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Chapter 37 - ¿Culpa?

Hola a todos. ¿Cómo se encuentran? Espero que bien. Aquí les traigo un nuevo capítulo de este fanfic. Sin nada más por añadir, demos inicio.

Todos los derechos reservados a Eiichiro Oda, creador de la franquicia One Piece.

Capítulo 37: ¿Culpa?

Mientras tanto, en el Parque Hedónica, en una celda interna dentro del Coliseo.

Sueño:

Rebecca se encontraba en el Campo de Girasoles, recogiendo algunas de esas flores tan bonitas y únicas, de las cuales, sus pétalos brillaban con la intensidad del astro rey. Pero al regresar, notó como su padre, quién mostraba protección para con ella, hablaba con, al parecer, autoridades, sus difuminados rostros pero sus uniformes denotaban la pertenencia a un cuerpo de control civil. Kyros llama a Rebecca, quien con una sonrisa de par en par, va hacia donde su padre. Pero el, entre lágrimas, señala a su hija. -Es ella oficiales.- Es todo lo que oye. Y estos, cuan gelatina, van hacia donde estaba la joven. Rebecca empieza a correr, preguntándose para si misma. -¿Por qué?-

Llega hasta una puerta, que al abrirla la traslada a otro lugar. -Señorita Rebecca, tome su lugar- El lugar era una sala de juicios, en donde Rebecca se sentaría en el lado izquierdo, en este caso, la banca de los acusados, mientras que en el lado derecho, estaban las mismas oficiales del Parque Hedónica.

El juicio se desarrolló con normalidad, hasta que, al momento de las testificaciones, toda la familia Riku testificó en contra de Rebecca.

Doldo III: Me siento decepcionado, no pensé que fueras capaz de hacer semejante atrocidad.

Viola: Eras tan cálida, tan buena gente y me vengo a enterar de esto, venga ya. Me has desilusionado.

Kyros: Yo no te he criado para que hicieras estas cosas. Tu madre y yo siempre te lo hemos dicho; ¡NUNCA MANCHES TUS MANOS!

Rebecca intentaba responder, pero sus palabras no salían, como si su boca la hubieran cocido.

Juez: Luego de haber escuchado las palabras de todos los testigos, se declara a Rebecca Riku; CULPABLE.

Rebecca cerraría sus ojos, unas cuantas lágrimas empezaron a caer y sólo recordaba una única palabra; -¿Por qué?-

Al abrirlos, estaba dentro de la arena de un coliseo diferente del que recordaba, batallando con el mismo conjunto y armas que en el Corrida. En frente, estaba un mastodóntico hombre con un hacha y la cabeza encapuchada, similar a la usada por los verdugos.

La batalla se desarrolló con normalidad, cortes y frenetismo al atacar como certero y cuidadoso al defender era lo que Rebecca conocía y sabía, llevando a su oponente al agotamiento. Estaba a punto de derrotarlo cuando un tomate es arrojado al rostro de la joven gladiadora. Empezarían a ser lanzados distintos objetos hacia la peli rosa, empezando a sangrar en algunas partes cuerpo producto del ataque. Los abucheos e insultos fueron cada vez más agresivos y violentos, con Rebecca escuchando y observando para intentar encontrar a su padre o abuelo, pero no estaban. Por lo que, de manera desesperanzadora, rompió a llorar, cerrando sus ojos. Su rival aprovecho la desconcertante escena para acabar con la gladiadora, decapitándola, con su cabeza siendo sujetada por el gigantesco ser que, al desprenderse de su tapa, revelaría el rostro de Olga, siendo esto lo último que vería la cercenada cabeza de Rebecca, que sólo pudo escuchar; -¡ASESINA!-

Fin del sueño.

Rebecca se levantaría de una cama de piedra. La misma estaba mojada, producto del sudor que ella estaba soltando. Su respiración era agitada y crónica. Lo primero que hizo fue tocar su cuello y, en efecto, estaba en su sitio. Todo había sido una horrible pesadilla. Aunque la duda seguía presente, ya que el mismo sueño lo sintió como real. -//¿Por qué? Es lo único que he escuchado y...asesina. ¿Sera acaso que...?//- Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando una persona ingresó a la celda. -Ya has despertado, pero estás empapada, déjame traerte una toalla, ¿si?- -¿Quién...eres? ¿Y...que...hago...aquí?- preguntó Rebecca respirando entrecortadamente. -Ah cierto, no me presente. Me llamo Jazé, soy unas de las guerreras que compite dentro del Coliseo Safo. Antigua guardiana de la Casa Balduino y su última superviviente- Jazé llevaba un atuendo que bailarina árabe de color granate, con accesorios de color verde esmeralda y una pañoleta negra atada a su cabeza. Cargaba consigo dos cimitarras (una saif y una nimcha), como también de un bō ornamentado con detalles de bronce en su decorado. -Me... llamo Rebecca- respondió la gladiadora.

