Terminamos acampando un poco más allá de donde nos atacaron, Arthur y Willfest se preocuparon de enterrar los cuerpos de sus compañeros, de despedirlos apropiadamente e incluso estaban dando unas plegarias a sus compañeros caídos, no logre escuchar mucho lo que decía, pero identifique el rezo del "padre nuestro".
Dejaron a Lay como mi vigía personal por si se me ocurría escapar de ellos, y no tengo la intención de hacerlo, de hecho ellos me están llevando justamente a donde quiero ir, aunque sea algo contraproducente, ya di información de más de que conocía al Barón Thomas y a Jhon Wage, dos nombres que por alguna extraña razón ponen nervioso incluso a Sir Willfest, y que por algún motivo a ese Lord Irish no les gustaba que los mencionaran, tendré que ver que esta pasando, ¿Por qué es Lord Irish el que esta en el puesto?, en vez de los otros dos.
Lay no me decía ni una palabra, solo se quedaba mirándome mientras me dejaron apoyado en un árbol con una manta para cuidarme del frio, pero no me han permitido hacer nada más que quedarme ahí quietecito, además ahora me extraña que Lay no quiera hablarme, se que es alguien que no habla mucho, pero con anterioridad al menos conmigo lo a hecho.
-¿Enserio no puedo hacer nada más que quedarme aquí?
-Enserio.
-¿Quieres hablar de algo?
-No.
-Sabes que no pienso escaparme, ¿Verdad?
-Lo sé.
-¿Entonces por que no vas a despedir a tus compañeros?
-El capitán me dio la orden de vigilarte, eso hare.
Creo que es la primera vez que escucho referirse como capitán a su padre.
No hay caso con ella cuando no quiere hablar, simplemente no lo hará.
Una ráfaga de viento helado hizo que la fría noche se sintiera incluso más helada. Willfest ordeno a que nadie hiciera una fogata, ya que, seriamos blanco fácil para cualquier atacante, pero como van las cosas no creo que un par de mantas nos abrigue, lo suficiente... Lay había comenzado a tiritar de frio.
-Lay, esta manta es grande, ¿no quieres taparte aquí conmigo?
Me miro como si le hubiera hecho una ofensa.
-No soy tan débil como para tener tú preocupación.
Ella estornudo.
-Deja tu orgullo de lado, ponte aquí te hago un hueco.
A regañadientes se sentó en el suelo, se abrigo con la manta quedando a unos palmos de mi.
-¿Gran, por qué me salvaste?, se que no fuer por valentía, si no, no te hubieras orinados en los pantalones, también se que en el corto tiempo que te conozco, pese a saber pelear, tienes una mente débil, por eso no entiendo tu acción.
-Creo que acabas de acabar con el poco orgullo que me iba quedando.
-Lo lamento.
-Si quieres una respuesta es que no lo sé, solo vi que podía hacer algo, cuando me di cuenta mi cuerpo ya se estaba moviendo, puede que inconscientemente se deba a esa fría mirada tuya.
-Que tiene que ver mis ojos con todo eso... no me digas ¿Qué te gusto?
Ella me miro seriamente, con una expresión bien fría, que normalmente a una persona la derrumbaría, pero tengo bastante años de experiencia con las miradas de Hero, que la de Lay casi me parece cálida.
-No me mal interpretes, haber eres preciosa, pero no tengo ese tipo de sentimientos hacia ti, además como tú lo dijiste apenas nos conocemos.
-Ya veo.
Por lo visto mi respuesta le agrado, casi se le dibujo una mueca en sus labios.
Tengo la impresión de haber sido rechazado, sin siquiera que ella me interese.
-Pero tu respuesta hace que ahora entienda menos el porque me salvaste.
-La forma en que miras a las personas tienen un aire a la persona que amo, creo que fue por eso que no podía dejar que te hicieran daño, ahora que estoy separada de ella, tus ojos son la única cosa que han evitado que me hunda en la desesperación.
Tenia un nudo en el pecho que me molestaba, pero el tacto de la mano de Lay en mi mejilla hizo que lo olvidara, no lo comprendía, pero ella me había limpiada una lagrima.
Las lagrimas salían solas por mis ojos sin poder controlarlas, no me sentían con ganas de llorar, pero mi cuerpo decía lo contrario.
-¿Por qué estoy llorando?
Con mis manos limpie mis lagrimas.
-Descuida no creo que tenga algo de malo que un hombre llore.
-Gracias, aunque no me las limpiaba por eso.
Ella dejo por un momento su rigidez, se relajo, se abrigo completamente con la manta.
-Tienes suerte, al menos tienes alguien a que amar.
Era la primera vez que la veía sin su mascara, tenia que admitir que era radiante.
