6 meses después.
Pueblo de Acolman
IMPERIO DE TEZCOCO
"Akopa"
Han pasado algunos meses desde que conocimos a Jani y Yao, y desde que ellos comenzaron a trabajar como cazadores para nuestras familias.
Ellos siguen su rutina todos los días sin descanso, Yao va al telpochcalli y regresa a casa por su hermana, toman sus arcos o lanzas, para después entrar al bosque a cazar y llevar carne de jabalí, venado, aves o pescado a nuestros hogares.
Aunque trato de aparentar que todo sigue igual como siempre, cada vez se vuelve más difícil ver a Jani solo como solo una amiga, debo reconocer que cada día que pasa ella es más hermosa, tanto que mi corazón se acelera cuando ella está cerca de mi, cuando me habla, y ni que decir cuando sonríe, eso me fascina y me vuelve loco.
Al verlos ahora de mayor altura y edad, no puedo creer que al pequeño niño y su hermana que vi por primera vez hace casi 3 años desde mi ventana, hayan crecido tanto.
Pues aunque nunca se los he mencionado, yo los observaba ir al lago de texcoco justo después de la guerra contra Azcapotzalco, aunque en ese momento no me imaginaba que esos dos pequeños, flacos y frágiles niños, iban solos sin la compañía de un adulto porque su padre había muerto.
Con el pasar de los meses y después los años, esperarlos pasar y observarlos desde mi ventana comenzó a ser una rutina para mi, aunque claro que ellos no pasaban todos los días, y con eso surgió la idea de pedirle a papá algo para usar como escusa y esperar por ellos en el patio de mi casa.
Después de tanto pensar, finalmente decidí pedir un macuahuitl, y también le pedí a mi padre que me enseñará la correcta forma de usarlo, aunque papá se negó al inicio, una semanas después llegó con el pequeño macuahuitl, y con eso empecé a entrenar día con día fuera de casa esperando por esos dos niños, con la excusa de que amaba mi pequeño macuahuitl.
Llegó un día en específico donde yo sabía que ellos pasarían, pues ellos casi seguían una rutina para ir al lago, así que después de un larga tarde entrenando y esperando por ellos, finalmente la pude ver de frente... A tan solo a unos metros de mi, la niña con ropas sucias y rotas, a la niña de mirada triste pero de sonrisa humilde y honesta, aquella de la que me había enamorado años atrás y que ahora estaba desesperadamente tratando de acercarme a ella.
Ellos regresaban del lago con peces en sus lanzas justo cuando yo golpeaba el aire con mi pequeño macuahuitl, ese fue el momento más feliz para mí, pues finalmente después de tanto tiempo me había armado de valor y estaba por pedirles que fueran mis amigos.
Pero desgraciadamente todo resultó contrario a lo que yo esperaba, pues al estar tan nervioso no pude decir palabra alguna, por lo que ellos huyeron de mi a toda prisa, dejándome allí con un nudo en la garganta y con muchas palabras que tenía planeado decir.
-'Tonto...'
Dijo mi hermana sonriendo, una vez que ellos se habían marchado.
Para ese momento pensé que nadie sabía todo lo que ocurría en mi pequeño mundo dentro de mi cabeza, o las razones de mis acciones, pero después de escuchar a mi hermana decir eso, comprendí que estaba muy equivocado, además de que me sorprendí aún más al escuchar a papá decir desde detrás de mi. -'De esa forma nunca ganarás su corazón hijo.'
-'Papá ¿De que hablas?
Le pregunté, mientras mi hermana reía en forma de burla.
-'Eres mi hijo, Para mi eres como un códice abierto, un códice que yo mismo escribí, nada de lo que tu hagas o digas me puede sorprender, pues yo ya pasé por todo eso y muchas cosas más.'
Dijo el con una gran sonrisa. -'Esos niños viven en la parte sur del pueblo, muy cerca del bosque, en la casa más pequeña y pobre que puedas ver. Si tanto te interesa esa niña, demuestraselo, ve mañana al amanecer y pasa el día con ellos.'
