Imperio de tezcoco
Pueblo de Acolman.
"Yao"
Después de salir de casa, me dirigí hacía la ciudad de tezcoco, y una vez que logré llegar, trate de encontrar el lugar y el objeto que mamá me había mostrado.
En el sueño que tuve con mamá, ella me mostró la imagen de algo que parecía ser una pipa, a simple vista parecía similar a la que usan los ancianos para fumar. Me preguntó si el dueño de esa pipa tendrá algo que ver con la desaparición de mi hermana, o tal vez esa persona podría ser quien me ayude a encontrarla. Como sea, no debo sacar conclusiones hasta saber de qué se trata todo esto.
Caminé por varios minutos, pero desgraciadamente todas las calles son idénticas, por lo que en un momento pensé que nunca encontraría ese lugar, hasta que sin notarlo, repentinamente al salir de una de las pequeñas calles llegue al lugar, que se veía exactamente como mamá me lo había mostrado. Al inspeccionar con la mirada hacia todas direcciones, pude notar que este lugar se trataba de una cancha de Tachli.
Apesar de nunca haber estado en este lugar antes, sentí como si está no fuera mi primera vez aquí, tal vez era porque se veía exactamente como mi madre me lo había mostrado.
Muy bien, si no me equivoco, ese objeto debe estar en esta esquina, por aquí.
-"Perfecto, aquí está, todo es exactamente como en el sueño."
Dije en voz alta.
Comencé a observar la pipa detalladamente, y pude notar que era la cosa más normal que me podría imaginar, pues solo se trataba de un pedazo de carrizo comun y corriente, masticado por un extremo y con un olor desagradable.
Seguí inspeccionando la pipa, hasta que unas voces comenzaron a escucharse en los alrededores, así que corrí a esconderme.
-"Rayos, espero que nadie la haya hurtado, esa pipa era un recuerdo de mi abuelo."
Dijo uno de los 3 hombres que caminaban exactamente al lugar donde había encontrado la pipa.
-"Puedes conseguir otra si así lo deseas Okich, además tú ni siquiera fumas, no deberías encariñarte con algo como eso."
Dijo otro de los hombres como respuesta al primero.
-"¿Quien eres tú para decirme algo como eso Xoxali? Mi abuelo fue una de las pocas personas que me quisieron cuando yo era solo un niño, esa pipa la he mantenido por años conmigo, es más que solo un objeto, es el último recuerdo de mi querido abuelo."
-"Si si, claro, pero de igual forma
no está, solo nos hiciste venir por anda ¿ya estás feliz?"
Dijo el segundo hombre llamado Xoxali.
-"Maldición, de verdad esperaba encontrarla."
-"Ya olvidense de eso. Okich márchate al telpochcalli, y recuerda que tenemos trabajo al atardecer, así que no llegues tarde."
Dijo uno de los hombres. El que parecía ser de mayor edad de entre los 3.
-"Si lo sé. Oigan, si la llegan a encontrar¿Podrían guardarla?"
Dijo Okich al mismo tiempo que caminaba lejos de los otros 2 hombres, que por alguna razón su voz de Okich me sonaba muy familiar.
-"LARGO DIJE..."
Refunfuño nuevamente el hombre de mayor edad.
Así que Okich caminó directamente hacia el telpochcalli, y yo lo seguí de cerca, evitando que notara que lo seguía y observando todo lo que el hacía.
...
Al llegar al telpochcalli, pude mezclarme con el resto de los niños, así que finalmente pude ver el rostro de la persona a la que había estado siguiendo durante todo el camino.
Mi sorpresa fue tanta, que estuve apunto de soltar un grito al ver que se trataba de Tika, el chico nuevo.
Una vez que entré al salón de enseñanza, pude ver a mis amigos dentro, allí estaban Nextli, Akopa y Pipinik.
-"¿Yao? ¿Que estás haciendo aquí?"
Pregunto Nextli sorprendido.
-"Si Yao, debiste haberte quedado en casa con tu madre."
Dijo Akopa, casi como reprendiendome.
-"No pasa nada chicos, mamá ya está mejor, se recupera poco a poco, y tu padre Akopa se está encargando de encontrar a Jani, así que para sacar todos esos malos pensamientos, decidí venir al telpochcalli."
Dije mostrando una sonrisa forzada.
En ese momento, Tika o mejor dicho Okich, decidió acercarse a nosotros.
-"Que sucede chicos, ¿Está todo bien?"
-"No pasa nada Tika, deberías meterte en tus propios asuntos."
Dijo con el rostro molesto Nextli. Al parecer no solo era el, pues Akopa también parecía estar molesto.
