Chapter 13 - Titania y Suruki

**En la doncella de hierro**

Yu Chan corta la atmósfera que había generado las expectativas de la carta que sostenía Gonzo, y dice:

—La respuesta es simple.

Se dirige hacia donde está Gonzo.

—¡Dame la carta! —Y antes de que hubiese una respuesta, se la arranca a Gonzo.

—Antes de ver la carta, o mejor dicho, antes de leer el contenido, si no sabes leer, solo dilo, Gonzo —dice Yu Chan como si estuviese por perder la calma.

Gonzo queda de alguna manera impactado. Fue como si las puertas del conocimiento se le abrieran, y dice:

—Es verdad, pensaba que la petición tenía su truco, que no entendía. Me olvidé de no saber leer.

Li Chan y los otros tres aspirantes gritaron a Gonzo:

—¡Eres un completo idiota! ¡No asustes así!

Titania se ríe a carcajadas:

—¡Jajajaja! Por lo menos es más divertido que ustedes.

Los tres aspirantes susurraron al oído de Li Chan:

—El sentido del humor de esta chica no es normal. Da hasta miedo. Hay que tenerle cuidado.

Li Chan no pudo estar más de acuerdo. Esa chica da miedo, y a veces es impredecible. Hay que ver qué hacemos con esas cadenas. ¿Y si de repente le pega y nos ve como enemigos?

Asintieron todos al unísono, y luego se imaginaron encadenados y recibiendo latigazos de ella. En su gran imaginación, Titania se encontraba riéndose de ellos con una risa a carcajadas.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de los cuatro aspirantes, y se detuvieron a observar a Yu Chan, pues había que prestar atención a lo que decía la carta.

—1ª petición: Todos te golpearán una vez en cualquier parte del cuerpo, y tú no podrás esquivar ningún ataque. Luego podrás atacarlos, y ellos sí podrán esquivarte. Si te esquivan, contará como un golpe. Aplica solo para aspirantes. Yu Chan no participa activamente, solo es el guía y, a partir de ahora, el encargado de leer las peticiones.

Yu Chan era quien leía; sin embargo, su reacción fue:

—¿Qué? —Se sorprendió. Era como si la doncella supiera el curso del tiempo.

Titania dijo en voz alta:

—Nos lee de pies a cabeza.

A lo que Li Chan responde:

—Esto es más mágico de lo que pensé. ¡Me encanta!

Los tres aspirantes, de pensamiento común, pensaban:

—Qué miedo. Por lo menos no somos Gonzo.

Yu Chan continúa diciendo:

—Una misma carta puede tener más de una petición, por si acaso. Y más información no se permite revelarse.

Todos quedaron atónitos.

—O sea, ¿que esa montaña de cartas, y una sola tiene varias? Eso ya es mucho pedir. Ni comida hay a la vista. Además, ¿qué sentido tiene caerle a golpes a un aliado?

La doncella, o el evento, más las posibles torturas, harían perder la confianza en el equipo —dice Titania sin vacilación.

Yu Chan ya se había imaginado este escenario, puesto que los rumores decían que era mucha la brutalidad de la doncella, y les dice a todos los participantes de manera decisiva:

—Correcto. Y de acuerdo a su desempeño, obtendrán grandes cantidades de recompensas, ya sea dinero, fama o prestigio. Y, por cierto, la clanista o miembro del clan que mencioné se unió hace 8 años, y antes de que la doncella hablara mediante el papel y la tinta.

Titania muestra interés por su expresión y reacción un poco acelerada.

—O sea, ¿que la condenaron? —dice en un estado de casi irritación.

—De eso no tengo información —dice Yu Chan.

Por más que a Yu Chan le intrigó el interés de Titania, dijo:

—¡Comencemos el evento! ¿Quién será el primero?

Li Chan, un hombre musculoso con un hacha en la espalda, se acerca a Gonzo con una cara de superioridad.

—Yo soy del clan Guerrero Rojo, pero logré ser parte y el mejor en la base de la secta Technology. Pasaré la doncella de hierro y me convertiré en un fuerte soldado del Semireino de Cristal.

Gonzo mostró un rostro de inquietud.

—Hermano Li Chan, es solo un pequeño golpe. No tienes que pasarte de la raya.

—Ya tendrás tu turno para desquitarte —dice Li Chan.

Apenas Li Chan llegó al rango, saca su hacha velozmente y le proporciona un golpe con el mango del hacha en la cabeza.

Gonzo sintió que algo se le partió en su cráneo y enterró su cabeza en el suelo, dando varias vueltas. Por último, pegó contra un cristal que parecía ser hielo, y piezas del cristal caían al suelo en donde él estaba, goteando sangre por la cabeza.

—¿Por qué, hermano Li Chan? —fueron las palabras que pronunció Gonzo al tratar de levantarse.

De una forma cortante, dice Li Chan:

—Eres solo un musculoso llorón. ¿Crees que lograrás algo siendo así?

Gonzo estaba ensangrentado y llorando como un adulto, solo derramando lágrimas.

Gonzo decía:

—Estas lágrimas no son por tu golpe, sino por tu traición.

Li Chan se rio a carcajadas.

—¡Jajajaja! En verdad eres bastante molesto. No llevamos muchos días conociéndonos. Además, nunca nos hicimos amigos, solo coexistimos, y porque yo soy más fuerte. Si tú fueras más fuerte que yo, no andarías en este grupo. Así de basura eres. Quieres que todos sean tus amigos, y te aprovechas de toda persona por muy cercana que seas, como si nada. En el ataque hacia Titania, ¿quién fue el que propuso agarrarla y manosearla?

Gonzo mostró miedo y sorpresa.

—¿Qué? No es de hombres que digas los secretos entre nosotros, hermano Li.

—Ya ves, eres escoria —dice Li Chan, viéndolo con una cara de asco.

Titania...

Esta no pudo evitar decir:

—Parece que la doncella sabe lo que hace, o al menos castiga a la gente que va encontrando de la ley.

Li Chan le sonrió a Titania y dijo:

—Quizás Gonzo sea el mayor pecador.

