Jack arremetió rápidamente contra Sir Willfest, pero él lo bloqueo fácilmente, Willfest contraataco con su espada, pero Jack compensaba su falta de técnica con su esquiva, aun así pese a que Willfest fallo, se las arreglo para darle una pata en el espinazo de Jack.
-Maldito caballero del orto.
-Acaso realmente pensaste que podrías venir a insultarme, hay un mar de diferencia entre nosotros artista de quinta, y cometiste el fatal error de pedir que te diera a mi hija, no suelo disfruta el matar a alguien, pero contigo hare una excepción.
-Se bastante bien que no doy la talla contra ti caballero del orto, pero...
Jack saco de su cinto unas esferas, se las lanzo a Willfest el instintivamente se protegió, incluso logro patear una de ellas lejos de él, pero al segundo explotaron, creando una cortina de humo negro que impedía que el caballero pudiera ver algo.
-Quien dijo que pelearía justamente.
Jack se reía de manera maquiavélica con total confianza de que el seria el ganador.
-Sabe sir, se muy bien quien es usted, caballero perdedor, mira que golpear al Barón, eso hizo que perdieras tus tierras ¿No?
-Viniste a monologar o a luchar.
-Te dije soy un artista, y uno debe presentar su obra antes de mostrarla, me pregunto de ¿Qué color serán tus entrañas?
Estúpido idiota mi cuchillo esta envenenado, con un solo rasguño bastara para que mueras de la manera más horrenda.
Jack se adentro a la cortina de humo, de alguna manera sabia exactamente donde estaba Willfest.
-El Barón Mons manda saludos...
Un fuerte sonido de apuñalamiento se logro escuchar, el humo se disipo, Willfest se las había arreglado para atravesar el estomago de Jack con su espada, mientras con su otra mano sujeto la muñeca de Jack para evitar ser apuñalado con el cuchillo envenenado.
-Escucha Jack, hay venenos que suelen ser muy efectivos, pero a la vez extremadamente apestosos, y tu arma apesta más que tú.
De un tirón retiro su espada del cuerpo de Jack, a él le salió sangre por la boca
-Perro maldito...
Jack miraba a Willfest con odio.
Willfest envaino su espada sin soltar la mano del artista, con su mano, ahora con su mano desocupada le arrebato el cuchillo.
-Veamos cuanto duras con tu propio truco.
-Espera no, por favor, me iré sin ningún problema, no diré nada, no me mates te lo implo... ahhhh...
Jack grito, él Sir le propino un corte medianamente superficial en la mejilla, luego le propuso un golpe en la perforación que tenia en el estomago, haciendo que Jack callera al piso chillando de dolor.
El veneno comenzó a ser efecto rápidamente, los ojos se le comenzaron a hinchar, la cara comenzó a ponerse morada, por la comisura del labio le salía espuma.
Ayuda...
Jack intentaba arrastrarse por el piso para alejarse de Willfest.
A los pocos segundos le salía sangre por los ojos, y se escuchaba que tenia conflictos para respirar.
Willfest se quedo observando en todo momento a su contrincante hasta que falleció.
-Ni siquiera debería recordar tu nombre Jack, aun así lo hare.
-Muere desgracio.
Uno de los bandidos atacaba por la espaldas a Willfest con un hacha, pero el solo lo vio de reojo y volvio a centrarse en Jack.
La cabeza se le separa del cuerpo como si estuvieran cortando mantequilla.
Arthur con su espadón había matado de un golpe limpio al bandido que quiso acabar con Willfest.
-Gracias Arthur.
-Para servir capitán.
-Cuando hayamos matado a todos, revisen sus pertenencias.
-A la orden.
Roy se manejaba impecablemente con la espada, no se demoro mucho en acabar con uno de los bandidos cortándoles las piernas, otro lo pillo desprevenido, pero alcanzo a sacar el escudo que portaba en su espalda para protegerse del mazo, sin contemplación alguna Roy inserto su espada en el cuello del enemigo.
Lay por otro lado, era todo lo contrario a lo que me esperaba, ella por si sola ya había matado a 3 bandidos, pero la manera en que luchaba era cruel, era como si disfrutara hacer sufrir a sus contrincantes mientras luchaba con ellos, no los mataba directamente como su hermano, sino que iba propinando cortes graves, pero no fatales, provocando que estuviera bañada con la sangre de sus enemigos, cada vez que terminaba con la vida de uno decía en voz alta un numero, primero fue 19 con el segundo 20 y el tercero 21.
Otro bandido lo ataco a la desesperada, pero ella fácilmente corto el brazo con la que lo atacaban, luego le hizo un corte ascendente en el pecho, haciendo que su contrincante chillara de dolor, después le atravesó la pierna cuando su enemigo ya no podía hacer nada más, hasta que finalmente le atravesó el corazones con su espada.
-Veintidós
La expresión de Lay era incluso más fría de lo normal, además la las manchas de sangre que adornaban su rostro la hacían parecer un ente sin ningún sentimiento.
Los demás fueron acabando con el resto sin ningún problema.
