15 de Abril de 1801
Era una mañana cálida y soleada, con un cielo azul sin nubes. El sol brillaba sobre una gran hacienda, iluminando los campos de maíz y trigo que se extendían hasta el horizonte, el aire estaba lleno del dulce aroma de las flores de jazmín y el canto de los pájaros.
La brisa suave llevaba el sonido de los trabajadores que se preparaban para empezar su jornada laboral. En los establos los caballos relinchaban ansiosos por salir a pastar.
La casa principal de la hacienda, con sus paredes de adobe y sus tejas de barro, parecía una fortaleza tranquila y segura, rodeada de vastos campos y praderas.
Todo parecia tan tranquilo y armonioso, hasta que la puerta principal fue abierta bruscamente y de ella salió un niño de nueve años corriendo hacia los establos.
Este niño era Leonardo Leonez, segundo hijo de la prestigiosa familia Leonez, que en este momento huía de sus clases de la mañana de latín, él corría a los establos con la intención de dar un recorrido a la hacienda a caballo y escapar de su aburrido maestro.
Ansioso por sentir el viento en su cara y esa sensación de libertad llegó a los establos de la hacienda, donde sabía que encontraría su caballo favorito, un hermoso y majestuoso caballo negro llamado "Juan IV".
Rápidamente ensillo al caballo con mucho esfuerzo y lo monto listo para salir a dar un paseo, rapidamente abrió la puerta del establo y galopo por el camino de tierra entre los cultivos hasta encontrar un lugar en la valla que pudiera saltar para evitar salir por la puerta.
Los trabajadores de la hacienda estaban ocupados en sus tareas diarias, y nadie pareció notar su escape, el encargado de los establos solo llegó después de una hora a cuidar los caballos, cuando notó que faltaba uno, el trabajador noto que era Juan IV el caballo favorito del hijo del señor, por lo que pensó que nuevamente había sido Leonardo quien lo tomo y corrió a avisar a Don Pedro Leonez.
Leonardo montando a Juan IV galopaba por el camino de tierra apreciando la vista, el sol brillaba en el cielo y el viento peinaba su cabello castaño oscuro, se sentía vivo, libre.
Galopó durante un rato pensando en su próximo regaño y el aumento en la intensidad de sus estudios, como próximo dueño de la hacienda y persona influyente sus padres lo obligaban a aprender tres idiomas: ingles, francés y latín, además de matemáticas, religión, historia, filosofía, ciencias, modales y etiqueta, sin contar que sus estudios solo aumentan mientras más crece.
Leonardo suspiro pensando que no podría volver a cabalgar por mucho tiempo, Tenía solo nueve años, pero ya era un experto en cabalgar. Su padre, don Pedro, siempre le había enseñado a ser valiente y a nunca tener miedo, para Leonardo montar era como vestirse todos los días.
Galopó durante un rato, sintiendo la emoción de la velocidad y la libertad. Pero pronto se distrajo, mirando hacia el horizonte pensando en todas sus responsabilidades, y no vio el obstáculo en el camino.
Juan IV se detuvo bruscamente, y Leonardo salió volando sobre la crin del animal. Cayó al suelo con un golpe seco, y todo se volvió oscuro quedando inconsciente.
Cuando despertó Leonardo estaba en la cama de su habitación, rodeado de su familia, su madre sentada a un lado de la cama sollozaba mientras sostenía su mano derecha, su hermano y hermana menor abrazaban su brazo izquierdo mientras dormían, su hermana mayor sentada al final de la cama se mordía las uñas con sus ojos rojos mirando al vacío.
A Leonardo le dolía la cabeza mucho y intento moverse y sentarse en la cama, pero su madre noto su movimiento.
"Leonardo, hijo mío" pregunto su madre preocupada "¿Cómo te sientes?"
Leonardo logró sentarse llamando la atención de todos los presentes, parpadeó varias veces intentando recordar que había pasado, pero noto que algo estaba diferente, Tenía otros recuerdos en su cabeza, recuerdos de un futuro lejano, como si el hubiera vivido otra vida anteriormente.
Leonardo intentaba procesar lo que había pasado, pero sus recuerdos del futuro no se detenían. Veía imágenes de ciudades modernas, automóviles y aviones, veía a las personas con ropa extraña y dispositivos en sus manos, pero el veía como si hubiera vivido otra vida en ese futuro, él veía como se registraba en el ejército, su vida de soldado, todas sus relaciones, experiencias y conflictos con otras personas, su afición por la historia de la humanidad, ¡Leonardo lo recordó y revivió todo! Desde como nació creció en el año 1983, toda su infancia, adolescencia, juventud y adultez y finalmente murió a los 37 en un combate armado en esa otra vida.
Leonardo consternado procedan toda esta información causándole un dolor de cabeza sosteniendo su cabeza entre sus manos, cosa que asusto a toda su familia quienes rápidamente se pusieron tensos.
"¡Leonardo!" Su madre perdió la calma y grito "¿Que tienes?
"Estoy bien" respondio para no preocuparlos y se enderezó "solo me duele un poco la cabeza, ¿Qué... Qué pasó?"
"Te caíste del caballo idiota" exclamó su hermana mayor llorando abrazándolo "los trabajadores te encontraron y te trajeron aquí"
Leonardo solo se dejó abrazar por su familia, pero no podía dejar de pensar en esa otra vida, especialmente algo que llamó su atención, se quedó en silencio prestando mucha atención en un momento en especial de estos recuerdos, él podía apreciar el destino del virreinato de la Nueva España. Recordaba una guerra, un levantamiento, una lucha por la independencia. Recordaba a un cura, un hombre llamado Miguel Hidalgo y Costilla. Y Leonardo entendió lo que pasaría, y el miedo y la incertidumbre invadieron su corazón.
"¿Que año es?" Pregunto Leonardo sintiendo una sensación de pánico.
"Es 1801 hijo" respondió su madre un poco preocupada.
Leonardo se quedó en silencio, intentando entender qué estaba pasando. ¿Por qué tenía recuerdos del futuro? ¿Qué significaba todo esto?¿Estos recuerdos eran exactos?¿El levantamiento pasaría realmente?¿Su familia estarían bien? Estaba asustado pero también surgió dentro de el una convicción de proteger a su familia de los futuros años turbulentos y de la guerra, no podía permitir que su familia resultará lastimada, por suerte para el ahora tenía un nuevo conocimiento que lo ayudaría con esta misión y definitivamente nada lo va a detener.
Pero antes de que pudiera seguir pensando en más, la puerta de su habitación se abrió de un portazo y de ella emergió su padre con una mirada feroz y tres personas detrás de él, Leonardo ahora supo que tendría su primer gran desafío en su importante misión pero enfrento su mirada sin desviar la vista mientras temblaba y fingía ser fuerte.