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Chapter 13 - Gahiji, parte II

                                                Capítulo 13.

                                            "Gahiji 1ra parte".

Los cazadores navegaban

en busca de su camarada. La noche era tranquila y silenciosa. Habían recuperado

fuerzas y preparaban sus armas para el próximo combate. De pronto el agua

comienza a sacudir el barco. Los cazadores toman sus armas con rapidez, cuando

un monstruo se abalanza hacía su barco y lo atraviesa de izquierda a derecha.

El barco comienza a hundirse y del agua, se eleva un monstruo parecido a una

serpiente: su piel era de color negro, sus ojos eran rojos, tenía dos enormes

alas y de su espalda salían huesos afilados.

--¡Cuidado! –Gritó

Fowler.

El monstruo se

abalanza sobre ellos, pero los cazadores lo esquivan. El monstruo se eleva, Anna

encadena su cuello, para darle la oportunidad a Aristeo de atacar. Este dispara

y le vuela un ojo. El monstruo forcejean y se libera de las cadenas, pero hiere

su cuello y se sumerge. Fowler le grita a Aristeo que suelte las cuerdas que

sostenían un bote de madera. Aristeo corre hasta el bote, corta la soga y se

lanza al agua en ella. Sus camaradas saltan para caer dentro del bote, pero el

monstruo se alza nuevamente con furia. Se abalanza sobre los cazadores y logra

enganchar la ropa de Fowler con sus dientes. El monstruo cae con velocidad al

agua, pero Fowler logra zafarse, antes de morir ahogado. Nada con velocidad, e

intenta acercarse a sus camaradas, pero el monstruo se alza con velocidad.

Fowler se sostiene en la cuenca del monstruo. Entierra su hacha, en el ojo útil

del monstruo, dejándolo ciego. El monstruo se sacude alocado, intentando

quitarse a Fowler de encima, pero este no caería hasta matarlo. El monstruo se

acerca al bote, Anna lanza sus cadenas, se engancha en su carne y logra

elevarse para ayudar a Fowler. Anna ahorca al monstruo, intentando que muera

asfixiado, pero este se sacude y ella pierde el equilibrio. Cae desde muy alto,

pero toma sus cadenas con fuerza, quedando en los aires, e intentando subir

nuevamente. El monstruo cae al agua. Fowler y Anna se sueltan. Logran

mantenerse en la superficie, pero el monstruo ataca a Aristeo. Se alza frente a

él y lo engulle al instante, escondiéndose en el agua.

--¡Aristeo!

–Gritó Fowler.

Los cazadores

logran subir al barco, con el agua llenando la cubierta. El monstruo se alza y

Anna sin perder tiempo, se engancha a su cuello, para salir volando hacía

arriba. El monstruo se sacude con fuerza, pero Anna estira el cuello del

monstruo, guiándolo al barco.

--¡Mátalo!

–Gritó Anna.

El monstruo vuela

muy cerca de Fowler, dejando su estómago vulnerable. Este entierra el hacha en

su estómago, logrando así, abrirlo, pero el filo de esta se atasca y Fowler es

arrastrado con fuerza. El monstruo se desploma contra el barco, destrozando lo

que quedaba. Ambos se hunden y el mar se tiñe de rojo. Anna y Fowler salen a la

superficie, pero no había señales de Aristeo. Suben al bote y lo buscan entre

las maderas destrozadas.

--¡Aristeo!

–Gritó Anna.

--¡¿Dónde

estás?! ¡Aristeo! –Gritó Fowler.

Aristeo no

aparecía y sus camaradas se ponían tensos. De pronto, una mano toma el borde

del bote, y del agua sale Aristeo. Cae dentro y comienza a toser.

--¿Esto es el

infierno? –Preguntó Aristeo.