Mi atacante seguía intentando darme con el mazo, pero seguía sin darme, incluso me podía dar el lujo de ver que estaba sucediendo a mi alrededor, todo era nauseabundo, como eran capaces de acabar tan fácilmente con alguien, como Lay era capaz de hacer algo tan inhumano.
-Terminemos con esto.
Cuando volvio atacarme, le apuñale el brazo, luego se lo raje para que soltara el arma, aun así no lo hizo, retire mi daga de su cuerpo, el seguía intentando matarme con su maza sin éxito alguno.
¿Qué sentido tiene todo eso?
-Oye ríndete, no quiero hacerte más daño, no puedes vencerme.
Mis palabras tuvieron el efecto contrario, el aumento la velocidad en que golpeaba con el arma, aun así al ser ataques tan amplios seguía siendo fácil esquivarlos.
En algún momento mis "captores" se juntaron y se quedaron observando mi pelea, sin hacer nada, hasta que Lay deicidio acercarse para ayudarme, pero Sir Willfest le corto el paso.
-No, es momento que el niño pase a ser hombre.
Lay me miro, se saco la sangre de la cara, luego envaino su espada.
El aire se sentía viciado, no comprendía cual era el fan de querer matarme cuando yo ni siquiera le había hecho algo, la situación me comenzaba a superar, los recuerdos del asesinato de Bert, de la sombra que nos ataco dejando un rastro de cadáveres venían a mi cabeza, mi cuerpo seguía esquivando, pero mi mente se sentía absorbida por una oscuridad que no conocía, algo que estaba dentro de mi.
-Padre no creo que Gran sea capaz de matarlo, si las cosas siguen así, lo van a matar, él comenzó a moverse más lento.
-El tiene que crecer, si no es capaz de hacerlo acá, entonces nunca podrá defenderse, Lay.
-Oigan hay algo mal acá, miren el árbol de allá.
Roy estaba nervioso por alguna razón, todos dejaron de centrarse en mi combate para mirar al árbol que indicaba Roy.
Era un árbol muerto, sin hojas, pero en sus ramas secas, había un centenar de cuervos observando mi combate.
Todos excepto yo, que estaba centrado en mis pensamientos se pusieron tensos.
-¿Padre?
-Dime Roy.
-Tengo un mal presentimiento de todo esto, creo que deberíamos intervenir.
-Puede que tengas razón..
-¿Por qué debe haber tanto derramamiento de sangre? No, ¿Por qué me importa la vida ajena? ¿Ellos intentan matarme? ¿No debería hacer lo mismo?
Veía a 2 niños uno sentado en el piso llorando y la niña consolándolo.
¿Quiénes son esos dos?... soy yo y Hero cuando niños, es verdad ella siempre estaba para ayudarme cuando lo necesitaba, pero ella ya no esta conmigo... ella no volverá a estar nunca más, ella ya no esta en esta época. No puedo depender más de ella, debería enterrar mis sentimientos o ellos e van a enterrar a mi, si esta época quiere que sea cruel, entonces deberé serlo... ¡¡Los odio a todos!!
Sali de mi ensismamiento.
-¿Que estaba haciendo?, a verdad tú.
Los cuervos que estaban en silencio comenzaron a graznar.
La maza estaba cerca de mi cabeza, pero le agarre la mano deteniendo el golpe.
Era la primera vez que miraba el rostro de mi contrincante, tenia sus ojos llenas de lagrimas que reflejaban odio, supongo por la muerte de sus compañeros.
Sin ningún asco le abrí el cuello asesinándolo.
Los cuervos volaron hacia mi, dieron una vuelta alrededor mío y se dirigieron al cuerpo que había matado, comenzaron a picotear el cadáver para comérselo.
Sentía como si alguien en algún lugar sonreía de una manera muy macabra.
-Qué carajo esta sucediendo-dijo Roy asustado.
Willfest veía que me dirigía hacia el empuñando mi cuchillo.
Por aluna razón Willfest desenvaino su arma, pero la sostenía con miedo.
-Creo que cometí un error con el chico...
Lay se interpuso entre su padre y yo, con su espada en la mano.
-Yo me encargo de Gran.
Su mirada era fría como el hielo, cualquiera diría que no había ningún sentimiento en esos ojos, pero realmente ella no quería hacer lo que estaba apunto de hacer.
-¿Qué tú te vas a hacer cargo de mi?
Camine tranquilamente hacia ella sin siquiera mirarla a los ojos, cuando había llegado donde ella, pase de largo y le susurre algo al oído.
-Asesina.
Una única palabra basto para desmoronarla, ella se dejo caer rendida sobre sus rodillas, las lagrimas brotaban de sus ojos, había roto su ya frágil espíritu.
Eso era lo que veía en ella alguien que disfrutaba de hacer sufrir a sus enemigos sin remordimiento, jugaba con ellos, se empapaba con la sangre de sus enemigos como si fuera su premio, esa era la imagen que me había creado en mi cabeza de ella, o mejor dicho la mentira que me justificaba.