Capítulo 15.
"Templo Anmbú".
Los cazadores
logran salir de los helados mares y viajan Rumbo al Templo Anmbú.
--¿Por qué
Elena te confundió con Yu? –Pregunta Gahiji.
--Es que…ella
es mi hermana.
--¿Qué? –Dijo
Gahiji sorprendido.
--Tranquilo,
no me emociona para nada. Pasé tanto tiempo sola, que la verdad no me importa,
además que…te tengo a ti –Dijo Anna con la cara sonrojada –Lamento todo lo que
has pasado por su culpa.
Los cazadores avanzaban
por los tranquilos mares azules que brillaban por la luna, hasta que otro barco
se acerca a ellos. Los cazadores creían que iban a ser atacados, pero todos en
el barco estaban borrachos. El capitán se acerca y les invita algo de vino, a
lo que Fowler lo rechaza y este contesta riendo como loco. La tripulación
entera se ríe y luego sus rostros comienzan a derretirse lentamente.
--¿Qué está
pasando aquí? –Dijo Fowler en su mente.
El capitán se
derrite y el barco se incendia. Los cazadores se quedan confundidos, hasta que
una gran cortina de niebla los alcanza, dejándolos sin su barco. Los cazadores
estaban en un pequeño bote que se hundía de a poco.
--¡REMEN! –Gritó
Fowler tomando un remo.
Los cazadores
comienzan a remar como locos, pero no son capaces de llegar a ningún lado y se
hunden. Por más esfuerzo que hicieran, no lograban subir a la superficie. Algo
empujaba a los cazadores. Finalmente, quedan inconscientes. Horas más tarde,
todos despiertan en una isla paradisíaca.
--¿Dónde
estamos? –Preguntó Fowler.
Todos se
levantan confundidos.
--Están en la
isla Anmbú –Contestó alguien.
--¿Quién eres?
–Preguntó Fowler con seriedad.
La voz dejó de
hablar y la isla se torna horrible: el césped era viejo, los árboles estaban
muertos, las aguas estaban estancadas y parecía que todo iba a derrumbarse.
--Avancen –Dijo
la voz.
Los cazadores
comienzan a caminar y los caminos se tapaban. Anna saca sus cadenas y comienza
a abrir el paso, pero de pronto se quedan sin camino. Frente a ellos había una
enorme caída que podría matarlos. Para más mala suerte, un monstruo se acerca a
ellos. Los cazadores ven salir al monstruo del agua estancada: era alto, su
boca era larga como la de un pato, sus orejas eran bastante finas y alargadas,
su cuerpo era delgado a excepción de su estomago, que estaba un poco salido. Su
pelaje era una combinación de rojo y gris, sus uñas eran afiladas y su pelo
largo tapaba su cara, tenía patas de pato y la piel envejecida. El monstruo
llevaba un cuerpo muerto y pálido, arrastrado por el suelo. Al ver a los
cazadores lo suelta, e inmediatamente salta a matarlos, con una velocidad
increíble. El monstruo toma a Fowler y Gahiji del cuello. Ambos forcejean, pero
el monstruo tenía mucha fuerza y antes de poder ser rescatados, el monstruo se
lanza al precipicio.
--¡Gahiji!
–Gritó Anna.
Ambos oyen el impacto contra el agua. Aristeo
mira a Anna, cuando un grupo de lobos ensangrentados, emergen de aquellas
pútridas aguas. Ambos miran la distancia y se lanzan sin pensarlo. Suben a la
superficie y logran ponerse a salvo.
--¿Dónde se
los llevo? –Pregunta Anna.
--Ha dejado
huellas –Dijo Aristeo.
Aristeo mira a
Anna con desconfianza, pero decide avanzar con ella, para encontrar a sus
camaradas, pensando siempre en la posibilidad de tener que perforarle la cabeza
de un balazo. Los cazadores siguen las huellas, pero estas los llevan a un
árbol viejo y sin hojas.
--¿Un árbol? –Pensó
Aristeo.
--¡Aristeo,
cuidado! –Gritó Anna.
Aristeo gira
la mirada y un minotauro furioso intenta quitarle la cabeza de un hachazo, pero
el cazador se agacha y Anna lo envuelve en sus cadenas, para que Aristeo le
volara la cabeza de un escopetazo. Creyendo que la victoria era suya, aristeo
voltea pero el minotauro se levanta, toma su cabeza y se la coloca nuevamente.
Aristeo queda asombrado, pero corre hasta él y vuelve a disparar. La cabeza del
minotauro vuela lejos de su alcance, pero la batalla continua, ya que el
minotauro seguía atacando como si aun tuviera la cabeza.
