La criada que por lo visto se llama Arisa, me dio uno de sus vestidos, me sentía incomodo con ello, preferiría mil veces ropa de hombre, pero agradezco el gesto, al menos ahora estoy seca, también me vendo el torso, por lo visto el cerdo del barón si me fracturo una costilla lo que provocaba que me molestara caminar o estar recta, pero al menos sentada no molestaba tanto.
Pese a todo la ayuda ninguna de las dos había hablado casi nada, además de sus ordenes y mis agradecimientos, pese a que ella era buena conmigo, y el Duke parecía ser un hombre decente no confiaba en ellos.
Además aun no entendía el porque de estas vestimentas sacadas del medio evo, incluso en el castillo no había luz eléctrica, sino que todo lo alumbraban con antorchas o velas.
Arisa puso un plato de sopa en la mesa de la cocina, y un vaso de agua, agua que parecía que la sacaron de un charco sucio, el color del agua en vez de ser transparente era café claro.
La idea que me carcomía ahora era preguntar en que año estábamos, suena irrisoria, pero algo aquí no cuadraba, nada a tenido sentido desde que Gran y yo entramos al maldito bosque, solo espero que mi Gran se encuentre bien... si no pregunto no sacare nada de información.
Cuando me dispuse hablar el Duke entre en escena, me refiero que llego a la cocina.
-Arisa sírveme un plato de comida... come con mostros Arisa.
-Como diga amo.
El Duke dejo caer su peso en la silla.
-Antes de hablar querida, ¿podrías decirme tu nombre?
-Me llamo Ali... Yume Yasume.
No, no estaba mintiendo, Yume era mi nombre antes de que mi padre, el señor Ackerman me adoptara.
-Que nombre tan extraño, Yume, suena como a... no ni idea a que diablos suena.
Arisa le sirvió al duke y se sentó a comer con nosotros.
-Suena como a yegua señor.
Hey que se cree esta criada de mierda.
No paso mucho hasta que tanto el duke como la criada que intentaba con todas su fuerza no reírse se largaran a reír.
-Ni siquiera se parece a yegua... podría mearme en los pantalones... mira como te mira con odio la pequeña Yume, no enserio me meo.-Mientras se moría de risa.
-Es una broma niña, no te lo tomes tan enserio, si sigues mirándome así harás que me des miedo.
-Mis ojos son de esta manera, así que acostúmbrense par de payasos.
Arisa puso el rostro serio, estaba seguro que la había molestado, cosa que me agradaba, pero se molesto por otro motivo que no había imaginado.
-Señorita Yume no tengo problemas en la manera que me habla, pero al duke debe respetarlo.
Su mirada era penetrante, pero ella no me intimidaba, pero provoco que desconfiara más en ellos.
-Arisa, no seas tan estiradas, la muchacha tiene caracter eso es bueno, además creo que tu vestido le quedo grande por el escote.
Me sentí cohibida, no es que no tuviera pecho, tenia, y por las veces que pillaba a Gran vérmelos, estaba segura de que pese a no ser grandes tenia lo suficiente para que él quedara encantado.
Aun así el vestido de Arisa me quedaba apretado por la cintura y grande por el pecho, además el duke no dejaba de mirarme, asi que me cubrí con mis brazos.
-No, no niña, no me mal entiendas, no soy como mi hijo, incluso si quisiera hacer algo no podría, a este viejo hace tiempo que el pajarito no se le levanta, a todo esto...
El duke se levanto de la silla, luego se arrodillo con ayuda de la mesa.
-Te pido disculpas por el comportamiento del animal que tengo por hijo.
Arisa estaba furiosa, sin duda no le había gustada nada lo que hacia el Duke.
-¡¡Argus eres el Duke, no debes postrarte ante nadie, levántate ahora mismo!!
Tenemos un nombre... un momento Argus Creyback, se llama igual que un generar Irlandés que por casualidad también era Duke del 1300 o por ahí.
-No te pedí tu opinión Arisa, además el demonio que tengo por hijo es responsabilidad mía.
-Pero Argus...
-Arisa no sigas.
Estaba claro que a Arisa le dolía ver al Duke postrandose, pero no lo miraba con ojos de una criada ve a su amo, sino como... un rostro que conocía muy bien los de mirar a la persona que te gusta.
-Señor Argus, si me permite decirle así, no pida disculpas por el cerdo de su hijo, a usted no a hecho nada malo, al contrario, levántese por favor.
El duke me hizo caso.
-Sabes niña tu mirada difiere mucho con lo que me dices.
-Señor Argus...
A Arisa no le gustaba que le digiera de esa forma.
-Como le decía, mis ojos son así por naturaleza, están rasgados porque provengo de tierras extranjeras, de Japón para ser exactos, allí es común tener la forma de estos ojos, así que le pido sin intentar faltarle el respeto que se acostumbre.
-Esa no es forma de hablarle al Duke.
El duque se dio una palmotada en el rostro y se refregó la cara.
-Arisa por el amor a Dagda y a tu Dios cristiano, déjala hablar libremente.
Ella se mordió el labio.