Dijo papá manteniendo esa sonrisa.
-'¿De verdad puedo ir papá?
Pregunté.
-'Claro, no te preocupes por tu madre, yo me encargo.'
Dijo papá mientras cerraba un ojo.
Así que al amanecer del siguiente día, hay estaba yo, fuera de su casa de los gemelos esperando por ellos.
Cuando papá lo dijo parecía una buena idea, pero después de esperar por un rato allí fuera me sentí como un tonto, en especial porque los vecinos no dejaban de mirarme de forma sospechosa. Pero la perseverancia que tenía para acercarme a ellos era tan grande, que no me importó lo que pensaran de mi, además de que me sentía bien al tener el completo apoyo de papá.
Despues de esperar por ellos un rato hasta casi perder la paciencia, finalmente Yao salió de su casa, y de esa forma tuvimos la conversación que no pude iniciar el día anterior.
Resulta que Yao era mucho más amable y comprensivo de lo que yo imaginaba, algo muy diferente a comparación de Jani, pues ella me veía de forma hostil, como si yo fuera un invasor tratando de inmiscuirse en sus vidas.
Después de una conversación con ellos y con su madre, fuimos al bosque y entrenamos con los arcos.
Para ese momento Jani me regañaba por todo, se veía molesta conmigo sin razón aparente, levantaba la voz, me gritaba y evitaba mirarme a los ojos, además de que era muy hiriente con sus palabras. Pero eso no me importaba, por ella estaba dispuesto a eso y más, lo único que de verdad me importaba, es que finalmente estaba cerca de ella, finalmente podía verla frente a mi, hablar con ella, escuchar su linda voz, incluso tocar su suave piel cuando ella me sujetaba al mostrarme como usar el arco de forma correcta. Esas memorias sin duda, las atesorare hasta el momento en que me tenga que ir al Mictlán.
-"Estas bien Akopa? ¿En que tanto piensas?"
Preguntó Yao, al verme distraído en el salón de enseñanza. -"El sacerdote instructor no está de muy buen humor hoy, sabes que cuando está de esta forma se molesta por cualquier cosa."
Dijo Yao mirándome a la cara.
-"No... en nada Yao, no es importante."
Dije de forma tímida.
-"Oye... Mira Akopa."
Dijo Yao mirando a la puerta.
Justo allí, se encontraba el mismo sacerdote que hace algunos meses trajo a Yao a nuestra sala de enseñanza, y de la misma manera, hoy estaba allí con un chico nuevo.
-"Buenas tardes sacerdote."
Dijo el joven sacerdote desde fuera de nuestro salón de enseñanza.
-"Buenas tardes ¿En que puedo ayudarle?"
Respondió nuestro sacerdote instructor.
-"Por ordenes del gran sacerdote, vengo a entregar un nuevo discípulo."
Nuestro sacerdote instructor miró por un momento al chico que estaba parado frente a la puerta de la sala de enseñanza, y después de que sus ojos casi salieran de sus lugares comenzó a hablar.
-"¿No cree que esto es un error sacerdote? Este chico parece de edad muy mayor al resto de los niños de esta sala."
Dijo nuestro sacerdote instructor, al notar que el chico que habían llevado era más alto que todos nosotros. Era tan alto y mayor que incluso incluso parecía ya tener un bigote y una gran barba que afeitaba todos los días para verse de menor edad.
-"No es ningún error sacerdote, al parecer este chico a sufrido mucho durante toda su infancia, por lo que no le ha sido posible asistir de forma constante al telpochcalli. De hecho el debería ser parte de una clase aún inferior a está, pero por la gran empatía que sintió el gran sacerdote por este chico, es que se le permitió ser parte de un grupo intermedio. Además el prometió no ser una carga y esforzarse mucho más que el resto de los niños, para así poder graduarse a una edad no tan adulta."