--¿Es una
broma? –Dijo Aristeo, irritado.
Los cazadores
luchan contra él, hasta que el minotauro cae muerto, luego de veinte disparos
al pecho. Los cazadores estaban exhaustos y aun no encontraban a sus camaradas.
Deciden avanzar por los caminos del bosque, con la intención de encontrarlos,
pero no, sus compañeros estaban desaparecidos. Los cazadores se sientan bajo un
pequeño árbol roto, cansados y perdidos, hasta que una voz femenina los alerta.
--¡Ayuda por
favor! –Dijo la voz misteriosa.
Los cazadores
corren hacía la voz y al estar cerca, ven a un monstruo extraño de espaldas. Su
espalda era de madera, al igual que todo su cuerpo, pero tenía cuernos de color
rojo.
--No piensen
mucho, si quieren rescatarla…deben matarme –Dijo el monstruo con voz chillona.
Los cazadores
se lanzan sobre él y este comienza a correr. Aristeo apunta y espera
pacientemente el momento perfecto para disparar, mientras que Anna atacaba una
y otra vez con sus cadenas. Anna logra engancharlo y al caer al piso, aristeo
coloca su escopeta en el cráneo del monstruo.
--¡¿Dónde
esta?! –Dijo Aristeo.
--A…aquí esta
–Dijo el monstruo temblando de miedo.
Abre la mano y
un hada camina hacia ellos herida. Los cazadores vieron impactados, algo que nunca creyeron ver en sus vidas…un hada
real.
--¿Eso es un
hada de verdad? –Preguntó Aristeo.
El hada se
arrastra hacía ellos con sus alas rotas: su pelo era rojizo, largo, sus orejas
eran largas, tenía adornos lujosos y un vestido rasgado. El hada se presenta. Se
llamaba Anmbú y era la última de la isla, ya que el monstruo que ellos habían
atrapado, había llegado hace un año y se había comido a todas las hadas que
vivían allí.
--El monstruo
las torturaba y las mataba de las maneras más horribles que haya visto. Sin
nuestra energía y polvo de hadas, toda la isla se apagó y ahora está así. Hay
que matarlo o moriré, así que les pido ayuda, necesito que me protejan. No
quiero morir –Dijo el hada con miedo.
--Debemos
encontrar a nuestros camaradas, así que hagamos un trato. Tu nos ayudas a
buscar a nuestros amigos y nosotros te protegemos, ¿Hecho? –Dijo Aristeo.
--Hecho –Dijo
el hada.
Los cazadores
le dicen a Anmbú, como era el monstruo. Ella se sorprende.
--¿Hablan de
Yuggor? –Dijo Anmbú.
--¿Yuggor? –Preguntó
Aristeo.
--Si. Yuggor
es el monstruo que vive aquí hace años. Nos protege, pero ha muerto. Clivrahan
lo mató. Al ir en busca de las hadas, Yuggor luchó contra Clivrahan, pero murió
en la batalla.
--Entonces…¿Por
qué nos atacó?.
--No lo se.
Algo extraño ocurre en esta isla desde que nuestro clan murió.
Los cazadores
siguen a Anmbú, pero era imposible encontrar el rastro o algo para seguirlo. El
día entero pasa y los cazadores detienen la búsqueda.
--Síganme,
conozco un buen lugar para descansar –Dijo Anmbú.
Los cazadores
siguen al hada y luego de un rato llegan hasta una cueva. Allí Anmbú comienza a
brillar como una luciérnaga y avanzan por la cueva, hasta alejarse de la
entrada.
--Bien, creo
que estaremos seguros aquí –Dijo Anmbú.
--¿Así has
vivido durante un año? ¿Ocultándote? –Preguntó Aristeo.
--Si. No
quiero morir hasta que esa cosa muera. Quiero vengar a mi pueblo…
Los cazadores descansan
junto a una fogata, cuando algo entra a la cueva. Los cazadores se levantan
alarmados y el hada no estaba. Toman sus armas y esperan a que se acerque, pero
antes de poder ver su rostro, algo resopla y el fuego se apaga. La oscuridad
los atrapa y algo arrastra a Aristeo por los suelos, haciendo que se golpee la
cabeza con una roca y quede inconsciente. Anna corre hacia el ruido y al salir
de la cueva ve al monstruo escapar. Furiosa corre hasta el monstruo, esquivando
los árboles que lo separaba del enemigo y lanzando sus cadenas con furia,
mientras estas se prendían fuego. El monstruo corre asustado, cuando algo salta
hacia ella y la hace impactar contra un árbol, lo destruye y cae al suelo.
