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Chapter 9 - Traición

No me dieron mucho tiempo, Roy me trajo directamente a la casa de Fress, a penas hable con él, pero al menos sé que Roy se apellida Poart y es un año mayor que yo, también me hablo de Lay que era su media hermana y que tenía 24 inviernos. 

Apenas Fress me vio en medio de la sala pego un grito al verme, aún seguía cubierto de la sangre de Bert. 

-Gran ¿estas bien, por qué estas cubierto de sangre? 

-No, no lo estoy, pero lo estaré, contestando lo de la sangre, no es mía, pero Bert está muerto... 

Decir eso, me provoca una arcada, Fress se quedó callada, las lágrimas le salían de los ojos, miro a Roy y luego a mí. 

-Sabes Gran, supe desde el principio que serias un problema desde que te dejé quedarte en el establo, si hubiera sabido que le iba a pasar... nunca te hubiera permitido quedar. 

-Espera, ¿por qué me dices eso?, yo... no quería que nada de esto pasara. 

La cabeza me dolía, me daba vueltas, el pecho lo sentido oprimido, pero porque me culpan a mí, yo no hice nada. 

-Por eso nunca debes confiar en un irlandés, apenas puedan te morderán la mano. 

Fress no dijo nada por las palabras de Roy, salió de la habitación y volvió rápidamente, me lanzo mi abrigo frente a mis pies. 

-Vete rápido de mi hogar. 

Me mordí el labio hasta el punto que me saliera sangre, mis lagrimas no paraba de salir, me iba a agachar para recoger mi abrigo, pero Roy lo hizo por mí. 

-Vamos Gran, sale con la frente en alto. 

Roy puso mi abrigo sobre los hombros, me dirige hacia la puerta, para retírame del lugar, Roy abrió la puerta. 

-Fress, lamento haber sido un infortunio. 

Ella no dijo nada, me miraba como lo que era, una anomalía en este mundo, salí de la casa, con una nube de pensamiento contradictorios, ya no podía más, mis piernas flaquearon, solo solté la agonía que sentía en mi pecho, lloré como si fuera un bebe recién nacido, me lamentaba por mí mismo, en ningún momento hubo signo de que molestara en esa casa, pensé que al menos había encontrado un lugar en el que podía... estoy solo. 

-Amigo estás haciendo este trabajo más duro de lo que es. 

-¿Que está sucediendo ahora Roy? 

-Digamos que no tuvo la despedida que se imagina pa... digo capitán. 

-Llévalo a la celda. 

Roy solo asintió, Willfest se acercó a la casa de Fress, se sacó una pequeña bolsa de su cinto y se lo lanzo a Fress. 

-Señora gracias por la información, el pago como recompensa, por ayudar al reino. 

No me jodas, desde cuando me... como una persona que parece ser tan amable puede... 

-Podías al menos esperar a que el chico no lo viera. 

-No Roy, es mejor que sepa con qué tipo de gente trato. 

Me subieron a una carreta con barrotes, no puse ninguna resistencia, realmente lo único quería era que me sacaran de este lugar, la celda estaba vacía, me amarraron las manos y me dejaron ahí mientras yo seguía lamentándome. 

-Yo cuidare de eso mientras tanto. 

Roy puso mi cuchillo en su cinto, Finley se acercó mientras lo escoltaban dos guardias 

-Ey muchacho, descuida me encargare que todo salga bien. 

-Tú lo sabias ¿no?, no es necesario que me mientas. 

Finley me miro extrañado, no entendía a que me refería. 

-No sé de qué me estás hablando Gran. 

-Tu señora Finley mando una carta hace una semana avisándonos que había aparecido alguien extraño por tu pueblo, la carta llego a manos de Lord Irish, y él me solicito que nos encargáramos del muchacho. 

-Willfest desgraciado... 

Finley corrió directamente hacia la celda, puso sus manos en los barrotes y con su fuerza sacudió todo el carro. 

-Gran te aseguro que no tenía idea de nada de esto, ¿pero que mierda hiciste amor? 