-"Si comprendo, si el sumo sacerdote fue quien lo evalúo, y son sus órdenes directas, supongo que no hay mucho que decir."
Dijo nuestro sacerdote instructor, a la vez que se marchaba el joven sacerdote, dejando al chico nuevo justo en la puerta del salón de enseñanza.
Una vez que el chico estaba completamente solo fuera de nuestra sala, nuestro sacerdote instructor lo animó a entrar y después comenzó a hacerle una serie de preguntas.
-"¿Dime cómo te llamas joven?"
-"Mi nombre es Tika (a través) sacerdote, y soy originario de la ciudad de Azcapotzalco."
Respondió el chico con una voz muy tímida, tanto que hasta parecía tener miedo a responder.
A simple vista, este chico parecía ser alguien que tenía una apariencia muy altanera, casi como un bravucón, pero después de escuchar su respuesta todos nosotros y el sacerdote instructor cambiamos de parecer, pues este chico hablaba con tanto miedo, que ni siquiera podía mirar a los ojos al sacerdote cuando daba una respuesta, así que nuestro sacerdote continuó hablándole pero ahora más tranquilo y con voz muy suave para hacerlo entrar en confianza.
-"Ya veo, así que tu familia viene del imperio de Azcapotzalco."
Dijo nuestro sacerdote haciendo un ademan con su mano derecha y mostrando una gran sonrisa.
El chico parecía responder bien al mensaje, pues desde ese momento ya no estaba tan tenso.
-"Bueno, aunque tengo sangre chichimeca-tolteca al igual que muchos tepanecas de ese lugar, no vengo de una familia guerrera, más bien en mi familia venimos de una larga lista de campesinos, comenzando desde el padre de mi abuelo."
Dije el chico llamado Tika, aún con la mirada hacia abajo.
-"Así que vienes de una familia de campesinos de 4 generaciones,¿Puedes explicarme la razón de porque abandonaron la ciudad de Azcapotzalco?"
Preguntó el sacerdote.
-"Si sacerdote, eso fue por causa de una difamación hacia mi familia años atrás cuando yo apenas era un niño."
-"Comprendo, ¿Conoces un poco más a fondo lo que sucedió exactamente? Lamento tener que preguntar todo esto, pero como sacerdote instructor necesito saber todo lo relacionado con mis discípulos, ya que en cierta forma soy como un tutor para todos por igual."
Dijo nuestro sacerdote instructor.
-"Esta bien sacerdote."
dijo Tika, y desde ese momento parecía ya tener más confianza, pues respondió directo y mirando a la cara al sacerdote.
-"Para ser honesto no conozco la historia completa, solo recuerdo que desde algun momento, mi familia comenzó a ser blanco de odio por parte de familias de guerreros macehuallis y nobles influyentes de la ciudad de Azcapotzalco, así que para evitarlo fuimos hacía la ciudad de tlacopan."
-"¿Hacía tlacopan? Esa fue una muy mala decisión, todos saben que esa ciudad fue fundada por Azcapotzalco, y por consecuencia muchas de las familias más influyentes de tlacopan, rinden cuentas al mismo imperio tepaneca, sin mencionar que se rumorea que la razón de porque esa ciudad fue construida específicamente allí, es para mantener bajo control a las ciudades de los alrededores como las ciudades aztecas de Tenochtitlan y Tlatelolco."
Dijo el sacerdote.
-"Tiene razón sacerdote, pero la razón de porque fuimos a esa ciudad, fue porque tenemos familia de mi madre allí, de esa forma no sería tan difícil iniciar desde cero."
-"Tienes razón, llegar a un nuevo lugar y comenzar desde abajo sin conocidos, es un trabajo muy duro y pesado."