--¿Estas
loca?, ¿Por qué lo persigues? –Dijo el monstruo de madera.
--Tu eres el
monstruo que intentó matar al hada –Dijo Anna.
¿Matar?, no,
yo la quise capturar. Es un hada malvada y ese monstruo es capaz de matar a
cualquier cazador que se cruce en su camino. Tus compañeros están muertos ya.
--¿Cómo lo
sabes?.
--Es una
suposición, ya que no sabes donde están.
Anna no sabía
a quién creerle, lo único que quería era encontrar a Gahiji y sus camaradas.
--¿Sabes donde
están?.
--Tal vez…
--Si no quieres
que destruya tu cuello dímelo.
Clivrahan se
asusta y le dice que sus camaradas estaban encerrados en el árbol del polvillo,
en la torre Anmbú. Anna mira hacía arriba y ve la estatua del hada en lo más
alto. toma sus cadenas y se va, pero Clivrahan le dice que quería ir con ella, él
amaba la aventura.
--No, no irás
conmigo –Dijo Anna.
--Por favor
–Inste el monstruo.
--No.
--Por favor,
déjame acompañarte.
--No y las
próxima te cortaré la lengua.
--No tengo
lengua.
--Que asco.
--¿Puedo ir?,
por favor. Prometo ser de ayuda, al fin y al cabo maté a esa cosa.
--¿Qué has
dicho? ¿Tu eres Clivrahan?
--¡Así es! Yo
maté a esa cosa.
--Si tu
mataste a esa cosa, ¿Cómo sigues vivo? –Dijo Anna totalmente confundida.
--Esa hada
mató a todo su clan y usó la sangre de todos para traerlo a la vida. Ahora es
muy fuerte, rápido y silencioso, por lo que me cuesta seguirle el paso, pero
tranquila, cuando estemos allá podré matarlo sin problemas. Él no puede moverse
bien en lugares limpios.
--¿Por qué?.
--Por que no
le gusta ensuciar nada que este limpio y ordenado, eso es lo que el hada le
ordena.
Anna y
Clivrahan comienzan a recorrer los bosques, en busca de sus camaradas, pero el
camino no era fácil, ya que EL ponía trabas. Monstruos aparecían en cualquier
momento y lugar. Al estar casi a mitad de camino, llegan a un lago. Clivrahan
decide construir un bote, mientras Anna miraba los alrededores e intentaba ver
la estatua, pero los árboles lo tapaban todo, ya que era la única zona donde
los árboles tenían hojas.
--Ya está, el
bote esta listo.
--¿Este rio
nos lleva hasta el templo?.
--Si, pero no es
el rio más seguro.
--¿Por qué?.
--Digamos que…hay
muchos monstruos que asechan para comer. La razón es muy obvia, este es el
camino directo. El resto de caminos te darán muchos días de viaje.
--Entonces
vamos, no hay tiempo que perder.
--Está bien,
te prometo que los rescataremos.
Ambos suben al
bote y comienzan a viajar por el rio, pero luego de un rato…algo se acerca a ellos.
Un monstruo con la cola llena de clavos, la piel oscura, ojos saltones, uñas
largas, una gran boca con dientes afilados, se acerca a mirarlos.
--Ahí están –Dijo
el monstruo.
Clivrahan ríe
nervioso. Le pide a Anna que use sus cadenas para ir más rápido, o esa cosa iba
a matarlos en cuestión de segundos. Anna tira sus cadenas hacía unos árboles y
con fuerza estira las cadenas, haciendo que su barco acelere. Clivrahan sonríe
de emoción y ve como el monstruo se tira al agua para alcanzarlos. Anna sigue
lanzando sus cadenas para mantener la velocidad, pero el monstruo salta y
destruye el bote. Ambos saltan a tierra. El monstruo los sale del agua y los
persigue.
--Hay que
luchar –Dijo Anna.
Ambos se
preparan para luchar. El monstruo babea con felicidad y luego corre hacía ellos
en cuatro patas. Anna esquiva el golpe y Clivrahan atraviesa su piel con sus
uñas, para que Anna lo enrede en sus cadenas y luego lo queme. Anna enfurece y
las llamas aumentaban. Luego de la batalla, el monstruo muere y su cuerpo se
convierte en cenizas.
--¿Cómo haces
eso? –Dijo Clivrahan asombrado.
--¿Hacer qué?
–Dijo Anna.
--¡Eso! Las
llamas en tus cadenas.
--Estas
cadenas estarán conmigo hasta que muera. Está fusionada a mis sentimientos.
--¿Entonces las llamas representan tu enojo?
