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Chapter 11 - "El sentimiento de un monstruo"

                                              Capítulo 11.

                         "El sentimiento de un monstruo".

 

Los

cazadores iban rumbo al desierto, disfrutando del largo viaje. Descansando de

la batalla. Observando las olas y disfrutando del aire libre. Aristeo se acerca

a Fowler, quien estaba al timón.

--¿Todo

esto fue privado de nuestra sociedad por una guerra? –Pregunta Aristeo.

--Así

es. Todo esto se nos fue arrebatado. Pero lograremos recuperarlo –Dijo Fowler.

--¿Y

esa esperanza tan repentina?.

--No

es común, ¿Verdad?.

--Para

nada.

--Esa

mujer me hizo así, pero ya no está conmigo.

--¿Tu

esposa?.

--Si,

ella siempre era alegre y no le importaba lo arriesgado que era mi trabajo,

ella lo respetaba sin reproches. Recuerdo la vez que llegue destrozado por

matar a una bruja y ella curó mis heridas, mientras me hacía reír con sus

chistes. Luego nos sentamos a cenar. Todo era hermoso en ese entonces.

--¿Cómo

murió?.

--Ella

recibió la maldición de una bruja. Yo me había levantado temprano, fui a hacer

las compras en el mercado. Regresé y vi a mi esposa en el suelo. Ella me decía

que no recordaba nada. La casa estaba desordenada, algo había atacado, pero

ella seguía sin recordar nada. La llevé a la habitación y allí vi la marca en

su brazo: tres líneas rectas y una horizontal. Una bruja había marcado a mi

esposa, sellando su muerte. No podía creerlo cuando lo vi –Dijo Fowler con

tristeza

--No

puedo imaginar lo que sentiste aquel día amigo mío, pero siempre estaremos para

ti. –Dijo Aristeo, apoyando la mano en el hombro de Fowler.

Los

cazadores viajan más de tres días, hasta llegar a la isla que les indicaba el

mapa, pero…no había desierto a primera vista.

--¿Esta

es la isla? –Pregunta Gahiji.

--Así

es, en ningún momento nos desviamos –Dijo Fowler.

Los

cazadores desembarcan y avanzan, sin entender dónde estaban. Minutos después,

ven las dunas y el inmenso desierto. Todos quedan impactados al ver por primera

vez un desierto: dunas de arena, calor, ese ambiente solitario y donde no

parecía crecer vida. Los cazadores avanzan y lo que parecía desde lejos una

isla más, en realidad era solo arena. Los cazadores se preocupan y se miran

entre sí, ya que nunca habían entrado en ese tipo de entornos.

--¿Cómo

encontraremos al monstruo en un lugar así? –Preguntó Aristeo.

--Realmente

no lo sé, pero será mejor que comencemos –Dijo Fowler.

--¿Estás

loco viejito?, jamás hemos visitado un lugar como este, hay que pensar cómo

avanzar –Dijo Anna.

--Tienen

razón, pero tampoco tenemos muchas opciones –Dijo Fowler mirando el mar y

luego, regresando la mirada al desierto.

Los

cazadores viajan durante horas bajo el sol, hasta encontrar sombra bajo un

médano. Sonríen ya que era el único lugar que daba sombra en todo el desierto,

o por lo menos, el que ellos habían visto. Se quedan tumbados unos minutos,

desorientados y cansados de tanto caminar. Sin agua.

--¡Hey!.

¡Viajeros perdidos! –Dijo alguien a lo lejos.

Los

cazadores ven hacía todos lados, cuando ven algo acercarse. Fowler ve a un

hombre feo, bajito, con un mazo de madera y lleno de clavos. Era jorobado,

tenía una túnica vieja, rota y gastada que tapaba su hombro y bajaba hasta sus

rodillas. Al acercarse, el hombre les saluda con amabilidad y les invita a su

cueva, donde no hacía calor y así podían resguardarse del sol. Rato más tarde,

los cazadores llegan a una bella cueva con luciérnagas alumbrando. El hombre

los invita a sentarse sobre pequeños asientos hechos de piedra. La cueva era

húmeda por dentro, donde caía agua de las paredes, haciendo el lugar más

fresco.