Supongo que después de recibir el castigo de ayer, ellos ya no confiaran en el. Me preguntó ¿Que es lo que habrán hecho ese día para recibir ese castigo? Debió haber sido algo vergonzoso ya que ellos nunca me lo contaron.
-"Vamos chicos, ya les dije que lo siento, para remediar mi error los invito a hacer algo diferente hoy por la tarde."
Dijo Tika sonriendo. -"Ho es verdad, ustedes tienen un castigo por dos semanas mas ¿Cierto?"
Tika ahora parecía de verdad triste.
-"El castigo se pospuso Tika, los sacerdotes dijeron es por causa del mal clima, pues son épocas de lluvia, así que somos libres de ir a casa después de salir del telpochcalli."
Dijo Pipinik sonriendo.
-"Podrías callarte Pipinik, eso nadie te lo preguntó."
Grito Akopa molesto.
-'¿Que? No tiene nada de malo que lo sepa Tika ¿verdad? Además eso no es una mentira."
Dijo Pipinik defendiéndose.
-"Entonces ¿que tal si me acompañan hoy después del telpochcalli?"
Dijo Tika sonriendo de forma alegre.
-"No gracias."
Respondió Akopa, manteniendo el rostro molesto.
-"¿De que se trata Tika?"
Preguntó con mucha curiosidad Pipinik, quien era el único que no se veía molesto con Tika.
-"Es un trabajo rápido Pipinik, necesitamos sacar y preparar todos los bienes de un noble tepaneca de una enorme casa en el centro de la ciudad, al parecer se mudará de regreso hacía la ciudad de tlacopan, pues según lo que escuché, no le agradó mucho esta ciudad.
Es poco trabajo y el pago es una gran cantidad de semillas de cacao, mientras más seamos, será más rápido, créanme son semillas muy fáciles de conseguir, en solo cuestión de un par de horas.
Después de eso podemos regresar a jugar un partido de Tachli ¿Que dicen?"
Dijo Tika.
-"No Tika, muchas gracias."
Al parecer Akopa estaba realmente molesto, pues ni siquiera veía a Paco a la cara cuando respondía.
-"Yo si voy Tika."
Dijo Pipinik de forma sonriente.
-"¿Que estás loco Pipinik? Tu no aprendes ni por las malas."
Le grito Nextli.
-"¿Que tiene de malo? Tu padre Nextli es sacerdote de este telpochcalli por lo que no te falta nada, y también el padre de Akopa tiene un buen trabajo, pues trabaja dentro del palacio directamente con el tlatoani, pero mi padre es campesino, por lo que no gana lo suficiente. Así que yo iré hoy a trabajar con Tika y su amigo Asetl. Deberías unirte Yao, Paco dijo que será un trabajo rápido."
-"Muchas gracias Nextli, pero yo tengo algo que..."
En ese momento cuando me estaba negando a ir, recordé que mamá dijo que el dueño de la pipa, sería el medio para llegar con mi hermana."
-"Mmm si, porque no, tal vez los pueda acompañar después del telpochcalli."
Dije repentinamente.
-"¿Que estás loco tu también Yao? No debes, tienes que ir a cuidar a tu madre y recuerda que tu hermana está perdid..."
Gritó repentinamente Nextli, como siempre abriendo la boca de más, y después cubriendo si boca con las manos reconociendo su error.
-"Lo que necesito ahora es distraer mi mente, además mamá ya está mejor."
Dije manteniendo esa sonrisa forzada.
Se que mentir no es bueno, sin embargo no puedo contar la realidad de las cosas aquí, ademas no puedo confiar en Tika ciegamente, pero tampoco puedo dejarlo ir, debo vigilarlo, ya que mamá dijo que el es el medio para llegar con mi hermana.
-"¿Tu mamá está enferma Yao? ¿Y tu hermana está extraviada?"
Pregunto Tika con el rostro sorprendido.
-"Si así es, mamá estaba ocupada en la cocina cuando tuvo un accidente y se golpeó la cabeza, y respecto a mi hermana, no sabemos dónde está."
Dije de forma seria y tratando de ocultar la verdad.
-"Vaya, parece que tu familia está pasando por muchas dificultades, no puedo ayudar a tu madre, pero tengo un amigo que podría ayudarnos a encontrar a tu hermana, claro si tú quieres."
Dijo Tika con la frente en alto.
-"Solo que tal vez no te guste mucho su forma de trabajar."
-"A que te refieres Tika."
Pregunté.
