El sol era brillante y ardiente, mientras iba sentado en la parte de atrás de la camioneta militar junto a mis compañeros, estábamos trasladándonos a una base militar en el norte de México, usaba mi uniforme militar, mi casco y sostenía mi fusil mientras platicaba con mis compañeros sobre cosas inútiles de la vida.
"¡Te lo juro! tienes que comprarte un buen carro del año en lugar de una moto", exclamó uno de mis compañeros a mi lado.
"Solo dices estupideces, Kevin no podrá ni comprarse una moto de bajo cilindraje ya que embarazo a su novia", replicó otro compañero mientras todos empezaban a reírse.
yo empezaba a reírme, era un típico día en mi vida de militar, todo parecía tranquilo hasta que el sonido de varias detonaciones impregnó el aire, rápida e inconscientemente me tire al suelo de la camioneta.
"¡Emboscada!"
"¡Emboscada, respondan el fuego rápido!"
"¡Ayuda, un médico!"
tirado en el suelo escuchaba muchos gritos mientras apretaba con fuerza mi fusil, al levantar la vista lo primero que encontré en mi visión fue la mirada vacía de mi compañero, tenía varios impactos desde el torso hasta el cuello, estaba muerto.
Rápidamente me recompuse levantando mi fusil, disparando en dirección de donde habían venido las balas, simplemente trataba de suprimir el fuego enemigo, pero la camioneta que nos seguía ya los estaba suprimiendo.
Parecía que estábamos logrando reprimirlos cuando estallidos más fuertes y con una alta cadencia nos suprimió, los que nos emboscaron tenían armas pesadas definitivamente no planeaban dejarnos escapar de aquí.
"Necesitamos apoyo, nos atacan desde los arbustos, tienen armas pesadas y nos están acribillando"
Escuchaba por la radio como pedían apoyo, pero sabía que lo más probable es que ya no estaríamos cuando llegara el apoyo, estábamos en una mala posición y la única manera de salir de aquí era peleando.
Seguía respondiendo el fuego, pero después de unos minutos los tiros se hicieron más esporádicos, y entonces me di cuenta de que ya quedábamos pocos de nosotros, nos habían rodeado y era cuestión de tiempo para que muriéramos.
Al inicio éramos dos docenas de soldados, pero ahora solo podía escuchar que solo quedaban dos o tres de los nuestros, aunque claro que en diferencia habíamos matado a más de cuarenta de esos malditos.
Sabía que debería seguir disparando, pero al ver a mi último compañero recibir un disparo en el cuello, supe que todo estaba perdido, deje de responder el fuego y simplemente saque un cigarro que tenía y empecé a fumarlo.
Un tiempo después escuche como se acercaba una camioneta y se detenía cerca de mí, escuche puertas abriéndose y pasos en mi dirección mientras hablaban.
"Diablos estos tipos, sí que eran duros, perdimos muchos novatos", escuché una voz.
"No importan esos pollitos de colores, estos sujetos debían morir sin importar el costo", contestó otra voz.
"¿Pero por qué? por lo general no tenemos problemas con el ejército"
"No sé mucho, pero parece que en este convoy venia un oficial que sabía mucho de los altos mandos del ejército y que se negó a participar, entonces nos piden que nos encarguemos de ellos"
Seguía sentado fumando y mientras más se acercaban, mejor los escuchaba y más furioso me ponía, rápidamente revise mi fusil y solo me quedaba un cargador, espere hasta que el sonido de los pasos se escuchaba que estaban a un metro de mí.
Me puse de pie con el fusil listo, y en cuando los tuve en la mira, vi como abrieron los ojos sorprendidos, ellos tal vez no esperaban que alguien siguiera vivo, entonces antes de que reaccionaran presione el gatillo abriendo fuego sobre ellos.
Mate a varios de ellos, pero eran más hombres que la cantidad de balas que tenía, al abandonar mi cobertura y quedar expuesto recibí varios impactos, pero yo seguía disparando hasta que vacíe el cargador, entonces la fuerza abandono mi cuerpo y caí de espalda en la parte trasera de esa camioneta.
Solo podía sentir como me quedaba sin aire, el dolor en todo mi cuerpo y el frio que sentía mientras miraba el cielo azul en aquella carretera abandonada en medio de la nada, sería una muerte bonita si no fuera por dolor.
"¡No quiero morir!" Grité.
Mientras levantaba la parte superior de mi cuerpo de la cama, estaba bañado en sudor y aun podía sentir el dolor de la muerte, mirando alrededor pude ver que estaba en mi habitación en la hacienda.
Al ver que estaba a salvo sentí como una emoción subía desde mi estomago hasta mi garganta, me incline a un lado de la cama y vomite en el suelo de mi habitación, cuando termine de vomitar abrace mis piernas rompiendo en llanto.
No pude dejar de llorar, cuando tuve mi accidente solo había visto esos recuerdos, pero esta vez lo viví y sentí el dolor, impotencia y furia.
No era la primera vez que tenía esa clase de sueños de esa vida, antes ya habían pasado, pero simplemente eran días normales días de entrenamiento o un día de descanso mientras leía un libro, pero sentir como moría fue lo peor que he sentido.
