3 SEMANAS DESPUÉS.
"YAO"
Han pasado varias semanas desde que entré al telpochcalli y comenzamos a trabajar para las familias del señor makistli y del señor Ako, gracias a eso ahora compramos cada semana cosas básicas para nuestro hogar, cosas de las que solo hubiéramos soñado anteriormente.
Así que tanto mi hermana como yo, estamos muy agradecidos con ellos.
-"¿Que harás mañana Yao?"
Preguntó Akopa.
-"Aún no lo sé, después de recibir nuestro pago de la se semana, pensaba salir a comprar como de costumbre al mercado con mi hermana, pero tal vez me quedé en casa, ya que la salud de ella no mejora."
Tanto nextli como akopa también parecen estar preocupados por ella al igual que yo, pero de la misma forma, no hay mucho que podamos hacer. -"Como sea chicos, regresaré a sus casas más tarde después de cazar, nos vemos."
-"Esta bien, nos vemos después Yao."
Respondieron ellos y después entraron a sus casas.
Tanto nextli como Akopa, ahora se han convertido en nuestros mejores amigos, debo reconocer que al igual que sus padres, ellos también son muy buenas personas.
Después de caminar un rato hasta llegar a casa, puedo ver que mi hermana aún está en el suelo, con mucha fiebre durmiendo sobre su petate, y mamá está a su lado muy preocupada, velando por ella como siempre.
-"¿Como sigue mamá?"
Pregunté al ver a mamá con el rostro cansado, pues ella tampoco a dormido bien por cuidar a mi hermana.
-"No mejora, y su estómago sigue sin recibir nada."
Jani siempre es muy alegre y sonriente, por lo que verla en ese estado tan vulnerable y decaída, me hace sentir muy triste, necesito hacer algo para que se mejore, no soporto más verla así.
-"La vecina dijo que hay un Tícitl (médico) en la plaza del pueblo ¿Crees que podrías traerlo contigo hijo cuando regreses de cazar?"
-"Si madre, eso haré."
Tal vez no tengamos grandes ahorros, pero estoy dispuesto a pagar todo lo que tengo con tal de ver a mi hermana mejor.
Me puse de rodillas para despedirme de mamá y de mi hermana. Al acercarme a ella pude sentir que la fiebre que tenía era mucho más alta de lo normal, necesito traer a ese Tícitl lo más rápido que pueda.
De forma rápida solo fuí a la parte de atrás por mi arco, y de esa misma forma entré al bosque. Supongo que los dioses están de mi lado el día de hoy, ya que no muy lejos de casa, encontré a una manada de ciervos.
Usualmente no uso mi habilidad cuando cazó en el lago o en compañía de los chicos, ya que podría salir el rumor de que tanto mi hermana como yo somos diferentes. Pero como ahora estoy completamente solo, supongo que puedo darme el lujo de liberar un poco de la energía que se estaba acumulando en mi cuerpo, y también serviría para acabar con la cacería de forma rápida.
Tome una flecha, y la coloque en mi arco para después jalar con mucha fuerza.
Usé una cantidad de poder normal, nada exagerado, pues no quise llamar la atención de nadie, en caso de que el destello de luz se saliera de control y hubiera alguien por los alrededores.
Para el momento en que puse la flecha, pude sentir cómo algo abandonaba mi cuerpo y salia desde mi interior, dirigiéndose directamente hasta mis manos para después envolver la flecha por completo, tornando su color en uno muy brillante de color verde.
Apunte con mucha precisión, y después de unos segundos, solté la flecha con la esperanza de terminar con el ciervo de un solo disparo, de esa forma evitaría seguirlo dentro del bosque para terminar el trabajo.
Al parecer mis cálculos habían estado mal, pues use tanto poder en esa flecha, que salió disparada con gran potencia empujandome hacia atrás hasta caer sentado, y dejándome mareado por un momento.
La flecha tomó un cursó recto después de atravesar al animal, regando sangre y partes de sus órganos internos por todos lados, pero también liberó una luz de color verde muy encendida reduciendo a solo polvo la flecha después de destruir dos árboles pequeños, y parcialmente un gran árbol a unos 15 metros de donde yo estaba.
Aún sentado en el suelo, no podía creer lo que había sucedido, de tal forma que estaba muy asustado.
-"Pero... ¿En qué momento mi poder aumento tanto?"
Debo salir de aquí antes de que alguien venga.
Corrí y tome al venado, o lo que quedó de el, pues después del golpe de la flecha imbuida en luz, solo quedó la mitad delantera del animal, así que lo tomé y lo puse sobre mis hombros, pero apesar de ser solo una parte del animal, aún era muy pesado para mí solo, así que lo cargue como pude para llevarlo a casa, que estaba a solo unos 10 minutos caminando desde ese lugar.
En cuanto mamá me vió se sorprendió.
-"¿Ya regresaste Yao? Fuiste muy rápido."
-"Si mamá, encontré una manada de ciervos a solo unos minutos de aquí."
Mamá al ver que solo llevaba la mitad del venado, y por la forma de como el estómago del animal había sido desgarrado, muy parecido a como si un oso lo hubiera atacado, abrió sus ojos de la impresión.
-"Yao, ¿Acaso estás usando tus habilidades prohibidas? Sabes que no debes hacerlo, ¿Que pasaría si alguien te llegará a ver? En ese momento todos sabran que eres diferente."
-"Mamá lo siento, lo hice porque quiero ir por el Tícitl lo más rápido que pueda, no quiero seguir viendo a mi hermana de esa forma."