--¿Cómo

se llaman viajeros? –Preguntó el desconocido.

--Yo

soy Fowler. Ellos son Anna y Gahiji –Dijo apuntando hacia ellos.

--Hola

–Dijo Anna con alegre.

--¿Qué

tal? –Dijo Gahiji.

--Y

él es Aristeo –Dijo Fowler.

Aristeo

saluda al Desconocido y este sonríe.

--Es

un placer conocerlos, no muchos vienen por aquí –Dijo el Desconocido.

--¿Por

qué? –Preguntó Aristeo.

--Nadie

aguanta este calor infernal, además no es muy divertido que digamos –Dijo el

Desconocido.

--¿Cómo

sobrevives tu?.

--Como

animales o insectos que habitan estos lugares y bebo agua de cactus.

--¿Por

qué tienes ese arma?.

--Verán…

Hay un monstruo que habita este lugar, al que llamo "Tronco". Es enorme, tiene

garras afiladas y como dice su nombre, esta recubierto de madera vieja, pero

aún así es fuerte. Yo tengo que espantarlo con esto o no sé qué pasaría.

--¿Dónde

habita?.

--Si

no recuerdo mal, habita en el pequeño oasis del desierto.

--¿Pequeño?

–Dijo Gahiji.

--¿Oasis?

–Siguió Anna.

--Si

–Dijo el Desconocido.

--¿Cómo

te llamas hombretón? –Dijo Fowler.

--Soy…eh…no

recuerdo ya mi nombre. He pasado tanto tiempo aquí, que la verdad no recuerdo

nada de mí –Dijo el Desconocido, rascando su cabeza.

--Bien,

te llamaremos Teodoro –Dijo Fowler.

--¿Teodoro?,

está bien –Dijo alegre.

Los

cazadores son guiados por Teodoro hasta el oasis, pero al llegar no había nada.

Teodoro corre y salta encima de la arena, creyendo que estaba nadando. Tomaba arena,

creyendo que era agua de verdad.

--¡Esto

debe ser una maldita broma! –Dijo Aristeo enfadado.

--¡Vengan

a disfrutar del oasis! –Dijo Teodoro.

Fowler

va hacía Teodoro y lo golpea, quitándole lo atontado. Teodoro mira a su

alrededor y no ve nada. El oasis no existía, pero creyendo que habían caminando

por nada, escuchan un ruido proveniente de la arena. Al voltear ven al monstruo

salir de un gran médano, elevando su cuerpo hacía arriba.

Los

cazadores quedan boquiabiertos con la gran criatura. Era tan alta que les

tapaba el sol, mientras la arena le caía del cuerpo, mostrando su coraza de

madera musgosa. Teodoro se acerca al monstruo, amenazando con su palo, mientras

este retrocedía.

--Tronco,

no molestes ahora –Dijo Teodoro enojado.

--Eres

malo –Responde el monstruo con voz gruesa.

--¿Yo?,

claro que no, tu eres el que se acerca a mi cueva.

--Solo

quería amigos.

Teodoro

lo golpea con su arma en la pierna. El monstruo ni se inmuta, rodea a Teodoro

con su mano, lo levanta. Acerca a Teodoro para verlo mejor y segundos después,

lo aplasta como si fuera una uva. Abre la mano y el interior de Teodoro cae al

suelo, junto a su cadáver. El monstruo mira a los cazadores, quienes devuelven

miradas serias.

--¿Ustedes

quieren ser mis amigos? –Dijo el monstruo.

--Cuando

estés muerto serás un buen amigo –Dice Fowler.

--Un

amigo no mata a otro.

--Entonces

no seremos amigos –Dijo Fowler tomando su escopeta.

El

monstruo intenta golpearlos, pero estos esquivan el golpe que levanta una

increíble cantidad de arena. Fowler se acerca al monstruo y le dispara,

haciendo volar varios pedazos de madera, pero sin darse cuenta recibe un golpe

de ese enorme puño y sale disparado, hundiéndose en los médanos.