-"Si señor, mi familia a pasado por muchas dificultades y desgracias, no solo en Azcapotzalco sino también en tlacopan, y como consecuencia de eso mi padre cayó en el vicio del alcohol, así que para evitar más dolor a mi familia, mi madre decidió huir aún más lejos donde nadie nos conociera."
-"Entiendo, ¿Y así fue cómo llegaron a esta ciudad? Supongo."
-"Si sacerdote."
-"La historia de tu familia es muy triste, es una lástima todo lo que les sucedió, sin embargo no hay mucho que pueda hacer por ti o por tu familia, ya que como sabrás, después de la derrota del imperio de tezcoco, esta ciudad y todos los pueblos de los alrededores ahora están bajo el yugo del imperio tepaneca."
Dijo nuestro sacerdote con el rostro serio.
-"No lo entiendo sacerdote, el imperio de tezcoco siempre fue uno de los más poderosos, porque no simplemente se levantan los guerreros acolhua una vez más, y corren a todos esos tepanecas que caminan por las calles de esta ciudad, pues ellos lo hacen como si fuera su propia casa."
Dijo el joven Tika.
-"Es más fácil decirlo que hacerlo hijo, actualmente el imperio de tezcoco no tiene guerreros, pues muchos cayeron en batalla hace dos años durante la guerra, y otros más fueron sacrificados a los dioses al no querer jurar lealtad al imperio de Azcapotzalco, y con los pocos guerreros que quedaron, lamentablemente no se puede hacer mucho, incluso ahora este imperio estaría propenso a ser atacado y caer por algún otro imperio proveniente del extranjero, si no fuera por esos guerreros tepanecas que deambulan por las calles."
-"Es una lástima lo que le pasó a este imperio sacerdote.
Mi madre ya es una mujer de edad muy grande, no me gustaría que pasemos por lo mismo aquí, y ahora tengamos que huir aún más lejos, su anciano cuerpo no podría soportarlo una vez más."
El sacerdote instructor se quedó sin palabras por un momento, y después quiso dar por terminada esa conversación, pues por la forma de su rostro parecía estar incómodo de que todos nosotros estuviéramos escuchando la vida privada de Tika y su familia.
-"Bueno es suficiente de historia por ahora, tal vez no haya mucho que pueda hacer, pero si algo llegará a ocurrir, no dudes en contarmelo, sin dudar encontrare la manera de ayudar."
Dijo el sacerdote sonriendo a Tika, lo cual nos sorprendió a todos, pues el sacerdote usualmente es muy estricto y malhumorado, pero con el chico nuevo parecía ser diferente.
-"Muchas gracias sacerdote, se lo agradezco de todo corazón, y nuevamente lo repito, prometo no ser una carga y esforzarme lo más que pueda."
Dijo Tika también con una sonrisa tímida.
-"Perfecto chico, ahora comprendo porque le agradaste al sumo sacerdote. Toma asiento donde te sientas más cómodo, seguiremos con la clase."
El chico nuevo parecía ser una buena persona, y por alguna razón parecía querer encajar bien con nosotros, pues se acercó y se sentó cerca de mi, de Yao, Nextli y nuestro amigo Pipinik.
-"¿Puedo sentarme aquí chicos?"
Preguntó Tika.
-"Está bien, no hay ningún problema."
Todos respondimos sin dudarlo, así que sin darnos cuenta, este chico comenzó a formar parte de nuestro círculo de amigos.
Después de que terminó la clase, nosotros regresamos a casa en grupo como siempre, Yao, Nextli, Pipinik, y yo.
...
Mientras caminábamos de regresó a casa, los chicos conversaban sobre lo que hicimos el fin de semana.
-"Oye Yao, ¿La chica que estaba con ustedes en la plaza del pueblo es tu hermana?"
Preguntó con curiosidad Pipinik.
-"¿A que te refieres Pipinik?"
Dijo Yao.
-"El fin de semana estuve en el pueblo de Acolman, donde viven ustedes. Mi padre me llevó para comprar un Xoloitzcuintle, así que los vimos a todos ustedes junto con dos niñas más mientras hacían sus compras."