Titania le quitó la cara, puesto que no estaba interesada en devolverle la sonrisa.

Los otros aspirantes se mantuvieron en silencio, porque ellos, aunque no lo dijeron en voz alta, también iban a por el cuerpo de ella.

—Parece que Li Chan y Titania entienden mejor la doncella que yo —dice Yu Chan, porque no entendía cómo esta sabía de los problemas internos de ellos.

Por otra parte, los otros tres aspirantes, al ver a Li Chan no tener compasión, se dirigieron a cumplir la orden.

Dos aspirantes le dieron, uno un puñetazo y otro una patada, directo en la cara. Claramente, según ellos, estaban a nivel de justicia de Li Chan.

Ley y Fren fueron los justicieros de aquella escena preparada por Li Chan.

Solo Cho faltaba.

—Cho se acercó, lo levantó del cabello y le proporcionó un fuerte golpe en el estómago que lo hizo vomitar saliva.

Gonzo quedó hecho polvo.

Yu Chan, un poco en desacuerdo con los eventos y con una mirada de lástima, dijo:

—Es tu turno, Gonzo, del contraataque.

Los aspirantes se desmoronaron de risa. Comentarios como:

—¡Ese ni en pie puede ponerse! —se alcanzaron a escuchar.

**CRACCCK**

El cuello de Gonzo suena, y se levanta como un zombi, con un aura aterradora.

—Ahora sé quién es mi enemigo —dice.

Los ojos de Gonzo se tornan rojos, hasta la parte blanca. Fue un evento que nadie esperó.

—Parece otro —dice Li Chan.

—¡Los voy a matar a golpes! —dice Gonzo, con las venas de la cabeza visibles por la fuerza con que la apretaba.

Se coloca en posición de sumo y va a por todo contra Li Chan, partiendo parte del piso de la doncella de hierro a su paso, como si el piso fuera de cristal.

Aumentaba la velocidad y dejaba de partir tanto el suelo, solo iba como una bala, haciendo volar piedras pequeñas en su camino hacia Li Chan. La embestida que le daría no sería poca cosa.

En breve, Gonzo estaba casi que con sus dos manos sosteniendo la cabeza de Li Chan.

Li Chan puso sus brazos en una posición defensiva, porque a tal velocidad, esquivar no era una opción, e intentar frenarlo era lo único que se le ocurrió.

Al menos aguantaría la embestida, obviamente con las manos desnudas, porque no le dio tiempo de sacar su hacha. Sino, la historia quizás fuera otra.

**KABOOM**

Gonzo cayó de repente al suelo, dejando la cabeza enterrada en el suelo, centímetros antes de llegar a Li Chan.

Yu Chan...

Volteó al lado y dijo:

—¿Por qué lo detuviste, Titania?

Titania, un poco perdida, frunció el ceño, pues no era una pregunta que para ella fuese coherente.

—¡Es que era mi turno! —dice inocentemente.

**Titania muestra de qué está hecha**

Li Chan recordó que faltaba aún Titania.

—Es verdad, ¡jajajaja! Gracias al cielo. Ese impacto sí me habría tomado por sorpresa —y luego de secarse el sudor de la frente, sacó su hacha.

—¡Vamos a ver qué tal te va esta vez!

Gonzo se levantó, y una cadena estaba en sus pies.

—¡Pero qué rayos! ¡Ah, tú eres mi enemiga principal, maldita! —dice Gonzo.

El hada de cabello morado, cuyas cadenas flotaban alrededor de ella, dijo de manera indiferente:

—No sé a qué viniste, Gonzo, pero tu victimismo no sirve en la doncella de hierro.

Yu Chan...

Aspirantes...

—Esta chica es tan fría como peligrosa —pensaron, mirándose unos a otros.

Gonzo se levantó con la cara ensangrentada.

—Ahora sí es mi turno, ¿no, Yu Chan?

—En efecto, Gonzo. Tienes 6 golpes. Si cada uno te los esquiva, ya acaba allí. Y disculpa por equivocarme. Aún no era tu turno —dice Yu Chan—. Y aunque sea el mismo objetivo, tienes derecho a solo 6 golpes.

Gonzo esbozó una sonrisa macabra.

—Está bien. Voy a partir a la maldita zorra calentona.

Se quita la cadena y rápidamente carga en embestida hacia Titania, y le lanza un golpe en forma de mazo a la pequeña Titania en el cráneo.

Li Chan se preocupó por Titania por la magnitud del golpe sin piedad.

—¡Está loco! ¡Quiere matarla! Va en serio —dice.

—Parece que en verdad le faltan tornillos a Gonzo —exclamó Yu Chan.

**SPLATT**

El golpe chocó con la palma de Titania, que absorbió toda la fuerza, y el aire revoloteó, haciendo ver su hermoso cabello morado alzarse un poco por los aires.

Yu Chan y los aspirantes estaban más sorprendidos que el mismo Gonzo. ¿Cómo tenía tanta fuerza física y con ese físico? ¿Cómo podía hacer eso? En serio, que la chica era absurdamente poderosa.

Tanto que no cualquiera la entendería, menos Gonzo, que no perdió el tiempo y le proporcionó una patada, la cual ella detuvo con su rodilla. Y otra vez, el aire hizo revolotear, esta vez el vestido, y se pudo apreciar una prenda de rayas debajo de él. Era claramente su ropa interior.

Apenas alcanzaron a ver por un segundo el color blanco de sus bragas, y la audiencia, que en su mayoría eran hombres, se sintieron afortunados por una vista tan maravillosa.

—¡Gracias, Gonzo! —era un pensamiento que cruzó por la cabeza de varios espectadores, incluidos los hombres que veían por cámaras.

Las personas que miraban por cámaras no son otras que los 8 guerreros cristales y los hombres con más jerarquía del Semireino de Cristal.

—Ese Gonzo tiene mucha fuerza y agilidad para su tamaño —dice una de los 8 cristales, el 4º semicristal, un hombre de cabello negro y rizado.