-"El es un chamán, usa poderes de la naturaleza para muchas cosas; como por ejemplo sanar a personas de enfermedades, o en este caso encontrar a tu hermana, el podría usar la adivinación con maíz o huesos.
El me debe algunos favores, estoy seguro de que si le explicamos un poco de la situación nos ayudará sin cobrar una sola semilla de cacao."
Dijo Tika con una gran sonrisa.
-"¿De verdad harías eso por mi familia Tika?"
Pregunté.
Tal vez... Tal vez... Esto es a lo que mamá se refería cuando dijo que este chico sería quien me guiaría hasta Jani.
-"Por su puesto, mi familia también ha pasado por muchas dificultades y aunque muchos nos han dado la espalda, algunos otros si nos han ayudado, además pareces ser un buen chico y me gustaría creer que si yo estuviera en tu lugar, tu harías lo mismo por mi familia."
Dijo Tika con una gran sonrisa.
-"Así es Tika, sin dudar yo ayudaría a tu familia si estuvieran en peligro."
Le respondí siendo honesto.
-"Puedo ver que eres un buen chico Yao. Pero recuerda que antes de ir con mi amigo, necesitamos terminar el trabajo de mudanza del que les había hablado."
-"Está bien, yo te ayudare en todo lo que pueda."
Respondí con una enorme sonrisa.
-"Si Yao los acompaña, entonces yo también iré."
Dijo Nextli mirando a Akopa.
-"Esta bien, yo también iré."
Dijo Akopa, quien se veía con menos ánimos que todos nosotros, pero de igual forma aceptó ir.
-"Perfecto, entonces somos 5 y con mi amigo Asetl somos 6. Este debería ser un trabajo fácil y rápido. Si dividimos la paga de forma equitativa nos tocarían de 83 semillas y un tercio para cada uno.
Muy bien, entonces después de salir del telpochcalli iremos directo para hacer ese trabajo."
Dijo Tika mirándonos a todos a los ojos.
Después de discutir sobre los planes para la tarde, el sacerdote instructor llegó a nuestra sala de enseñanza, y con eso comenzamos un día más en el telpochcalli.
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Pueblo de Acolman
"Mekatl"
Después de salir de la casa de los gemelos, nos dirigimos a casa del general, pues de la misma manera, el se quería asegurar de que su familia estaba segura, así que después de una inspección rápida nos dirigimos a nuestro próximo punto de encuentro.
-"General Ako ¿A donde nos dirigimos exactamente?"
Pregunto Exotl, casi como interrogando a nuestro superior.
-"No coman ansias, ya casi llegamos."
Eso fue lo que dijo el general, pero nos mantuvo caminando por un buen rato más, hasta que llegamos a las orillas del lago de Texcoco. Para ese momento estábamos realmente alejados de todos los pueblos de los alrededores, que con total seguridad podría decir que no había absolutamente nada en ese lugar, a excepción de nosotros 4.
-"Aquí esperaremos. Vamos relájense, ¿Porque las caras largas? aún tenemos tiempo de sobra."
Dijo el general Ako, y después de eso el general se acercó a un árbol y se recargo en el, para dormir por un rato y dejar pasar el tiempo hasta que llegara la persona que estábamos esperando.
Yo seguí el ejemplo del general, en recostarme un rato debajo de un árbol, ya que la noche anterior había sido un poco larga en la búsqueda de esos sujetos, y gracias a eso no pude dormir nada.
La brisa humeda del lago en mi rostro, sin duda alguna se sentía muy bien, tanto que caí profundamente dormido y perdí la noción del tiempo por un breve momento.
Las horas pasaron, y Neki se veía muy calmado, pero en cuanto a Exotl, parecía estar muy desesperado, ya que caminaba sin contenerse de un lado hacia el otro mientras hacía guardia. Por un momento mientras yo aún seguía recostado y con los ojos cerrados, pude imaginarme el rostro de Exotl muy molesto y apunto de reventar, pues el es un guerrero muy activo, y al tenerlo aquí de pie, y solo esperando, debe ser una tortura para el. Pero apesar de todo, el parecía estar conteniendo su enojo, pues no hizo ni dijo nada estúpido, supongo que eso debe ser por la presencia del general Ako.
-"Muy bien, prepárense, el es extremadamente puntual, así que ya debe estar por llegar."
Dijo el general, mientras se ponía de pie.
El sol estaba en su punto más alto, lo que me hace pensar que esta reunión debió haber sido programada para el medio día.
-"Muy bien, traigan ese licor, es momento de festejar."
Dije el general Ako, y entonces fue cuando pude sentir un escalofrío recorrer mi cuerpo por completo, pues algo con una presencia monstruosa se acercaba hacia nosotros.