-"Aaaah ya entiendo. Si ella es mi hermana Jani, y la otra niña es la hermana menor de Akopa."
Dijo Yao.
-"Si, a la hermana de Akopa ya la conocía, pero no a tu hermana Yao, sin duda son gemelos, ya que son idénticos, solo porque ella tiene el cabello largo."
Dijo Pipinik sorprendido.
-"Hooo así que tienes una hermana gemela."
Dijo repentinamente una voz desde detrás de todos nosotros.
-"Tika ¿Que estás haciendo aquí?"
Pregunto Nextli con cara de sorpresa, al ver que el chico nuevo nos estaba siguiendo con mucho sigilo, y ninguno de nosotros lo había notado.
-"Hola chicos, no los estoy siguiendo ni nada. Es solo que no quiero regresar a casa aún, así que después del telpochcalli salí a caminar para conocer mejor la ciudad."
Dijo Tika con el rostro sonriente, para después preguntar algo todavía más raro.
-"Oigan, ¿Puedo acompañarlos a casa?"
Al escuchar esa pregunta, de alguna manera hizo incomodar a Yao, pues su rostro se tornó amargo, casi como si le hubieran dado a beber té de marrubio.
-"No Tika lo siento, nosotros no vivimos cerca de aquí, es mejor que regreses a la ciudad."
Dijo Yao de forma muy educada y amable, como siempre lo hace.
La insistencia de tika no se detuvo allí, pues puso un brazo sobre los hombros de Nextli y el otro en los hombros de Yao.
-"Vamos no seas así Yao, los escuché decir en el salón de enseñanza que viven en el pueblo de Acolman, ese es un muy famoso lugar donde crían y entrenan a los Xoloitzcuintles, solo me gustaría conocerlo.
Vamos chicos, no soy una mala persona, permítanme ir con ustedes."
Desde ese momento comencé a pensar que había algo sospechoso con tika, pero al parecer no solo era yo, pues Yao y Nextli también estaban muy tensós.
-"Oye Tika, Yao tiene razón, deberías regresar a la ciudad."
Dijo Nextli en esta ocasión.
-"Vamos no sean así con un amigo, es más para demostrarles que soy una buena persona, los llevaré a un lugar donde podrán ver algo que a todos los hombres nos gusta.
Que dicen, ¿Vienen?"
Dijo Tika con una sonrisa muy extraña.
-"No puedo, tengo que regresar a casa o mamá se molestara."
Dije eso para tratar de alejarlo, pero el solo me ignoro y fue con los demás chicos.
-"No gracias tika, tengo algo que hacer después de la escuela."
Dijo Yao también tratando de ahuyentarlo.
-"Vamos no seas tan cerrado Yao, tenemos que divertirnos en esta vida que nos fue entregada, de lo contrario solo sería un desperdicio.
Oye Yao... Dijiste que tienes una hermana ¿Verdad? Si quieres librarte de ella por lo menos un día yo puedo encargarme, la puedo llevar a conocer mi casa, así podrías perderte por la ciudad con tus amigos y dejar de ser tan amargado."
En ese momento, después de escuchar eso me llene de furia, pensado en como se le ocurría decir algo tan atrevido como eso acerca de mi Jani.
Estuve apunto de perder el control y poner en su lugar a tika, de no ser porque en ese momento Yao comenzó a reír, tomando poca importancia o nada a su comentario.
-"No gracias Tika, mi hermana es solo responsabilidad mía, así que por favor mantente alejado de ella y del pueblo donde vivimos."
Dijo Yao de forma amable y educado, mientras quitaba el brazo de Tika de encima de sus hombros.
Yoa es así, amable y sonriente, incluso en ocasiones parece ignorar todo lo que sucede a su alrededor, pero de alguna manera el puede ver hasta las cosas más insignificantes, y aunque no lo demostró, parece que pudo ver através de tika y reconocer su intenciones desde un inicio.