--Algo así. No
me gusta estar lejos de Gahiji.
--¿Gahiji es
tu amado?.
--Así es…
--¡Que hermoso!
–Dijo Clivrahan emocionada.
--¿Acaso nunca
te sentiste así?.
--Yo estaba
enamorado de Shirial.
--¿Shirial?.
--El hada que
tenía en mis manos. Trataba de pedirle perdón y quería que decirle que la amo,
pero ella nunca me quiso. Jugó conmigo durante años. Dijo palabras vacías y me
hizo pelear con Yuggor…mi amigo.
--No era amor
de verdad.
--Lo sé, pero
no lo quise entender y cuando lo acepté, ya era tarde. Había matado a mi amigo.
Ahora esta vivo, pero es gracias a que Shirial mató a todo su clan. Ella lo ama
a él y a mi, solo me usaba como ella quería.
--Deberías
matarla.
--Nadie
debería morir por un sentimiento tan estúpido.
--No es
estúpido, son tus sentimientos.
--Ella siempre
lo supo, pero jugo igualmente conmigo.
--A sí que nos
mintió con su nombre… Se llama Shirial –Dijo Anna en su mente.
Anna se sentía
mal por Clivrahan. Él había dado todo por el hada, había hecho cosas muy malas
por ella, pero terminó sólo y triste. Anna le dice que no importaba, que ahora
estaba aquí y que debía decirle todo lo que sentía. Clivrahan comienza a reír y
le dice que no pasaba nada y que quería encontrar a sus camaradas. Anna sonríe
y siguen avanzando hasta las puertas del templo Anmbú. Las puertas eran enormes
y hechas de cristal. Clivrahan la abre con delicadeza, y entra.
--Es seguro,
entra –Dijo Clivrahan.
Anna entra y
se topa con un lujoso templo: los pisos eran blancos, las paredes brillaban con
gemas de colores y había estatuas de héroes antiguos.
--Vamos, es
por aquí –Dijo Clivrahan.
Anna avanza
por las salas del templo, pero luego de muchas horas, sus compañeros no
aparecían. Anna comienza a desconfiar de Clivrahan, cuando este encuentra la
última puerta y la llama. Anna corre hacia él y al abrir la puerta, se topa una
horrible sala de tortura y un horno muy grande. Anna ve a sus compañeros
inconscientes y destrozados, mientras el hada le decía a Yuggor que encienda el
horno, su comida estaba lista para cocinarse.
--Eso no
pasará –Dijo Anna.
El hada se da
vuelta y ve a Clivrahan junto a Anna.
--¿Estás con
ella? ¡Eres un traidor! –Dijo Shirial.
--Tu lo
traicionaste primero, Shirial –Dijo Anna.
--¿Cómo sabes
mi nombre?
--Me lo dijo
Clivrahan.
Shirial miró a
Clivrahan. Enojada le dice a Yuggor que lo mate. El monstruo voltea y corre
hacía él, mientras que Clivrahan comienza a reír. Yuggor impacta contra
Clivrahan, pero este toma su cabeza y la envía contra el suelo, destrozándolo.
Yuggor se levanta y rasga la cara de Clivrahan, pero este responde apretando su
cuello e impactándola contra las paredes de la habitación. Yuggor no se movía y
Clivrahan llama a Shirial.
--Shirial,
solo quería decirte que yo…yo te a…
Yuggor sale de
los escombros y corre hasta Clivrahan. Anna le grita que voltee, pero era
tarde. Yuggor toma los rojos cuernos de Clivrahan y los destroza con sus
dientes. Clivrahan se debilita al instante. se tambalea hasta caer al suelo, y
mirando por última vez le dice a Shirial "Te amo". Voltea la mirada hacia Anna
y le dice que lo prometido era deuda y que su deuda estaba saldada, había
encontrado a sus amigos, pero no pudo ayudarla hasta el final. Anna iba a
responderle, pero Yuggor destroza su cráneo de un pisotón y el cuerpo de
Clivrahan se convierte en cenizas. Anna mira a Yuggor y enfurece tanto, que sus
cadenas liberan una llama negra y las cenizas de Clivrahan son absorbidas por
ellas. Toma las cadenas y se lanza sobre Yuggor para destrozar todo su cuerpo.
Cortó sus brazos y piernas, dejándolo en el suelo desangrando. Luego lleva su
cuerpo al horno y lo lanza dentro, para verlo arder y escuchar sus gritos de
agonía, pero el monstruo sale del horno calcinado. Se arrastró hacía ella con
sus dientes, pero las llamas toman la forma de Clivrahan y se lleva a Yuggor al
horno, para luego cerrarse y quemarlo por completo. Anna sonríe, pero Shirial
enfurece y decide matar a sus camaradas con su poder. Anna lanza sus cadenas al
hada, pero era tan pequeña que era casi imposible atarla, así que decide tomar el
revolver de bolsillo que Gahiji le había dado.
