Una gran puerta de metal sonó con un fuerte crujido. Era normal en este lugar, lleno de óxido y celdas, en este se encontraban una docena de personas encarceladas, todas de diferentes edades, estaturas y sexos. Todas unidas por el mismo delito.
Violeta escribió una carta. Aunque estaba encarcelada y bajo custodia, un soldado siempre le traía unas cuantas hojas y la dejaba escribir cartas. No podía enviarlas a ningún lado. Pero desde que entró a la biblioteca se enamoró profundamente de las letras, al punto de que si no escribía una carta diaria empezaría a sentir pequeños arrebatos emocionales. Por eso necesitaba de ella y de sus escritos.
Su mirada se movió de su papel y pluma, deslizándose al nuevo recluso del calabozo que fue capturado. Pequeño y con un aire de desconcierto, como si no encontrará a ningún lugar conocido. Era entendible; Después de todo, era un capturado, un rehén.
Violeta dejó de mirar en dirección al nuevo compañero y siguió escribiendo cartas, la mayoría eran a sí misma; en cambio, la otra mitad estaban dirigidas a sus familiares y conocidos. Aún extrañaba sus caras y su compañía. Tenía la intención de escribir cartas a todos ellos justo después de salir de la biblioteca, pero al final fue encerrada aquí antes de poder darle alguna a ellos.
"Me pregunto si estarán preocupados por mí…"
Por extraño que le pareciera al resto de personas, ella tenía la sensación de que en realidad sus cartas sí eran leídas por las personas a las que iban dirigidas. Escribió una carta e intento "pasar las cartas" a sí misma. Como ya lo había hecho antes, el resultado fue una carta hecha de color rojo y tejida en cuerdas de pelo. Salió de la nada y al leerla se deshizo en polvo.
"Otro fracaso, ¿cuándo recibiré respuestas?"
La verdad era que violeta tenía una peculiaridad. Podía mandar una copia de cualquier carta que escribiera a cualquier destinatario, pero este no podría devolverle la carta.
Cualquiera y en cualquier lugar, siempre y cuando supiera o su nombre y cara o su dirección.
"Cuando recibiré información del exterior"
Ella lo sabía y el resto también. El delito que todos ellos cometieron fue entrar en lugares o más cosas que no deberían ser presenciadas por la gente normal.
La mayor parte del tiempo era tranquila, pero de vez en cuando salía o entraba una nueva persona a la prisión, para nunca salir o aparecer.
Se levantó de la silla donde se encontraba pasándole las cartas al encarando de eliminarlas.
"Tome por favor, ¿podría decirme cuando puedo salir de aquí?, quiero ver a mi familia… oh, y ha recibido alguna carta de mis padres?"
"…"
El hombre no respondió, se giró y tiro las cartas a un basurero, incinerándolas. Dio un paso atrás y hablo.
"Hay esta tu respuesta, no sé qué esperabas. Pero no te preocupes, pronto no tendrás que volver a ver este lugar"
Violeta lo miro con una gran mueca y respondió desafiante.
"Sé que alguien vendrá por mí"
Luego se giró y se acomodó en la cama de la celda.
Un suspiro se escapó del hombre saliendo al pasillo. Su expresión cambio a una de terror, le había advertido sobre tener contacto con estas personas, pero no imagino lo terroríficas que podían ser. Por lo que él sabía y había contemplado, las cartas escritas por la pequeña niña serían quemadas o en el mejor de los casos, resguardadas para la investigación. Pero de algún modo las cartas llegaban a sus respectivos receptores.
"Mi padre me dijo que este tipo de personas generan situaciones extrañas y peligrosas, debo tener más cuidado con estos demonios"
Él había estudiado en la prestigiosa universidad de teología del norte, que en realidad era una sociedad secreta que caza y estudia los demonios que la gente normal no debería saber que existe, todo esto gracias a que su familia era una de las tres familias reales de la antigua inquisición. Estaba muy orgulloso de ser el custodio de una de las más importantes ramas, castigando y capturando demonios hasta que les llegara la hora…, pero aún le daba un gran terror, ¿como Hiba saber que una de las cautivas podía extender su influencia?, al exterior y formar tanto revuelo?
"Las cámaras están sobre nosotros y no puedo dejar de proporcionarle cartas o las cosas se pondrán feas, debemos apurar la purga de este demonio antes de que las cosas se salgan de control"
En una biblioteca de un sótano subterráneo, dos hombres y una mujer Hablaban mientras investigaban escritos antiguos.
"Los demonios a los cuales nos referimos no son demonios del folclore o de alguna religión, no representan la maldad pura, en cambio, nuestros demonios son muy reales, viven en un espacio apartado al nuestro, comiéndose y desgarrándose entre ellos, nosotros llamamos a Ese lugar colectivo mental"
La mujer joven acercándose agregado.
"En los textos escritos en Dimana y cofán se relata que es un lugar onírico entre el sueño y la realidad, donde los demonios conceptuales viven y se desgarran matando y cambiando" "
al venir de una ubicación donde solo existen conceptos y no ubicaciones o un algo, se alimentan de sí mismos, ya que cada demonio representa uno o más conceptos"
Algo receloso Criss hablo
"Pero entonces, ¿si son tan intangibles porque los tenemos en cuenta?, y pregunto de nuevo, ¿qué tiene que ver conmigo? Este tipo de información no me sirve"
"Iba a eso, normalmente no pueden afectar el mundo terrestre, pero algunos escapan por túneles que deja las personas. Inseguridades, miedos, temores. Pueden dar paso a que estos escapen del colectivo mental. Pero estos no pueden existir en este mundo, así que tienen dos maneras de mantener su existencia en este lugar La primera es apoderándose del túnel de donde escaparon, manteniendo un espacio del colectivo mental y la realidad, generando efectos sobrenaturales a este tipo de lugares Los brujos los llamamos santuarios, son muy peligrosos. Atrapan y matan a mucha gente"
La mente de Criss estaba revuelta. Entendió lo que le había sucedido y el gran telón detrás de su conflicto.
"Recuerdo que entre en una puerta antes. No pensé mucho en eso, me resulta extraño. No me altere, cuando debería tener mucho miedo…"
"No es tu culpa, los santuarios atraen al la gente normal. Ya es raro que alguien salga vivo de este tipo de escenarios. Siéntete afortunado y deja que Ursu termine de explicar"
Criss caminando, en silencio.
"La última forma es que reciban un recipiente. Atraen a las personas a los santuarios y si son compatibles, se pegarán al alma de la vasija por el resto de su vida, cambiando fisiológica y mentalmente a su poseedor, este es tu caso y el de toda la pandilla. Hoy no estamos todos, pero ya los conocerás."
"No somos malas personas, o eso creemos…" dijo margarita con una sonrisa.
"Para el final de esta lección te mostraré la clasificación de Fermión y como esconderte de los que cazan brujos. Los brujos se pueden clasificar con dos escalas. Cuantos contratos tiene un brujo con su demonio, ya que circuló del infierno pertenece a su demonio, aunque se diga que es un círculo, en realidad son un espacio por encima del otro en el colectivo mental. Entre más alto, este más cerca está de conceptos más poderosos. Pactos que tiene un brujo con su demonio, por ahora eres un sin contrato del segundo círculo. No importa que tan fuerte sea tu demonio, si no tienes un contrato es lo mismo que nada"
"yo te ayudaré a conseguir tu primer contrato, tienes. Que seguirme, te explicaré más en el camino"