 Tras disparar varias veces al monstruo, se dan

cuenta que bajo esa capa de madera, había piel de color verde. Disparan hasta

agotar sus balas, destruyendo su coraza e hiriendo su cuerpo. Bajo esa coraza

de madera, en el centro del pecho ven su corazón negro, que brillaba

intensamente. Anna y Aristeo distraen al monstruo, mientras Gahiji subía por

detrás.

--Gahiji,

mátalo –Gritó Aristeo.

Gahiji

se lanza al ataque, cuando el monstruo lanza a Anna contra él. Aristeo se lanza

contra el monstruo. Este voltea e intenta quitarse de encima a Aristeo. Gahiji

se levanta y corre hasta él, sube por su espalda. Aristeo cae al suelo, tras

cortar uno de sus brazos. El monstruo grita de dolor, cuando Gahiji atraviesa

su corazón con uno de sus cuchillos. Gahiji salta y cae de pie sobre la arena.

El cae de rodillas al suelo y segundos después, impacta contra la arena,

desangrando y tiñendo la arena de negro.

--No

canten victoria, puede seguir vivo –Dijo Aristeo.

El

monstruo desaparece sin dejar su cristal. Los cazadores estaban confundidos y

el monstruo no había vuelto a aparecer. De pronto escuchan risas, mientras que

Fowler salía desde de la arena. Aristeo mira hacía adelante y ve a cuatro

personas:

Una

llevaba una lanza. Otro arrastraba un gran martillo, tenía armadura negra, un

casco con cuernos metálicos, musculoso, con ojos negros. Otra tenía un látigo

lleno de púas, era la más baja, tenía el pelo celeste, una túnica negra, botas

alargadas negras, delgada y llevaba una máscara negra con líneas blancas.

Los

cazadores reconocen a la cuarta persona: la mujer Demonio.

--Es

la mujer Demonio y ahora tiene a un grupo –Dijo Aristeo.

--Así

es. Nos volvemos a cruzar –Dijo Aristeo.

--Veo

que han sobrevivido –Dijo la mujer con la lanza.

La

mujer tenía pelo negro, ojos blancos, tenía una lanza, era de estatura media y

llevaba una armadura negra. Esta le tira el cristal que había dejado el

monstruo, pero cae cerca de ella, para que uno de los cazadores se acerque a

buscarlo. Aristeo sabía que era una trampa, así que les sigue el juego y se

acerca lentamente hacía el cristal.

Aristeo

se acerca con calma. Mira al grupo e intenta tomar el cristal, pero la mujer

intenta atravesar su espalda con su lanza. Aristeo levanta su escopeta para

defenderse y esta es atravesada por el arma enemiga. Aristeo se levanta e

intenta regresar con sus camaradas, caminando hacia atrás. El que llevaba un

martillo corre hacía él e intenta aplastarlo, pero Aristeo lo esquiva. La mujer

del látigo intenta atacarlo, pero Gahiji le dispara. Ella lo esquiva y se

dirige hacia Gahiji. Fowler embiste al tipo del martillo. La mujer Demonio

salta sobre Aristeo, pero antes de congelar su cuello, se arrepiente. Mira a

Aristeo. Aristeo mira a la Demonio, pero Anna enreda su cuello con las cadenas

y la estira hacia ella. Aristeo se levanta y ve cómo Anna la arrastra por la

arena, pero una lanza cae a su lado. Aristeo ve el arma y se prepara para

combatir.

La

mujer corre hacia él y ambos impactan sus armas. Aristeo empuja a la Mujer,

pero esta clava su lanza en la pierna derecha del cazador. Este grita del dolor

y ella entre risas, abre su mano. Con la otra toma una lanza negra, que sale de

su palma. Corre hacia Aristeo y atraviesa su otra pierna. Aguantando el dolor,

aristeo atraviesa el estómago de la Mujer, quien se aleja unos pasos y comienza

a reír. Aristeo queda impactado, ¿A caso era inmortal?. La Mujer toma la espada

y la tira al suelo. Apoya la mano en su estómago y su herida sana al instante.