Ella al escuchar lo que dije, aún se veía molesta, pero ya no menciono nada sobre el tema, en lugar de eso, ella tomo un cuchillo para ayudarme a retirar toda la piel del animal y quitar la horrible parte que había destruido la flecha, de esa forma no dejamos evidencias sobre lo sucedido.
En cuanto terminamos, tomé las dos piernas delanteras y las envolví en hojas de hierba santa para ir a entregarlas.
Caminé por el pueblo con las dos enormes piernas en mis hombros, hasta que llegué a casa del señor Ako y el señor Makistli, donde pude notar que ellos ya me estaban esperando, como cada día de pago.
-"Vaya Yao, hoy estás mucho más temprano que de costumbre."
Ellos bebían sus tazas de chocolate caliente, y conversaban como buenos amigos.
-"Si, gracias a los dioses, hoy tuve la fortuna de encontrar una manada de ciervos frente a la casa, justo después de llegar del telpochcalli, así que el trabajo fue muy fácil el día de hoy."
Todo el tiempo traté de mantener una sonrisa, pero al parecer ambos de ellos, son tan viejos y experimentados que parecían no creer en mí excusa, pero apesar de eso, no me presionaron ni me hicieron más preguntas.
-"De ser así, entonces toma Yao."
Ellos me entregaron las semillas correspondientes para mí y para Jani de acuerdo al trató que teníamos, lo cual me sorprendió mucho.
-"Muchas gracias señor Ako y señor Makistli, pero no puedo aceptarlo.
Mi hermana solo trabajó dos días esta semana, así que yo compartiré mis ganancias con ella."
-"No Yao, el trato no era pagarles por cada día trabajado, el trato fué en pagarles por tener comida en nuestra mesa cada día."
Dijo el señor Ako.
-"Ako tiene razón, además sabemos que tú hermana está enferma, y no te puede ayudar por problemas de salud."
Dijo el señor makistli.
-"Muchas gracias."
Dije y después agache la mirada.
De alguna forma creo que ellos se enteraron de la salud de mi hermana por sus hijos.
-"Puedes irte Yao, sabemos que tú familia es tu prioridad, ve a ver a tu hermana y a tu madre, ellas te necesitan ahora mismo."
-"Está bien, nos vemos y gracias de nuevo."
Ellos sonreían en cuanto me vieron correr hacía el centro del pueblo, y yo les agradecía en mi mente por todo una vez más.
Ahora es momento de ir por el Tícitl para que revise a mi hermana.
Una vez que llegué al mercado pude ver al hombre que estaba buscando, era exactamente como lo había descrito mamá, un hombre de unos 40 años con su esposa de edad similar, atendiendo su puesto de hierbas, ungüentos y brebajes que ellos preparan.
Así que en cuanto estuve frente a su puesto no dude en comenzar a hablarle.
-"Disculpe estoy buscando al Tícitl."
Trate de ser amable, pero mi voz sonó de forma muy rápida, casi como si se lo estuviera exigiendo.
-"Soy yo hijo, en que puedo ayudarte."
El hombre respondió de forma muy amable y con mucha calma, pareciera como si estuviera acostumbrado atender a personas en el estado tan alterado como ahora vengo. Apesar de que trato de controlarme.
-"Necesito ayuda con mi hermana, ella está muy enferma."
Dije aún con mi voz alterada.
-"¿Puedes traerla para que la revise?"
Respondió el Tícitl.
-"Eso no es posible, ella tiene varios días enferma y no se puede poner de pie por si sola."
-"Entiendo, pero debes saber que por ir a tu casa, cobraré una comisión extra."
-"Está bien, estoy dispuesto a pagar por eso con tal de ver a mi hermana recuperada."
Al ver al hombre detenidamente, daba la impresión de ser una buena persona.
Cuando llegamos a casa, mis ánimos se levantaron de golpe, ya que ahora pude ver a mi hermana despierta aunque aún seguía recostada sobre su petate.
-"Hola Yao, perdon, no te pude acompañar a cazar hoy otra vez."
Dijo mi hermana con el rostro triste y cansado.
-"No tienes que disculparte por eso, mejor esfuérzate por recuperarte.
Mira, traje a un Tícitl para saber que es exactamente la enfermedad que tienes."
Dije mientras tomaba un de sus manos, para comprobar si todavía tenía fiebre.
-"Muchas gracias Yao."
Respondió ella, pero ahora con una sonrisa forzada.
El Tícitl se dedicó a ver a Jani por varios minutos, desde su color de piel, hasta el color y la forma de como estaban sus ojos. También le pregunto desde cuando se había sentido mal y si tenía algún dolor en alguna parte de su cuerpo en específico.
Jani se retiró parte de sus ropas para dejar descubierta su espalda, donde tenia pequeños bultos rojos muy cerca del hombro derecho.
El Tícitl dudo un poco, y después hablo con mucha sabiduría, exactamente de la forma cómo habíamos esperado de el.
-"Lo que ella tiene es una sería infección en los intestinos, si no se sabe la forma correcta de corregirlo, podría incluso poner en peligro su vida, y este sarpullido en su espalda es un claro signo de que ha tomado muchas hierbas medicinales de forma errónea, ya que en lugar de aliviar la enfermedad, solo intoxicaron su cuerpo.
Ella necesita beber té de la corteza de un árbol llamado cuachalalate, por la mañana tarde y noche, muy caliente para que quemé y ella pueda sudar toda la enfermedad, en unos días debe estar bien. Por desgracia no traigo esa corteza conmigo ahora mismo, y en el puesto que tengo en el pueblo también se nos termino, pero no deben preocuparse, pues no es díficil de conseguir, si se adentran al bosque podrán encontrarlo muy fácilmente, es un pequeño árbol muy delgado de color rosa. Solo se necesita la corteza, lavenla muy bien y ponganla a hervir con agua, de esa forma se lo dan a beber a la niña.