Anna y Fowler

sonríen. Aristeo comienza a reír. Los cazadores se abrazan, para luego retornar

la búsqueda de Gahiji, dejando atrás el destrozo de la batalla. Se habían

quedado sin balas, sin comida, y otra vez…habían perdido un barco, aunque ya

estaban acostumbrados. A la mañana siguiente, los cazadores divisan su nuevo

objetivo. A lo lejos, una isla. De ella, zarpaba un barco con tranquilidad. Sus

tripulantes parecían peligrosos. Uno de los tripulantes avisa sobre ellos. El

barco gira y se dirige hacia los cazadores. Estaban en desventaja, así que

mantienen la calma.

--¿Qué hacen por

aquí? –Pregunta uno de los tripulantes.

--Estamos aquí

para bus… –Aristeo es interrumpido por Fowler.

--Estamos aquí

en nombre de EL –Dijo Fowler con seriedad.

--¿Qué han

dicho? –Dijo el tripulante.

--Lo que oyes

–Contesta Fowler.

Toda la

tripulación mira con dudas.

--Tengan

cuidado, debemos evitar que un tal "Fowler" y su tripulación avancen por estas

islas –Dijo el tripulante.

--Lo tendremos

en cuenta –Dijo Fowler.

Los cazadores

avanzan, alejándose poco a poco del barco, mientras estos los miraban. El

ambiente era tenso, los cazadores no querían ser descubiertos. De pronto, un

rayo cae al mar, cerca del barco. EL comienza a hablar.

--Maten a esos

tres, son a quienes buscamos –Dijo EL.

--Amo EL,

ellos dijeron que venían en su nombre.

--¡Es mentira!  –Gritó EL

con furia.

El barco gira

hacia los cazadores. Son atrapados y encerrados en el barco. Mientras tanto, en

una sala oscura estaba Gahiji: estaba sangrando con un gran corte, en el centro

del pecho, golpeado, con los labios y ojos hinchados, atado de pies y manos con

pesadas cadenas oxidadas, que apretaban y marcaba sus muñecas. Su rostro

mostraba terror, ante la sonrisa de Elena, quien se alegraba de tenerlo junto a

ella nuevamente.

--No temas

Gahiji. No te haré tanto daño como antes… Será peor –Dijo Elena.

Gahiji cae al

suelo. Se levanta tembloroso e intenta caminar, pero cae nuevamente, debido a

las pesadas cadenas.

--No te

fuerces, nadie te oye aquí abajo –Dijo Elena.

Elena se

acerca a Gahiji, con una vara de hierro. Comienza a golpearlo en la espalda,

mientras este gritaba por piedad y sentía el ardor en su espalda. El joven

pedía perdón, pero no servía de nada. Tras darle doscientos golpes, Elena se

recuesta sobre Gahiji, mientras este sollozaba del dolor y el sangrado.

--Esto fue

divertido, ¿Ves lo que pasa cuando no sigues el contrato? –Dijo Elena.

--¿De qué contrato

hablas? –Dijo Gahiji, luego de escupir sangre.

--¿Quieres

saber?.

--S…si.

Elena se

levanta, arrastra a Gahiji, hasta una cama. Lo acuesta boca arriba y Gahiji

gime del dolor. Elena comienza a acariciarle el pecho, pero Gahiji la detiene

débilmente, ya que Elena se levanta y lo golpea en el rostro.

--Me

perteneces Gahiji –Dijo Elena, con ira.

--Cuéntame por

favor –Dijo Gahiji con voz temblorosa.

--Está bien.

El pequeño

Gahiji había salido al mercado. Días atrás, Elena había visto al pequeño con

sus padres. Al ver la sonrisa tan pura en su rostro, lo único que deseó fue

borrarla, y así fue. Elena siguió a la pequeña familia y días más tarde, su

hermana Bethania es asesinada frente a los ojos de su padre.

--Si no

quieres morir, asesina a tu esposa frente a tu hijo –Dijo Elena.

Lleno de

temor, el padre de Gahiji vuelve a casa con un cuchillo, toca la puerta y su

esposa le abre, pero queda horrorizada por la cantidad de sangre que tenía en

la ropa, y porque traía la cabeza de su hija en la mano, junto a un gran

cuchillo. Su esposo le pide perdón y luego atraviesa su estómago con el

cuchillo. Apuñaló a su esposa más de veinte veces. Gahiji vio esa escena muy

bien. Días más tarde corre a casa de su abuela y esta al escuchar lo que decía,

no hizo ningún gesto y solo le dijo que entre, la cena ya estaba lista. Tras

comer, su abuela le dice que vaya al mercado y traiga ciertas cosas que había

anotado en una lista, pero Gahiji no quería salir, tenía miedo.