Se acerca a Aristeo, abre sus manos y las lanzas regresan a ella en forma de

humo negro. Aristeo cae al suelo, e intenta escapar arrastrándose por el suelo.

La mujer lo sigue mientras ríe. Levanta sus manos y se forman dos lanzas. Clava

sus lanzas en las manos de Aristeo. Este suelta un grito desgarrador y mira a

sus camaradas en busca de ayuda, pero ellos liberaban sus propias batallas.

 Fowler esquiva los golpes del hombre alto, quien

tenía el martillo capaz de reventarle el cráneo. Fowler se coloca en su espalda

y le dispara con el revolver, pero el fortachón ni se inmuta, pues la armadura

era muy resistente. Voltea y mira a Fowler.

--¿Crees

que me harás daño con eso? –Dijo el Fortachón.

--No,

pero con esto si –Dijo Fowler.

Fowler

se aleja del Fortachón. Toma su escopeta y le dispara en el pecho. El Fortachón

cae al suelo, aparentemente muerto. Fowler decide dar el golpe de gracia, pero

su escopeta estaba vacía.

--¿En

serio?, te cargo en mi espalda todo el tiempo, ¿Y no tengo balas? –Dijo Fowler

tirando su escopeta contra la arena.

Fowler

voltea con intención de ayudar a Aristeo, pero recibe un golpe en la espalda

que lo noquea. Fowler cae al suelo inconsciente y el Fortachón se lo lleva.

Gahiji intenta rescatarlo, pero se distrae y el látigo se enreda en su cuello. Gahiji

grita y es arrastrado hacía la Joven, mientras sentía las púas atravesar su

cuello con lentitud. Ella reía excitada, mientras disfrutaba verlo sufrir.

--Eso

es, ¡grita más!. ¡Grita mucho más! –Dijo la Joven eufórica.

La

Joven sigue golpeándolo, hasta que Gahiji toma el látigo. Sus manos comienzan a

sangrar y estira el látigo hacía él. La Joven suelta el látigo. Gahiji corre

hacía ella, toma un cuchillo y corta su cuello. La mujer cae al suelo, mientras

su sangre teñía la arena, pero de pronto comienza a reír. Gahiji no podía

creerlo…

--¿No

has muerto? –Dijo Gahiji asustado, alejándose de ella.

--No,

pero tu si –Dijo la Joven.

La

Joven se mancha la cara con su propia sangre. Luego se acerca a Gahiji quien

estaba petrificado del susto. Gahiji cae al suelo y la mujer toma su látigo. Intenta

golpearlo, pero Gahiji reacciona y esquiva el golpe. Su pierna es atravesada

por una lanza de sangre y Gahiji queda inmóvil. La Joven enreda su látigo en el

cuello de Gahiji. Segundos después el arma que atravesaba su pierna desaparece

y es arrastrado por la arena, mientras perdía el aire.

La

Mujer de la lanza se acerca a Anna. Esta se prepara para atacar. Se detiene y

le dice a la Demonio que la asesine.

--¡No

quiero matar a nadie! –Dijo la Demonio.

Sus

camaradas voltean a mirarla y quedan sorprendidos.

--¿Qué

has dicho Amadea? –Dijo la mujer con su lanza en mano.

--Lo

que oíste Eva. No quiero matar a nadie, estoy cansada de todo esto. Fuimos los

primeros en llegar, los primeros en recibir aquella misión de aliarnos con los

humanos. Por culpa de ustedes, todo se estropeó –Dijo Amadea enojada.

--Toro,

mátala –Dijo Eva.

Toro

se acerca a Amadea con su martillo, pero antes de golpearla, amadea saca sus

alas e intenta escapar, pero Yu usa su látigo para enredar sus alas y tirarla

sobre la arena. Amadea cae y Eva se acerca a ella.

--Eres

una traidora, ¿Sabías? –Dijo Eva.