¿Hay algo más en lo que pueda ayudarlos? ¿Algún otro enfermo?"
Preguntó el Tícitl, y volteo a ver por los alrededores.
-"No, eso sería todo, y muchas gracias."
Dijo mi madre muy alegre después de finalmente conocer la raíz del problema de Jani.
-"Entonces, con su permiso, me tengo que retirar."
Dijo el Tícitl, y después se marchó.
En realidad su servicio fue mucho más barato de lo que había imaginado, el hombre solo exigió el pago de 8 semillas de cacao y 5 semillas más por venir hasta nuestro hogar, a diferencia de que yo esperaba pagar las 40 semillas que recibí por cazar toda la semana.
-"¿Mamá, será buena idea salir a conseguir la corteza del árbol ahora mismo?"
Pregunté.
Pero en lugar de que respondiera mamá, Jani fue quien levantó la voz.
-"No Yao, es verdad que aún hay luz de sol, pero muy pronto comenzará a oscurecer, podría ser peligroso si vas solo, lo que importa ahora es que ya sabemos mi problema, es mejor esperar hasta mañana."
Dijo Jani enojada con el rostro rojo.
-"Eso es verdad Yao, ya hiciste mucho por el día de hoy hijo, lo mejor es esperar."
En ese momento recordé que le habían mandado su pago de la semana a Jani, el señor makistli y el señor Ako.
Tal vez ella piensa que no lo sé, pero estoy al tanto de que ella está ahorrando cada semilla que le sobra después de comprar todo lo necesario para nuestra casa, pues ella quiere comprarse esa pulsera de colibrí hecha de oro con jades, lo cual me hace feliz, que ella tenga un sueño y una motivación por la que necesité esforzarse día con día.
Así que tomé la bolsa con semillas y la coloque en su pequeña mano, que aún estaba muy caliente por la fiebre que tenía.
Ella no dijo nada, pero sonrió de forma alegre cuando sintió mi mano sobre la suya.
-"Muy bien, entonces saldré mañana muy temprano."
Dije con muchos ánimos.
Ellas se veían aliviadas y felices de escuchar eso, aunque la sonrisa de mamá estaba mezclada con preocupación y cansancio, y la sonrisa de Jani también se veía muy cansada con ojeras en sus ojos, y la nariz roja por su fiebre.
Por ahora les haré caso, pero mañana al amanecer encontraré ese árbol, para ponerle fin al sufrimiento de mi hermana.
...
Esa misma noche despues de irnos a dormir, regrese al mismo sueño de siempre, la loba enredada sobre mi cuerpo, como si me estuviera cuidando mientras yo duermo.
Ella estaba como siempre durmiendo con mucha tranquilidad y se despertaba exactamente en el momento de cuando yo abría los ojos, pero al igual que en todos los demás sueños, no tengo forma de controlar mi cuerpo, más bien sigo siendo solo un espectador.
Los diálogos nunca cambian, siempre son los mismos al igual que las imágenes en mi cabeza, como si pudiera ver a través de los ojos de la loba, viendo finos hilos de diferentes colores, que representan los aromas de todas las personas que han pasado por esta calle, y entre esos aromas está un pequeño hilo rosado muy delgado apunto de desvanecerse, que es el de mi hermana.
La loba irá al bosque y yo caminaré en dirección a la ciudad desconocida. Ella me dará ánimos para encontrar a mi hermana, después dirá que debo apresurarme, Jani me espera, finalmente entraré a la ciudad donde soy emboscado y termino convirtiéndome en un asesino, un monstruo que no se puede contener y solo piensa en asesinar a todo aquel que se interponga en su camino.
Durante la pelea contra esos guerreros, algo me obligara a salir del sueño en contra de mi voluntad.
He estado teniendo este y los otros dos extraños sueños tantas veces, que desde hace algún tiempo mi mente ya sabe que solo son sueños, pero apesar de saber eso, no puedo cambiar el rumbo de las cosas, no puedo hablar por voluntad propia o hacer algo fuera de lo mismo de siempre, incluso me es imposible despertar, lo único que puedo hacer, es esperar a que mi cuerpo despierte por si solo, o que alguien me despierten mamá o Jani.
Muy bien, ya he asesinado al primer guerrero, ahora es el segundo, que al parecer es el hijo del primer guerrero asesinado, ahora debo despertar en cualquier momento.
Ahora son 3 guerreros muertos, 4,5 y 6... algo está mal aquí, ¿Que esta sucediendo?
-"Porque no salgo de este sueño?"
Dije asustado.
¿Que rayos está pasando? Es la primera vez que mi cuerpo asesina a tantos guerreros, sin embargo aún no puedo despertar.
-"Encontré a tu hermana Yao, está en una choza cerca de un río pequeño que desemboca en el lago de Texcoco."
Dijo la gran loba. -"Pero ten cuidado, el responsable es alguien con un poder similar al tuyo, incluso podría decir que es superior, pues tiene un gran entrenamiento militar.
No entres al bosque Yao, no debes verlo y no debes pelear contra el."
-"¿A que te refieres?"
Le pregunté a la loba.
Pero que rayos está sucediendo... -"¿Desde que momento comencé a hablar por voluntad propia en este sueño?"
-"No vayas al bosque al amanecer. Si entras al bosque, tu... No, ambos moriremos... MORIREMOS frente a los ojos de tu hermana JANI. A no ser que quieras eso, es mejor que no vayas al bosque."