-Como ordene.
Hey, hey, hey, como que Dagda el dios que todo la hace bien, como alguien en pleno 2020 puede creer en... la vestimenta, que no haya electricidad, que hablen en irlandés antiguo, la concedía del nombre del Duke... no me digas que estamos en el... no, definitivamente eso no puede ser.
-Me intriga ese Japón de donde vienes nunca había escuchado hablar de él, ¿Cómo es?
Ignore totalmente la pregunta de Argus.
-Señor Argus, disculpe, me encuentro algo confundida aun, la pregunta le sonara extraña, pero me podrían decir en que año estamos.
Ambos me miraron extrañados y algo preocupados, él Duke le hizo un gesto a Arisa para que ella contestara.
-Es el año de nuestro señor 1295 después de cristo.
Tuve un mini infarto interior, ¿Cómo viaje en el tiempo?, ¿fue por esa niebla?, si definitivamente escogeré el insulto favorito de Gran para este caso... Al carajo.
-Ya veo entiendo es lo que creía, la situación con su hijo aun me tiene afectada, discúlpeme por la pregunta extraña, pero me pueden permitir otra.
-Si adelante... era Yume ¿cierto?
-Si correcto, gracias...
Me levante de mi asiento, todo el asunto hizo que me olvidara de mi costilla rota, así que cuando me levante de golpe dolió como un infierno, aun así puse mis manos sobre la mesa.
-No han visto o sabido, de un hombre vestido de manera extraña al igual que yo, tiene una cicatriz en la barbilla, pelo rubio, diría que a sus ojos seria el de un ingles mezclado con los de un extranjero, se llama Gran Venture.
-Tranquila niña, no hables tan rápido pero en respuesta corta no, ¿Quién es ese Venture?
-El es mi her... es una persona muy importante para mi, hubo una niebla cerca del castillo de Leap y nos separamos, luego su hijo me secuestro, les suplico que me ayuden a encontrarlo.
Tanto el Duke como Arisa se miraron a los ojos.
-Yume en compensación te dejare quedarte el tiempo que desees en mi castillo, yo me encargare de que mi hijo no te moleste, también buscare a ese Gran, será mi manera de pagarte el desagradable rato que los míos te hicieron pasar, si no te molesta eso si me gustaría que ayudaras a Arisa en su trabajo.
-Si promete reunirme con Gran, si estoy de acuerdo, pero si su hijo se vuelve a acercar a mi, esta vez lo mato, y hablo bastante enserio con eso ultimo.
-Como te atreves a amenazar al...
El Duke la interrumpió con un puro gesto de su mano.
-¿Entonces en un trato Yume?.
El me estiro su brazo, yo hice lo mismo, aunque tuve que sostener mi costado con el otro brazo por el dolor, el me agarro del antebrazo yo hice lo mismo.
-Bien, trato cerrado Señor Argus.
El señor Argus golpeo la mesa con alegría.
-Continuemos nuestra conversación en mi despacho, esta cocina esta mas helado que el corazón de Arisa.
El duke me guiño el ojo.
Tal vez mi corazón esta helado, pero al menos no tengo disfuncionalidad erectil como usted, amo.
-Te prohíbo que te metas con Junior.
No pude evitarlo su tonta conversación hizo que me riera, algo que al tener la costilla rota hacia que doliera.
-Mira Arisa dos viejos como nosotros aun pueden hacer reír a los jovenes.
Argus agarro por la cintura a Arisa
-Argus...
Ella apoyo su rostro en el pecho de Duke.
Come me gustaría llegar a esa edad con Gran.
Vamos muchacha a mi Despecho, Arisa haznos algún brebaje caliente para entibiar la noche... para los tres.
-Si Argus.
El Duke sonrió, el no perdió el tiempo me presto su brazo para ocuparlo de apoyo y me guio directo a su despacho, la habitación, tenia una chimenea que ya estaba prendida, una mesa de madera preciosa al medio de la sala como un escritorio, con una silla que hacia juego tapada en piel de oso, las murallas estaban adornadas de libreros repleto de libros y dos cuadros uno que supongo que era de él con su esposa y sus hijos, el otro cuadro era la de una muchacha pelirroja con traje de cuero, a su lado tenia una espada en su funda.
-Duke ¿Quién es ella?
-Esa picaflor pelirrojo, ya la conoces, es Arisa cuando Joven, una como le decían los romanos... una musa, una Venus.
Sin duda Arisa fue muy hermosa en el pasado, aunque me costaba imaginarla como en el cuadro, las arrugas y su pelo ceniciento, no ayudaban a la comparación... me quede contemplando la espada, que tonta es la misma espada que lleva el Duke en su cinto ahora.
-Duke me temo que debo pedirle algo más, su hijo me arrebato un cuchillo que es muy importante para mi, lo quiero devuelta.
-Como ordene... con esa mirada as hecho que incluso yo el Duke te obedezca.
Se rio burlonamente, pero estaba seguro que el la iba a recuperar por mi.
Vaya, este anciano hizo que bajara la guardia, tal vez pueda confiar en él.