Capítulo 16
"Volveremos a vernos"
La
mañana se alza y los cazadores avanzan sobre los mares más lejanos que habían conocido. Las nubes tapaban el basto mar que estos recorrían, el cual parecía no
tener fin. Fowler mira hacía arriba y una gota cae sobre su rostro.
--La
lluvia se avecina muchachos, viajaremos
algo agitados –Dijo Fowler.
Las
aguas del mar comienzan a moverse, dando un turbulento ambiente, pero los
cazadores avanzan sin miedo. Las aguas
movían el barco a su antojo,
mientras Fowler intentaba mantener el control. Sus camaradas intentaban no caer
y perderse en las profundidades del mar. Tras viajar un día entero bajo
la lluvia y sin pegar ojo, los
cazadores logran tener el control del barco frente a la marea. De pronto, una
voz se comunica con ellos.
--Por orden de
mi señor, mi gran señor todo poderoso, ¡ustedes deberán entretenerlo mejor!
–Dijo la voz.
De
pronto algo sale del mar. Un
gigante que parecía un mono: sus uñas eran largas, pero el resto de su cuerpo
estaba descuidado, era gordo, alto y su cara estaba totalmente rasgada. Los cazadores toman sus armas, pero el
monstruo tenía los brazos tan largos, que golpea el barco con facilidad y lo
destruye totalmente, enviando a los cazadores bajo el agua. Sus armas estaban
fuera del combate y tras subir a la superficie, el monstruo toma a los
cazadores y se los lleva hasta una isla cercana. Al llegar, la isla era
horrible: no tenía vegetación, ni árboles, había cuerpos sin vida por la costa
y lo habitaban lobos verdes,
recubiertos con hojas.
--Este
será su hogar –Dijo el monstruo
con voz cansada.
El monstruo abre
las manos y deja caer a los cazadores, directo al mar. Estos logran subir y
acercarse a la costa, pero sin poder dar un respiro, son emboscados por lobos.
--Anna,
dependemos de ti ahora –Dijo Fowler.
--Lo sé
anciano –Dijo Anna, preparando sus cadenas.
Anna
toma sus cadenas y rebana las piernas del primer lobo que se cruza. El resto de ellos corre por temor y
Anna queda victoriosa. Los cazadores se resguardan en una pequeña cueva y ven
al monstruo dar vueltas sobre la isla.
--¿Cómo
escaparemos de aquí? –Dijo Gahiji.
--No
lo sé, pero hay que tener cuidado con esos lobos. El gigante no hará nada, pero
esas cosas intentaran matarnos –Dijo
Fowler.
--¿Un
bote servirá? –Preguntó Aristeo.
--No,
iría demasiado lento y el monstruo nos tomaría fácilmente –Dijo Fowler.
--¿Y
si lo matamos? –Preguntó Anna.
--Tu
eres la única con armas. Nosotros perdimos las nuestras y solo con espadas no
le haremos daño –Dijo Fowler.
--¿Alguna
vez escucharon el relato de Talos? –Preguntó
Anna.
--Si –Responde Aristeo.
--¿Recuerdas
como lo mataron?.
--Se
golpea con una roca y el clavo que tenía en el pie sale de su lugar, dejando
caer toda su sangre. Creo que era así.
--Así es.
--Este
monstruo no tiene un clavo en los pies.
--Pero
sus brazos son muy delgados, lo que significa que si puedo cortarlos…esa cosa
morirá.
--Y
nosotros haremos de señuelos, ¿Verdad?
–Dijo Fowler.
--Exacto.
Ustedes intentaran salir y yo intentaré cortar sus brazos.
--Pero…¿Cómo? –Preguntó Aristeo.
--Verás…
Los
cazadores construyen el bote, con la madera que EL había dejado en la isla y lo llevan poco a poco hasta la
costa, pero un grupo de lobos los intercepta. Los cazadores sacan sus espadas y
luchan contra ellos, matándolos uno por uno.
--¡Lleven el bote antes
que de la vuelta! –Gritó Anna.
Los
cazadores llevan el bote hasta la costa y luego se montan para escapar. El
gigante los ve y apresura la marcha para alcanzarlos, levantando olas turbulentas.
--Vengan
aquí, no pueden irse aun –Dijo el
monstruo con voz gruesa.
Los
cazadores ven la mano del gigante acercarse, cuando esta cae rebanada al agua. El gigante lleva la mirada hacia Anna, quien
flotaba ajeada de sus camaradas.
--¿Tu
eres la hija de EL? –Preguntó el
monstruo.
--¿Qué? –Se preguntó Anna.