—Así es. Hasta el menos inteligente es de temer. Pero mira, la chica ya le sostuvo 4 golpes con su propio cuerpo, y ni un rasguño tiene —dice la semicristal 2, de cabello azul oscuro.

—Es aterradora. Es mejor que lidie con ella el semirrey de cristal, o sino nuestro campeón.

—Mmm, es verdad —dice la 8ª semicristal del ranking.

El golpe que lanzó Gonzo pegó, dejando un hueco en el suelo, porque Titania se apartó.

Luego, Gonzo saltó muy alto para caer en tacleada directo a Titania. Esta cruzó los brazos y recibió el impacto de frente, como si detuviese la mismísima fricción y energía cinética. Los brazos del hada de cabello morado ni siquiera se movieron un centímetro por el golpe antes dado.

Al siguiente instante, Titania separó sus brazos hacia afuera, expulsando a su contrincante hacia atrás, mucho antes de que este tocase el suelo.

**Bamm!!**

Se estrelló en la parte alta de una pared, quedando enterrado su cuerpo en ella, para luego caer lentamente hacia abajo, hasta el suelo.

Al despertar del explosivo empujón de Titania, este no podía creer lo que estaba pasando.

—No puede ser. Esto es imposible. Gonzo, ser el más fuerte. Esto es un sueño —era lo que repetía, estando en un estado cercano a la disociación.

Yu Chan dio por terminado el encuentro que se desató.

—Gonzo, ya acabaste tus 6 golpes. Así que hay que pasar a otra petición, sin rencores, ¿ok? —lo dijo normalmente, pero teniendo en cuenta la condición de Gonzo, parecía algo irrespetuoso, pues tal humillación no es algo que Gonzo olvidaría tan rápido.

Gonzo, como si no lo hubiese escuchado, tomó 3 piedras del cristal negro que había caído de la pared y las lanzó con toda su fuerza a Titania.

Yu Chan se alarmó.

—¡No! ¡Alto! Eso es cristal negro. Su poder es inimaginable.

Titania abre una palma de su mano para atrapar estas 3 piedras que venían a una velocidad absurda, no por la fuerza de Gonzo, sino que el cristal negro ya viene con una fuerza inicial que, al romper su estado de inercia, adquiere una fuerza y, por ende, velocidad aterradora que hasta ahora no medían.

Como la lanzó Gonzo, no fue capaz de sacarla por completo de esa inercia, pero la piedra de cristal de por sí es muy fuerte.

Titania ve lo rápido de la piedra y entrecierra los ojos.

Calculaba la velocidad y llegó a la conclusión de que era un 20% la velocidad del sonido. Parecían 3 láseres en secuencia.

Ella las atajó una a una, porque Gonzo las lanzó en tiempos diferentes, por supuesto que fue por el movimiento de la mano, porque las 3 las lanzó desde una misma mano.

Titania las detuvo las 3.

El láser, al chocar con sus manos, desató un polvo amarillo que cayó en ella como nieve, haciendo relucir su belleza de hada con más fuerza. Y al abrir la mano, las 3 piedras negras eran una misma.

Así es, las había unido, y no por el choque, sino por la presión de su palma izquierda.

Esta la soltó al suelo. Microsegundos más tarde, regeneró todo el pavimento que Gonzo había roto en la doncella. Obviamente, eso Titania no lo tenía planeado, pero le encantó lo armonioso que era el cristal negro de la doncella de hierro.

—¿Por qué no mueres? —decía Gonzo con una voz fuerte, acompañada de una expresión miserable.

Titania sonríe y dice:

—De todos los aspirantes, eres el más cuerdo, porque un loco no me atacaría así. ¡Jajajaja!

Ríe a carcajadas.

—Tienes la realidad alterada.

—Quieres matarme, y yo no te he hecho nada. Empieza a aprender a leer antes de saber por qué no puedes contra mí. ¡Ajajajajaja!

Titania, en verdad, se divertía con Gonzo. Las palabras hirientes de esta no solo golpeaban a Gonzo, sino también a la audiencia. Una vez más, entendían que el hada de cabello morado y cadenas del duende era diferente y peligrosa.

Yu Chan no podía ocultar su sorpresa ante lo escuchado; sin embargo, igual estaba un poco de acuerdo con ella.

Los aspirantes murmuraban:

—Esta chica no es normal. Da miedo... terror... y pánico.

—No te preocupes, Titania. Él es poco listo, pero ya se le pasará esa cosa que tiene y será útil, o algo de utilidad se le sacará a nuestro grupo —dice Li Chan.

—A mí no me metan en su grupo. Jamás he aceptado ser parte de ustedes, así que no me interesa —dice el hada fríamente.

**Todos contra el gorila de clase King Kong**

La segunda petición tenía que empezar, puesto que las órdenes de la doncella de hierro eran la ley actualmente.

—¿Qué? Yo aún no he golpeado a todos —dice Gonzo.

Li Chan, un poco perturbado por lo que había oído, le explica a lo que él no podía ver más como un cabeza hueca:

—Ya los gastaste en Titania. Incluso fueron más de los que podías.

Gonzo, aún no satisfecho, dijo:

—Demonios, esa maldita bruja, tramposa.

Nuevamente, los oídos de Yu Chan fueron perforados con palabras de Gonzo.

—¿Qué tienes contra las brujas? ¡Ellas, la asociación de los clanes! —Este rápidamente se dio cuenta de que Gonzo no lo había dicho al literal, por lo que procedió a ignorarlo.

Retoma su tarea asignada por la doncella de hierro, y lee con toda atención:

—Peleen contra un gorila salvaje y grande. La contraparte es que si no eres hostil, no te ataca, pero esto ha de estar acompañado de que no te muevas si se acerca.

Li Chan sabía que era una contraparte muy absurda que no les sería de mucha ayuda, puesto que quién estaría sereno delante de un gorila. Además, el comportamiento dócil de un gorila es salvaje.

Las paredes comienzan a cambiar de forma, en especial la pared del frente comienza a elevarse como si fuese una celda. El espacio es grande. Pisadas y comienza a sonar.