--Este
revolver servirá cuando no puedas usar tus cadenas –Dijo la voz de Gahiji en los
recuerdos de Anna.
--Yo siempre
usaré mis cadenas, pero gracias por el regalo cariño –Dijo la voz de Anna, en
sus recuerdos.
Anna apunta y
dispara, pero no le da, así que usa una cadena y la pistola. Shirial intenta
contactar con EL, pero nadie atiende a su llamado. Shirial decide usar el poder
de Yuggor una vez más e invoca a otro monstruo, pero ningún monstruo aparece. Sus
alas se destruyen. Ella grita de dolor, hasta que las almas de todo su clan
aparecen frente a ella.
--¡Ayúdenme! –Gritó
Shirial.
Las almas se
acercan a ella, la abrazan. Shirial sonríe, pero luego siente que algo
atraviesa su pecho. Se mira y era un cuchillo. Las almas comienzan a apuñalarla
repetidas veces, mientras ella gritaba y desangraba, hasta que un cuchillo
corta su cuello, otro atraviesa su boca y otro su corazón. Shirial muere, luego
de que mil espíritus la apuñalasen. Las almas miran a Anna y luego desaparecen,
dejando el cuerpo de Shirial hecho un mar de sangre. Anna queda sin palabras,
hasta que EL llega y pasa por la puerta de la habitación. Anna corre hacía él,
pero este desaparece. Anna desaparece. Segundos
después, llega a una sala. Frente a ella había un trono. En el centro de esta,
estaba el corazón de Melania. Anna lo toma y este se vuelve un collar. Anna
regresa a la habitación y libera a sus camaradas, quienes estaban
inconscientes.
Fowler,
aristeo y Gahiji despiertan en la horrible habitación y Anna les dice que el
corazón de Melania estaba en su cuello. Aristeo se emociona y ve el collar. Al
mirarlo, Aristeo veía el corazón latir.
--¿Qué sucedió
durante nuestro tiempo fuera? –Preguntó Fowler.
--No mucho,
anciano –Dijo Anna.
Aristeo se
acerca a Anna. Le pide disculpas por haber desconfiado de ella. Había
demostrado que realmente eran camaradas. Fowler detrás de él, sonríe. Anna
devuelve la sonrisa y mira a Aristeo.
--Hasta que la
muerte divida nuestros caminos, amigo mío –Dijo Anna con una sonrisa.
Los cazadores
comienzan a reír y deciden salir del templo, pero EL aparece allí y convierte el
bosque entero, en un laberinto gigante.
--Encuentren
el camino hasta su barco, si quieren salir –Dijo EL, entre risas.
Los cazadores
no lo podían creer. Sin saber cómo volver escuchan una voz.
--No se
preocupen, yo los guiaré –Dijo Clivrahan entre llamas.
Los cazadores
miran las cadenas de Anna. Clivrahan se había unido a ellas. La figura de
Clivrahan se pone frente a ellos. Los cazadores siguen al monstruo en llamas
hasta las afueras del laberinto, pero al llegar a la salida, clivrahan no pudo
pasar.
--¿Por qué no
puedes salir? –Preguntó Anna.
--EL está
enojado. Me ha quitado el derecho de vivir libre. Cuando ustedes se vayan de
esta isla…moriré.
--Pero…n…no
puedes morir ahora –Dijo Anna con tristeza.
Clivrahan mira
a Gahiji. Le pide que cuide de Anna, era una persona increíble. Que no
terminara como él…triste y sólo. Gahiji se acerca y le dice en la cara que
prometía disfrutar cada momento. Clivrahan comienza a reír. Las llamas se apagaban,
silenciando las risas del monstruo que solo quería amar. Los cazadores se
quedan en silencio, hasta que el mapa brilla, mostrando su nuevo destino.
--Hay que
irnos, o perderemos a otra persona importante –Dijo Fowler.
Gahiji toma a
Anna de la mano y todos regresan al barco para seguir con su último viaje, en
busca del alma de Melania.
--Creo que el
final de la obra se acerca mi señor.
--No…esto
apenas comienza. Wolf, ¿Dónde esta Wolf?.
--Fue ha donde
usted le indicó, mi señor.
--Perfecto.
¿Qué pasará después?, ¿Wolf morirá?. Esto es emocionante