El
gigante se dirige hacía Anna, pero esta se mete bajo el agua y sale detrás del
gigante, luego toma sus cadenas y sube tomando sus pelos. Al llegar arriba mira
a sus camaradas. Luego se lanza
sobre su brazo izquierdo, lo destroza con las cadenas, cayendo ella junto al
brazo. El gigante desangra y baña el mar de rojo. Antes
de morir, el monstruo le confiesa a Anna que EL era su padre y que no debía estar
con los cazadores, ya que solo eran un espectáculo, y que todos morirían en algún momento. El pacto había sido sellado hace años y toda la vida humana
era un simple coliseo. Anna mira al gigante y le dice los humanos no eran un espectáculo, que EL moriría por ello. El gigante comienza a reír y luego
cae sobre el mar, levantando una gran
ola. Los cazadores son arrastrados hasta la isla, donde pueden ponerse a salvo.
--¡Lo has logrado Anna! –Dijo Gahiji sonriente.
--Gracias
cariño –Anna sonríe –Sabía que podría.
--No
es momento de cantar victoria,
esas cosas vienen hacia acá – Dijo Fowler con seriedad.
Un numeroso
grupo de lobos
se acerca. Los cazadores toman
sus armas y se preparan para el combate, pero de pronto los lobos se transforman en piedra. Todos miran
confundidos hasta que EL les
dice que se vayan, el tiempo se agotaba y el viaje aun iba por la mitad. Un
barco los esperaba en la costa, pero al acercarse a el, varios esqueletos ir salen del barco.
--Solo si logran sobrevivir –Dijo EL mientras reía.
Los
cazadores avanzan y matan a varios esqueletos, pero luego, del barco sale un
esqueleto mucho más grande y
con él llevaba un hacha en
llamas. El esqueleto ataca, lanzando un hachazo al suelo, pero los cazadores lo
esquivan y Anna logra enredar las cadenas en su cráneo. El monstruo forcejeaba
con ella. Anna logra arrancar
su cabeza y lanzarla al mar, pero el esqueleto siguió atacando. Fowler logra
ver la gema que estaba en su pecho y corre hacía ella, esquiva el hachazo y con
toda su fuerza quita la gema. El esqueleto se desarma y la gema se tiñe de
negro. El resto de esqueletos mueren y su mapa comienza a brillar.
--Es
hora de irnos, el tiempo se agota
–Dijo Fowler, mientras subía al barco.
Los
cazadores avanzan durante días por mares oscuros y llenos de niebla, hasta que
el sol se apaga definitivamente,
dejando a los cazadores,
viajando en la oscuridad del mundo. En las aguas se veían cuerpos desmembrados por doquier…sirenas
devorando a otros guerreros
mientras gritaban por ayuda. Los
cazadores ignoraban con mucho dolor,
aquellos gritos de auxilio, o serían las siguientes víctimas.
--¿Esto
es real? –Pregunta Gahiji aterrado.
--Así es –Contesta Fowler asqueado.
Los
cazadores ven una casa flotante. En ella,
una señora se mecía son tranquilidad.
Los cazadores miraban
extrañados, ¿Qué hacia una anciana en un lugar así de peligroso? Deciden
ignorarla, ya que no sabían qué
pasaría si intentaban hablar con ella. A estas alturas, cualquier cosa podría
matarlos.
--Están
sin armas y cruzan por mi casa. Deténganse y vengan –Dijo la anciana.
Los
cazadores se detienen y quedan sorprendidos, al saber que ella había
descubierto su falta de armas. Acercan
el barco con desconfianza, y al desembarcar, la anciana se levanta de se
rechinante asiento.
--Entren –Dijo
la anciana.
Al
entrar, los cazadores ven que su casa estaba llena de armas de todo tipo. La
señora las había reunido junto a sus balas, de cazadores que habían muerto.
--Nadie
había llegado hasta aquí antes ¿Qué es lo que desean? Tomen las armas que quieran.
--¿Cuánto
es el valor de sus armas? –Preguntó
Fowler confundido.
--No
deben pagar, estas armas son de otras personas y las he robado, así que no se molesten. Además, si van hasta el
desierto del Sahara, deben estar bien equipados. No solo el calor mata, si no
las criaturas que habitan en ella
–Dijo la anciana con seriedad.
Los
cazadores toman varias armas y luego regresan
al barco.
--Tengan
cuidado, estas islas están llenas de ilusiones y trampas. Cuando lleguen a la
estatua de Aquiles, deberán bajar de su barco y caminar, así que tengan cuidado
con los enemigos y las cuevas.
--Muchas gracias –Dijo Fowler.