-Creo que podríamos ser buenos amigos, si es que quedo vivo después de mi encuentro con el Lord.
Nuevamente su frialdad volvió.
-Créeme no vas a querer ser mi amigo.
Me quede un rato en silencio pensando bien en que responder.
-Seré egoísta, así que juzgare yo si quiero o no ser tú amigo.
-Como quieras.
-Lay te ordene que lo vigilaras, no... lo que sea que es esto.
-Eso hago padre, además hace frio.
Willfest iba a reprochar, pero Roy agarro a su padre, y se lo llevo lejos de nosotros para que no lo escucháramos.
-¿Pero que haces papá?
-¿Como que hago?, reprocho la actitud de alguien que desobedece una orden.
-Roy agarro la cara de su padre y la giro hacia nosotros.
-¿Desde cuando as visto a Lay tan parlanchina, o cuando la has visto disfrutar una conversación?
-Nunca desde que regreso con nosotros, supongo que tienes razón... pero suéltame antes de que te zurre, recuerda que en el trabajo soy tú capitán.
Roy soltó la cara de su padre.
-Si, si, si capitán, pero tu as querido que Lay, bueno sea mas normal, ahora gracias al forastero, medianamente se hizo alguien mas... como dije normal.
-¿Insinúas que se gustan?
-¿Por que debería saber eso?, pero ya que preguntas, no lo creo, no creo que ella se permita eso al menos, tal vez ¿amigos?
-Hay muchas cosas que no me cuadran con ese tal Gran, miente descaradamente con lo de su "problema de memoria", me exaspera esa inocencia que tiene a su edad, parece que lo consintieron demasiado incluso en su adultez, sabe de cosas que no debería saber, según ustedes pelea bien con esa daga que tiene, pero a la más mínima gota de sangre que ve se rompe, y con todo eso de alguna manera pienso que es buena persona.
-Un cumplido de ti padre, ¿estas enfermo?
Willfest puso la mano en el hombre de su hijo, acto seguido lo golpeo en el estomago.
-Capitán niño, capitán... ¿Qué crees que hará Lay cuando Lord Irish pida su cabeza?
-Espero que nada, pero si intenta algo contraproducente, yo mismo detendré a mi hermana.
-Intentare interceder por el muchacho para que no lo maten, le debo eso por salvar a Lay.
-Gran me cae bien no lo niego su forma extraña de hablar me causa algo de gracia, pero tú ya te enemistaste con Lord Irish, además también esta el cerdo de Mons, no hagas algo innecesario que podría causarte problemas, yo y Lay estaremos bien si te llega a pasar algo, pero recuerda que mi hermana menor aun necesita de su cascarrabias padre.
-¿Quieres otro golpe Roy?
-No gracias, a todo esto tenemos que pasar por ella al fuerte de donde lo dejamos para venir acá, va a estar muy molesta contigo por haberla dejado atrás.
-Supongo que si, pero traerla hubiera sido peligroso Roy, dejarla en la misma ciudad donde esta ese cerdo lo hubiera sido aun más.
-Si hubiera venido con nosotros hubiera sufrido por los acontecimientos que pasamos, capitán.
-Tienes razón, en ¿Qué momento te hiciste más adulto?
Willfest miro con orgullo a su hijo.
-Roy escucha bien, si algo me llegara a pasar en el futuro cuida bien de tus hermanas, esa es una orden de tú padre.
-Por su puesto, pero ambos sabemos que Lay es la que tiene mejor habilidad con la espada que yo, eso se lo deberías decir a ella.
-Nunca voy aceptar el camino que ella tomo, no debería recorrer este cruel sendero que recorremos nosotros.
-Lay tomo su decisión con el apoyo de Eduardo segundo, ni tú puedes hacer algo ahí.
-Aun puedo evitar que le den el titulo de caballero, si la hacen caballero a ella, ¿Qué crees que dirán los demás Sir?, estoy seguro que no permitirán que una mujer tome ese cargo.
-Padre, ella se aferro a ser caballero, ¿enserio serás tan cruel para no permitir que avance?
Roy miraba con ojos de desprecio a Sir Willfest.
-Cambiando de tema Roy, necesito hablar con el muchacho, tal vez el tenga respuesta de lo que le paso a Thomas, si es que dijo la verdad que tenia un mensaje para él.
-Tiempo tienes de sobra antes de llegar a Dublín, pero no evites mi pregunta Sir Willfest.
-Si ese es el camino para mantenerla a Lay a salvo, sí seré cruel como tú dices.
-Entonces creo que no tenemos nada de que seguir hablando, capitán.
-Si regresa a tu puesto, reparte carne seca al resto para que coman algo.
-Como ordenes.