--No temas, se

fuerte y ten… Ten mucho valor, Gahiji  –Dijo

la abuela entre lágrimas y la voz quebrada.

Con miedo, el

pequeño Gahiji sale y se dirige al mercado, donde Elena ve con mucha emoción y

excitación, al niño que había reunido valor para salir, pero que en realidad

había sido engañado por su propia familia. Familia que temía por su vida. Su

padre había firmado al día siguiente, un pergamino totalmente negro, que decía

la cantidad de años que Gahiji estaría con ella…

Gahiji se

queda sin palabras, al escuchar todo lo que había pasado.

--Me vendieron

por… ¿Miedo? Miedo…a ti  –Dijo Gahiji.

--Así es, te

vendieron por miedo. Miedo a morir –Dijo Elena.

Gahiji

comienza a reír como loco y le pide a Elena que lo golpee hasta matarlo. Elena estalló

de alegría y pasó un día entero, torturándolo de las maneras más atroces y sin

matarlo para que durase mucho tiempo, mientras Gahiji pensaba con tristeza lo

que había pasado y gritaba de dolor mientras lo golpeaban: le incrustaban clavos,

lo intentaban asfixiar, quemaban su cuerpo y este temblaba sin poder hacer nada.

La noche cae y Gahiji cae tumbado en el suelo, hasta que llega Elena e intenta

tener sexo con él. Gahiji empuja como puede a Elena.

--No quiero

hacerlo contigo, si voy a tener sexo, será con la chica que amo y esa es Anna.

--¿Has vuelto

a razonar Gahiji? ¿No te ha quedado claro lo que está pasando?

Elena intenta

quitarle la ropa y este forcejea una y otra vez. Elena patea el pecho de

Gahiji. Este cae adolorido al suelo. Elena sonríe.

--Veo que la

amas de verdad. Realmente amas a esa mujer.

--Así es –Dijo

Gahiji adolorido.

--Que lastima,

entonces te castigaré hasta que te olvides de ella.

Elena se

aleja, hasta que llega a la puerta y Gahiji le pide que se detenga. Ella voltea.

--¿Por qué me

buscaste a mi? –Preguntó Gahiji.

--Porque amo

quitarle la felicidad a un niño. Amo verlo sufrir, llorar, enfurecer y ver que

su inocencia se va. Yo nunca tuve lo que ustedes tenían. Mi padre abusaba de

mi, mi madre se suicidó porque mi padre era un alcohólico. Estaba loco. Mi

padre me golpeaba una y otra vez, rompía mi ropa y me tiraba contra el suelo,

luego…

Gahiji se

acerca arrastrándose y abraza a Elena.

--Fue

horrible, pero todo está bien, ya no esta aquí. No tienes necesidad de hacer

daño a más niños.

Elena mira a

Gahiji.

--Tu nunca

entenderás –Dijo Elena, quitándose a Gahiji de encima.

Elena comienza

a golpear a Gahiji, pero este no la suelta, ella golpeaba y golpeaba, hasta que

finalmente se tranquiliza y abraza a Gahiji. Él creía que todo estaba bien,

pero Elena comienza a reír y le dice que era todo mentira. Ella solo se había

obsesionado con la tortura y quitarle la felicidad a los niños, ya que hacía

eso con amigos suyos cuando era pequeña y que años después hizo un pacto en EL,

para que sea joven por siempre, pero a cambio se convertiría en una bruja.

Gahiji enfurece. Toma con fuerza, el pelo de Elena e impacta su rostro contra

el suelo. Se levanta, corre hasta la puerta, cierra y la deja atrapada. Luego

corre hacía una gran sala con varios caminos. Perdido toma la del centro, pero

llega a un cuarto con una cama, la puerta se cierra y detrás de él aparece

Elena, quien tenía el poder de crear ilusiones.