--Adiós –Dijo
la anciana con frialdad.
Los
cazadores avanzan sobre las aguas y la vista era aun peor. Los mares estaban plagados de sirenas desnutridas, que cantaban para que algún
marino caiga en su trampa. La belleza que alguna vez contaban las historias, ya
no existía. Las sirenas estaban tan flacas, que sus huesos se marcaban. Sus
ojos parecían salirse de sus cuencas. Algunas extendían sus manos, intentando
tocar el barco de los cazadores.
--¡Miren, la estatua de
Aquiles! –Dijo Anna.
Todos
miran a la estatua que estaba medio hundida. Gahiji queda impresionado al
verla, ya que había leído muchas de sus batallas, pero sin darse cuenta estaba
muy a la horilla del barco y una sirena salta, lo toma del cuello y lo tira con ella al agua. Al caer vio
a muchas más acercarse como tiburones
hambrientos. Gahiji no podía hacer nada, ya que sus armas estaban arriba.
La sirena que lo había tomado, muestra sus afilados dientes y muerde su brazo,
haciendo que este sangre y haga enloquecer a las demás, pero Gahiji muerde a la
sirena y esta ve su hombro sangrar. El resto ve que ella sangraba e inmediatamente
van a comérsela. Gahiji vio por pocos segundos, la horrible escena donde abrían el cuerpo de la sirena y comenzaban a comerse todo el interior,
mientras esta intentaba rasgar sus rostros. Gahiji debía subir o
moriría, ya que comenzaba la falta de aire. Gahiji comienza a nadar con todas
sus fuerzas, cuando varias sirenas lo toman de pies y manos, mientras reían. El
joven siente dolor, y al mirar, una de ellas rasgaba su pierna. Gahiji sentía mucho dolor, el aire lo
abandonaba y poco a poco caía inconsciente, pero Anna se lanza al agua y
encadena a Gahiji, para luego encender las llamas de su cadenas y alejar a las
sirenas. Ambos llegan a la superficie y Fowler lanza una soga gruesa, donde
Anna se sostiene y Fowler junto a Aristeo los levantan, pero Gahiji yacía inconsciente.
--Logramos
salvarte a tiempo –Dijo Fowler preocupado.
Fowler
ve las mordidas de Gahiji y estas eran impresionantes: los hombros de Gahiji
habían sido penetrados por los dientes de las sirenas y las piernas tenían las
marcas de dientes y rasguños. Era imposible que alguien pudiera sobrevivir.
Gahiji despierta y Anna corre a verlo, pero al levantarse sentía dolor. Anna
mira su pierna y esta se ennegrecía.
--¿Qué
es esto?, ¿Qué le pasa a su pierna?
–Dijo Anna preocupada.
--Las
sirenas lo han marcado –Dijo la
anciana con seriedad.
Los
cazadores voltean la mirada y ven a la
anciana parada frente a ellos. Estos quedan impactados, al verla…¿Cómo había llegado hasta ellos?
--¿Marcado? –Pregunta Anna.
--Si.
Su muerte será aquí, él volverá
a este lugar para ser devorado
por las sirenas. Es una marca de muerte.
--¿Morirá
pronto?
--No se
preocupen por el lapso de vida. Seguirá normal hasta que llegue a una etapa cercana a la
muerte.
--¿Se
puede borrar esta maldición? –Preguntó
Fowler con seriedad.
--No.
Al igual que yo, él viajará hasta la casa
donde me encontraron…hablando y
esperando su muerte, mientras las sirenas le cantan alegres. Por la noches, varias voces lo
obligaran a no dormir. Su vida será un infierno y querrá morir cuanto antes.
Todos
se miran entre si y luego ven a
Gahiji, caer al suelo.
--Su
camino los espera. Avancen, Yo
lo llevaré a casa. Cuando esté
bien lo llevaré hasta el desierto. Espero que no se vayan sin él –Dijo la anciana con frialdad.
--No
lo dejaré –Dijo Anna con desconfianza.
--¿Qué
hay de ustedes? –Dijo la anciana.
--No
lo dejaremos –Dijo Fowler.
--Yo tampoco,
es mi camarada –Dijo Aristeo con seguridad.
--Bien,
entonces vengan.
Todos
regresan a la casa de la anciana. Al
día siguiente, la piel de
Gahiji vuelve a la normalidad y logra despertar.
--¿Dónde
estoy? –Dijo Gahiji con mareos.
--¡Gahiji! –Gritó Anna emocionada.
Anna
corre hacía él y lo abraza
entre lagrimas, mientras Gahiji no entendía cómo había llegado hasta ahí.