-"¿Pero que demonios es eso?"
Grito Exotl con los pies temblando, cual si fuera un simple crío.
Los arbustos de nuestro lado derecho comenzaron a moverse señalando que por ahí llegaría esa bestia de instintos sobrehumanos y aquellos que lo acompañaban.
Dejandonos llevar por nuestros impulsos, todos nos pusimos en guardia y nos preparamos para pelear en cuanto esa cosa se presentará físicamente.
-"Calmados todos, los traje aquí como cortesía y forma de respeto, no para pelear, no me hagan repetir eso ¿Quedó claro?"
Dijo el general muy malhumorado, pues aunque el ya había dado esas órdenes en varias ocasiones, nosotros simplemente no pudimos contenernos.
-"Si general."
Respondimos todos de forma unánime. Aunque en realidad eso era más facil de decir que hacer, ya que mi cuerpo se movía por si solo, al igual que el de los otros 2 capitanes, alertandonos a mantenernos en guardia y a no distraernos bajo ninguna circunstancia, o de lo contrario podríamos arrepentirnos.
Cuando ese ser salió de entre las plantas, me sorprendí al ver a un joven, alguien de una edad similar a la mía, este era un joven guerrero águila, que estaba cortando con su macuahuitl todas las ramas frente a él, abriendo camino para poder pasar.
Mirándolo detenidamente, pude comprender que esta no era la primera vez que lo veía, pues su rostro me parecía muy familiar.
¡AHORA RECUERO...! este joven fue el guerrero águila que llegó antes que yo el día que Akopa, ketzali, los gemelos y el hijo del sacerdote makistli fueron atacados por esas bestias oscuras.
Al mantener la mirada sobre este guerrero, pude notar que caminaba un segundo guerrero águila detrás de él, aunque de edad un poco mayor, cortando la maleza con su macuahuitl de la misma manera como el joven guerrero, y justo detrás de ellos, se encontraba el responsable que nos hacía poner los cabellos de punta.
Este era un hombre de unos 30 años, de una edad muy similar al general Ako, pero el no portaba una armadura de jaguar como el general Ako, mas bien su armadura tenía forma de águila.
Mientras el señor Ako portaba una piel de jaguar sobre su cuerpo, y un cráneo de jaguar en su cabeza, este hombre portaba una armadura brillante hecha con cientos y cientos de plumas de diferentes aves, y en su cabeza un cráneo de lo que en vida parecía que alguna vez fue una gigantesca aguila.
La altura de este sujeto era inferior comparado con el gran tamaño del general Ako, de la misma forma el tamaño de su macuahuitl era muy inferior y su pequeño chimalli, pero por alguna razón, su instinto asesino y su poder eran muy superiores a nuestro general, la diferencia era abismal, que solo de estar a unos metros de el nos hacía temblar.
Después de que este hombre saliera de entre los árboles y los arbustos, salió un cuarto hombre, casi como cuidando la espalda de este sujeto. Pero ¿De verdad este hombre necesita de esa escolta de 3 guerreros? Siento honesto, no creo que un monstruo como el necesite que alguien lo cuide.
Nosotros somos 3 capitanes al servicio del general Ako, así que supongo que ellos 3 también deben ser 3 capitanes águila, y si mis suposiciones son ciertas, el debe ser un general, un general águila.
-"Amigo mío, es bueno ver que gozas de buena salud ¿Cuanto tiempo ha pasado?"
Preguntó con una gran sonrisa el general Ako, mientras caminaba en dirección de este hombre.
-"Ako cascarrabias, es bueno verte. Creo que han pasado 6 o tal vez 8 años, ¿Como esta la familia?"
Pregunto ese hombre con una amable sonrisa.
Apesar de que este sujeto provocaba miedo con su sola presencia, el general Ako lo trataba como su igual, pues al parecer, la presencia de este hombre no lo afectaba en lo mas mínimo.
-"Todos se encuentran en excelente estado amigo mío.
Ustedes 3 acérquense."
Dijo el general Ako a nosotros 3, y una vez que estuvimos detrás de el, dijo algo que nos sorprendió a todos.
-"Escuchenme atentamente, el guerrero que está frente a ustedes es el mismísimo general Tlapaltik. ¿Entendieron? Y los 3 que lo acompañan son sus 3 capitanes de mayor confianza, bajo ninguna circunstancia esta reunión y todo lo que conversemos en ella, o cualquier cosa que vean aquí, puede llegar a oídos ajenos. ¿Quedó claro?"
Dijo el general Ako.