-"Como quieran chicos, pero ya saben, si quieren ver algo divertido, solo díganmelo y los llevaré a un lugar especial.
Nos vemos."
Tika se separó de nosotros y comenzó a caminar en dirección opuesta, para ese momento yo estaba realmente molesto al igual que Yao y Nextli, solo que ellos trataban de ocultarlo, y en cuando a Pipinik, el estaba en completo silencio muy sumergido en sus pensamientos.
-"Ese chico tiene algo que no me agrada del todo."
Dijo Nextli repentinamente.
-"De hecho a ninguno nos agradó muy bien."
Agregué a su comentario.
-"Oigan ¿Y si en realidad es interesante el lugar al que nos ofreció ir?"
Dijo Pipinik dejándonos a todos con la boca abierta.
-"¿Que? ¿Estás loco Pipinik? ¿Como se te ocurre? mira el vocabulario que usó para hablar con nosotros, fue completamente diferente de como lo hizo con los sacerdotes por la mañana, si esa es su verdadera naturaleza, lo más seguro es que a donde nos quiere llevar, sea un lugar vulgar."
Dijo Nextli muy molesto.
-"No lo sé chicos, el no parece ser tan malo después se todo, yo creo que su personalidad es así porque su padre lo educó de esa forma. Recuerden que su padre es un hombre que tiene problemas con el alcohol. Deberíamos darle una oportunidad, yo lo voy a seguir tal vez encuentre algo interesante."
Dijo Pipinik, que después de decir eso salió corriendo tras Tika.
-"HEY TIKA, ESPERAME YO SI QUIERO IR CONTIGO."
Gritaba Pipinik mientras corría detrás de tika y una vez que lo alcanzó, comenzaron a hablar y a reír como si ya fueran buenos amigos.
En cuanto a nosotros, no hicimos nada y solo seguimos nuestro camino a casa.
...
Al llegar a casa me despedí de Nextli y de Yao, quien aún tiene que caminar hasta la parte sur del pueblo para poder llegar a su pequeña casa.
En ocasiones siento un poco de lástima por Yao, pues su día no termina después de regresar del telpochcalli, ya que tiene que salir de cacería con su hermana. Pero no es lástima solo lo que siento por el, pues también siento mucha admiración, ya que gracias al gran esfuerzo que ellos hacen cada día, me dan ánimos para esforzarme también y seguir creciendo como hombre.
Cuando entré a la casa, pude ver a Mamá en compañía de Ixaya (ojos abiertos) la sirvienta y mi hermana pequeña ketzali.
-"Hola, ya regresé del telpochcalli."
Dije sonriendo al ver a todos en la cocina, a excepción de papá.
-"Hola hijo, ¿Como estuvo tu día?
Pregunto mamá, y mi hermana comenzó a correr y se lanzó sobre de mi.
-"Bienvenido hermano, ¿Como estuvo tu día?"
Repitió ketzali lo mismo que había dicho mamá, y después dejo de abrazarme para regresar donde estaba Ixaya.
-"Estuvo excelente, por cierto tenemos un chico nuevo en nuestra clase, se llama Tika, solo que es un poco mayor de edad y también de estatura a comparación de todos nosotros."
Dije mientras caminaba y me dirigía hacia mi habitación para tomar mi macuahuitl.
-"Así que tienen un chico nuevo. Se amable con el Akopa, no por que entró a una edad más grande que la de ustedes al telpochcalli, significa que valga menos."
-"Lo se mamá, todos tratamos de llevarnos bien con el."
Dije mientras regresaba a la cocina, y después me dirigí hacia el jardín de enfrente, pues tenía que hacer mi rutina de todos los días.
Una vez afuera, comenzé mi entrenamiento con mi macuahuitl, exactamente como papá me había enseñado, golpes básicos y con mucha precisión, además de mantener la respiración y el ritmo cardiaco de manera controlada, mientras mi pequeña hermana me veía con asombro en completo silencio.