--¿Cómo
llegué aquí? –Preguntó Gahiji.
--Eso
no importa, lo importante es saber cómo
te sientes –Dijo Anna con alegría.
--Estoy
bien.
--Lo ha superado. Ahora pueden seguir
el viaje con tranquilidad. Ha superado
la muerte, por ahora, pero aún está marcado, no lo olviden.
Los
cazadores regresan al barco y luego a la estatua. Al bajar, los cazadores ven
un camino oscuro, pero era el único por el cual podían ir. Los cazadores
caminan por los oscuros caminos de la cueva. De pronto, varias risas femeninas comienzan a retumbar en las paredes.
--¿Mujeres? –Se preguntó Fowler.
Las
risas estaban cada vez más
cerca, pero los cazadores no sabían de dónde
venían. Fowler les dice que avancen, pero al mirar hacía sus compañeros, ellos
ya no estaban.
--¿Gahiji?,
¿Anna? ¿Dónde están? ¿Aristeo?
Sus
camaradas estaban en otra parte de la cueva, buscando a Fowler, quien se había
perdido hace varias horas.
--¿Dónde
se metió ese viejo? –Preguntó Anna con
mal humor.
--No
se, pero hay que encontrarlo –Dijo
Gahiji preocupado.
Fowler
camina durante horas, pero no había encontrado a nadie y las risas estaban cada
vez más cerca. Fowler acelera el paso, creyendo que las
voces querían dañarlo, pero llega a un lugar vacío. Los suelos eran de piedra y
parecía un lugar donde alguien dormía.
De pronto el lugar comienza a cambiar. Resulta ser el patio de una casa. Fowler no podía creerlo,
estaba en su casa…realmente era su
casa la que veía frente a sus ojos y no podía creerlo. Una voz familiar suena a lo lejos.
--No
me salvaste Fowler –Dijo una mujer.
--¿Querida? –Dijo asombrado –¡No! No es así. ¡Por favor!, ¡perdóname!…yo
no quise perderte –Dijo con la quebrada.
--Muere
por mi… ¡Hazlo ahora! Si me amas, demuéstramelo.
Fowler
toma un cuchillo que estaba en el suelo y antes de apuñalarse, sus camaradas lo
encuentran y le gritan que se detenga. Fowler vuelve a la realidad, y solo ve una cueva oscura y a sus compañeros en
la entrada.
--¿Me
han…salvado? –Dijo Fowler confundido.
--De
nada anciano –Dijo Anna.
Los
cazadores siguen recorriendo su camino, hasta sentir un calor sofocante. Segundos después, el inmenso desierto
estaba frente a ellos.
--El
desierto –Dijo Gahiji con una sonrisa.
--Si.
Hemos llegado –Dijo Fowler con alegría.
El desierto era enorme, tan grande que el
horizonte parecía infinito. Las dunas
parecían no tener fin. El sol parecía fuego y el aire parecía quemarlos.
--Es
hora de buscar el templo –Dijo Aristeo con decisión.
Los
cazadores avanzan sobre la arena, con el calor arrasador. De pronto ven a
varias personas en fila. Fowler les pregunta qué hacían allí y
a donde iban, pero las personas se convierten en arena y caen al suelo.
--¿Han visto
lo mismo que yo? –Preguntó Fowler boquiabierto.
--Si –Contestan
todos al mismo tiempo.
Los
cazadores caminan por las dunas del desierto, perdidos, pero vuelven a ver
gente en grandes filas. Fowler no se acerca y ve hacia donde iban. Tras seguirlos se encuentran el
enorme templo del Sahara: su estructura era semejante a la egipcia y daba un
lujo enorme al verla. Las
personas se convierten en arena
nuevamente.
--¿Nos
vieron? –Pensó Fowler.
Del
otro lado se acercaban cuatro personas, pero no eran personas ordinarias, si no
que se trataba de Toro, Yu, Eva
y Amadea. Los cazadores se quedan sin palabras al verlos, pues creían que ellos
habían muerto, pero la realidad era
otra. Los cazadores se quedan observando,
mientras sus enemigos entran al templo. Segundos después, salen volando del
tempo y se convierten en piedra.
De la entrada, sale un enorme dragón negro acorazado hasta los huesos.
--Deben
matarlo y así podrán obtener el alma de Melania. De lo contrario…morirá –Dijo EL.
Los
cazadores toman sus armas y
municiones. El miedo parecía
consumirlos, ya que parecía el primer
monstruo que sería capaz de
asesinarlos al instante. Toman coraje y se lanzan a la batalla.
--¡¡Dragón!! –Gritó Aristeo con rabia.