¿Habrá alguna razón en específica para mantener esto en secreto? De cualquier forma, nosotros somos los capitanes más cercanos al general, y aunque el no lo hubiera pedido, nosotros nunca lo hablaríamos con nadie.
-"Por supuesto."
Respondimos nosotros 3.
En cuanto los 2 generales estuvieron uno frente al otro, los 3 guerreros águila que acompañaban a su general se separaron de el, y sin decir una sola palabra, ellos se dividieron hacia diferentes direcciones, formando un triángulo como si estuvieran sincronizados, por la forma de como lo hacían, parecía que estaban cubriendo cierta área y asegurándose de que nadie la atravesará, sin duda alguna el entrenamiento que reciben los guerreros águila es algo completamente diferente comparado al resto de guerreros.
Nosotros decidimos hacer exactamente lo mismo, después de ver cómo ellos hacían guardia. Pues la seguridad de nuestros superiores ahora mismo debe ser nuestra maxima prioridad.
El general Ako y el general Tlapaltik caminaron hasta llegar a la orilla del lago de Texcoco, donde se sentaron e iniciaron una conversación que duró por horas, ademas de que mientras conversaban, daban grandes sorbos de mezcal, de uno de los tarros que el general había traído.
Supongo que el general nos pidió guardar silencio porque en esta reunión se estaban rompiendo muchas reglas. Para empezar, tengo entendido que el gran y poderoso Tlapaltik tiene prohibido abandonar la ciudad de Tenochtitlan, por lo que su presencia aquí debe ser, por razón de que salió a escondidas de la ciudad.
La segunda razón para mantener en secreto está reunión, supongo que es porque los nobles tienen estrictamente prohibido beber cualquier tipo de licor hasta la edad de 52 años, que es una vuelta completa al calendario azteca, o también conocida como la piedra del sol, así que claramente este sujeto está rompiendo muchas reglas el día de hoy.
Cuando los generales terminaron de conversar, los 3 capitanes águila dejaron de hacer guardia y se dirigieron directo hasta donde estaba su general, quien se estaba despidiendo del general Ako.
Después de un fuerte apretón de manos y unos golpes en la espalda, el general Ako le entregó el segundo tarro con mezcal al general Tlapaltik, quien con una sonrisa lo aceptó y después se retiró, y de la misma manera como llegaron, el mas joven capitán águila de los 3, fue por delante, otro capitan detrás de él, su general siguiéndolos de cerca y el que parecía ser el más experimentado y de mayor edad de todos ellos, fuer por detrás de su general cubriendo su espalda.
Por un momento después de que el general águila y sus capitanes se marcharán, comprendí que el general Tlapaltik tenía en gran estima al general Ako, pues de no ser así, no hubiera tomado el riesgo de salir de la ciudad, apesar de que por eso podrían ser duramente sancionados tanto el, como sus capitanes, pero también tuve la sensación de que esta reunión para el general Tlapaltik era como una vía de escapé temporal, pues su mirada era seria y triste al momento de cuando ellos llegaron, pero el general Tlapaltik mostró una legítima sonrisa una vez que vio al general Ako.
Me preguntó, ¿Que tipo de triste vida tendrá ese general?
Supongo que la vida no es fácil para nadie, ya seamos macehuallis o nobles. Pues este general apesar de ser un noble de primer rango, no parece ser feliz, al estár obligado a permanecer dentro de esa ciudad en el centro del lago, pues en algún momento dado se debe sentir aprisionado, además de que no puede beber alcohol hasta los 52 años, cosa completamente diferente a nosotros los macehuallis, y también no debe ser fácil ser una figura pública perfecta, pues los ojos de todas las personas nobles y macehuallis siempre deben estar sobre de el, observando con cuidado cada movimiento que hace, y buscando hasta el más mínimo error en el. Tal vez para liberarlo de todo ese estrés de vez en cuando, sus capitanes lo ayudan a escapar como en el día de hoy, pues sus rostros se veían felices al ver a su general sonriendo.
-"General Ako, no lo puedo creer, ¿Usted es amigo cercano de la leyenda Tlapaltik?"
Preguntó con asombro Exotl.
-"Así es, somos muy buenos amigos desde nuestra infancia. Pero eso es cuento para otro día, es hora de irnos de aqui, en marcha."
Dijo el general Ako mientras caminaba en dirección a la ciudad de tezcoco.
Una vez que llegamos a la ciudad, Exotl, Neki y yo recibimos órdenes de regresar a nuestros puestos, y en cuanto al general Ako, al parecer el tlatoani directamente había solicitado su presencia, así que se dirigió hacía los jardines del palacio, que era donde se encontraba su inminencia, "el huey tlatoani" en esos momentos.