--No saldrás

de aquí… JAMAS –Dijo Elena.

Gahiji mira

con miedo y su respiración se acelera, mientras Elena se acerca con ganas de

torturarlo.

El ruido de

los demás prisioneros despierta al grupo de Fowler, quienes habían sido atrapados.

Un pequeño grupo de soldados, los libera de la celda.

--Llévenlos a

los patios –Dijo el capitán.

Al caminar por

las celdas, los cazadores supieron que si no salían de allí, terminarían igual

de demacrados que los demás. El sol ardiente impacta en sus rostros y los

cazadores ven un gran desierto. Los atan con cadenas muy pesadas, donde una

bola de metal se arrastraba a unos centímetros de sus pies, enganchado a las

cadenas.

--Caminen

hacía adelante hasta morir –Dijo el soldado.

Los cazadores

comienzan a caminar y caminar, hasta no ver la puerta. Los metales lastimaban,

la sed los mataba y la vista era borrosa. Horas más tarde caen al suelo y ven a

muchas aves carroñeras, volar alrededor del sol, esperando a que mueran.

--No te dejaré

Gahiji, te quiero e iré a buscarte. Te lo…te prometo q…

Anna cae

inconsciente. Fowler junto a Aristeo ahuyentan a las aves, pero no sirvió, ya

que las estas bajan y los atacan, rasguñando sus ropas e hiriendo sus brazos y

piernas con sus garras.

--¿Ya se han

dado por vencido? –Dijo EL.

--Lárgate de

aquí –Dijo Fowler.

EL hace que

los cazadores escuchen los gritos de Gahiji y las risas de Elena. Los cazadores

no querían que los gritos de Gahiji suenen en sus mentes, así que se levantan y

siguen caminando. Caminan y caminan hasta escuchar el ruido del mar. Los cazadores

corren con la velocidad que podían y finalmente saborean agua, aunque era

salada. Las cadenas se rompen y ellos son libres. Un esqueleto se acerca y les

entrega sus armas. Los cazadores se equipan con ellas rápidamente.

--Sigan

divirtiéndome, aún les falta mucho que recorrer –Dijo EL, en el cuerpo del

esqueleto.

Los cazadores

ignoran sus palabras, y ven a lo lejos, un pequeño barco pesquero, que estaba

en la costa esperándolos. Horas de viaje envolvieron su camino, hasta que

finalmente llegan a destino… La Isla Wardrú. Al llegar ven un pantano horrible,

con cadáveres putrefactos por doquier.

 El sol se tapaba, el olor a muerto inundaba

todo, las cabezas, brazos y piernas estaban repartidos entre las asquerosas

aguas estancadas y los árboles muertos. Los cazadores comienzan a avanzar,

hundiendo sus pies en esos pantanos. Una voz baja les advierte "cuidado con el

monstruo" Todos recargan sus armas y se preparan. La tención crecía y los

cazadores avanzan con paso lento, hasta llegar a una zona llena de lapidas. Los

cazadores avanzan y recorren el lugar, viendo varios esqueletos. Algo se mueve

en el suelo, dejando a los cazadores alerta. Fowler toca una lapida con letras

extrañas. Una fuerza extraña empuja a Fowler. Desde la tierra se eleva un

monstruo: Llevaba una túnica alargada, con capucha de color verde oscuro. De su

cara solo podían ver un pico alargado de metal. El monstruo era jorobado.

Cargaba con varias campañas y lápidas. A su alrededor volaban varios cuervos.

Los brazos del monstruo estaban cubiertos de troncos viejos. Sus uñas eran

afiladas, tanto en los pies como en las manos. Los cazadores ven al monstruo

ponerse de pie. Era muy alto para ellos. De la tierra saca un farol en llamas.