-"Espera un momento, ¿Estas diciendo que mañana al amanecer no debo entrar al bosque? No comprendo, ¿De que hablas? Si no entro a conseguir el remedio necesario, ella podría..."
No pude conseguir ninguna respuesta, pues algo me obligó a despertar contra mi voluntad como siempre, empujandome a una luz muy resplandeciente, lo que hace que abra mis ojos de forma involuntaria y mi cuerpo despierte.
¿Que rayos está pasando? Estos sueños cada vez se hacen más raros.
Ella dijo que me mantenga alejado del bosque, que no debo pelar contra ese sujeto, además... ¿El tiene un poder similar al mío? ¿O incluso superior?
Mi hermana aún duerme, y mamá está en la cocina preparando el desayuno.
-"Yao... Jani... ¿Estan en casa chicos?"
Esa es la voz de Akopa, deben ser los chicos.
Salí para encontrarme con ellos, y ver que en esta ocasión solo habían venido akopa y ketzali.
-"Buenos días Akopa y ketzali, vamos pasen."
-"Buenos días Yao, si gracias."
Dijo Akopa.
-"Hola Yao."
Ketzali como siempre, después de saludarme corrió y me tomó de la mano para entrar conmigo a la casa.
-"¿Nextli no viene hoy?"
Pregunté a los chicos.
-"Sus abuelos llegaron de visita y se quedarán con ellos por los siguientes dos días. Por más que el quiso escapar no pudo, al parecer sus abuelos son algo estrict..."
Akopa se quedó completamente callado al ver a Jani en el suelo y con mucha fiebre, no pudo resistirse en correr hacía ella y después se arrodilló mientras tomaba con ambas manos su pequeña mano de mi hermana.
Sin duda alguna, tanto Akopa cómo ketzali son muy transparentes al momento de mostrar sus emociones, pues ambos de ellos toman nuestras manos sin importarles lo que la gente piense a su alrededor.
En ese momento sentí muchas emociones recorrer todo mi cuerpo, y no podía dejar de ver a Akopa y ami hermana, hasta que mamá me hizo salir de mis pensamientos.
-"Yao y ketzali, ¿Podrían ayudarme un poco aquí en la cocina?"
Dijo mamá muy calmada. Así que nos acercamos a ella.
Una vez que estuvimos frente a ella, habló muy quedito de forma que solo yo la pudiera escuchar.
-"Mi niño hermoso, ese niño se está esforzado mucho por agradarle a tu hermana, además con solo verlo, puedes notar que está sufriendo al ver a tu hermana de esta manera, porque no los dejas un rato solos, yo estaré aquí para cuidarlos."
-"Está bien madre."
De alguna forma esos raros sentimientos aún podía sentirlos dentro de mi, pero comprendí lo que mamá estaba tratando de decir, así que después de desayunar me preparé para salir de casa, dando una última mirada disimulada a mi hermana que aún seguía dormida, y a Akopa quien no se despegaba de ella ni un solo momento.
-"¿Vas a salir Yao?
Preguntó ketzali con su infantil e inocente voz.
-"Yo voy contigo."
Dijo ella en voz baja, pero mamá la sujeto de los hombros cuando ella trataba de caminar hacia mi y no la soltó.
-"No ketzali, una señorita y un joven nunca deben entrar solos al bosque, eso solo puede ocasionar que la gente chismosa tenga de que hablar, así que nos quedaremos en casa cuidando de Jani y akopa."
Dijo mamá en un tono muy dulce mirando a ketzali a la cara, pero después pude ver que ella le guiño un ojo, haciendo que ketzali sonriera de una forma muy sospechosa
Al ver eso, de alguna manera me hizo sentir como si yo fuera un animal de granja que ya ha sido vendido. Tal vez solo es mi imaginación y mamá solo dijo eso para calmar a la niña.
Como sea, eso lo puedo pensar en otro momento, ahora tengo otros asuntos que atender.
Tomé mi arco desde detrás de la casa y caminé directo al bosque.
Muy bien, ahora voy a lo importante, según el Tícitl es un árbol de ramas delgadas de color rosa.
Caminé por un buen rato sin poder encontrar el mencionado árbol, hasta que finalmente lo pude encontrar, según el Tícitl solo necesito la corteza, pero llevaré varias ramas, solo para estar seguro.
Mientras cortaba con mis manos las pequeñas ramas, repentinamente pude sentir la presencia de alguien o algo que me observaba por la espalda, pretendí que no me había dado cuenta, pero me mantuve alerta preparado para cualquier situación, a la vez que volteaba la mirada disimuladamente para ver que o quién era lo que me observaba, y justo cuando menos me lo esperaba, está persona corrió y trató de golpearme por la espalda justo en la cabeza, de alguna forma eso hizo que algo se encendiera dentro de mi, como si algun poder desconocido me hubiera dado sabiduría para confrontar esto, así que de forma diestra dí un gran salto y rodeé sobre mi mismo cuerpo hasta quedar como a unos 5 metros lejos de esa persona.
Volteé para ver directamente a quién se había atrevido a atacarme por la espalda, y me sorprendí al ver que se trataba de un chico, algo mayor que yo, de tal vez unos 15 años.
Pero apesar de ser solo un chico, el estaba vestido con una armadura que usan los guerreros novatos después de graduarse. Pero aunque eso era sorprendente, lo que de verdad llamó mi atención fue el color de su armadura al igual que el de su macuahuitl, ya que ambos eran de un color completamente oscuro, al igual como la densa noche, y su macuahuitl tenía diseños de huesos y cráneos por todos lados, muy diferente a los diseños de los macuahuitl que venden en el mercado del pueblo, o los que usan los guerreros acolhua directamente en el palacio.