...
Después de un rato, regresé en busca del general Ako, pues quería asegurarme de que todo estuviera bien. En cuanto entré, pude notar que estaba muy perdido en sus pensamientos.
-"¿Está todo bien general?"
Pregunté al verlo tan decaído.
-"Me gustaría decir que si, muchacho."
Dijo el general suspirando.
-"¿Tiene algo que ver con lo que dijeron el tlatoani?"
Pregunté con curiosidad, pues era lo único que se me ocurría, después de su reunión con el general Tlapaltik estaba de buen humor, pero ahora el era todo lo opuesto.
-"Tlapaltik dijo que esta banda de los zorros negros que secuestra niñas macehuallis, llevá años trabajando de esta manera, y lo que es peor, con el tiempo se ha ido fortaleciendo, pues ahora mismo hay muchos funcionarios embarrados en esto, como sacerdotes y consejeros de guerra procedentes de muchos imperios, ciudades y pueblos por todo el valle, y no solo de Azcapotzalco y Tenochtitlan como se creía en un inicio."
-"¿Que? esto debe ser una broma."
Grité.
-"Desearía que así lo fuera.
Tlapaltik, un general águila más y varios funcionarios aztecas han trabajado mucho en los últimos años para terminar con esta banda, pues en algún momento dado, no solo secuestraban a niñas macehuallis de Tenochtitlan y Tlatelolco, sino que también comenzaron a secuestrar a niñas nobles de estas ciudades."
-"Eso no puede ser ¿También secuestraban niñas nobles?
Debemos encontrar y acabar con ese mal."
Grité furioso por lo que el general había mencionado.
-"Ya no hay nada que hacer muchacho. El huey tlatoani está enterado de todo, y la razón de porque fui llamado ante su presencia, es porque se me prohibió seguir con esto, pues en caso de continuar, sería considerado como ir directamente en contra del imperio de Azcapotzalco."
-"Esto debe ser una broma general "
Dije aún más molesto.
-"El tlatoani uso la excusa de que si continúo indagando más, mi familia podría llegar a ser un blanco de esta gente. Tlapaltik también me pidió hacer exactamente lo mismo, el dijo que si dejaba en paz esto, el prometía hacer todo lo posible por encontrar y recuperar a la gemela."
Dijo el general con el rostro triste.
-"Eso es indignante general, como es posible que esten secuestrando a niñas frente a las narices de todos y se queden de brazos cruzados."
-"Lo se muchacho, yo también me siento igual, pero por ahora es todo lo que podemos hacer, no podemos ir en contra de las órdenes del huey tlatoani."
Dijo el general suspirando una vez más.
-"Entonces, el tlatoani quiere que nos detengamos ¿Pero que es lo que ellos harán para ayudar? ¿Simplemente olvidarán todo el asunto?"
Dije refunfuñando.
-"Así es, tal parece que el actual tlatoani "Yancuiltzin" y algunos más en el tlatocan, son solo unos sirvientes más al servicio del imperio de Azcapotzalco, lo que no es una sorpresa para nadie, pues esté tlatoani fue colocado en su posición directamente por el huey tlatoani de Azcapotzalco "tezozómoc" después de asesinar al anterior tlatoani "Ixtlilxóchitl" y de exiliar al príncipe Nezahualcoyotl, quien por derecho debería ser el legítimo tlatoani de este imperio, y no su medio Hernando, que es solo un fiel lacayo de Azcapotzalco."
Dijo el general.
Maldición, eso quiere decir que todo esté sistema está podrido.
Pero ahora ya no importa, tal vez al general le prohibieron seguir investigando esto, sin embargo eso no significa que yo me detendré.
-"Por cierto general, ¿Que es lo que se sabe del príncipe Nezahualcoyotl?"
-"No mucho, lo último que llegó a mis oídos, es que el príncipe se enlisto como guerrero en el ejército de chalco. Me gustaría poder ayudarlo más, desgraciadamente el tlatoani y su gente no me quitan los ojos de encima, tal parece que ya sospechan de mi situación con el huey tlatoani azteca chimalpopoca."
-"No, ellos aun no lo sospechan general, de lo contrario alguno de mis guerreros ya habría escuchado algo, de cualquier forma de ahora en adelante mantendré los oídos y ojos bien abiertos cuando esté dentro del palacio."
Dije
-"Confío en ti Mekatl, y respecto a la gemela perdida, Parece que ahora todo recae sobre los hombros del general Tlapaltik, el mencionó que tan pronto tenga información, me la hará llegar de la forma más rápida posible."