Con fuerza los intenta golpear, pero estos esquivan el ataque. Anna corre hacia

el monstruo, lanza sus cadenas al brazo izquierdo del monstruo. Las cadenas comienzan

a incendiarse. El monstruo grita del dolor, sacude el brazo y Anna sale

volando. Fowler intenta disparar, pero el monstruo corre y una gran niebla

invade  el campo de batalla. El ruido de

las cadenas guiaba a los cazadores, quienes lo perseguían a toda velocidad,

pero parecía imposible alcanzarlo, ya que el ruido se alejaba más y más. El

monstruo era rápido. De pronto, el ruido se detiene. Los cazadores apuntan en

silencio, esperando ver cuál sería su próximo ataque. Aristeo avanza con

lentitud, hasta que piza una rama vieja. EL ruido alerta a Fowler, quien dirige

la vista hacia él. Aristeo mira a Fowler, cuando la niebla se quiebra y el

farol impacta en Aristeo. Este sale volando e impacta contra el suelo. Fowler dispara

hacia adelante. El monstruo grita de dolor y Anna impacta contra el suelo,

frente a Fowler. Este intenta socorrer a su compañera, cuando las uñas del

monstruo pasan cerca de su rostro. El monstruo se pone frente a Fowler. Este

levanta la mirada, cuando Aristeo dispara a una de las campanas. El monstruo

gira e intenta golpearlo con el farol. Fowler se cuelga de la túnica y sube

hasta su nuca. Aristeo corre para distraer al monstruo, cuando Fowler le quita

la capucha al monstruo. Este se llevó una asquerosa imagen. El monstruo tenía

la piel podrida, no tenía labios y sus ojos estaban totalmente irritados. El

monstruo sacude su cuerpo. Fowler cae e intenta dispararle, pero antes de poder

jalar el gatillo, la palma del monstruo lo hace impactar contra el suelo. Fowler

lanza una gran bocanada de sangre, cuando Anna encadena la mano que había

aplastado a Fowler. Las cadenas se incendian y con toda su fuerza, corta la

mano. El monstruo grita alocado, levanta el farol e intenta matar a los

cazadores. Aristeo salta desde la cabeza del monstruo. A la distancia le

dispara en los ojos con su revolver. El monstruo deja caer el farol y se cubre

los ojos. Aristeo cae al suelo y queda adolorido por el impacto. Anna corre

hacia el monstruo y escala por su estómago, hasta llegar a su cabeza. Encadena

su cuello y comienza a tirar, pero el monstruo forcejea con ella. Anna comienza

a temblar, pero se mantenía firme. El monstruo usa todas sus fuerzas, pero

Fowler y Aristeo cortan sus tendones. El monstruo grita de dolor y afloja su

mano. Anna usa toda su fuerza y las cadenas totalmente en llamas, terminan

cortando su cuello. Anna cae al suelo y una lluvia de sangre cae sobre los

cazadores. La cabeza del monstruo cae a su derecha. Anna se levanta con la

fuerza que le quedaba. Aristeo se acercaba a paso veloz, mientras que Fowler

rengueaba. Aristeo levanta a su compañera e intentan seguir, pero el monstruo

los había destrozado.

Horas más

tarde, los cazadores avanzan por la isla. La noche había caído. Los cazadores

no lograban encontrar el camino para hallar a Gahiji. A los lejos, varios

árboles comienzan a incendiarse y la voz de EL resuena a lo lejos. Los

cazadores se miran entre si. Avanzan por el camino que marcaban los árboles,

hasta llegar a una pequeña cabaña abandonada. Los cazadores estaban

confundidos, hasta que Fowler se pone por delante y patea la puerta. Esta cae

al suelo y detrás de ella, había un gran laberinto. Los cazadores avanzan con

precaución, cuando una carta cae frente a ellos.

"Logren

avanzar y a su compañero lograran encontrar"

Fowler arrugó

la carta y miró a sus camaradas. Toman sus armas y avanzan entre los altos

pasillos que encerraban el laberinto. Las trampas estaban en lugares

inesperados y los cazadores debían ingeniárselas para lograr avanzar por el

camino correcto, a la vez que intentaban no morir. Luego de un día entero, los

cazadores logran avanzar y tomar el camino correcto. Los cazadores ven una

pequeña puerta de madera.

--¿Dónde

estamos? –Preguntó Aristeo.