Poco a poco, una respiración fuerte que desata la calma entre los presentes, e incluso ráfagas de viento con olor maloliente salen del túnel.

Uno de los aspirantes, Fen, dice:

—Hay algo que se mueve. ¡Ahh, es un gorila enorme!

El gorila sale a flote y mide aproximadamente 5 metros, con pelaje marrón. Es un animal salvaje que a simple vista no parecía muy social.

—¡Ahhhhhhhhhhh!

Cho, otro aspirante alarmado, dice:

—¡Es uno de la raza King Kong! ¡Es de la raza más fuerte!

—¡UUUUH GRAAH! —El King Kong está en modo alerta y parece no estar contento.

Li Chan coloca la mano en su sombrero.

Queda un poco desconcertado porque no era lo que esperaba. No pensó que habría una prueba tan difícil. Sin más, dice:

—Da miedo, y eso que está encadenado. Además de eso, parece que no los percibe como calmados. Apenas suelte esta bestia indomable, correrán cabezas.

—¿Imagino que no lo soltarás, o sí? —Responde Li Chan.

—Yo tengo la llave, obviamente. Y encadenado no puede estar por mucho tiempo.

—No sé cómo pretendes remover esas cadenas a ese gorila. ¿Te le acercarás? —Pregunta muy intrigado Li Chan.

—No —dice en respuesta—. No te preocupes, no tengo que acercarme para soltarlo.

Saca un bastón negro con rayas blancas y dice:

—Basta con golpear el suelo con este bastón, que está hecho de cristal negro más especial de la doncella de hierro.

La expresión de Li Chan se tornó insegura.

—¿Estás diciendo que aquí no aplica lógica común?

Yu Chan, muy serenamente, explica:

—Es fácil. El cristal negro de la doncella de hierro es el material más poderoso en este lugar. Al chocarlo contra el suelo, se transmite la energía en ondas y parte materiales más débiles que él. Y la arcilla negra con la que están hechos los grilletes del King Kong son de los materiales más débiles de aquí.

El cristal muy especial negro de la doncella de hierro tiene rayas blancas y por dentro es amarillo. Eso lo diferencia del resto de materiales. De hecho, solo tenemos dos bastones de ese material.

Aunque fue el mismo material que Gonzo le lanzó a Titania, acá hay aproximadamente 30 toneladas de ese material, pero no es permitido su uso.

Regresando al presente, chicos:

—Solo esperaré unos segundos para que armen su estrategia, y golpearé con fuerza el bastón contra el suelo.

Segundos después, saldrá un gorila de la clase King Kong, la más agresiva, y peor, es más agresiva contra mujeres.

Titania, ya cansada de escuchar hablar tanto tiempo a Yu Chan, dice:

—¡Ya suéltalo! —Con una mirada sin expresiones.

—Bien. **PUUUMMM** —Golpea el bastón contra el suelo de cristal negro, haciendo una onda sónica que atormenta a todos.

**CLANK, CLANK, CLANK** —Las cadenas y grilletes se hacen añicos, y sale el King Kong de sus ataduras.

—¡El monstruo ha sido liberado! Feng, Ley y Titania se encargarán de la defensa. Yo y Gonzo iremos por los laterales, y Cho atacará desde lejos. Y si puedes, busca un lugar alto para que ataques mejor con tu arco.

—¡Entendido! —Gritan todos, con excepción de un hada de vestido azul, que no dice una sola palabra.

—¿Estás de acuerdo, Titania?

Titania no hizo un gesto de aprobación ni de rechazo.

Li Chan...

Titania...

Yu Chan rio.

—A Titania no la vas a entender ni dar órdenes. Eso es seguro.

**PAAMM** —Golpea el bastón con un mineral parecido al hielo, y el bastón se oscurece.

Titania hace una pregunta en voz baja a Yu Chan:

—¿Ese es el semidominio?

—Sí y no —responde Yu Chan—. El semidominio es algo que yo obtuve por el rey, y la doncella de hierro lo potencia en cuanto a este bastón. Solo fortalece mi semidominio. A la vez, absorbe y expulsa energía absorbida.

En otras palabras, acabo de recargar al bastón que potencia a mi semidominio, el cual se llama Ici Berg, y me da autoridad sobre otros materiales de la doncella.

Combinado con el hielo que no se derrite, que es el núcleo de poder de nuestro semirreino, se vuelve negro porque así es la naturaleza final del cristal frío. Al oscurecerse el hielo, es un indicador de que se extrae el máximo.

En otras palabras, ¡venciste a un poderoso ataque!

Titania suspira.

—Qué explicación tan larga.

—Supongo que el rey semi tiene el bastón final que controla todos los otros materiales —pregunta el hada de peculiar cabello morado.

—En un principio, o en teoría, así sería. Pero al igual que yo, no extraemos el poder completo de los minerales. Nosotros, los mortales.

—¡Dejen de parlotear y ayuden! ¡Este gorila nos va a matar!

Gonzo, siendo más fuerte que el gorila, gritó:

—¡Ahhhhhh! —Y se fue de frente contra el gorila.

Este le proporcionó una tacleada que hizo retroceder un microcentímetro al gorila en el mundo microscópico. El gorila le gritó en su idioma, y casi que se pudo escuchar la traducción de "uuuahh" a "tonto".

Gonzo estaba perplejo. Por fin se había dado cuenta de un % de su estupidez. Para ser más preciso, por primera vez fue consciente de que lo que lo impulsaba a atacar era su ego.

Así es, ya había aprendido que el ego es falso. Y aunque él quiera decir que es más fuerte que el gorila, pues la realidad era otra. El King Kong sí le pareció razonable que fuese más fuerte que él. Sin embargo, todavía tenía dudas sobre Titania. Pues así era Gonzo.

El King Kong agarró por la cabeza a Gonzo y lo apretó, cada vez más fuerte.

—¡Ahhhhh, suéltame!

El King Kong no se detuvo y lo apretó hasta que la sangre salía de sus ojos, nariz y cabeza.