-"Entiendo general, ¿Hay algo más que pueda hacer?"
-"Se que debes estar cansado muchacho, además hemos sido detenidos por completo, así que puedes tomarte el resto del día libre, te veré mañana."
Dijo el general.
-"Gracias señor, pero no puedo solo ir a casa y descansar cómodamente después de saber todo eso.
Por ahora iré a casa de los gemelos para ver cómo sigue su madre.."
-"Oye Mekatl... Ninguna palabra de esto a nadie , en especial al gemelo, no quiero que haga una locura después de saber que por ordenes del tlatoani dejamos de buscar a su hermana o a los responsables ¿Entendiste?"
-"Por supuesto general, mantendré mis pensamientos y palabras solo para mi mismo."
Lo siento general, tal vez a usted le dieron órdenes directas de detenerse, pero yo no puedo resignarme, y esperar a que el general águila cumpla su palabra al encontrar a la gemela y entregarla con nosotros, pues eso me suena a solo un cuento de fantasías.
...
Después de caminar hasta llegar al pueblo de Acolman y quedar a solo unos metros de la casa de los gemelos, estaba dudando en si debería entrar o tal vez era mejor regresar a la ciudad, ya que no sabría que responder a Yao si me llegará a preguntar acerca de la búsqueda de su hermana, pues no quería mentirle, pero tampoco podía decirle que el tlatoani había decidido detener la búsqueda de su hermana.
-"No, de cualquier forma debo asegurarme de que su madre esté bien. Si su hermana nunca regresa... Al menos debería tener a su madre, no me gustaría que se quedará en completa soledad."
Sin notarlo había comenzado a pensar en voz alta, mientras tenía un sentimiento de soledad dentro de mi.
-"¿Como está todo aquí guerreros? necesito un reporte de las últimas horas."
Pregunté a los guerreros, una vez que llegué a la casa de los gemelos.
-"Capitán Mekatl, nuestro turno comenzó hace solo unas horas, pero con seguridad puedo decir que todo está bajo control."
Respondió uno de los guerreros, sin moverse un poco de la puerta.
-"Muy bien, gracias por su trabajo y sigan de esa forma, el general Ako estará feliz de saber que están esforzándose."
Al momento de decir eso, entré a la casa, y me sorprendí de ver a la madre del chico, la mujer que estaba cuidando de ella y el Tícitl, que ahora estaba con ellas, pero por más que busque en los alrededores, no pude encontrar a Yao.
-"Buenas tardes, ¿Tícitl, como está su salud?¿Esta mejorando?"
Pregunté después de que ellos se sorprendieran al verme cruzar la puerta.
-"joven guerrero, buenas tardes. Su cuerpo logró pasar la noche, casi podría decir que es gracias a los dioses, sin embargo, su cuerpo aún sigue mostrando que es solo un cascarón vacío."
Dijo el Tícitl con sudor en su frente.
-"¿A que se refieres Tícitl?"
-"Tal como lo había dicho ayer... Todo indica que ella ya nos abandonó, y para confirmarlo he realizado una serie de pruebas en ella, como pellizcar sus manos y sus hombros, desgraciadamente no hubo respuesta alguna, pues ella ya no siente ningún tipo de dolor, también he colocado licor bajo su nariz y hemos mojado su rostro con agua fría para hacerla reaccionar, aunque sea solo un pequeño gesto en su rostro demostrando que su espíritu sigue dentro de su cuerpo. Por desgracia no hay respuesta."
Dijo el Tícitl.
Maldición las cosas no mejoran, más bien todo parece ir de mal en peor.
-"¿Que podemos hacer en estos casos Tícitl?"
Pregunté.
-"Creo que ya no hay nada que hacer, como ya lo había dicho ayer, ella posiblemente ya está en el Mictlán."
Dijo el Tícitl resignado.
-"Debe haber algo que aún quede por hacer, cualquier cosa, usted es un sabio, utilize cualquier método, pero no deje morir a esta mujer."
Grité con enojo.
-"Le contaré una historia joven guerrero.
Cuando yo era solo un joven aprendiendo este oficio, fuí llevado con mi maestro donde había un niño macehualli que estaba en el mismo estado que está mujer."
-"¿Un niño? ¿Y sobrevivio?"
Pregunté con miedo.