-"Perfecto... Diviérteme un poco más."
El chico aún no había terminado de decir esas palabras cuando se volvió a lanzar sobre de mi, tratando de golpearme nuevamente en la cabeza. Pero en esta ocasión utilicé mi arco como si fuera un arma, la cual por instinto envolví con energía de color verde desde mis manos, algo muy parecido a lo que hago en mis sueños, solo que allí uso energía de color rojo.
Después de repeler el segundo ataque, el chico sonrió y después comenzó a reír a carcajadas. En ese momento pude sentir que había algo raro con el, pues estaba envolviendo de forma lenta pero constante su macuahuitl en energía al igual como lo hice yo, pero el color que salía de sus manos era completamente oscuro, y no era energía como la mía, era más bien una especia como de niebla.
El se lanzó una tercera vez, pero esta vez me atacó de frente.
Cuando mi arco chocó contra su macuahuitl, fue liberada una onda de sonido muy fuerte al igual que un destello de color verde que se desvanecía en la oscuridad que salía del arma del chico.
Por un momento pense que mi arco se rompería, pero de forma sorprendente logró soportar el fuerte golpe.
Después de eso, el chico dio un gran saltó y cayó a unos 7 metros de donde yo estaba.
Me puse en guardia y esperé a que me atacará nuevamente, pero en lugar de eso, el retiro la oscuridad de su macuahuitl y guardo su arma en su espalda para después ponerse completamente firme.
-"Eres exactamente como lo esperaba."
Dijo el chico sonriendo.
¿De que esta hablando este chico?
Apesar de que el guardo su macuahuitl, yo me mantuve en guardia pues no estaba seguro de si era una trampa y pensaba atacarme de forma repentina otra vez. -"Oye relájate, si te quisiera asesinar ya lo hubiera hecho, tu no eres rival para mí niño."
Dijo aún riendo el chico desconocido.
-"¿Qui...en eres?"
Pregunté con la voz temblorosa.
-"¿Tanta curiosidad tienes? Esta bien, voy a saciar tu curiosidad.
Mi nombre es tlamapiki y soy el hijo menor de un cardenal."
¿Un que...? De que rayos habla este chico.
-"No entiendo de que hablas, explicate."
Le grité.
El comenzó a caminar pero sin acercarse mucho, solo daba círculos alrededor de mi, de forma muy lenta mientras hablaba.
-"Desde hace algun tiempo que estamos en busca de 3 chicos únicos. En realidad son 4, pero uno de ellos nació entré mi pueblo, entre mi gente.
A otro más lo tenemos localizado dentro de la ciudad de Tenochtitlan, el tercero esta en la ciudad de tlacopan, y el 4to eres tú obviamente Yao.
Nosotros podíamos sentir destellos de poder provenientes de este bosque, desde hace muchos años atrás, desde que salias a cazar con tu padre, pues en ese entonces mi hermano mayor estaba a cargo de tu vigilancia.
Después de cierto tiempo, mis ordenes fueron seguir vigilandote, por esa razón te he estado siguiendo a ti, a tu hermana Jani, a tu madre, tus dos amigos y a tu noviecita. Los he estado observado cuando salen a cazar, incluso cuando van al mercado, también me enteré de cuando tomaste ese ridículo trabajo de cazador para el idiota general ese. Incluso estamos al pendiente de que entraste al telpochcalli de tezcoco."
Pero quién demonios es este chico, y ¿Porque sabe todo eso de mí, de mi hermana y los chicos?
-"¿Que dijiste?"
Le grité con enojo en mi voz.
-"Si así es, hay poderosos arzobispos que están encargados de mantener vigilados el telpochcalli a donde vas cada día, además de la casa de guerreros acolhua y el palacio de tezcoco.
Seguro que ya conoces a uno de ellos, solo que no estabas enterado que estaba de nuestro lado. El fue enviado a este imperio desde niño, pues el viene de una poderosa familia guerrera."
Dijo el chico sonriendo de una forma extraña después de detenerse por completo.
-"¿De que rayos estás hablando?"
-"Si así es, este guerrero es un prodigio tanto con las armas como con las tácticas de guerra, con seguridad puedo decir que el nunca a conocido lo que es una derrota.
Veo mucho potencial en ti Yao, con el entrenamiento adecuado tal vez podrías igualarlo o incluso superarlo."
Dijo el chico.
-"¿Que es lo que ustedes quieren de mi?"
El chico se acercó a mí, dando pasos lentos y con mucha calma sin dejar de mirarme a los ojos.
-"Una guerra se acerca, una poderosa guerra donde los dioses se enfrentarán a muerte, en algún momento tendrás que elegir tu bando Yao."
Dijo el chico, que ahora se encontraba a solo un paso de distancia de mi.
-"Yo odio las guerras, y nunca asesinare a una persona, y tampoco pienso unirme a ningún bando, si los dioses se quieren asesinar que lo hagan entre ellos y que nos dejen en paz."
Grité con enojo al chico.
El comenzó a caminar nuevamente dando círculos alrededor de mi, pero ahora lo hacía tan cerca de mi, como casi hablándome al oído, por lo que me puse en guardia una vez más.
-"Aunque no quieras unirte, serás obligado contra tu voluntad, y eso es por esa extraña habilidad que tienes. Dime, ¿No has tenido sueños con alguna de las 4 bestias? Son fáciles de identificar, ya que son extraordinariamente grandes comparadas con el resto de los animales."