--No lo sé,

pero tengan cuidado –Dijo Fowler.

Fowler abre la

puerta con suavidad, pero al entrar se llevaron una gran sorpresa. Del otro

lado se toparon con una habitación, donde solo había una cama ensangrentada. El

olor a sangre y sudor, inundaba el lugar, junto al calor que había en aquella

habitación. La luz era tenue y no se podía ver con claridad. Los cazadores

avanzan con cautela, hasta que la habitación se ilumina por completo, por varias

antorchas. Los cazadores ven en las paredes, varios instrumentos de tortura. Un

ruido llama su atención. Estos llevan la mirada al techo, cuando un monstruo

cae sobre la cama. Los cazadores se alejan y se preparan para el combate. El

monstruo se levanta: Una armadura negra recubría su cuerpo. Tenía dos cuernos

que salían del casco. Era alto y empuñaba un hacha en llamas. Sus ojos eran

blancos. El monstruo volta hacia los cazadores. Estos se dividen: Aristeo por

la izquierda, Anna por la derecha y Fowler atacaría directamente. El monstruo

corre hacia Fowler, levanta el hacha e intenta matarlo, pero Anna encadena su

arma. El monstruo mira a Anna. Con fuerza la estira hacia él, pero Fowler le

dispara en la cabeza. El cráneo del monstruo sale volando, pero seguía vivo.

Toma a Anna del cuello y la envía contra el suelo. Luego intenta pisarla, pero

Aristeo le dispara en la espalda. El monstruo da un paso adelante, pero lanza

su hacha contra Aristeo. Este se agacha y logra esquivarlo. El hacha impacta

contra la pared. El monstruo gira e intenta ir por su arma, pero Anna encadena

sus piernas, lo tira al suelo y Fowler le apunta directamente, a la columna

vertebral. Fowler dispara su gran escopeta. El muere al instante, con un gran

hueco en la espalda. A lo lejos, se oyen unos aplausos. Los cazadores voltean y

ven a Elena, quien traía arrastrado a Gahiji.

--Gahiji

–Gritó Anna.

Gahiji levanta

la mirada débilmente, pero de pronto, una cortina de humo envuelve a ambos. Los

cazadores se acercan a la cortina de humo, pero segundos después, Gahiji ya no

estaba.

--¿Dónde se ha

ido? –Dijo Anna.

--No lo sé,

pero debemos seguir el camino –Dijo Fowler.

Los cazadores recargan

sus armas, cuando el monstruo se levanta, toma su hacha y con toda la fuerza

que le quedaba, lanza esta hacia los cazadores. Ellos voltean, pero el hacha

termina impactando en la espalda de Anna. Ella cae de rodillas al suelo, cuando

el hacha comienza a quemarla. Anna Grita de dolor, pidiendo ayuda a sus

camaradas, quienes no podían ayudarla.

Del otro lado,

encadenado, estaba Gahiji, viendo todo lo que pasaba desde una esfera blanca.

Gahiji grita el nombre de Anna y comienza a llorar. Se arrastra hacia Elena y

le pide que la traiga de vuelta.

--¡Haz que EL

la traiga de nuevo! ¡Por favor! ¡ELENA! –Dijo Gahiji desesperado.   

Elena mira a

Gahiji sufrir y sonríe, impactando su cabeza contra el suelo.

Los cazadores

quedan impactados. El cadáver de Anna seguía quemándose, cuando un brazo

totalmente oscuro, destruye la pared de aquella habitación. Atrapa a ambos

cazadores y los lleva hasta el siguiente punto. Los cazadores caen en un lugar

desconocido. No sabían qué era. Se levantan y escuchan unos pasos que se

acercaban a ellos. Ambos voltean, cuando ven que el monstruo que había

asesinado a Anna, se detiene frente a ellos. Con ira, los cazadores se lanzan

para combatirlo.

Gahiji ve a

sus camaradas luchar y le pide que deje luchar contra el monstruo que había

asesinado a Anna. Quería vengar su muerte. Elena mira en silencio a Gahiji.