El
dragón los ve y se lanza al
ataque, pero Aristeo corre y Fowler lo sorprende con un escopetazo. El dragón pierde un ojo, pero
enfurece y comienza a escupir fuego, haciendo que los cazadores se dividan. Al estar separados, el dragón los
ataca uno por uno. Se lanza primero por Anna y ella intenta detenerlo, pero la
toma con sus garras y atraviesa su piel.
La eleva por los aires y
la deja caer contra la arena. Anna queda inmóvil del dolor. Gahiji corre hacía
ella, pero el dragón lo golpea con su cola y lo envía a volar, contra una de
las columnas del templo. Fue
tal el golpe, que Gahiji lo atraviesa y toda la entrada cae abajo.
--¡Gahiji! –Gritó Anna adolorida y escupiendo
sangre.
Aristeo
y Fowler quedaban solos contra el dragón y este no daba respiro. Se lanza
contra Fowler y este esquiva el ataque.
El dragón impacta contra la arena y Aristeo intenta disparar a su otro ojo, pero el
dragón lo atrapa con la mano e intenta engullirlo. Fowler lanza una dinamita
y esta explota en sus dientes; destruyéndolos por completo. Aristeo cae en la
arena y luego de tomar su arma, este intenta dispararle en el ojo por tercera
vez, pero el dragón se eleva por los
aires.
--¡¿Cómo lo mataremos?! –Preguntó Aristeo.
--¡Hay que buscar su
punto débil! –Contestó Fowler, sin
quitar la mirada del dragón.
--Escucho
ideas, camarada –Dijo Aristeo recargando su escopeta.
--Su armadura
–Dijo Fowler mirando fijo, la armadura del dragón.
--¿Su
armadura?
--Debemos
romper su armadura.
--¿Tienes
dinamita?.
--No,
pero creo saber cómo
destruirlo.
Los
cazadores hacen el que el dragón se lance hacia abajo, para que al impactar se
destruyan sus partes acorazadas, pero el dragón no cedería. Comienza a lanzar fuego desde los aires. Los cazadores esquivan, pero era
imposible hacer bajar al dragón. De
pronto, Anna se levanta y da
varios pasos cojeando, mientras la sangre caía. Enfurecida, enciende sus
cadenas a tal punto, que la arena se tornaba negra.
--Tu…
¡¡Maldito dragón!! –Gritó Anna
enfurecida.
Anna
lanza sus cadenas hacia el dragón,
y con toda su fuerza lo hace impactar contra la arena, destrozando su armadura
con el impacto. Las cadenas
apretaban con fuerza su cuerpo. El dragón forcejea, pero Anna estaba furiosa,
creyendo que Gahiji había muerto.
Las cadenas comenzaban a apretar cada vez más fuerte y la sangre del
dragón comenzaba a brotar.
Fowler y Aristeo se acercan para
ayudar, pero Anna los mira con los
ojos en llamas. Les pide que se alejen, ella mataría al dragón. Les
ordena que vayan a buscar el alma de Melania. Ambos quedan asustados y se van,
mientras que Anna incineraba su propio
cuerpo. El dragón logra partir una de las cadenas, pero al instante se genera otra y el dragón sentía la presión de ellas.
Anna arrastra las cadenas, rasgando el
cuerpo del dragón, presionando aún más su cuerpo, mientras este gritaba del
dolor. Por más fuego que intentase lanzar, Anna parecía inmune, mientras su
cuerpo parecía quemarse a cada segundo. La armadura del dragón comenzaba a
destrozarse y herir su propio cuerpo.
--El
camino es por aquí –Dijo Fowler.
Los
cazadores avanzan por el templo y al llegar a destino, se encuentran con un
hermoso salón de oro. Todo estaba recubierto en oro, excepto una cosa. En el
centro del salón había una caja oscura.
Los cazadores quedan impresionados con el lujo del salón. Se acercan hasta la
caja e intentan tomarla, pero se
reencuentran a viejos enemigos de batalla…
--Nos
vemos de nuevo, Fowler –Dijo Wolf con una sonrisa maligna.
--Wolf… –Dijo
Fowler con seriedad.
Acompañando
a Wolf estaba Yu, quien estaba con él,
solo para asesinar a Gahiji, ya que era amiga de Elena y su muerte la había
hecho enfurecer.
--¿Dónde
esta el chico albino? –Dijo Yu.
--No
te preocupes por él, ya vendrá por ti. Por ahora, confórmate conmigo –Dijo Aristeo.
--Te
sacaré los ojos maldito, y luego
asesinaré a tu compañero.