--Prefiero

ser una traidora a ser como ustedes. Yo quiero que esto acabe y que todos vivan

en paz. Porque es nuestra culpa que las brujas y los humanos sean enemigos. Que

personas normales tengan que convertirse en lo que conocen hoy como "Cazadores"

y arriesgar sus vidas por un error de nosotros –Dijo Amadea.

--Deja

de hablar –Dijo Eva enojada.

--Si

no fuese por la culpa de EL, todos estaríamos en pa…

Eva

atraviesa el cuello de Amadea, luego extrae su lanza .Yu enreda su látigo en el

cuello de Amadea. Toro toma el látigo y levanta a Amadea; ahorcándola. Eva y Yu

estiran las alas de Amadea, intentando quitárselas. Amadea lloraba del dolor,

ya que no podía hablar y su visión era cada vez más borrosa. Estaba a punto de

morir. El ruido de sus alas desgarrándose, hace que Anna cierre sus ojos. Finalmente

sus alas se desprenden, luego las tiran sobre la arena y Toro usa su fuerza

para quitarle los cuernos a Amadea, pero su fuerza era tal, que parte el cuerpo

de Amadea en dos. Deja su cadáver en el suelo. Anna queda horrorizada e intenta

escapar, pero Eva atraviesa su hombro, haciendo que Anna caiga al suelo y quede

inmovilizada. Toro la levanta y golpea su rostro, dejándola inconsciente. La

coloca en su hombro y se la lleva.

El

sonido del mar despierta a los cazadores, quienes estaban crucificados en la

costa. Fowler intenta zafarse, pero el dolor hizo que deje de moverse. Los tres

locos que habían matado a su compañera, se acercan, pero ignoran por completo a

los cazadores. Esperaban a alguien con mucha paciencia.

--¿Qué

son ustedes? –Preguntó Aristeo sin expresión.

--Como

explicarlo. Somos –Hace una pausa para pensar. –¿Sabes?, nunca he pensado en

eso –Dijo Eva entre risas.

--Son

mis creaciones de barro –Dijo alguien EL.

Una

sombra negra aparece frente a ellos, pero al escuchar su tono de voz, los

cazadores supieron que se trataba de EL.

--¿Dónde

esta Melania? –Pregunta Aristeo.

--Sigue

en la isla, intacta. Eva, ¿Por qué siguen vivos? –Dijo EL.

--Creí

que los mataría usted –Contestó Eva.

--¿Yo?.

Si los mato yo no tendría un espectáculo que mirar.

--¿Espectáculo?,

¿A qué te refieres? –Pregunta Aristeo.

--Todos

sus viajes no es más que un espectáculo para mi –Dijo EL.

--¿Q…qué

acabas de decir? –Dijo Aristeo confundido.

--No

te pongas así… En mi mundo, todo está destruido y no hay nada que ver, pero

aquel día en que los suyos hicieron ese agujero, yo vi un nuevo espectáculo

frente a mis ojos. Vi a muchos cazadores, pero ustedes si que son entretenidos.

El chico albino y su mujer pervertida, el anciano con su misterio y sus

discusiones con la chica. Tu y la bruja, quienes intentan entablar una

relación, pero llegó alguien y frustró tu avance. Ustedes deberían ser los

héroes que salven al mundo de su completa destrucción, pero están aquí, a punto

de morir –Dijo EL riendo descontroladamente.

--Hagamos

un duelo –Dijo Fowler.

--¿Un

duelo? –Dijo EL curioso.

--Si.

Te divertirás mucho. Si les ganamos en una pelea a tus muchachos, nos dices dónde

esta nuestro próximo objetivo, pero si perdemos…podrás matarnos –Dijo Fowler

mirando a sus camaradas.

--¡Que

buena idea!. De verdad muy buena. Desátenlos, quiero verlo –Dijo EL con

alegría.

Los

cazadores estaban heridos, pero si querían vivir, debían ganarles a sus

enemigos en una pelea individual, cosa que tomaron como revancha. La primera

batalla era entre Yu y Gahiji.