-¿Por qué...estoy aquí?- preguntó Rebecca. -Verás...Te he traído hasta aquí, ya que esas oficiales iban a lincharte allí mismo- -¿Oficiales? Un momento...no querrá decir que...- -Pensaba en explicártelo con calma, pero es lo primero que debes de saber...Acabaste con una de las oficiales y guerreras mas fuertes y leales de todo el Coliseo. Su cuerpo deben de haberlo retirado de allí, pero la mayoría de las chicas que allí se encontraban, estaban muy emocionadas por semejante proeza...- -//No. No puede ser. He matado...a...alguien. Yo...manché...mis...manos. Entonces esa pesadilla...era real. Mi familia...estará avergonzada...//- Las manos de Rebecca empezarían a temblar compulsivamente mientras Jazé le explicaba todo lo que pasó, empezando a esta última a preguntar si estaba bien, para, de un momento a otro, ver a Rebecca levantarse rápidamente, siendo detenida por la otrora guerrera. -¡Oye, espera!- -¡¡Déjame!! ¡¡Ella va a matarme!!- -¡Nadie va a matarte!- -¡¡He acabado con alguien!!- -¡¿Y eso que?!- -¡¡Que volverá para liquidarme!! ¡¡¡Nunca debí haberla matado!!!- Por la respuesta, Jazé abofetea la cara de Rebecca. -Escúchame una cosa, esa mujer iba a matarte, era conocida por hacer eso con todas aquellas recién llegadas, por eso el apodo de Hiena...- -Pero...- -...además, si tu no la hubieses matado, ella lo haría sin dudarlo, por que estuvo a punto de romper todos tus huesos y órganos, ¿o me equivoco?- Rebecca se sorprendió. No pensó que la persona que la estaba regañando había visto el enfrentamiento. -S-si, tuve que darle cabezazos para que me soltase- respondió Rebecca cabizbaja. -Entiendo que nunca hayas matado, ya que lo veo y escucho por tu respiración, pero créeme, nadie será tu amiga, hay muy pocos que realmente querrán ayudarte y apoyarte y todos ellos te dirán lo mismo, debes aprender a atacar como se debe. No se de donde vengas, pero la misericordia no es retribuida por nadie, y ese combate con esa mujer es prueba de ello- respondió Jazé sujetando los hombros de la gladiadora. -¿Cómo sabes que debo aprender a atacar...si sólo me has visto pelear sin armas?- la pregunta de la joven gladiadora iba a tener una respuesta, pero la misma sería interrumpida por una miembro del staff del coliseo.

-¡Ahí estas, niña! Alístate, tienes un combate.- dijo la empleada del coliseo. -¿Un...combate?- preguntó Rebecca sorprendida. -Eso no te lo he dicho, pero la oponente que has vencido tenía un combate, y debido a que tu la derrotaste, debes enfrentar al rival que debía enfrentar Olga- respondió Jazé mientras limpiaba el sudor de la gladiadora. Rebecca, aun temblorosa, recoge su espada y su casco y sale de la celda rumbo a la arena del coliseo.

La arena del Coliseo Safo era muy diferente al Corrida, siendo esta de arena y polvo, vallado con madera puntiaguda en su parte superior. El agua con los peces toro no estaba. En su lugar existían celdas con un cartel en su parte superior que decía "BESTIAS" y las entradas para cada contendiente estaban en sus respectivos extremos.

-Y hoy, en el evento central, nuestra participante Olga no volverá a competir debido a su reciente fallecimiento, producto de un combate de Pankration- dijo la anunciadora, luciendo un vestido de seda color cielo, entrecortado en la pierna, revelando sus piernas y unos zapatos de taco bajo.

-Por un lado, una cazadora innata de los bosques más recónditos de este mundo. Una visión y escuchas formidables y una puntería sublime. Hace su ingreso a la arena; ¡La Cazadora del Bosque Peñasco, Mazoi Riel!- Tras vociferar el nombre de la cazadora, esta última ingresaría a la arena.

Mazoi Riel es un elfo de sexo femenino; viste una túnica de druida de color marrón, pero sin su capucha. Lleva un arco y un carcaj con varias flechas dentro de el. Sus ojos, de pupilas celestes, enfocan el centro de la arena, mientras el público allí presente, vitorea su nombre.

