En una calle, en medio de la lluvia, un hombre de aspecto rudo y una mujer de pelo corto y ropa deportiva caminaban entre la multitud, con prisa.
"¡¿A dónde se fue el maldito santuario?!"
"¡Estaba justo ahí, pero su olor cambió de dirección!"
"¿Desde cuándo los santuarios pueden moverse? Este ya debió haber atrapado a un centenar de personas."
La cara del hombre se contorsionó en una mueca.
"Margarita, necesitamos atraparlo antes de que los cazadores lo encuentren."
"¡¿Y tú crees que no lo sé?!"
Entraron por varios callejones y pasaron por algunas calles. Se encontraron con un joven vestido de mago, entrando descuidadamente en una puerta que no conducía a ningún lado y desapareciendo junto con la puerta, como si nunca hubiera existido.
"Pobre mago… una víctima más de otro maldito santuario", dijo la chica con expresión pesada.
"No te preocupes, Margarita. Debes ser fuerte y seguir ayudándome a encontrar ese santuario para colapsarlo y que nadie más salga herido."
"Sí, señor… pero el olor ha desaparecido, creo que he perdido el rastro."
"No… lo hemos perseguido durante unos dos días y apenas ahora ha desaparecido el olor."
Casquillos de balas cayeron al suelo y una lluvia de disparos pasó justo donde antes estaba la puerta y el mago. Dos hombres salieron de una esquina con trajes elegantes y armas negras.
"Maldición, llegamos tarde. Tendré que hablar con el jefe y decirle que se volvió a escapar. ¿A dónde se fue esta vez?"
"Capitán, la máquina no da lecturas. Tal vez está fuera de la zona. Pero también puede ser…"
"¡Cállate!, Si me dices que no lo encontramos a tiempo y alguien ya se lo llevó, el jefe me cortará las manos."
"No creo que sea hombre de alguna facción. Lo más probable es que muera en unas horas y podamos encontrar el santuario."
"¡Mierda!, otra víctima de esos malditos demonios. Bueno, no importa, vamos a descansar mientras vuelve a aparecer ese santuario. No he dormido en dos días."
Los hombres armados se dieron la vuelta y entraron en un lujoso auto negro, distanciándose del lugar. Unos momentos después, un hombre de aspecto rudo y una mujer de pelo corto salieron de detrás de los basureros en un callejón.
"Ja… malditos asesinos y todavía tienen el descaro de preocuparse por otras personas."
"Señor, ¿nos quedaremos?"
"Claro que no, creo que es hora de…"
Antes de que él terminara esa frase, una montaña de cuerpos se materializó de la nada y una luz rojiza iluminó el oscuro lugar.
"Tenemos que llamar al cuartel… parece que tenemos a un nuevo brujo suelto…"
Un joven vestido de mago estaba acostado en una cama de apartamento. El hombre somnoliento no pudo discernir cómo o cuándo había llegado a su residencia. Lo último que recordaba era caminar de vuelta a casa con un severo dolor de cabeza debido a un borracho grosero. Pero al tocar su cabeza, se dio cuenta de que no solo no había una venda en ella, sino que no había rastros de los primeros auxilios que le habían realizado en el bar.
"Es extraño, ¿me quité la venda antes de llegar?"
Tomando un suspiro, Criss se levantó de su cama y tomó un baño. Se preparó para ir a la universidad de artes de la ciudad, donde estaba aprendiendo a actuar frente al público para mejorar sus habilidades como mago y actor.
Pero antes de poder salir de la puerta principal de su casa, se miró la mano izquierda con cierto descontento.
"Un minuto, ¿yo no era diestro?, cuando me volví zurdo"
Después de mirarse las manos por un momento, al fin lo descubrió. Resulta que de algún modo inexplicable ahora era de hecho una persona que podía utilizar ambas manos.
"Tal vez me golpee tan fuerte la cabeza que ahora soy capas de manipular mis dos manos, je, je, je"
Con una sonrisa en la cara, Criss salió de su departamento en dirección a su campus.
Al principio él no le dio mucha importancia, después de todo era algo que lo ayudaba y no le molestaba en absoluto. Pero cuando el tiempo paso y su mente se incorporó al día a día. Empezó a recordar el extraño sueño que había tenido la noche anterior.
"Ese golpe debió provocar algo en mi cabeza… que tan hermoso era ese teatro rojo"
Sus pensamientos divagaron y al recordar el fin de sueño y la rosa roja que había recogido. Un dolor punzante golpeo la mano izquierda de Criss.
"akkccc…"
Luego de revisar su mano, encontró una hermosa rosa roja en ella. Una de las espinas de la fabulosa rosa está metida en el dedo anular de su mano izquierda.
La cara de Criss se contrajo y un montón de preguntas rondaron su cabeza, al sacar la espina de su dedo en vez de salir la sangre roja, como el color de los pétalos de la rosa. En lugar de ello salió con el color de su tallo. Verde…
Se levantó de un salto, asustado por la revelación.
"Señor Castillo. Se encuentra todo bien, parece algo pálido"
El profesor paro la clase esperando la respuesta del alumno.
"Perdón señor, anoche fui golpeado en la cabeza con una botella en mi trabajo y no me he recuperado bien"
"Entonces excúsese, señor Castillo. Puede ir a la enfermería"
"no me siento tan mal, iré al baño en su lugar"
"como quiera"
Después de terminar su conversación, el profesor siguió la conferencia con total normalidad
Criss paso por el pasillo hasta un baño al final del pasillo, al entrar se encontró con dos personas de negro hablando mientras uno de ellos traía una tableta en su mano.
Al estar en una situación tan surrealista y encontrar a dos personas con trajes, sospecho en su corazón.
'Tal vez viene por mí'
Al encontrarse con la mirada del muchacho, estos se acercaron y le mostraron una foto de un mago de espaldas cruzando una puerta en medio de la nada.
"Somos de las fuerzas especiales de la C.I.A., necesitamos su ayuda para encontrar a este hombre, hemos venido debió a la cercanía de esta universidad y el lugar del encuentro. Si conoce a esta persona, por favor díganos de inmediato"
Al verse pasar por una puerta en medio de la nada y conectar los puntos con su sueño y lo que le pasaba. Tuvo una conclusión.
'Por eso es que mi cuerpo ha actuado raro… estas personas aún no me han reconocido. Es mi oportunidad de salir de aquí'
"no, señor, hay muchos magos con esa apariencia, sin mencionar la gran cantidad de estos que hacen presentaciones estacionarias en muchos lugares, lo más probable es que este ya en otro sector de la ciudad"
los dos oficiales se miraron con pesar y dijeron
"Entendemos, no te molestaremos más"
Saliendo al pasillo sin más, pero antes de que se cerrara la puerta uno a punto con su arma y dijo.
"¡crees que somos estúpidos!"
Disparando unas cuantas balas en dirección a Criss…