 Gahiji mira el látigo con miedo, mientras que

Yu solo pensaba en torturarlo hasta morir. La batalla da comienzo y Yu corre

hacía Gahiji, quien estaba cansado, pero logra esquivar varios golpes, hasta

que logra ponerse detrás de Yu y le dispara con sus pistolas en la espalda,

haciendo que sangre, pero no fue suficiente y Yu vuelve a enredar su látigo en

su cuello. Lo arrastra hasta una palmera y con mucha fuerza estira el látigo.

Gahiji sentía las púas del látigo atravesando su piel, mientras se cortaba su

respiración. Gahiji comenzaba a perder el conocimiento, hasta que deja de

moverse. Yu se enoja y se acerca, comienza a hablarle, a agitarlo hasta que

abre sus ojos y le dispara en los ojos. Yu se enoja e intenta matarlo, mientras

la sangre caía de sus ojos. Gahiji no tenía más balas, estaba cansado y apenas

podía caminar, mientras intentaba recuperar el aliento y aguantar el dolor en

su cuello. De pronto Yu comienza a reír y corre hacia Gahiji. Este estaba

aterrado al verla acercarse, pero toma su látigo y golpea a Yu en el rostro. La

tumba contra la arena y comienza a golpearla con mucha más fuerza. Yu comienza

a gritar del dolor, mientras su sangre se derramaba.

--Solo

sus armas les afectan –Dijo Gahiji en su mente.

Este

sigue golpeando, hasta que Yu no pudo más del dolor y le pide a Gahiji que pare.

--¡Ya

basta por favor, duele! –Dijo Yu entre lágrimas.

Gahiji

ve sufrir a Yu y deja de golpearla. Ella se queda en el suelo. Gahiji siente

pena y se acerca para levantarla, pero una lanza de Eva atraviesa su hombro y

se clava en la tierra. Gahiji queda inmóvil, yu se levanta del suelo entre

risas y recupera su arma.

--Aquí

estas --Dijo Yu tocando el rostro de Gahiji, con una macabra sonrisa.

La

lanza se convierte en humo y desaparece. Yu Enreda su látigo en el cuello de

Gahiji y lo arrastra lejos de todos. Anna enfurece, toma sus cadenas, persigue

a Yu y comienzan a luchar, mientras que Aristeo y Fowler van detrás de Toro y

Eva.

Toro

toma de la cabeza a Fowler y lo hace impactar contra el suelo. Aristeo toma una

lanza de Eva mientras corría; la cual había esquivado, se acerca a ella y

atraviesa su corazón. Eva aprieta su cuello con fuerza, hasta que finalmente

cae muerta, dejando su cristal en el suelo.

--¿Cómo

es posible esto? –Dijo EL entre risas.

--Ya

tienes uno afuera –Dijo Aristeo con el rostro ensangrentado.

Fowler

corre hacia Toro y le quita el casco con cuernos que llevaba puesto, para luego

atravesar su estómago. Este suelta el martillo y toma el casco de su estómago,

para colocárselo de nuevo, levantando a Fowler al mismo tiempo. Toro se coloca

el casco, fowler cae de pie y se prepara para luchar, pero Toro lo golpea con

fuerza en la cara. Fowler sale volando e impacta con una palmera. Toro voltea

para tomar su martillo, pero ve que lo tenía Aristeo. Toro se sorprende, ya que

costaba levantar esa inmensa arma. Fowler corre hacia toro, este voltea al

escuchar sus pisadas, pero Fowler clava dos cuchillos en los ojos de Toro. Aristeo

corre hacía él, arrastrando el martillo. Lo levanta con mucho esfuerzo y le aplasta

la cabeza de un solo golpe. Esta revienta y el casco destroza su cráneo.

 Aristeo y Fowler intentan ayudar a Gahiji,

pero unas cadenas hechas de humo negro los atrapa y no los deja moverse. Las

cadenas atrapan también a Anna, dejando a Gahiji contra Yu, la cual quería

torturarlo hasta morir.

--Ven,

ven Gahiji, que quiero oírte gritar como un pequeño niño. ¿Recuerdas? –Dijo Yu.