Con sus últimas palabras aparto la mirada de mis ojos, sus palabreas era sinceras, o al menos eso creía o tal vez eso quería creer. 

-Willfest, te parece que el muchacho pueda ser un peligro. 

-Lo es, un don nadie enfrento de igual a igual a un guardia entrenado. 

Lay que poco hablaba había dicho una verdad, como se supone que un chico común podría haber enfrentado a alguien entrenado que lucho de igual a igual, obviamente sospechan que tengo como mínimo entrenamiento con los cuchillos si es que no piensan que tengo entrenamiento militar, que no lo tengo, y empeore todo cuando mencione al Barón Thomas, soy un idiota. 

Finley quedo en silencio hasta él sabía que ella tenía razón. 

-Finley también tengo informado que en este pueblo se está conspirando contra el rey Eduardo, así que primero te lo preguntare a ti por el respeto que te tengo, dime ¿estas metido en esto?, no de hecho estoy seguro de eso. 

Cuando Finley iba a contestar, lo interrumpi, deje de lado mi sufrimiento y desee creer en las palabras del que consideraba un amigo. 

-Se equivoca Sir Willfest, Finley no está al tanto de nada, y el conspirador se encuentra muerto aun en el frio piso manchado de sangre, me refiero a Bert. 

-¿Tienes pruebas de ello? 

-No ninguna, solo mi palabra, además las pruebas se las cargo el guardia John cuando decidió rebanarla el cuello, ¿Por qué?, por un poco de oro que ni siquiera le pertenecía a él. 

El capitán se rio irónicamente mientras se acariciaba su corta barba rubia. 

-Dime entonces que sabes de todo, ilústranos. 

-Hace unos días la esposa... Fress me mando a ordeñar una vaca, en el establo estaba Bert con un hombre que no conozco, hablaban de atacar con la ayuda de alguien a los caballeros de Dublin. 

Por su puesto que todo lo que decía era una sarta de mentiras, pero ya tomé mi decisión, a la mierda con todo, estoy solo, pienso sobrevivir y volver a mi hogar, voy a poner el juego a mi favor, que los hechos históricos se vayan al infierno. 

-¿Con la ayuda de quién, dime el maldito nombre? 

-El escoces !!Willian Wallace¡¡ 

Los caballeros comenzaron a cuchichear nerviosos, el rostro de Willfest se llenó de preocupación, el firme caballero con rostro estoico al fin demostraba emociones, Finley estaba atónito. 

-Willian Wallace adonde vayamos escuchamos ese nombre, enserio se transformó en una molestia, ¿qué dices hermana? 

Lay se encogió de hombros mientras levantaba un trozo grueso de madera que había en piso. 

-No lo escuches Willfest, él no sabe lo que dice. 

No te metas Finley cuando intento salvar tu trasero. 

-No, no lo subestimes, bien si quieres jugar te seguiré el juego muchacho. 

-Finley una cosa más ten suerte en la pradera. 

-Gran... 

La pradera era la batalla que si no me fallan los cálculos será en 6 meses cuando los irlandeses embosquen a los hombres del Barón Mons. 

Me temo que no podrás ir de paseo a las praderas, ya sé que hare contigo Finley. 

-Te llevare al Castillo de Leap, para que su señor te juzgue por los crímenes por matar a un guardián al servicio de la corana de Inglaterra y por herir de gravedad a otros dos. 

-Dime Willfest como me llevaras a ver al Duke. 

-Cuidado Finl... 

-Lay, hazlo. 

Ella reventó el trozo de madera en la nuca de Finley, dejándolo inconsciente de un solo golpe. 

-¡¡Finley!! 

-Tranquilo Gran, te aseguro que él no morirá por tan poco, este remedo de bestia es más dura de lo que crees. 

-Willfest... 

-Eso muchacho ódiame si quieres, pero no cambiara nada, la gente de este pueblo seguirá rechazándote, Finley será juzgado por sus actos y tú te ganaste con creces una cita con Lord Irish. 