-"No se de qué hablas."
Dije.
-"Ya relájate y baja ese arco, de todas formas no es como si pudieras dañarme con eso.
Yo soy un amigo tuyo entiende, solo quiero ayudarte.
Escúchame bien, si esos 2 guerreros no hubieran llegado aquel día para ayudarte contra esas 4 bestias, yo las hubiera asesinado por ti. ¿Ahora entiendes?"
¿Que? ¿El sabe sobre las bestias?
-"Por tu rostro veo que no puedo hacer que confíes en mí, está bien no te puedo obligar, pero como muestra de mi humildad, te voy a ofrecer algo que podría gustarte."
Dijo el chico.
-"Gracias pero no, no puedo aceptar nada de desconocidos."
Dije tan pronto como el terminó de hacer esa propuesta.
-"Ya te dije que no soy ningún desconocido, ahora somos amigos ¿No? dime ¿No te gustaría tener un mejor trabajo? Algo mejor que solo ser un simple cazador para ese estúpido general y su amigo... ¿No te da la impresión de que solo estás recibiendo sus sobras de tortillas mojadas al igual como lo hacen los pipilos? Abre los ojos Yao, ellos solo te están utilizando, a ti y a tu hermana, o ¿De verdad piensas que son buenas personas y se preocupan por ustedes? Claro que no, ellos vieron en ti lo mismo que nosotros hemos visto, y en algún momento ellos te van a exigir ese pago de regreso, mejor deshazte de ellos y únete a nosotros.
¿Acaso no te gustaría un collar de ópalo con jade, oro y piedra lunar para tu querida hermana? ¿Como este que tengo aquí? ¿O una enorme casa para tu mamá en el centro del pueblo, o mejor aún, dentro de la ciudad de tezcoco, o incluso en Tenochtitlan? Vamos no seas tímido, mi señor es muy generoso con aquellos que le sirven de corazón.
El pago que recibimos es en plumas de quetzal, que son aceptadas en los 3 valles, y no solo simples semillas de cacao que solo son aceptadas en este valle.
Como muestra de mi amistad, te voy a regalar este collar para tu hermana, y mi amado macuahuitl será ahora tuyo, consideralo como una forma de que en realidad te considero mi amigo.
Y en cuanto trabajar para mi señor, no necesitas dar una respuesta ahora mismo, pero piénsalo, una oferta como está no se le ofrece a cualquiera."
El chico se quitó su collar de oro con gemas y me lo ofreció con su mano izquierda, poniéndolo justo frente a mi y en su mano derecha sostuvo ese extraño macuahuitl de color oscuro con diseños de calaveras por todos lados. Estuve muy tentado a recibir ambos obsequios, y cuando estuve a punto de tomarlos en mis manos, me arrepentí a último momento.
-"Muchas gracias, no creó que seas una mala persona, pero mis padres me enseñaron a nunca aceptar nada de nadie, a no ser que sea el pago por un trabajo honesto y justo."
-"Tus padres son muy sabios, y entiendo cómo te sientes, pero aún así te daré un obsequio, toma."
-"¿Que es eso?"
A primera impresión parecía un collar, pero tenía un colgante en el centro con forma de ser un hueso de algún animal muy pequeño, pero por más que le busque la forma, no logré comprender a que tipo de animal pudo haber pertenecido.
-"Es solo un silbato.
Si llegas a estar en algún problema donde no encuentres la salida, o creas que no hay solución como sucedió con aquellas bestias, solo sopla muy fuerte por el orificio de arriba, a primer vistazo parecerá que no produce sonido alguno, pero si lo hace, y el único que lo puede escuchar es mi mascota, así que aunque yo me encuentre a cientos de kilómetros de aquí, te prometo venir y ayudarte, sin importar el problema o en lo que te hayas metido.
Bueno, tengo que despedirme, cuídate Yao, estaré regresando de vez en cuando por estos bosques, solo por si acaso."
El chico puso en mis manos el collar con el silbato hecho piedras raras y el hueso en el centro, para después dar la espalda y caminar hasta perderse entre los árboles del bosque.
Comencé a observar detenidamente el extraño silbato y después lo coloque en mi cuello, de la misma forma como el lo había estado usando, no le vi nada malo a excepción de su raro aspecto, que para algunos puede ser grotesco pero por alguna extraña razón a mi me agradó.
Creo que había estado asustado por nada, en mi sueño la loba dijo que no peleará contra el o ambos moriríamos, pero al final resultó que era solo un chico, que de hecho me pareció agradable.
...
Cuando regresé a casa pude ver a Jani despierta, aún con el rostro cansado y completamente rojo, pero platicando de forma alegre con mamá, ketzali y Akopa.
-"Hola ya regresé familia."
Dije en voz alta.
-"Hola Yao."
Dijo ketzali, quien fue la primera en verme y correr hacia mi para tomarme de la mano.
-"Hola Yao."
-"Bienvenido a casa Hijo."
-"bienvenido."
-"Miren lo que traje, son las cortezas del árbol, pero también traje unas pequeñas ramas solo por si acaso."
Tan pronto como entregué todo lo que llevaba en las manos de mamá, ella hizo el remedio para mi hermana, y una vez que estaba listo se lo dió a Jani para que lo probará.
Ella como siempre siendo muy quisquillosa, solo lo olfateaba, hasta que por fin se armó de valor y dio un gran sorbo.
-"wwwwuuuuaaaa... Esta muy amargo."
Dijo ella, a la vez que hacia gestos de disgusto con su rostro.