—¡Vamos a ayudarlo! —Grita Li Chan.

—¡Los demás aspirantes saltaron a la carga!

El King Kong cambió su mirada hacia el grupo que se dirigía hacia él.

**¡Pam! ¡Pam! ¡Pam!** Golpeó el suelo con el cuerpo de Gonzo varias veces y lo lanzó hacia el grupo que venía corriendo juntos desde una misma dirección.

Parece que no les dio tiempo de reagruparse, o quizás fue que no se dividieron por la estupidez de Gonzo de enfrentarlo de frente. Pues no tuvieron más opción que atacar por impulso.

El cuerpo de Gonzo venía a una velocidad bastante rápida. Li Chan logró esquivar el cuerpo de Gonzo y, como iba adelante del resto, no vio la escena que se desarrolló atrás.

La bala humana que había creado el King Kong golpeó a los 4 aspirantes y fueron arrastrados con la fuerza que llegaba, a ser como la de una bala común y corriente, pero para un saco de carne tan grande y duro como Gonzo, los pegó de la pared a los 4 integrantes y quedaron como estampillas y fuera de combate.

El King Kong había acabado con los 4 aspirantes en un abrir y cerrar de ojos. Estaban todos inconscientes, y Gonzo no se sabía si estaba vivo o muerto, puesto que es el que más sangraba. El resto fue noqueado, nada más.

Li Chan voltea y ve esa escena por el gran estruendo que hizo y queda estupefacto.

—Este King Kong es una bestia muy fuerte —lo dice sudando y con miedo en su rostro.

El King Kong ve a Li Chan y se ríe. Ese animal salvaje no se toma en serio a un humano que percibía tan débil y comienza a hacer piruetas en el suelo en forma de burla.

—Tranquilo, no es invencible. Además, esos 4 aspirantes no son necesarios para esta batalla.

Fueron las palabras que hicieron que el corazón sumergido en el miedo dejara paso hacia el análisis de un posible ataque.

—¿Alguna idea? —dice Li Chan.

—Solo ve por él con todo. Yo te cubro —dice muy confiada Titania.

—¡Perfecto! —De alguna manera encontró calma en esas simples palabras, y en esa estrategia tan común.

Los ánimos de Li Chan fueron renovados.

—Esta mujer es de confiar en combate —pensó Li Chan.

—¡Cadenas de duendes, escuchen mi llamado y ataquen con descargas eléctricas! —Las cadenas salieron disparadas y el gorila se cubrió de ellas, levantando el brazo.

Las cadenas estaban cubiertas de electricidad, pero la piel gruesa del King Kong no dejaba que penetrara en él la electricidad.

Las cadenas se enroscaron alrededor del brazo del gorila e intentaban llegar desde el brazo hacia su otra mano, pasando por la espalda, como si lo quisieran esposar con las cadenas.

Pero esto no pasaría, puesto que el gorila se resistía y con su pelaje y piel también resistía la electricidad como si nada.

Li Chan corre hacia el gorila. Al estar al rango, le tira un hachazo. Antes de poder conectarlo, entra en el rango de visión de este animal salvaje, lanzándole su mano izquierda desocupada al guerrero del clan rojo.

Li Chan lo esquiva, deslizándose por el suelo como si fuese un derrape. En un parpadeo, ya estaba detrás del gorila por el desliz tan fuerte.

—¡Ahora, dale con todo en esa pierna! —El grito encendió el corazón de guerrero de Li Chan. Este era el momento de demostrar por qué era el número 1 en su clan.

Apenas escuchó la orden, recobra rápidamente la postura, apoyando firmemente el pie en el suelo, y este lo rompe. La grieta en el suelo a su alrededor se abre, e incluso sin voltear el hacha al lado del filo, empezó su recorrido desde el mango.

Y sin ver hacia atrás, porque ya había calculado que la pierna del King Kong estaba justo en la posición en que lanzó el golpe.

Lanzó con toda su fuerza ese golpe.

**¡BAANNG!** —El golpe de Li Chan fue con toda su voluntad y energía, más su fe en Titania, y logró que el King Kong se cayera hacia adelante. Desde la posición que atacó Li Chan, fue con el fin de que se fuese hacia adelante para que Titania hiciese el resto.

Titania vio la victoria. Se hincó de rodillas con las manos juntas y dijo:

—¡Cadenas del duende verdadero, electromagnéticas, restrinjan con ataduras!

Las cadenas se movieron alrededor y esposaron al King Kong. El gorila ya no se podía mover, a menos que fuera pataleando.

**GRAAHHH, UUUAHH** —El King Kong se desesperó.

Los rayos eléctricos de las cadenas se activaban cada vez que este intentaba soltarse.

**Zzzzzzzttt**

Esto hizo que dejase de forcejear.

—¡Es increíble, lo conseguimos! —dice Li Chan.

Titania se levanta.

—Buen trabajo, Li Chan. Ese movimiento del hacha fue impresionante y crucial para la victoria.

—Es mi mejor ataque, aunque normalmente es para cortar, no para golpear con el reverso. No sabía que tenía tanto poder explosivo. Pero tus cadenas y rayos son aún más que impresionantes.

—¡Jajajaja! —Rieron ambos.

Yu Chan expresó su buen humor, llenándolo de halagos a ambos, puesto que habían completado lo que parecía imposible.

—Solo quedamos dos personas. Son demasiadas peticiones, y sigues con la misma carta en la mano —dice Titania.

Yu Chan ríe felizmente y dice:

—Esas peticiones son solo para descartar a los que no son dignos. Solo habían 2 peticiones, y no hay más.

Li Chan queda en shock.

—¿O sea, todo era una farsa para sacar lo mejor en la peor situación?

—No exactamente. Fue solo un evento para probar el despertar del juicio de la doncella. En otras palabras, la doncella los castigará por sus pecados, tanto a ustedes como a los que fueron enviados a la doncella, y a los que los enviaron también.

—Es el renacimiento de la doncella, así dice la carta del papel que es el actual representante de la doncella.