Me daba la impresión de que Willfest de cierta manera odiaba lo que estaba haciendo. 

-Ahora escuchen bien, ustedes terminen rápido con la recolección de impuestos, Roy y ustedes 5 me acompañaran al castillo de Leap a entregar a Finley, Lay quedara a cargo en mi ausencia, debería volver antes del atardecer, quiero que todo esté listo para esa hora, ¿Entendieron? 

Todos contestaron al unisonó, no paso mucho tiempo, se llevaron a Finley a que lo juzguen, quede a solas mientras veía como todos iban de un lado al otro, la recolección de impuesto prosiguió de lo más tranquilo, al fin al cabo lo que faltara iba a salir del sueldo de los guardias. 

Pasaron las horas mientras yo seguía en posición fetal en una esquina de la celda repitiéndome constantemente que había hecho mal, siempre he sido de mente débil, cuando caía ella siempre estaba para recoger los pedazos y volver armarme, pero ya no estaba con Hero, incluso existía la posibilidad que nunca la volviera a ver. 

-Puedes dejar de lamentarte por un segundo, tampoco es el fin del mundo. 

Levante la cabeza para ver que Lay me hablaba. 

-Ah, eres tú, ¿ahora tampoco se me tiene permitido sufrir? 

-Puedes sufrir todo lo que quieras, pero los hechos no van a cambiar. 

-¿Sabes? tus palabras son tan frías como tu mirada. 

Por extraño que pareciera mis palabras vacías lograron herirla 

-Eres un idiota. 

Ella se puso en marcha. Suspire como si no hubiera un mañana. 

-Disculpa... no estoy en mi mejor momento, y tampoco ayudas con tus palabras, además tus ojos... 

-Son horribles lo sé, pero, aunque tenga este semblante... 

-No digas tonterías, esa mirada seria es lo único que me ha mantenido cuerdo por ahora, los rasgos de tus ojos se parecen a alguien muy importante para mí, tienes ojos hermosos. 

Ella se dio media vuelta 

-Ya veo. Es primera vez que alguien dice que le gustan mis ojos 

Así que hasta ella se puede sonrojar. 

-Déjame hacerte una pregunta. 

Lay me volvió a mirar a la cara con su semblante de siempre, asintió. 

Y volvemos hablar poco, como sea. 

-Son caballeros, supongo que tú y tu hermano son escuderos o caballeros en entrenamiento, dime como soportan el matar a otro o el simple hecho de ver como matan a alguien. 

Aunque hice la pregunta sin rodeos, me costó mucho más de lo que creí hacerla. 

-No es fácil, lo mejor es no pensar en ello. 

Me contesto con facilidad sin dejo de arrepentimiento alguno. 

- ¿Has matado gente no es así? 

-A 18 personas si se le puede decir así, todo eran unos demonios 17 hombres y un niño... no te voy a juzgar por cómo te sientes, pero si no te levantas vas a permitir que los muertos te lleven con ellos. 

-Un ¿niño? 

Ella no tuvo que decir ninguna palabra para que no siguiera el tema, con su rostro dijo todo, no era una mirada seria, ni fría, era casi una mirada asesina. 

No diré nada más... ¿cómo te debo llamar, señorita, Sir, escudera, ¿o simplemente Lay? 

-Lay, solo Lay, a todo esto, eres extraño ¿Por qué? 

-¿Por qué de qué? 

-Viste extraños, aunque puedo decir que el abrigo me gusta, peleas bastante bien con un cuchillo, pero apenas viste morir a alguien te desmoralizaste, tampoco te extraño que una mujer sea un guardia. 

-No contestare sobre mi manera de vivir, pero mi padre me obligo a entrenar desde muy niño con el cuchillo, pero como tú dices nunca tuve que ocuparlo fuera de los entrenamientos, no hacía falta en realidad, y contestando lo otro de dónde vengo no es extraño que una mujer haga lo que le plazca. 