-"Eso fue hace casi 15 años, en esos momentos mi padre, quien también fue mi maestro, solía ser más agresivo con las enfermedades que el desconocía, así que al no saber exactamente lo que le sucedía al niño, mi maestro decidió usar métodos muy extraños; primero probamos con un chamán, esperando a que el lo trajera de regreso de entre los muertos, invocando espíritus que guiarán su camino, he incluso rogándole al poderososo Mictlantecuhtli que le permitiera regresar... Por desgracia no hubo respuesta.
Después mi maestro decidió usar el dolor para hacerlo reaccionar, primero comenzó usando espinas de maguey para pinchar sus manos, pies, hombros, pecho y finalizando con brazas ardientes sobre su piel, quemando en partes muy sensibles su cuerpo donde hasta el guerrero más fuerte hubiera llorado como una simple niña, Pero el resultado siempre fue el mismo.
Después de varios intentos más con el mismo resultado, los padres pensaron seriamente en sacrificarlo a los dioses, pero se detuvieron y decidieron esperar, con la creencia de que si el chico estaba aún dentro de su cuerpo, tal vez algún día lograría salir de allí.
Desgraciadamente después de solo unos días, el chico murió, pues al no poder beber o comer algún alimento, su cuerpo se comió a si mismo desde dentro, dejando solo pellejos pegados a huesos y órganos, hasta que dio su último respiro."
Ese fue un final muy lamentable para ese chico.
-"¿Nunca ha vuelto a encontrar a otra persona en esta misma condición Tícitl?"
-"Es verdad que he escuchado de muchas historias parecidas, pero por desgracia nunca las he visto con mis propios ojos, pero aun así, el resultado casi siempre es el mismo."
Dijo el Tícitl con el rostro serio.
-"¿Cuando dice que el resultado 'CASI' siempre es el mismo? ¿Eso quiere decir que hay quienes han despertado?"
Pregunté con los ojos bien abiertos.
-"Así es, he escuchado de muy pocos que han despertado, pero si los hay, así que mientras ella siga respirando, aún habrá una oportunidad. Pero no se confunda joven guerrero, esos que despiertan son solo unas pocas excepciones."
-"Muchas gracias Tícitl, eso es suficiente.
Está mujer es realmente fuerte, logro pasar la noche después de haber sido golpeada, incluso sigue viva después de haber perdido una gran cantidad de sangre, sin duda alguna ella despertara, ella lo hará por sus hijos, estoy seguro de eso."
-"Creo que tiene razón joven guerrero.
Ella sobrevivió la noche entera, eso es algo que yo creí que era imposible. De cualquier forma ahora todo depende de ella. Me disculpo por no ser de mucha utilidad aquí, así que pasó a retirarme."
-"Muchas gracias Tícitl. Que los dioses lo acompañen."
Después de esa conversación, el Tícitl se marchó y solo me quedé con la madre de Yao y la mujer que estaba cuidando de ella.
-"Disculpe, ¿Yao se encuentra por aquí?"
Pregunté a la mujer, quien estaba limpiando las manos y pies de la madre de Yao con un trapo húmedo.
-"Yao salió de casa muy temprano, eso fue después de que ustedes se marcharon. Dijo que iría al telpochcalli, pero que también necesitaba ir a otro lugar importante."
Dijo la mujer sin mirarme a la cara, mientras seguía limpiando el cuerpo de la madre de los gemelos.
-"¿Fue al telpochcalli? ¿Pero que le sucede? Su madre está en muy mal estado, como se le ocurre dejarla de esta forma."
Espera... ¿El dijo que también iría a un lugar importante? Eso quiere decir que... Debo informar de esto al general.
-"Muchas gracias por su ayuda, y por cuidar de la madre de los gemelos."
Dije a la mujer, mientras caminaba hacia la puerta.
-"Ahora que lo menciona, ya es muy tarde, el ya debería haber regresado del telpochcalli, posiblemente hora este en el lugar que el había mencionado. ¿Piensa esperar por el joven guerrero?"
Dijo la mujer.
-"Me gustaría esperarlo, pero tengo que ver al general Ako. Si Yao regresa, ¿Podría decirle que no salga de casa? Regresaré en cuanto tenga tiempo libre."
Dije a toda prisa, mientras me dirigía a la puerta.
-"Por su puesto, yo le diré a Yao que esperé hasta su regreso."
Después de salir de su pequeña casa, me dirigí nuevamente hasta la ciudad de tezcoco para reportarlo con el general, pues pensé que Yao sabía algo que nosotros no, ya que el nunca abandonaría a su madre en ese estado, a no ser que tenga información importante de donde encontrar a su hermana.
Debo encontrarlo y evitar que haga una tontería, pues el no debe estar pensando con claridad, gracias a todo lo que le está pasando a su familia.