puerta del salón, sus hijos salen corriendo hacia ellas y abrazarlas, al igual que Cassandra. Pude ver como todos, pero sobre todo Hugo y David, el cual había vuelto de su viaje en el momento que se enteró de que Megan se había ido y que nadie sabía a donde, suspiraron de alivio.
"Diego, haz el favor de revisar a Ale antes de que se vaya a dormir" En el momento que Megan dijo eso, tanto Alison como Tessa se apartan para ver qué es lo que tenía su madre. La preocupación se había plantado de nuevo en el salón, y desde aquí podía ver que tenía una herida en el cuello y prácticamente no dejaba nada de peso en una de las piernas.
"Mamá, ¿Qué te ha pasado?" preguntó Tessa, mientras que Alison seguía mirando para ella. "No me pasó nada, solo un pequeño accidente, y ahora todo el mundo a dormir que mañana teneis clases" dijo. Los chicos iban a protestar, pero en el momento que sus madres se cruzaron de brazos y elevaron una ceja se fueron sin rechistar, no sin antes darles un abrazo y un beso en la mejilla a cada una.
Solo en el momento que desaparecieron por las escaleras, Ale mostró algo del dolor que tenía que estar pasando en este momento. Hugo no tarda nada en ir a su lado y aguantarla por sea caso se cae, lo cual dudo que vaya a hacer. David no tardó mucho en hacer lo mismo, pero en vez de aguantar a su esposa, le pasa un brazo sobre los hombros y le da un beso en la sien.
Francesco se cruza de brazos y mira para ellas esperando algún tipo de respuesta a lo que le ha pasado ahora que los chicos no estaban delante, pero ninguna de las dos dice nada. "¿Me queréis explicar que es lo que os ha pasado y donde coño os habéis metido estos dos días?" preguntó. Se podía escuchar el enfado en su voz.
Yo me acerqué e hice que Ale se sentase en uno de los sillones para poder revisarla. Hugo se puso detrás del sillón en la que estaba sentada y empecé a revisarla.
Primero le limpié la herida del cuello para evitar que se le infectase, pero no era demasiado profunda, por lo que no corría riesgo su vida. Luego le levanté la camiseta y miré por heridas, pero solo tenía moretones, lo que quiere decir que no se fueron de viaje de placer ellas solas.
Cuando me aseguré de que los pulmones sonaban bien y que su ritmo cardiaco era bueno, pasé a centrar mi atención a la rodilla que al parecer era la que peor suerte había tenido. Le corté la pierna del pantalón y empecé a revisarla.
La rodilla era la misma en la que hace años se le había clavado el hierro, por lo que con un mínimo toque podía jodérsela fácilmente. Estaba bastante hinchada, pero no notaba nada roto ni fracturado. Por la mañana le haría una radiografía para revisárselo y asegúrame de que era cierto.
"¿Acaso ninguna de vosotras me piensa decir a donde fuisteis?" ninguna de las dos dijo nada de nuevo, y supongo que así se quedaría, no dirían nada hasta que ellas considerasen que era necesario dejar saber a los demás.
"No. Solo que sepáis que estamos bien y que nos vamos a dormir porque estamos cansadas del viaje" dijo Ale con Megan asintiendo. "De aquí ninguna se mueve hasta que me digáis qué coño habéis hecho para que llegues así a casa Ale"
Una pequeña cantidad de enfado cruzó la mirada de las hermanas y Ale se levantó cruzándose de brazos, al igual que estaba Megan, ambas mirando en la dirección a su padre.
"No tenemos que darte explicaciones de lo que hemos hecho y lo que no. Hacemos lo que se nos da la gana, papá. Estamos bien y eso es lo que importa" dijo Ale. Francesco suspiró y algo de tristeza cruzó su mirada. "Sé que podéis hacerlo, pero yo lo único que quiero es que estéis bien, nada más."
Ambas se miraron y luego se fueron junto a su padre a abrazarlo, uniendo a su madre poco después. Los tres estábamos mirando para ellas, porque a pesar de que conocíamos de años a las chicas, era raro que mostrasen su cariño tan fácilmente.
"Lo sabemos papá y te prometo que por la mañana te contaremos todo, pero ahora en serio necesitamos dormir un rato." Francesco asintió y le dio un beso en la sien a ambas y luego Analissa hizo lo mismo.
"Está bien chicas, que descanséis" Ambas asintieron y empezaron a dirigirse escaleras arriba mientras nosotros nos quedamos abajo. "¿Seguro que no tenéis ni la menor idea de a donde se han ido?" Todos negamos y Francesco se puso un trago de vodka y nos pasó uno a los que estábamos allí.
"Esto no me tiene buena espina" dijo después de un par de minutos en silencio a lo que asentimos, porque no era normal que se fuesen sin decir a donde ni cuando volverían. "Al menos nos contarán mañana que es lo que han hecho y para qué" dijo Hugo.
