Punto de vista en tercera persona
En 1801 el virreinato de Nueva España gozaba de relativa paz que siempre estaba amenazada por pequeños levantamientos indígenas, incursiones de piratas o corsarios, bandidos y la siempre presente amenaza del Imperio Británico que estaba en guerra con el imperio español y buscaba invadir las colonias del Imperio Español.
Pero el pueblo del Imperio Español no tenía problemas internos aparte de la insatisfacción de los privilegios de los peninsulares y el pago de tributos de los indígenas.
Aun así, ninguna colonia tenía pensamientos de independencia a excepción de casos aislados en algunos puntos del basto imperio, por eso la vida en el virreinato de la Nueva España era relativamente tranquila.
Sin embargo, eso cambiaria en menos de una década donde reinaría el caos, el pánico y la anarquía, nadie era consciente de este hecho excepto una familia criolla en el interior del virreinato.
Esta era la familia Leonez que anteriormente era relativamente influyente y rica, pero eso cambio a finales de 1801 cuando experimento un repentino y significativo aumento en su riqueza e influencia, gracias a su astuta visión en los negocios que emprendieron y negocios que adquirieron.
Su nueva riqueza les permitió expandir su hacienda, mejorara su estilo de vida y establecer alianzas comerciales con otras familias influyentes, pronto los Leonez se convirtieron en lideres sociales y económicos en la esfera virreinal.
La familia Leonez no solo se centró en acumular riqueza, sino que también utilizó su fortuna para ganarse el corazón del pueblo del virreino. Organizaron grandiosas fiestas que reunían a la ciudad, regalando comida y bebida a todos los asistentes.
Al inicio estas fiestas solo eran en la ciudad de Guadalajara y poblaciones de sus alrededores, pero conforme su influencia aumentaba y tenían más negocios en otras ciudades, también organizaron fiestas en esas ciudades como Veracruz, Puerto Vallarta, Guanajuato y Valladolid (actual Morelia).
Sin olvidar que construyeron dos escuelas cerca de la ciudad de Guadalajara, una escuela de artes y música donde los jóvenes talentosos podían desarrollar sus habilidades, además el hijo mayor de la familia Leonez iba ocasionalmente a relacionarse con los estudiantes.
La otra escuela era para los hijos de los trabajadores de la familia Leonez, por ese motivo muchas personas del virreinato buscaban trabajar para la familia Leonez para que sus hijos pudieran asistir a esta escuela.
Estas acciones de la familia Leonez le ganaron el respeto y la admiración del pueblo, la opinión pública se volvió cada vez más favorable hacia ellos, y su influencia creció en varios pueblos y ciudades.
Sin contar que en las plazas de Guadalajara el hijo mayor de la familia Leonez, Leonardo, se convirtió en una leyenda. con su voz melodiosa y su corazón generoso, cautivo a la ciudad.
Leonardo solía cantar con sus amigos en las plazas, fiestas y cantinas, encantando a todo aquel que lo escuchara, y a veces él pagaba las rondas de todos en los bares lo que le ganaba el favor de varios.
La gente de Guadalajara lo amaba y su reputación creció hasta convertirlo en un símbolo de alegría en la ciudad, su nombre se convirtió en sinónimo de talento y pasión, lo que solo aumento la reputación de la familia Leonez.
En el año 1802 marcó un punto de inflexión en la historia del virreinato de la Nueva España, Después de años de tensiones y conflictos, el tratado de Amiens fue firmado entre el Imperio Español y el Reino Unido, poniendo fin a la guerra que había azotado Europa y las colonias americanas.
La noticia de la paz llegó a la Nueva España como un bálsamo para las almas cansadas de la guerra. Los mercaderes y comerciantes, que habían visto como sus negocios se resentían debido a los bloqueos y las restricciones, respiraron con alivio al saber que las rutas comerciales serían más seguras.
Con la paz, los negocios en el virreinato prosperaron, especialmente los de la familia Leonez, y para 1803 todos en el virreinato de la Nueva España conocían el apellido "Leonez" una familia poderosa, rica y benevolente con el pueblo.
Su influencia fue tanta que varias familias buscaban invitar a la familia Leonez a sus fiestas y reuniones para hacer conexiones o buscar tratos comerciales favorables, sin embargo, recientemente todos buscan tener una mejor conexión con los Leonez por medio del matrimonio.
Especialmente con la hija mayor de los Leonez que estaba cercana a cumplir los 15 años, por eso varias personas influyentes invitaban a los Leonez para tener una oportunidad.
En la sociedad virreinal de Nueva España, los matrimonios eran frecuentemente acuerdos estratégicos que unían fortunas y familias influyentes, y la familia Leonez con su reciente ascenso a la riqueza e influencia era un objetivo codiciado.
Sin embargo, el jefe de la familia Leonez, Don Pedro nunca aceptaba ningún compromiso de momento, y no permitía que ningún joven cortejara a su hija, en palabras de Don Pedro solo comprometería a su hija hasta su decimosexto cumpleaños.
Y así la familia Leonez en poco más de dos años ascendió a una de las familias más influyentes del virreinato de la Nueva España, pero para Leonardo que conocía el futuro, sabía que todo apenas estaba a punto de comenzar.
Y con Napoleón presionando en Europa sabía que el próximo año solo sería el principio del fin.
Final del Prólogo
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