El
dragón logra zafarse y se eleva hacia arriba, pero Anna logra engancharse de su
pie izquierdo y con ambas manos comienza a escalar, hasta que llega a su
espalda. Enreda las cadenas en
sus alas con fuerza y el monstruo gime
de dolor.
--¡Ya
no volaras maldito! –Gritó Anna.
Anna
arranca las alas del dragón. Este lanza un grito desgarrador, que llega
hasta Fowler y compañía. El dragón impacta con fuerza, levantando la
arena, manchando de sangre a Anna, mientras sus alas caían a
pocos metros de ella. Anna enreda las cadenas en el cuello del dragón, estas
se encienden cada vez más. Estira las
cadenas, asfixiando al dragón.
Su armadura se destroza, dejando el cuello al descubierto.
Las cadenas ardían, el cuello del dragón era atravesado a cada segundo. El
dragón forcejeaba con la poca fuerza que tenía, pero Anna no lo soltaba. Finalmente las cadenas atraviesan
el cuello del dragón: el sonido de su carne y huesos quebrándose, resonaron con fuerza. La cabeza del dragón cae
sobre la arena, dejando caer su sangre.
Anna cae al suelo del cansancio; debilitada. Al respirar ve que el
cuerpo del dragón comienza a moverse. Anna queda impactada al ver que el dragón
se movía aun sin cabeza, pero decide levantarse y luchar nuevamente. El dragón
ya no tenía armadura y su corazón latía con fuerza, a tal punto que parecía salirse de su cuerpo. Ella corre hasta él, arrastrando sus cadenas. Con fuerza clava ambas en el pecho
del dragón, pero este la saca volando de un manotazo. Anna sale disparada
contra las dunas. Al mirar hacía arriba ve que el
dragón va directo hacia ella, pero al estar apunto de atacarla, Gahiji aparece y salta hacia su
espalda. El dragón se sacude como loco y Gahiji corre hasta su pecho, toma las
cuchillas y se lanza, abriendo su pecho,
exponiendo su corazón con el corte
de las cuchillas.
--¡MÁTALO! –Gritó Gahiji.
Gahiji
recibe un manotazo del dragón, cae al
suelo y forcejea contra
la enorme pata del dragón, que lo hundía más en la arena.
Anna se levanta débil, pero al ver a Gahiji, toma fuerzas,
corre hasta el dragón para luego saltar y atravesarlo con las cadenas. El
dragón queda inmóvil. Segundos
después, se transforma
en piedra.
--¡Genial, lo
has vencido! –Dijo Gahiji con alegría, mientras se levantaba adolorido.
Gahiji
recibe un cachetazo de Anna.
--Creí
que estabas muerto. Pensé lo
peor, me descontrolé y ahora estas aquí como si nada y dices "lo has vencido", ¿A caso eres tonto? –Dijo Anna, molesta.
Gahiji
mira a Anna y comienza a reír, mientras ella lo miraba enojada. Se acerca, se pone frente a ella y la toma de
las manos. La abraza y le dice
que nunca se iría de su lado. Acerca
su cara a ella y la besa
con cariño.
--Ayudemos
a los otros –Dijo Gahiji.
Fowler y Wolf
se disparaban con furia. Los casquillos hacían eco en la enorme habitación.
Aristeo luchaba con Yu, quien emanaba ira de sus ojos con cada golpe que daba.
--No
me dejas respirar, carajo –Dijo
Aristeo.
--¡Todos ustedes morirán
por haber matado a Elena! –Contesta Yu.
Aristeo
recarga su escopeta y corre hasta Yu, para colocarle la escopeta en la cara.
--Se acabó
–Dijo Aristeo, dando un gran respiro.
--No lo creo
–Contestó con frialdad.
Aristeo
estaba apunto de dispara, cuando el hacha de Toro roza su cabeza. Aristeo mira
hacia atrás, cuando Toro lo embiste. Aristeo sale disparado contra
el suelo. Detrás de Toro
aparecen Eva y Amadea, quien
estaba encadenada por traidora.
--Quería
advertirles…pero ellos me
encontraron –Dijo Amadea con tristeza.
Aristeo
apunta y le dispara en el pecho a Toro, quien estaba desprevenido. Luego corre hasta Eva, pero Yu enreda
su látigo en su pie derecho. Detiene su carrera, lo hace
impactar contra el suelo y lo arrastra hacia ella.
--Se
acabó –Dijo Yu entre risas.
--¡No
lo creo! –Gritó Gahiji.