—Nosotros ni sabemos qué es la doncella de hierro —dice Titania con una expresión un poco molesta y de brazos cruzados.

—Es verdad. Lo siento mucho, chicos, pero ahora ya puedo decíroslo.

—Es una cámara que fue hecha para hacer sufrir mucho a una persona antes de morir como sentencia. Tenía metal oxidado y atravesaban puntos no vitales para asegurarse que no muriese rápido la persona.

—¿O sea, en versión miniatura? —preguntó Titania.

—¡Supongo! —Y entonces, ¿por qué ahora es una caverna? —responde a Titania Li Chan.

—Este es la dimensión interna de la doncella, y ya no abre sus puertas y no deja entrar en su interior verdadero.

—Si entráramos en su verdadero interior, tendría que destruirla, porque no dejaré que me torture.

—Qué temeraria eres, Titania —dice Yu Chan, sonriendo de buena manera.

—Sin embargo, eso no es tan sencillo.

**Entran los organizadores**

Pasos se escuchaban desde la puerta en donde, hace un instante, salió el King Kong. Se oían a lo lejos porque todo estaba en total silencio.

**TAP, TAP** —Cada vez aumentaba el sonido de las pisadas. Estas se acercaban cada vez más.

**RRRZZZ** —Acompañando al sonido de las pisadas, un arrastre de cadenas. Poco a poco, el ruido se fue intensificando, y luego sonidos de pies iban al ritmo al unísono, como si varios seres estuvieran arrastrando cadenas.

Yu Chan, Li Chan y Titania tenían su mirada puesta en el túnel.

Como si fuese una caminata de zombies, comenzaron a salir encadenados, con cadenas de acero y grilletes tanto de madera como de acero y otros materiales. Niños, niñas, hombres y mujeres, apenas con prendas visibles.

Algo bastante curioso es que los grilletes de madera solo los usaban los hombres musculosos.

A Li Chan le pareció raro que los hombres llevasen los de madera y las niñas llevasen unos de acero.

Bueno, aunque realmente solo había una niña en el grupo de los 8 zombies o personas.

Realmente, estas personas estaban en mal estado. Un niño llevaba una cuerda en vez de grilletes, como si le hubiesen hecho un nudo de zapatos en las manos.

Más atrás venían saliendo 4 personas que Yu Chan sabía claramente quiénes eran.

—¿Usted acaso no estaba de aquel lado, semi rey?

Judi Blanco se disculpó y dijo:

—No tenía otra elección. Las 3 personas que te trajeron aquí fueron una de los 8 cristales y sus 2 escoltas. La comida tenía un alucinógeno controlado para que nos vieran a los 3 sin ningún problema como el semi rey y sus escoltas.

Yu Chan, muy desconcertado, pregunta:

—¿Qué necesidad había?

—Fueron las órdenes del representante de la doncella de hierro.

—Ah, entiendo. Mis disculpas por dudar de usted, mi semi rey —dice Yu Chan.

Titania se acerca un poco al semi rey y pregunta en voz alta:

—¿La chica por qué quería que yo fuese su subordinada?

Yu Chan..., Li Chan..., Judi Blanco...

Judi Blanco se sorprende. Su viejo corazón llevaba tiempo sin llevarse una sorpresa tan grande.

—¿Desde un principio supiste que no éramos nosotros, sino alguien más?

—La que te dijo lo de Mukama fue para no levantar sospechas, pero supongo que te quiere en sus filas. Fue la número 2, Kiri, la medusa de hielo.

—Debió ver potencial en ti, pero ahora que demostraste tal poder, ya no puedes ser su subordinada —dijo Judi Blanco.

—Un trabajo de Mukama es honrado, pero no es mi objetivo —dice Titania sin mostrar etiqueta ni adorno en sus palabras.

Judi Blanco pasó por alto la forma de hablar de esta curiosa chica y prosigue a hablar a todos los presentes:

—Así es, cambiando el tema. Les presento al duque de Tulipán, al general de guerra y al conde del Carnaval. Conmigo formamos la élite del Semireino de Cristal en cuanto a estatus se refiere.

Luego van los 8 cristales, después mi ejecutivo Yu Chan, el líder de los ejecutivos extranjeros, y quien hizo posible la doncella de hierro.

Yu Chan se colocó a un lado del semi rey y pregunta con sutileza:

—¿La historia va a cambiar nuevamente, no?

El duque de Tulipán responde casi al instante:

—Así es.

Judi Blanco muestra una actitud un poco preocupada:

—Según las órdenes, debo golpear el bastón de cristal negro de la doncella. Esa acción liberará a dos individuos, y uno será el encargado que elegirá la doncella dentro de estos 8 individuos. Saldrá a liderar y castigar.

Los 8 cristales están al fondo del túnel porque quizás también ameriten castigos. Nadie sabe si la doncella estará o no de nuestra parte, pero hay que hacerlo, sino será peor. Surgirá por sus medios y nos matará, o al menos eso creemos por la historia.

—¿Están listos, Li Chan y Titania?

—Esto es bastante repentino; sin embargo, ya llegamos hasta aquí. Solo hazlo —dice Li Chan.

**PAM** —El bastón lo choca contra la cadena directamente, una que todos compartían. Esta quiebra los grilletes de madera de un hombre alto y fuerte.

—Mmm, ¿qué es esto? —El hombre va poco a poco regenerando su pigmentación de la piel.

—Hmm, estoy vivo, eh. Luego de que me metieran en esa cosa...

—¡Jajajaja! —Ríe despreocupadamente.

—La verdad, mordí mi lengua. No soy tonto para aguantar tanta estupidez.

—Pero ya que me revivieron, quiere decir que soy más especial de lo que pensé. ¡Dame el bastón, anciano!

Judi Blanco, casi temblando, dice:

—Si lo quieres, debes demostrar que lo mereces.

—Hmm, me llamo Lorenz, viejo. ¿Con demostrar te refieres a mis hazañas?

El conde interrumpe y dice:

—Eres el torturador más grande de nuestra historia, y su hobby era moler a tus presas a golpes hasta que se desmayasen.