-Mientes, no me voy a creer eso último. 

-Créeme o no, ese ya es tu problema, pero si eres buena en lo que haces, entonces estas donde corresponde. 

-Ya veo, eres interesante Gran Venture y alguien muy extraño. 

-Lo tomare como un cumplido. 

No sé si fui un delirio mío, pero creo que vi un diminuto esbozo de sonrisa en los labios de Lay. 

-Vi tu combate contra John, eres hábil, pero dejas muchos flancos abiertos. 

-No creo que importe mucho, voy directo a una sentencia de muerte ¿no? 

-Tal vez sí, o tal vez no. 

-A Lord Irish le suelen gustar los extraños. 

-Ni siquiera sé cómo contestar a eso, a todo esto, ¿cómo es Lord Irish? 

-Ni idea, lo que se dé él es solo de rumores, no lo conozco en persona, el único que lo ha visto es mi padre. 

-¿Cuáles rumores? 

-Algunos dicen que es un hombre cruel, otros que es la persona más justa que conocen, otras que es un tirano, y la otras que es una especie de enviado de Dios, pero la realidad es que se ganó la simpatía del rey. 

-Con lo que me dices deduzco que fue la iglesia que lo puso en su puesto, o al menos lo ayudo en ello. 

-Lord Irish es un cristiano que siempre beneficia a la iglesia, así que tus suposiciones son correctas. 

-Al menos me hago una idea con eso, pero aún me falta saber que paso con el Barón Thomas. 

-Gran no deberías decir ese nombre frente a los demás. 

-Ya entiendo la gente que pregunta desaparece y bla bla bla... pero nadie es capaz de decir algo. 

-El barón era amigo de mi padre, un día desapareció y Lord Irish tomo el mando, no sé nada más al respecto. 

-¿Entonces que paso con Jhon Wagon, él debía asumir el puesto? 

Ella ahora me miraba como un enemigo. 

-Sabes más de lo que dices Gran, eso es peligro, nuestra conversación termino. 

Creo que la regué, pero al menos ahora puedo hacerme una idea, creo que Lord Irish ascendió al poder con la ayuda de la iglesia, entonces él es un maniquí y alguien controla los hilos, pero lo que no entiendo es como alguien que nunca tuvo un registro histórico, este en un puesto tan importante. 

Esto hace que mi cabeza sea un lio, pero me resulta interesante... un momento mi mente está en calma, ahora entiendo... 

-¡¡Lay gracias!! 

Me miro y como siempre solo atino a mover su cara de manera aprobativa. 

-Una cosa más Gran, eres un pésimo mentiroso, sabes mucho para tener problemas de memoria, si quieres engañar a mi padre, debes actuar mejor que esto. 

Fui pillado con las manos en las masas. 

-No sé dé que hablas, realmente no recuerdo algunas cosas. 

No se para que le ínsito, es obvio que no la engaño, un momento sabe que miento, perfectamente podría decirle a Willfest de ello, ¿por qué no lo hace? 

-Lo que tu digas. 

Ya atardeció, el tiempo paso volando conversando con Lay, supongo que pasaremos noche acá, y partiremos mañana. 

A lo lejos se escucharon los cascos de los caballos que venían corriendo. 

Sir Willfest estaba de vuelta, se notaba que estaba molesto por algo. 

Qué raro solo esta con Roy, que paso con los demás caballeros. 

-Escuchen todos, si ya están listos con el trabajo, prepárense para marchar, partiremos en unos minutos. 

-Señor los hombres están cansados, sería mejor pasar esta noche acá, y partir al amanecer. 

-No creo haber preguntado tu opinión, Wallet, como dije preparen todo, nos marcharemos ahora. 

Sir Willfest se acercó a la carreta que me mantenía cautivo con un andar muy elegante por parte del caballo. 

-Finley te mando un mensaje, vive, eso esto lo que me dijo. 

-¿Finley está muerto? 

-Por desgracia aún no se lo llevan sus dioses paganos. 

Al menos una buena noticia.