Gahiji
corta su látigo con las cuchillas y luego intenta dispararle, pero Yu lo golpea
en el estómago. Eva hace que su
lanza impacte en el hombro de Gahiji. La
fuerza fue tanta, que Gahiji termina impactando contra una de las paredes. Adolorido comienza a gritar, pero Anna enreda
a Eva en sus cadenas y el fuego la hiere con rapidez.
--No
saldrán de aquí con vida –Dijo Wolf
con frialdad.
Wolf y
compañía
se convierten en piedra. Los cazadores
patean los cuerpos contra el suelo, destruyéndolos
en caso de que intenten atacarlo. Segundos después, se reúnen fatigados.
--Aristeo,
toma esa caja y vámonos de aquí –Dijo
Fowler sin aliento.
--Está bien.
Aristeo
toma la caja y allí escucha la voz de Melania, la cual estaba llorando. Aristeo
le dice que pronto se reunirían, pero Melania le contesta algo que Aristeo no
entiende. Tras tomar la caja, los cazadores caminan por el desierto durante
días, hasta encontrar la cueva que daba hasta los mares oscuros. Nuevamente se
topan con la estatua de Aquiles y al subir a su barco, la anciana les dice que
tenían un muy largo viaje, hasta la isla en donde se encontraba Melania. Tras
despedirse de la anciana, los cazadores viajan durante días. Al estar cerca, un barco los
intercepta.
--Alto
ahí bandidos. Soy el coronel Brawlion.
Están bajo arresto en nombre del Rey.
Fowler
mira al Coronel y tras recargar
su escopeta, le dispara en el pecho, lo mata y su cuerpo cae al mar. Los
soldados del Coronel comienzan
a disparar, mientras el barco de los cazadores se alejaba.
--¡Manténganse abajo! –Gritó Fowler.
Los cazadores
se alejan del barco, pero los cañones rozan su barco. Fowler y compañía lucha
contra los soldados que habían quedado vivos. La batalla no duró mucho, pues
los soldados se rinden ante estos. Los cazadores se alejan de ellos, y por fin,
tras mucho viaje…tras muchos peligros, los cazadores habían recuperado el
corazón y alma de Melania.
--Melania –Dijo Aristeo con ilusión.
--¿Cómo
debemos traerla de nuevo? –Pregunta
Fowler.
--Deben
colocar el corazón en el cristal y abrir la caja --Dijo la voz de EL.
Aristeo
sin opción, sigue las instrucciones,
pero al abrir la caja…el alma de Melania se eleva hacía arriba y desaparece. El
corazón se vuelve negro y el cristal se destruye con el cuerpo de Melania.
Aristeo cae de rodillas y no podía creer lo que estaba viendo. Aristeo se desespera, golpeando el cristal
donde se encontraba Melania. Sin poder lamentarse, llegan Toro, Eva y Yu. Toro toma a Anna de cuello
y la impacta contra el suelo. Yu
usa el látigo para enredarlo en
el cuello de Gahiji, estirarlo y apretarlo hasta dejarlo inconsciente. Aristeo
no escuchaba nada del exterior, solo podía oír el viento que surcaba por las
olas, moviéndolas a su antojo. La mano
izquierda de Aristeo es atravesada
por una lanza. Segundos después, sus piernas también son atravesadas
por lanzas, dejándolo inmóvil. Aristeo grita del dolor y Eva se acerca a él.
--Tu
perdida nos alegra a todos –Dijo
Eva con frialdad.
Aristeo
enfurece e intenta voltear y matarla, pero no podía moverse. Fowler ve a todos
sus compañeros derrotados, cansados y a punto de morir. Sentía rabia por no
ayudar a sus camaradas. De pronto,
EL se hace presente: su cuerpo
se representaba en un esqueleto.
--Veo
que la escena final tuvo un giro inesperado, ¿Verdad Aristeo? Tu amada esta muerta. Tenías doce días para recuperar su
alma y corazón ¿Cuánto tardaste?
Un mes. Tardaste un mes entero en ir hasta los templos, y tardaste dos semanas más
en regresar hasta aquí, pero no te preocupes, el espectáculo fue hermoso ¡Realmente hermoso! –Dijo EL entre risas desquiciadas.
--Tu
lo sabías, ¿Verdad? Tu sabías
que ella moriría y solo nos dijiste mentiras –Dijo Fowler.
--Así
es, pero la esperanza hace que un hombre haga lo que sea, especialmente si esa
persona es alguien que amas. El amor es malo en cierto punto, también la
esperanza. Todo esto se lo dije a tu Rey,
pero no quiso escuchar.
--¿De
qué hablas? –Pregunta Fowler.