Al verla de esa forma, todos comenzamos a reír. Pero desde ese momento se sintió un ambiente alegre, ya que de alguna manera teníamos confianza de que eso la ayudaría a recuperarse.
-"Creo que es hora de irnos, muchas gracias por todo señora, y también a ustedes chicos."
-"Por nada Akopa, son bienvenidos de regresar cuando gusten niños."
Dijo mamá con una sonrisa.
-"Muchas gracias señora, entonces ¿Nos permite regresar mañana?"
Preguntó Akopa.
-"Claro que sí Akopa, siempre son bienvenidos."
Ahora Jani fue quien también lo ánimo a regresar, supongo que en este punto no puedo ir en contra del destino.
-"Si Akopa, los esperamos mañana."
Dije también con una gran sonrisa.
-"Gracias Yao, entonces nos vemos mañana."
Respondió Akopa y caminó hacía la puerta.
-"Muchas gracias, nos vemos mañana, hasta mañana Yao."
Dijo ketzali, quien finalmente soltó mi mano y caminó hasta donde estaba su hermano mayor.
Ellos se marcharon, apesar de que no era realmente muy tarde.
Después de eso mamá preparó la cena, y como si fuera un milagro, Jani se levantó y quiso ayudar a mamá en la cocina.
Ella aún se veía realmente enferma, pero por alguna razón ahora tenía mas fuerzas, además de un hambre incontrolable, ya que tomaba y daba pequeños bocados a todo lo que se le ponía enfrente.
Cenamos como de costumbre y agradecimos de que Jani finalmente hubiera comido con nosotros, al parecer el Tícitl tenía razón, después de tomar ese remedio solo era cuestión de tiempo para que ella se recuperará por completo.
...
Esa noche volví a tener uno de los mismos sueño de siempre, mi hermana en compañía de la mujer de tez blanca en el bosque desconocido al anochecer, cuando son atacadas por los dos seres que se unen para dar vida al monstruo hecho de oscuridad.
Pero nuevamente los diálogos volvieron a ser los mismos y yo solo era un espectador observando todo desde los ojos de ese monstruo.
...
-"Buenos días Yao."
Dijo mi hermana muy cerca de mi oído al amanecer.
Parece que Jani ya se siente mejor, pues su sonrisa lo grita hacía todas direcciones, además de que su color de piel ya parece normal.
-"Buenos días Jani, ¿Ya te sientes mejor?"
Dije aún con sueño y cansancio en mi rostro.
-"Si, ya estoy mejor, perdónenme por hacerlos preocupar.
¿Vamos al mercado en el pueblo? tengo muchas ganas de comprar cosas."
Dijo ella con mucha alegría.
-"Está bien, solo hay que esperar por Akopa, ya debe estar por llegar."
Dije al mismo tiempo que me levantaba.
-"Está bien."
Jani y mamá fueron a la cocina a preparar el desayuno, mientras yo me dedique a hacer nuevas flechas apartir de huesos y ramas de madera, pues las que teníamos ya estaban muy gastadas y era momento de dejarlas ir.
-"Yao... Jani... Buenos días."
Esa es la voz de Nextli, al parecer hoy si pudo acompañar a los chicos."
Dijo mi hermana, y salió en cuanto jani escucho su nombre, para recibirlos.
-"buenos días chicos, pasen."
Ellos entraron y por sus sonrisas tan grandes, puedo darme cuenta de que también están felices de ver a Jani, aunque no completamente curada pero si mucho mejor que los días anteriores.
-"Buenos días chicos, ¿Como están?"
Les pregunte a los chicos.
-"Muy bien Yao, ayer no pude venir ya que tenemos visitas de mis abuelos, de hecho hoy tengo el permiso pero con la condición de regresar temprano a casa."
Dijo Nextli, mientras ketzali se sentaba a un lado de mi.
Mientras conversábamos yo mantuve la mirada hacía todos ellos, pero sin perder el ritmo dando formas circulares con mis manos en las puntas de las flechas sobre la piedra de afilar, cuando por un descuido mi mano se resbaló, haciéndome caer al suelo.
Todos comenzamos a reír de mi torpeza, hasta que el collar de caracoles que un día recibí de papá, junto con el collar que tenía el colgante con forma de hueso que recibí el día anterior por ese chico, salieran de entre mis ropas, asomándose por mi hombro derecho.
A toda prisa lo escondí tratando de evitar que nadie lo viera.
-"Que es eso Yao?"
Preguntó ketzali.
-"¿Que es esa cosa?"
Pregunto también mi hermana al ver el extraño hueso.
A pesar de que trate de esconderlo, todos ellos ya lo habían visto.
-"No es nada."
Respondí de forma rápida y continúe sacando filo a las flechas.
-"Déjame ver."
Dijo Jani mientras se acercaba estirando sus manos para sacarlo desde debajo de mis ropas.
-"Eeewww es el hueso de un animal. ¿De donde lo sacaste Yao?"
-"Es solo un silbato, lo encontré en el bosque."
Dije de forma rápida, tratando de evitar la conversación.
Jani dio unos pasos hacia atrás, mientras mamá se acercó y tomó el collar en sus manos.
-"No puedes usar algo como esto hijo, en especial si lo encuentras en medio del bosque, que tal si usaron brujería en el. Deshazte de el Yao, usa fuego para quemarlo si es posible, pero hazlo lejos de casa."
-"No, no quiero quemarlo, nadie uso brujería en el mamá, de hecho... Eso fue una mentira, no lo encontré, en realidad fué el obsequio de un amigo."
Todos ellos me miraron con sus rostros de confusión, pero mamá no se detuvo con el interrogatorio.