Lorenz se hace el sorprendido.

—¡Vaya! Así es, entonces soy famoso.

—Bueno, te diré que esa es justo mi especialidad.

—Les diré: Recobré mi mente desde hace días, solo no podía mover mi cuerpo ni hablar. Estoy al tanto de la doncella, por eso digo que yo soy digno de ser el líder.

Li Chan interrumpe y dice:

—¡Cierra la boca, musculoso sin cerebro! Es obvio que solo eres un peón en todo esto. El bastón no te pertenece.

—Creo que ya sé a quién voy a moler a golpes primero.

Lorenz se acerca lentamente y dice:

—¿Cómo te llamas?

—Li Chan, y tú, ¿qué quieres hacer? ¿Combatir contra...?

Antes de que terminase la frase, Lorenz ya le había dado un golpe y tumbado al suelo a Li Chan.

**BAM, BAM!** —Lorenz reía mientras la sangre de Li Chan salía. En un abrir y cerrar de ojos, ya se le había montado encima y lo castigaba con golpe tras golpe hasta que sus puños se pintaron de rojo, y la cara de Li Chan se empañaba de sangre.

—Es un enfermo —dijo Yu Chan, expresando asco en su cara.

—Si la doncella resulta ser él, esto será un caos —piensa Judi Blanco.

El duque se preocupa:

—Las cosas aún no se han determinado. Hay que ver.

Titania...

Por otro lado, Li Chan, en medio de todos esos golpes, sonrió.

Lorenz se frenó y dijo:

—¿Qué es tan gracioso?

La cara de risa de Lorenz se había disipado por un momento.

—¿Acaso usando artimañas sucias logras ganar batallas? Jejeje —ríe Li Chan—. Me acabo de dar cuenta de que solo eres un torturador y no un guerrero.

—¿Qué dices? Si estás a mi merced, eres mi conejillo de indias —y continúa golpeándolo hasta que siente unas piernas en su cuello, y estas hacen que retroceda la espalda hacia atrás.

Li Chan saca su hacha y con mucha fuerza le da con el mango. No porque no lo quisiese matar, sino que así tiene más poder explosivo.

**Bammm!** —Le proporcionó el golpe en el pecho y le partió todo el tórax. Lorenz retrocedió por el impacto, quedando vomitando sangre.

—¡Yo soy el hombre más temido, maldito! No eres mejor que...

Antes de que Lorenz terminara la frase, Li Chan atacó con los ojos inyectados de sangre y dijo:

—¡Un maldito cobarde como tú no merece moverse a placer! ¡Bam!

Le proporcionó un golpe con el mango del hacha en la pierna y se la rompió.

—¡Ahhh, no, por favor! Eso me duele —eran las palabras que decía el sujeto que se divierte torturando.

—¿Así es el tan temido torturador? —dice Li Chan.

Lorenz estaba aterrado. Sentía miedo y mucho, mientras la sangre cubría todo su cuerpo. Recordaba las torturas que él hacía.

—¡Yo debería de estar torturándote, Li Chan!

**Bam!** —Le proporcionó otro golpe en el brazo.

—Sanará. Aún no está roto, pero te arrepentirás de todas tus locuras siempre que cruces puños conmigo, escoria —dice Li Chan.

Lorenz se había desmayado del dolor. Segundos antes, las lágrimas de súplica inundaron su rostro.

—Parece que te estás fortaleciendo, Li Chan.

Li Chan ríe y dice:

—Sí, un poco.

—Excelente, Li Chan. Me sorprendes.

Judi Blanco se une a la conversación:

—Es un excelente guerrero. Menos mal, y Lorenz no era el representante de la doncella.

—Creo que es mejor que libere al otro. Ese será el que nos guíe, presiento —dice el duque de Tulipán.

**PUM** —Choca el bastón contra el suelo.

Los grilletes de acero se rompieron. Una chica cuya mirada estaba muerta, pero con los ojos abiertos. Un viento hizo revolotear su cabello amarillo con rayas marrones, como si fuese una anomalía en esta doncella.

Ella no llevaba ni una pizca de polvo ni de suciedad, aún con su atuendo hecho de trapos marrones, como si fuese una esclava.

El duque se quedó viendo con un brillo en sus ojos.

—Esa es Suruki, la esclava eterna.

—He escuchado que mataba a los nobles —dice el conde.

Judi Blanco se enfada:

—¡No saquen conclusiones!

—No hay registro de ella en la doncella. Solo son leyendas.

—¿Quiere decir que quizás su amo la mandó a castigarse y se metió en la doncella? —dice el general de guerra.

—Eso es muy ruin. Quizás solo fue un cordero más, no un pecador —añade Yu Chan.

—La historia va a cambiar. Dicen que a ella le gustaba ver a los animales tener sexo —agrega a la conversación el duque.

Suruki levanta la cabeza. Sus ojos ya no eran de un zombie, ni su mirada de pescado muerto. Eran grises, como los de un felino. Su cabello no era corto ni largo, y su contextura era la de una chica delgada de tez blanca.

—¿Qué hago aquí? —dice Suruki.

Yu Chan respondió:

—Quizás usted es la representante de la doncella de hierro.

Suruki voltea y dice:

—No seas blasfemo —al voltear, entrecierra los ojos.

—¿Qué haces con ese hueso en forma de bastón, anciano?

Judi Blanco se quedó perplejo:

—¿Hueso?

—Veo que no sabes. Te perdonaré, pero no lo vuelvas a usar.

Alza una palma y dice:

—Ven a mí, Bone.

El bastón del semi rey comienza a vibrar y va directo a la mano de Suruki.

Todos se quedaron sorprendidos. Claramente, era alguien que tenía autoridad y de alguna manera representaba a la doncella.

Suruki le habla a las cartas y le dice:

—Póntelo. No tienes por qué estar en esa forma.

Le lanza el bastón, y este lo cubre con papel y lo transforma en un hueso, y luego en más tinta negra.

—Aún faltan partes, ¿no? Kyodai —se refiere a ese ende con un sentimiento muy profundo y perceptible.