--En
aquella gran guerra, los humanos estaban perdiendo y ahí fue cuando conocí a
ese estúpido Rey. Él me
prometió que me daría lo que sea, a cambio de la libertad en su reino, sin
pensar en otros reinos o personas. Yo solo le pedí una cosa… Diversión. Tiempo
después, las tierras fueron cayendo, ya que mis monstruos eran demasiado para
los humanos, así que opté por hacer
cosas como estas. Engañar a viajeros o convencerlos de una vida llena de lujos
a cambio de ir a lugares imposibles. Lugares
gobernados por monstruos. Me aburrí de eso también y dejé que pasen lo años, las armas evolucionaron y ahora están
ustedes aquí. Llorando,
gritando, riendo, cantando, viajando, ¿Y todo para qué? Para que su amada este muerta. Si el Rey hubiese elegido a todos por igual, yo no estaría aquí, pero
amo la diversión así que… ¡¡Vengan a matarme!!
Los
guerreros de EL desaparecen, pero todos estaban muy heridos para intentar perseguirlos. Fowler enfurece
por hacerlos sufrir, así que se levanta, toma su escopeta y corre hacia él, mientras sus camaradas lo miraban
heridos. Fowler apunta a su cabeza, mientras este ríe, pero EL le dice que la segunda parte
iniciaba ahora. Fowler dispara y la bala se convierte en humo.
--¡MUERE! –Gritó Fowler enloquecido.
Fowler
dispara otra vez y la bala se convierte en humo. Toma su cuchillo, pero detrás
de él aparece Wolf, y sin parpadear, le dispara en el cráneo. Fowler
abre los ojos y ve como EL sonreía. Fowler extiende su escopeta por última vez…y cae al suelo.
--¡¡FOWLER!! –Gritó Aristeo desgarrado.
El
cuerpo de Fowler llega flotando a
la costa. Se levanta, ve un
camino y una casa sobre una pequeña colina. El atardecer iluminaba el camino. Alrededor de la casa, había una gran cerca blanca y un árbol de manzanas. Fowler camina con lentitud, confundido.
--Fowler –Dijo
una voz femenina.
Fowler ve que alguien abre la puerta. De ella sale
su esposa sonriendo, esperando su
regreso.
--¿Cariño? –Dijo Fowler entre lágrimas --¿Qué
haces aquí?
--Esperándote,
¿Qué más si no?. La cena esta
lista –Dijo ella con alegría.
--Estoy
muerto, ¿Verdad?
Ella sonríe
sin decir nada y extiende sus manos. Fowler se acerca y las toma con suavidad. Había
pasado tanto tiempo, desde la última vez que había sentido esas hermosas manos,
que comenzó a sollozar. Miró a su esposa con una sonrisa y la acompañó dentro
de la casa.
--Espero
que esos niños no hagan locuras –Pensó
finalmente Fowler.
Sus camaradas
se ven sin palabras, al ver el cadáver de Fowler en el suelo de la costa.
Parecía imposible ver que estaba allí tirado, sin levantarse.
--Veo
que su querido Fowler ha muerto –Dijo
EL con maldad.
Aristeo
se levanta del suelo, con las manos y piernas ensangrentadas. Clava la mirada sobre EL y le promete que lo mataría. No descansaría hasta matarlo y ver
su cadáver arder. EL estalla de
emoción y le dice que estaría esperando su venganza.
--Volveremos
a vernos, Aristeo.
EL desaparece
y los cazadores se quedan solos en la isla. Tres barcos del Rey llegan a la
isla para capturarlos. Los soldados bajan a toda velocidad, pero los cazadores
toman sus armas y con la fuerza que les quedaba, sumado a la sed de venganza,
logran matar a los soldados, dejando un mar de cadáveres a su alrededor. Esa
misma noche, Fowler es enterrado. Sus camaradas aun no pedían creer lo que
había pasado. Si no hubiese atacado, esto no pasaría. Si ellos hubieran hecho
algo, Fowler seguiría estando con ellos…
--Esto
va a mejorar cada vez más –Dijo EL.
--¿Les
ha dejado el mapa señor?
--Si. También les he dejado una pequeña carta…
Los
cazadores estaban destruidos, cuando una carta aparece en las manos de Aristeo.
"Si
la venganza deseas encontrar,
los bastos mares deberás surcar. Vayan a la isla Silvaria,
allí podrán cruzar y estar más
cerca de mi, pero cuidado, luego de cruzar…no podrán regresar, a menos que yo muera"
El mapa parece en las
manos de Gahiji y todos se levantan, toman un barco e inician el
viaje a Silvaria.
--Esto
apenas comienza –Pensó Aristeo
mirando el inmenso mar.
Continuara…