Asentimos y me levanté para ir a dormir un rato antes de ir a entrenar. "¿Seguís teniendo el sillón en vuestro cuarto, David?" el chico asintió "¿Y vosotros?" Hugo asintió y ambos se levantaron, pero nosotros nos quedamos mirando sin entender de que estaban hablando.
"¿Dónde se durmieron la última vez?" preguntó Hugo "En la nuestra" dijo David dejando el vaso en la mesa de café "Entonces esta noche toca la nuestra" Y ahora entendía a que se referían. Era lo más probable que los dos tuviesen que dormir en los sillones porque su cama estaría llena de gente. Ale y Megan probablemente dormirían juntas esta noche, y como consecuencia sus hijos dormirían con ellas, probablemente se una Cass a ellos también.
Los dos se dirigieron escaleras arriba y yo me despedí de Francesco y Analissa para irme a descansar, pero antes de hacerlo, tenía que ir a ver a nuestro prisionero para asegurarme que estaba en las mismas condiciones en las que la habían dejado Ale y Megan.
Cuando llegué entré y vi que el tipo seguía igual y pidiendo que lo soltásemos, pero eso no iba a pasar. Le había puesto encima la mano a la chica equivocada, y a pesar de que no tenía ni la menor idea de que haría Ale con él, imagino que este chico acabaría en el Mediterráneo.
No mucho más tarde salí del lugar en el que lo teníamos encerrado, iba a meterme en el coche cuando veo a un hombre parado de pie y con las manos en el bolsillo de su traje, lo que hizo que rápidamente apuntase mi arma a él y los que estaban en la puerta hiciesen lo mismo.
"Te recomiendo que te vayas de aquí antes de que te tenga que matar" dije sin bajar mi arma. El hombre levantó las manos, pero no se dio la vuelta para irse. "No vengo armado, solo quiero hablar con las reinas italianas"
Pude notar como todos nos tensamos, porque todos sabíamos a quienes se refería, y no me fiaba del tipo. Venir aquí y preguntar por eso no era lo más normal. "Soy Daniel Hernández y no quiero hacerle nada a ellas"
En cuanto dijo su nombre, sabía que era el que dirigía la mafia española, y a pesar de que sé que no teníamos problemas con ellos, no me fiaba. No era normal que viniesen a buscarlas para nada, y menos a su territorio.
"¿Qué quieres hablar con ellas?" pregunté. "Eso no es algo que te importe, pero tienen algo que me pertenece por derecho y me gustaría negociar con ellas para que me lo devuelvan" dijo tranquilamente y volviendo a meter las manos en el bolsillo. No me fiaba un solo pelo de este tipo, y no teníamos nada que le pertenecía a no ser que sea que eso fue lo que hicieron estas dos.
"¿Qué se supone que lo que tiene que te pertenece?" pregunté, bajando el arma porque sabía que no me iba a pasar nada, no con los chicos detrás de mí apuntando sus armas a su cabeza. "Al violador de mi hermana. He oído que atrevió a ponerle las manos encima a la hija, pero no llegó a tocarla. Por consecuencia, ese tipo me pertenece" dijo tranquilamente.
No sabía quién era el tipo y no tenía para claro que esa fuese su intención, pero tenía que saber qué hacer con él. Atraparlo y meterlo dentro no era una opción ya que nos podría traer más problemas que otra cosa, lo cual me dejaba lo único que no quería hacer en este momento, llamar a Ale.
"Puedo llamarlas, pero ese tipo no se va a mover de aquí. No hace más de una hora llegaron a casa con su familia. En cuanto se despierten por la mañana te prometo que se lo digo" dije guardando el arma. "No tendría problema en esperar hasta mañana, pero no tengo tan claro que se lo vayas a decir realmente"
"Puedes tener mi palabra." Hice la señal para que bajasen el arma, pero sabía que no les gustaba para nada tener que hacerlo. "Espero que así sea, porque si no, no me queda más remedio que acabar con toda tu familia. No creo que quieras que tengan un final demasiado duro" dijo dándose la vuelta y caminando al lado contrario.
En este momento había amenazado a Ale y al resto de la familia, y de no ser porque no quería armar una guerra de la nada, le hubiera arrancado la cabeza con mis propias manos. "Mañana espero noticias vuestras. Teneis hasta las doce de la noche para darme una respuesta"
Con eso se largó y mis hombres se relajaron detrás de mí. No me iba a quedar otro remedio que decírselo. Sé que no le iba a gustar la idea de que las amenazasen ni a ellas ni a su familia, pero al menos tendrían que reunirse con él para llegar a algún tipo de acuerdo. Si lo que dice es cierto, es probable que le den el placer de matarlo, pero no lo tengo tan claro desde que se atrevió a tocar a Alison.