-"¿Es otro chico del telpochcalli?"
Preguntó ella.
-"No mamá, es un chico que conocí ayer en el bosque, cuando buscaba el árbol para el remedio de Jani."
-"Ya veo, solo que... Ten cuidado con tus amigos Yao, no deberías confiar tanto en alguien a quien acabas de conocer."
Dijo mamá.
-"Está bien mamá, pero él no es mala persona, solo tiene unos gustos algo raros."
Respondí en su defensa.
-"Si, puedo darme cuenta de eso."
Mamá parecía haberse calmado después de esa excusa. Pero Akopa, Jani y ketzali estaban algo temerosos manteniendose en silencio, y Nextli solo observó sin comprender nada, como en cada conversación que tenemos en zapoteco, aunque se veía igual que el resto de ellos, con algo de miedo en su rostro.
-"Bueno, olvidemos el collar por el momento, pero vamos a hablar sobre ello más tarde Yao, por ahora vamos a desayunar."
-"Si mamá."
Todos desayunamos de forma alegre como siempre.
Estos chicos nunca dejan de sorprenderme, tanto nextli como Akopa, ya que siempre dejan sus platos completamente limpios, y gracias a ello tanto mi madre como Jani sonríen alegremente, pues de alguna forma que no comprendo, eso las hace muy felices.
Después de un rato más fuimos al mercado, aunque en esta ocasión no compramos muchas cosas, pero como cada vez que venimos aquí, no pudimos resistirnos en pasar a ver los puestos de armas y armaduras, para después pasar con el anciano que vende joyería.
Todo parecía estar bien, hasta que vi a mi hermana observando el puesto del anciano de abajo hacia arriba, para después poner una cara triste.
-"Que pasa Jani?"
Pregunté al verla tan desanimada.
-"Ya no está."
Respondió ella sin mirarme, aún con el rostro hacía abajo y con la voz casi quebrandose en llanto.
-"¿Ya no está que cosa Jani?"
Pregunté.
-"Ella habla de la pulsera con el colibrí Yao."
Respondió Nextli mientras el la ayudaba a buscar con la mirada cada rincón del puesto del anciano.
-"Normalmente siempre estaba de este lado, pero ya no está."
Desde ese momento comprendí todo, y recordé que esa era la razón por la que Jani había estado ahorrando todo este tiempo.
-"Hola señor Ixuatl (hoja de maíz, mazorca) disculpe por molestarlo ¿Usted ya vendió la pulsera con el dije de colibrí?"
Preguntó akopa al anciano.
-"Hola niños... Si, por desgracia la tuve que vender, de verdad lo siento Jani, se que dije que la retendría el mayor tiempo posible, pero llegó una clienta exigiendo que se la vendiera. Era una mujer que nunca antes había visto en el pueblo. Pero ella sabía exactamente el precio y dónde estaba oculta la pulsera."
Al parecer la pulsera y el collar eran un juego de 2 piezas ya que eran identicas, o posiblemente eran más, en caso de que hubiera una segunda pulsera para la otra mano o incluso pulseras para los pies. Tal vez quién compro la pulsera que quería Jani, fue la misma persona que compró el collar hace semanas.
-"Disculpe muestra insistencia, pero ¿Podría ser que la persona que compró la pulsera fue la misma mujer que compró el collar que estuvo aquí hace más tiempo?"
Pregunté al anciano.
-"Lo siento Yao, mis memorias no son tan buenas como para recordar quién compro ese collar, y aunque lo recordara, no sería prudente señalar con el dedo a ninguno de mis clientes."
Respondió el anciano.
-"Si entiendo, disculpe las molestias."
Dije al anciano, pues el tenía razón respecto a eso.
--"Por cierto, en solo un mes saldré de viaje, estaré fuera del valle por un año, o posiblemente un poco más. Viajaré hasta los señoríos de Tlaxcala por unos meses y después llevaré muchas artesanías de estas tierras hasta el norte con los purépecha. Pero cuando venga de regresó seguro que traeré muchas otras cosas conmigo, entre ellas muchas joyas, seguro que algo de todo eso podría gustarte Jani.
Asi que no te sientas mal, te daré un muy buen descuento en cualquier cosa que te guste."
Dijo el anciano pochteca a mi hermana.
-"Muchas gracias señor Ixuatl."
El anciano pochteca trataba de ser amable con mi hermana, pero por desgracia ella estaba muy desanimada, que ni siquiera trataba de ocultarlo.
-"Jani alégrate, el señor Ixuatl te dará un buen descuento, lo mejor que podemos hacer ahora es ahorrar para el momento de cuando el regresé."
Le dije para tratar de mejorar sus ánimos.
-"Tienes razón Yao, debo esforzarme más y trabajar muy duro para cuando el señor Ixuatl regresé.
Tendré muchas semillas de cacao y seré su primera clienta."
De alguna forma eso mejoró sus ánimos y comenzó a sonreír como de costumbre.
-"Muy bien, es hora de regresar a casa."
Grite de forma alegre, mientras aún estábamos frente al negocio del anciano, quien nos miró algo asustado por el fuerte grito repentino que solté.
-"Chicos lo siento, solo tengo permitido quedarme hasta el medio día, debo regresar a casa, pero te veré mañana Yao para ir al telpochcalli, nos vemos Jani, y también nos vemos después Akopa y ketzali."
Nextli regreso a su casa, pero Akopa y su hermana prefirieron quedarse con nosotros un rato más, asi que fue con nosotros a casa, lo que fue algo bueno, ya que Akopa me ayudó a cargar todo.