-Su rival, quien viene...-, -¿Estas preparada?- pregunta Jazé mientras la presentadora realizaba el anuncio. -Si pero, ¿Qué debo hacer?- responde Rebecca nerviosa. -Sólo debes luchar como tu sabes.- -¿Cómo yo se?- -Si, no te preocupes, te apoyare. Ahora, entra.- Rebecca se pone su casco e ingresa al campo de combate. -...reciban a la apodada Hiena, Rebekah Riku- El público vería a la gladiadora ingresar a la arena, pero esta última se molestó debido a que se pronunció mal su nombre. Pese a la queja, la presentadora se retiraría hacia su puesto, mientras una arbitro, con una campanita, llamaría a las dos guerreras al centro. -El combate no termina hasta que una de las dos cae rendida, sometida o descalificada por romper una regla- Las dos asintieron, con Rebecca preguntándose de que tratan esas reglas.

Aun con dudas, Rebecca toma posición. Una mujer golpea un platillo gigante, danfo inicio al combate.

Rebecca es la primera en avanzar, pero Mazoi fue la primera en atacar, lanzando una flecha que por poco esquivó Rebecca, pero otra sería lanzada, obligándola a moverse de un lado a otro mientras cada flecha era disparada consecutivamente.

-//No pensé que alguien fuera tan preciso al atacar//- pensó Rebecca. Riel, levantaría la parte inferior de su túnica que cubre sus pies, y empezaría a correr en dirección a donde había caído una de las flechas. -//¿Qué? ¿No tiene más flechas que las que me ha lanzado?//- pensó la gladiadora mientras veía como su rival terminaba de recoger una de las flus-flus y retomando el ataque hacia Rebecca.

A medida que el tiempo de la contienda aumentaba, la elfa retomaba su táctica de recoger las flechas y atacar, por lo que Rebecca idea un plan para desarmar a la arquera. Estrategia que funcionó, ya que la gladiadora evitaba a toda costa que la susodicha recogiese los proyectiles, llevando a atacar con golpes con la parte plana de su espada, pero durante el accionar, un contundente golpe en la cintura, desestabilizó a la elfa, pero un tintineante sonido alertó a Rebecca, mientras la arquera sujetaba el costado derecho de su atuendo, recogiendo una de las saetas y disparando instantáneamente hacia la gladiadora.

La flecha perforó el costado derecho de Rebecca, clavándose en su oblicuo. Un grito ahogado salió de sus labios mientras caía de rodillas al suelo, con la sangre escurriéndose en su costado, cayendo al suelo en forma de gotas. -¡¡Rebekah acaba de recibir un flechazo!! ¿Será este su final?- dijo la presentadora que fungía como narradora del combate. -//Con lo poco que he visto, debo suponer tu estilo. No eres de esos que buscan lastimar, pero la misma te llevó a esto. Supongo que...//- En ese momento, Rebecca se levantaría y, con esfuerzo y mucho dolor, se arrancaría la flecha, partiéndola a la mitad con su mano izquierda. -//¿Qué? ¿Partió una flecha a la mitad? Si que tienes agallas, muchacha//- pensó Jazé mientras observaba el acto de Rebecca ; dicha acción encendió al público, quien estaba sediento de sangre después de un largo rato de esquives y acciones poco comunes en dos adversarias.

Mazoi vería ese hecho y, con varias flechas cargadas en su arco, se dispuso a terminar con la gladiadora, pero esta última, haría una barrida que levantaría brevemente a la elfa, arrojando una daga lejos de allí, hecho que no pasó desapercibido por Rebecca, quien usaría su hombro derecho para empujar a la arquera, derribándola al suelo. Riel iría tras su daga, pero algo sucedió.

-¡Tiempo fuera!- una voz se oyó desde la distancia, siendo escoltado por dos centinelas. El sujeto separaría a Rebecca, mientras los dos custodios rodeaban a la elfa. -Muestra tu mano- exigió uno de los centinelas. -P-p-puedo expli- -¡MUESTRA TU MANO!- La arquera mostraría su mano y, con ella, la daga que trataba de ocultar. -No has declarado esta arma- -Todo tiene una explicación- respondía entre nervios Mazoi. -Las explicaciones tendrás que dárselas a Carón, señorita Riel. No declarar un arma y ocultarla, está penado con la muerte- -N-n-n-n-no nonononononono, no me hagan esto- -Lo hubiera pensado antes- La declaración sería escuchada por Rebecca, quien protestaría por tales palabras. -¡Usted no se meta!- dijo el señor que separaba a Rebecca de su rival. -¿Qué piensan hacerle?- -Le he dicho que no se meta, niña.- Tras decir eso, los centinelas se llevarían a arrastras a Riel. -Bueno, eso fue extraño, así que..., la ganadora es, ¡Rebekah Riku!- dijo la presentadora mientras anunciaba a la ganadora del combate. El público, aún escéptico, sólo dio aplausos. -Si no hubiera sido por esa barrida, nunca nos hubiéramos dado cuenta. Gracias, Rebekah- dijo el señor que la separó de su oponente.