Segundos después, Gahiji sentía como su heridas estaban sanadas. Elena le

arroja sus cuchillas y un revolver. Gahiji se levanta, toma sus armas y un humo

negro envuelve al joven.

El monstruo

toma a Fowler del cuello, cuando Aristeo le dispara, pero este lo esquiva y

lanza a Fowler sobre él. El monstruo parecía imparable, con el doble de fuerza

que antes. Este se acerca a ellos, cuando Gahiji cae sobre el. Toma sus

cuchillas y corta su cuello con ira. Salta hacia sus camaradas, mientras el

monstruo se toma el cuello. Gahiji toma el hacha, se acerca mientras lo

arrastraba y segundos después, lo empuña para matarlo. A lo lejos, unas cadenas

le arrebatan el hacha a Gahiji. Gahiji ve como el hacha se alejaba por el

suelo, y desde la sombra avanza Anna, como si nada hubiese pasado. Gahiji se

acerca a sus camaradas y tanto su ropa, como su estado físico se veían deplorables.

Fowler y Aristeo miraban confundidos al ver viva a su compañera.

--¿Anna? ¿Eres

tu, Anna? –Dijo Gahiji confundido.

Anna lanza una

de sus cadenas y arrastra a Gahiji hacia ella. Elena lanza un polvo que duerme

a Gahiji.

--¿Qué está

pasando Anna? –Dijo Aristeo.

Fowler da un

paso hacia adelante.

--Es una

traidora, Aristeo. Siempre lo fue –Dijo Fowler con seriedad.

Anna mira a

Fowler con frialdad.

--No podrías

entenderlo, anciano –Dijo Anna.

Fowler toma su

escopeta, pero el lugar comenzaba a derrumbarse. Varias rocas dividen a Gahiji

de sus camaradas, quienes corren para buscar la salida. Minutos después, los

cazadores logran salir a la superficie, pero ahora sabían la verdad…Anna era

una traidora. Fowler sabía que EL los estaba mirando.

--¡Aparece!

–Dijo Fowler.

Una sombra

negra, con figura humana y ojos blancos, se hace presente frente a ellos.

--¿Qué desean

mis payasos? –Dijo EL.

--Tu lo

sabías, ¿Verdad? Sabías que Anna era una traidora –Dijo Fowler.

Un gran

silencio invadió el lugar.

--Así es –Dijo

EL, entre risas.

--¿Dónde la

encontramos? –Preguntó Fowler, con seriedad.

--Antes de

encontrar a su amigo, deben rescatar a Melania, ¿Recuerdan?.

--Dime…dónde

está Gahiji –Dijo Fowler, apretando su mano izquierda.

--No puedo

decirles donde está, pero puedo darles una pis…

Fowler toma su

revolver y le dispara sin pensarlo, pero la bala atraviesa el cuerpo de humo.

EL comienza a reír descontrolado.

--Su amigo

esta en la Isla de Cristal, uno de los lugares más fríos que hay en su mundo. Si

no mueren por el frío, lograran dar con su amigo.

EL desaparece

y su mapa comienza a brillar. Los cazadores se miran entre sí. Debían enfrentar

solos, a todas las amenazas que EL les daría. Debían recuperar a Gahiji, volver

vivos y luego, salvar a Melania. Los cazadores avanzan hacia la costa, donde

ver su barco listo para zarpar. No sabían qué pasaría, pero intentarían seguir

vivos y detener la destrucción de todo su mundo. Si ellos morán…los monstruos

arrasarían con todo.

Mientras los

cazadores emprendían su viaje, EL estaba sentado en su trono, observando todo

desde las sombras. Viendo cada movimiento y charla que estos tenían. Atentos al

próximo reto que pondría para ellos.  

--¿Estás

seguro de que los dejarás ir? –Dijo alguien.

-- Lo único

que quiero es diversión. Muy pronto…alguien vendrá a este espectáculo. Todo a

su debido tiempo. Los humanos son un gran espectáculo –Dijo EL.

--Entiendo

señor.

--Tú no

olvides, que debes eliminar a alguien.

--Si, mi

señor.