"¿Leonardo? ¿qué paso estas bien?"
Parece que mi llanto y mi grito fue lo suficientemente fuerte para levantar a mi hermana Elena que duerme en la habitación de a lado, cuando levanté la mirada solo pude ver dos brazos antes de que me envolvieran, mi hermana me abrazo con tanta fuerza.
Yo quise decirle que no pasa nada y que regresara a su habitación, pero cuando me abrazo no pude soportarlo más y llore con más fuerza en sus brazos.
"Todo estará bien" dijo mientras acariciaba mi cabello.
Después de lo que pareció una eternidad deje de llorar, lentamente me separe de mi hermana quien me miraba con una sonrisa cálida.
"Gracias, hermana lamento despertarte"
"No te preocupes cada vez que me necesites aquí estaré para ti" respondió con una voz cálida.
"llamare a la criada para que te prepare un baño y limpie tu habitación"
Después de eso ella salió de mi habitación, al ver por mi ventana me di cuenta de que aún no salía el sol, Carlos es mi puntual con mi entrenamiento y viene siempre en la mañana en cuanto salen los primeros rayos del sol.
Solo han pasado dos semanas desde que nombraron a Carlos mi instructor, pero ya siento mi cuerpo adolorido del ejercicio de esta semana, aunque es casi igual de difícil que el entrenamiento militar de mi vida pasada, solo que el entrenamiento de Carlos es un poco más mortal.
Mientras divagaba, una criada entro en mi habitación y me aviso que la bañera estaba lista para mi baño, ella traía con ella una cubeta posiblemente para limpiar mi vomito del suelo, avergonzado rápidamente hui al cuarto de baño.
El cuarto de baño era lujoso, no tanto como un palacio, pero lo suficiente para una hacienda, me desvestí y entre en la bañera blanca con agua caliente, tan reconfortante que me permitió olvidar por un momento el sentimiento de haber muerto.
Después de lo que pareció una eternidad en el baño, finalmente salí empezando a vestirme justo cuando terminé de vestirme, me dirigía a mi habitación cuando fui interrumpido por un grito al final del pasillo.
"Ahí estas, no te encontraba niño, vamos ya es tarde para tu entrenamiento de hoy" Carlos se acercó, agarro mi brazo y me arrastro a otro día de entrenamiento.
Carlos me llevo a subir la montaña junto al lago de Chapala mientras cargaba peso en mi espalda, la montaña era enorme y nos tardó cerca de tres horas subir hasta la cima de la montaña, una vez en la cima empezó el verdadero entrenamiento.
Carlos primero me entreno en el arte de la espada, por lo general iniciábamos con un sparring entre Carlos y yo con espadas de madera, donde Carlos me daba una paliza.
Carlos que sostenía una espada de madera en su mano se acercaba a mi mientras me preparaba para enfrentarlo.
"¡Vamos, Niño! Hoy vamos a aumentar la intensidad" dijo Carlos con una sonrisa.
¿Es una broma? aumentar la intensidad, aún tengo los moretones de ayer en todo mi cuerpo, pero ¿qué más podía hacer?
"Estoy listo" respondí con resolución.
Estas semanas de entrenamiento había mejorado significativamente mi técnica con la espada, Carlos lo sabía. Comenzamos a movernos con rapidez, nuestras espadas chocaban a un ritmo constante.
"¡Mantén la guardia!" Rugió Carlos.
Logre acomodarme justo a tiempo para bloquear el ataque de Carlos.
"Bien, ahora contrataca" dijo Carlos con aprobación.
Lancé una serie de ataques precisos y lo más rápidos que pude, pero Carlos los bloqueo o los desvió con facilidad.
"Excelente, pero aun te falta mucho mocoso"
El entrenamiento continuo, Con Carlos presionándome fácilmente hasta mis limites, mis brazos y varias partes de mi cuerpo que fueron golpeados por Carlos me dolían, pero aun así continuaba.
Después de sentir la muerte, sabía que, si no me preparaba, la muerte seria mi destino nuevamente y el de toda mi familia, no podía volver a pasar por eso nuevamente, así que me tragué el dolor y seguí atacando a Carlos.
Después de dos horas de intensa lucha, Carlos se detuvo.
"Estas mejorando rápidamente mocoso, pero aun te falta mucho para ser un espadachín" dijo Carlos con burla, pero pude sentir un tono de... ¿orgullo y asombro?
"Gracias, después de todo no eres tan mal maestro"
"Bueno mocoso, creo que ya es suficiente por hoy, ya tengo hambre bajemos de esta montaña"
Entonces Carlos y yo comenzamos a bajar la colina, mi cuerpo gritaba de dolor, pero me forzaba a seguir caminando ya que me moría de hambre.
"¿Te mueres de hambre mocoso? pasemos a mi casa a comer queda más cerca" Carlos hablo después de que mi estomago gruño.
"Seguro, vamos" respondí.
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Lamento la tardanza en la actualización, pero mi dispositivo tuvo algunas fallas, pero ya lo remplacé y empezare a actualizar más seguido. Además, probablemente mañana o pasado mañana suba un lote de varios capítulos por los días que estuve ausente.
Gracias por su apoyo