En ese momento, el mismo sentimiento que tuvo de esa pesadilla regresó. Sólo que ahora, la palabra 'asesina' que había escuchado en ese mal sueño, era una realidad. Rebecca apretaría el mango de su espada y, entre una mezcla de ira y frustración, se retiró de la arena en dirección a donde Jazé la esperaba.

-Oye, lo has...- -¡No quiero hablar de eso!- La respuesta de Rebecca inquietó a Jazé, quien la siguió hasta la celda donde estaba recluida. Rebecca arrojaría su espada con violencia, haciendo lo mismo con su casco. -¿Por qué no quieres hablar?- -¡Por que no!- -Esas son excusas, dime cual es la razón- Rebecca se mantuvo pensativa, sin proporcionar respuesta alguna. -Es por el resultado del combate, ¿verdad?- La duda de Jazé fue lo que inquietó aun más a la gladiadora, quien puso sus manos encima de su cabeza, mostrando signos de enfado. -Lo sabía..- -Por mi culpa van a matarla- -¿Matarla?- -Si, ese sujeto me dijo que gracias a mi, no se hubieran dado cuenta y mi rival rogaba que la escuchasen pero ellos le dijeron que se lo hubiera pensado y que le de explicaciones a Carón- La confesión de Rebecca podría haber resultado, pero la expresión de la guerrera seguía siendo contundente. -No es tu culpa- -Si lo es- -No lo es- -¡¡SI LO ES!! ¡Por mi culpa, mataran a una persona inocente!- exclamó Rebecca mientras unas cuantas lagrimas empezaban a caer de su rostro. -No asumas algo de lo que no tienes responsabilidad. Y antes que me digas que si la tienes, piensa, tu oponente no tuvo compasión al dispararte una flecha y menos lo hubiera tenido con varias encima de tu cuerpo, ¿o me equivoco?- Rebecca bajo su cabeza mientras se secaba la cara con su brazo. -No, no lo hubiera tenido- -Entonces, si vas a lamentarte, laméntate por algo importante- -Entonces, si no es mi culpa, ¿Por qué mencionó que, gracias a mí, no se hubieran dado cuenta? ¿Qué significa?- Jazé lo pensó por unos minutos, hasta que, con desanimo y algo de enojo, le explico a Rebecca el por que de esa respuesta; -Tendré que ser honesta contigo, Rebecca: No estas equivocada en lo que has dicho. Si, la ajusticiaran. Pero la razón por la que lo hacen, es por las absurdas reglas que este coliseo tiene. Desde el horario en el que nosotras podemos circular hasta la declaración de armas; cualquier incumplimiento con algunas de estas reglas, equivale a la muerte. Hasta el hurto es pena capital aquí. Sólo puedes extender tu periodo de vida o absolverte de tu condena con actos degradantes como la servidumbre a las oficiales, fungiendo como soplona hasta otros que, moralmente no son bien vistos pero, a mi opinión, son oficios, como la prostitución. Muchas no eligen ninguna de las opciones y son ajusticiadas allí mismo. Aunque hay casos, en donde algunas presidiarias optan por ser prostitutas, obteniendo dinero usando su cuerpo, pero quedándose ellas solo un 40% de todo lo que ellas consiguieron, y el 60% restante va a parar a los bolsillos de Rhine y sus lame botas- La palabra 'Rhine' resonó en la cabeza de Rebecca; -¿Rhine?- -Es la Superintendente de todo el Coliseo Safo y del Parque Hedónica en general- Rebecca conocía el nombre de la persona más importante de todo el lugar donde se encontraba. -Entonces, si la mayoría que optan por morir, son ajusticiadas allí mismo, ¿Para donde llevan los cuerpos?- La pregunta de Rebecca encendió una alarma en Jazé; -//¿Qué? ¿esta niña quiere saber adonde van a parar todas esas personas? Vale Jazé, ya es momento que deba llevar a cabo mi plan de endurecer a esta muchacha. No esperaba que fuese tan rápido. Me trae recuerdos, pero debo ser firme// ¿De verdad quieres saber? Te advierto que no podrás dormir luego de ver todo ese sitio- Rebecca pensaría por unos momentos; -//¿Traumas? ¿Tal vez debería...? ¡NO! Mi capitán debe haber a un lugar donde se volverá mucho más fuerte y valiente. Si desisto, no podré afrontar mis problemas, miedos y temores, y no seré capaz de defender al Capitán Usopp. No tengo otra opción. Espero que esto pueda ayudarme a ser...¡una brava guerrera del mar!// ¡Quiero saber como es el lugar! Por favor.- Jazé, estando más segura, se alistó; -Bien, saldremos ahora- -¿A-ahora?- -Si. Sólo no hagas ruido y que no te vean- -¡S-si!- respondió Rebecca con tartamudez.

¿Qué clase de traumas hay allí?

CONTINUARÁ...