—Mis disculpas. Yo también tengo uno de esos bastones —dice Yu Chan al ver la escena.

—¡Dáselo a Kyodai! —dice Suruki.

Yu Chan sabía que se refería al papel que jugaba con tinta. Le dio el bastón, el cual este convirtió en hueso y luego en tinta.

—De igual manera, esas partes ustedes no pueden utilizarlas bien. Mejor los materiales que son más compatibles con ustedes.

—¿Entonces usted autoriza la guerra y el estudio de materiales?

Suruki expresó irritación:

—¿? No seas estúpido. Yo no decido eso. Nada más lo decide la gente que atenta contra mí y/o a los míos.

Judi Blanco asintió y dijo:

—Ah, ya veo. Solo necesita información.

Suruki volteó y dijo:

—Aún faltan partes de Kyodai. El cráneo, creo. Lo debe tener alguien por allí, al suroeste.

—No siento su presencia. ¿Quiere decir que saben de su regreso y están esperando el momento? No sé.

—¿El regreso de qué? —preguntó Titania.

—Pareces muy interesante. Así que te lo diré. El verdadero lord de esta doncella es Kyodai, y tiene la mayor autoridad de acá. Él es la doncella hecha hueso.

—¿El papelito? —dice inocentemente el hada de cabello morado.

Suruki rió débilmente ante tal respuesta.

—Sí, el papelito —dice de forma sonriente.

Suruki casi no aguantaba las ganas de reírse a carcajadas por el diminutivo de Titania hacia el lord. No lo encontró como un insulto para el lord, sino más bien una forma de la personalidad de la mujer que era capaz de utilizar magia élfica o las cadenas del lingote del duende, que no parecía tener malas intenciones.

Suruki entrecierra los ojos y se acerca hacia Li Chan y dice:

—¿Quieres mi cuerpo?

Li Chan, sacado de contexto, de pronto comenzó a divagar todo tipo de pensamientos.

—O sea, no eres de mis gustos, pero quizás sí en otra ocasión —Li Chan estaba apenado por el contexto.

Suruki ve a los ojos a Li Chan y ve el dolor de búfalos que se oyen en toda la doncella. Claro, esto solo perceptible para ella y el lord.

En los ojos grises de Suruki se reflejan la masacre de esos animales, lo cual Titania alcanza a ver.

—Mataste a una manada grande de búfalos. ¿Por qué?

Li Chan, aún confundido, dice:

—Ah, te refieres a eso. Pues debía medir mi fuerza, e igual son solo comida. Todos fueron devorados.

Suruki pone oscura la mirada, y los ojos grises se inyectan con un color rojo, y una lágrima de sangre sale.

Li Chan parpadea, y al abrir sus ojos, estaba en el aire, sintiendo un dolor en su garganta acompañado de una falta de oxígeno. Al bajar con pura voluntad la mirada, Suruki era quien lo tenía sostenido. Luego, esta lo estrecha contra el pavimento.

**¡BAAAMMM!!**

El impacto dejó un hueco enorme, y la cabeza de Li Chan estaba partida. Aún no estaba muerto, pero esta al filo de la muerte.

Judi Blanco...

Duque... —A los animales los favorece. Hay que cambiar ese sistema.

—Así es. Sino, seremos los siguientes —murmuró el conde.

—Quizás no podamos comer más carne —dice el general de guerra, al darse cuenta de que habló muy fuerte, se tapó la boca. Él presentía que se hablaba de más. Nadie lo iba a salvar.

Yu Chan negó con la cabeza.

—Creo que es más a la matanza innecesaria.

Suruki apretó los dientes.

—La doncella de hierro no deja morir a alguien a menos que sea totalmente del pecado.

—Si este hombre muere, es porque todo en él era malicioso. Déjenlo allí tirado.

Titania no parece estar de acuerdo y dice:

—¿Por qué solucionaría algo el golpearlo?

Esto causó miedo en los corazones de los presentes, pues, ¿quién se creía esta chica para ir en contra de la doncella?

Sin embargo, la respuesta no fue la que ellos pensaron. Suruki la miró de frente.

—Tienes razón, pero hay veces que solo se entiende con violencia.

—Mmm, eso lo explica todo. A mí tampoco me gusta explicar, pero, por supuesto, tú dices más a entendimiento, comprensión e imaginación.

—Así es. La fuerza es parte del cerebro para construir un mundo para los más desamparados, que son los animales —dice sonriendo la imponente e casi incomprensible Suruki.

Toca al gorila, y un relámpago negro es pasado hacia ella. El gorila se vuelve pequeñito e inofensivo. Las cadenas son retiradas del King Kong, y Suruki dice:

—Aún conserva la mitad de su poder, pero es ahora inofensivo. Todo el resto es la malicia humana. Él crecerá poco a poco, pero al igual que todos, se podrán corromper. Es mi misión encargarme de que no.

—¿Crees que nos podamos entender? —dice Suruki a Titania.

—Por supuesto que sí, pero no soy tan débil a los animales.

—Lo imaginé. A veces me dejo llevar por eso. Quiero que estés conmigo. De alguna manera, siento que eres más sabia que yo.

—¿Y cuál es tu primer objetivo? —dice Titania, casi que impaciente.

—Es fácil. Acabar con la esclavitud más grande de los animales. El reino del duende caerá ante mí.

Judi Blanco sonrió y dijo:

—¡8 cristales, prepárense! Porque bajo las órdenes de Suruki y Titania, más el lord Kyodai, nos convertiremos en reino.

Y antes que nada, liberaremos a todos los esclavos, incluidos animales, empezando por el reino de los duendes.

—¡Sí, señor!!!! —Los 8 dedos caen como estrellas y se inclinan hacia donde está Suruki.

—Qué gente tan hospitalaria. No se preocupen, antes armaremos un plan y atacaremos —dice Suruki, sonriendo.

—¡Sí, señora! —Dicen al unísono los 8 cristales, con la cabeza tan abajo que expresará su subordinación completa y honesta hacia ella.