Gahiji

se queda en silencio y comienza a desbloquear recuerdos reprimidos. Alguien lo

golpeaba, lo encerraba en un lugar oscuro y lo torturaba de las maneras más

horribles que él conocía. En ese momento entendió por qué tenía todas esas

marcas y cicatrices tan horribles en su cuerpo. Gahiji tenía miedo, porque al

ver a Yu, recordó todas esas torturas. De pronto la voz de Yu cambió. Al

escuchar esa tonada, gahiji queda en petrificado.

--¿Por…por

qué me hacías eso? –Preguntó Gahiji.

--Porque

era divertido verte sangrar, llorar, gritar y pedir ayuda –Dijo Yu.

Gahiji

tenía tanto miedo, que no podía moverse. Yu se acercaba entre risas y una

sonrisa psicópata. Gahiji no sabía qué hacer: apretaba su rostro con fuerza,

sus pupilas estaban dilatadas, temblaba como una hoja y caían lagrimas de sus

ojos.

--Es

tu turno –Dijo EL en su mente.

Soltó

la cadena que aprisionaba a Anna. Ella corre a rescatar a Gahiji. Con sus

cadenas enredó el cuello de Yu, luego tomó su látigo, pero ella rompe sus

cadenas e intenta atacarla.  Anna esquiva

su golpe. Anna toma el cuello de Yu y la impacta contra el suelo. Comienza a

golpearla una y otra vez como loca, hasta que enreda el látigo en su cuello y

estira con fuerza mientras presionaba con su pie, su pecho contra el suelo. Yu

tenía cada vez menos aire, mientras que las púas del látigo atravesaban su

cuello y luego de intentar zafarse…Yu muere asfixiada y desangrada. Anna corre

hacía Gahiji, quien estaba sentado y en posición fetal. Anna lo abraza y este

no sabía quién era.

--¿Qui...quién

eres? –Dijo Gahiji asustado.

--Soy

yo cariño, soy Anna –Dijo preocupada.

--¿Anna,

eres tu?.

--Si

–Dijo entre lágrimas.

Gahiji

la abraza mientras derramaba lágrimas y le decía que tenía miedo. No quería que

lo encierren en ese lugar de nuevo. No quería sangrar de nuevo, no quería ver

esos cuchillos otra vez, ni esas sogas gruesas con las que ataban sus muñecas,

o esos clavos gruesos, horcas, sillas, velas, fuego y esas sucias sabanas

blancas que cubrían un colchón viejo. Anna escuchaba todo lo que Gahiji decía. Lo

abraza más fuerte y le dice que todo estaría bien.

--Nadie

te hará daño. Ahora estoy contigo –Dijo Anna.

--Esto

fue realmente divertido –Dijo EL aplaudiendo.

--Hemos

cumplido con el trato –Dijo Fowler.

--Tienes

razón. Toma, te devuelvo el mapa que te había quemado. Creí que sería más

largo, pero sabía que los matarían de alguna manera. En fin, nos volveremos a

ver, pero…no tendrán la misma suerte –Dijo EL desapareciendo.

Los

cazadores se reúnen y regresan al barco, pero esa noche hubo silencio. Anna

abrazaba a Gahiji, mientras este dormía y se despertaba por tener pesadillas.

Fowler estaba herido y cansado, pero debía estar al mando del barco y Aristeo

simplemente estaba destrozado físicamente y tras cubrirse las heridas, dormía

como tronco. Esa noche, todos la habían pasado mal, pero aun debían matar a

algunos monstruo y así llegar al desierto de Sahara y el templo Anmbú, donde

encontrarían el corazón y alma de Melania. Mientras ellos sufrían sus dolores y

traumas, alguien los observaba desde la oscuridad. Era EL, quien disfrutaba de

su show personal.

--He

perdido a cuatro más –Dijo EL con una sonrisa.

--¿Qué

hará mi señor? –Dijo Alguien.

--Quizá

haya que –EL se detiene repentinamente. –No, eso es para después. Dejemos que encuentren

a su amiga, que sepan un poco más sobre nosotros y luego pasaremos al segundo

paso.

--Como

desee mi señor.

EL

le ordena que retire, estaba muy entretenido con lo que estaba pasando.