Una vez que terminé, volví a entrar a la casa para guardar mi macuahuitl y hacer el resto de mis deberes.
-"Vaya, sigues con tu rutina sin falta, eso es algo digno de admirar Akopa."
Dijo una voz desde detrás de mi.
Cuando volteé la mirada, pude ver que quien estaba hablando era mi hermano mayor.
-"¡Mekatl... hermano!"
Mekatl nos visita solo un par de veces al año, ya que ahora que es un guerrero acolhua tiene muy poco tiempo libre y muchas responsabilidades.
pero... ¿A qué habrá venido hoy?
-"Hola cabeza de pato ¿Como estás?"
Respondió el y comenzó a sacudir mi cabello con una de sus manos después de verme.
-"Muy bien."
Respondí de forma alegre.
-"Hehe, cabeza de pato-cabeza de pato."
Dijo ketzali una y otra vez, burlándose de mi.
-"Oye por cierto vi a tu novia y a su hermano hace un rato en el bosque, estaban cazando."
Dijo Mekatl.
-"Hehe, tu novia-tu novia."
Grito mi pequeña hermana ketzali, después del comentario de Mekatl.
-"Tu no digas nada ketzali, que en cuanto vez a Yao siempre te cuelgas de una de sus manos, aunque a él no le agrade eso."
Reprendí a mi hermana después de que se burlara de mi en varias ocasiones.
-"Eso es porque Yao va a ser mi esposo."
Dijo mi hermana y saco su lengua para después correr a donde estaba mamá, pues pensó que la volvería a reprender.
-"Niños suficiente, no discutan frente a su hermano mayor.
Hola mi pequeño guerrero ¿Como estás?"
Dijo mamá con voz muy dulce, a la vez que le daba un gran abrazo a mi hermano Mekatl.
-"Hola señora somalí, es bueno verla y ver que goza de buena salud."
Dijo Mekatl.
-"¿Tanto trabajo te cuesta decirme mamá? Cuando eras un niño de la edad de Akopa, recuerdo que me llamabas mamá y me seguías a todos lados.
En fin... Supongo que con el pasar de los años, los hombres maduran de forma muy diferente a comparación de las mujeres."
Dijo mamá, y después regresó a la cocina. En cuanto a mi hermano Mekatl, solo se quedó en silencio con una sonrisa algo tímida.
Una vez que nos quedamos solos ketzali, mi hermano y yo, el comenzó a hablar respecto a algo que llamó mucho mi atención.
-"la razón de estar aquí, es porque tengo un tema muy importante para mí que tratar con el señor Ako."
Dijo mi hermano mayor.
-"¿Es algo sobre las bestias del bosque?"
Pregunté.
-"Si así es, pero ese solo es uno de los temas que vine a tratar.
La verdadera razón es porque voy a contraer matrimonio, y necesito de sus consejos."
Dijo Mekatl algo apenado.
-"Felicidades Mekatl, ya te estabas tardando."
Grito mi padre desde la entrada.
No pudimos notar cuando llegó, ya que no hizo ruido alguno, pero se veía feliz por escuchar esa última parte de la conversación.
-"Buenas noches general Ako, disculpe mi intromisión en su hogar."
Al mismo tiempo que Mekatl hablaba, también inclino su cuerpo hacia mi padre.
-"Oye oye, ya te dije que en casa solo soy el señor Ako, que no se te olvidé Mekatl."
Dijo mi padre mientras caminaba hacía nosotros.
-"Papi...."
Grito ketzali, y al mismo tiempo se lanzó para abrazar a mi padre.
-"Hola mi princesa, veo que tienes muchas energías hoy."
Dijo mi padre mientras sostenía a mi hermana en sus brazos.
Mi hermana no respondió a mi padre, ella solo lo abrazo y después se bajó de sus brazos, para regresar a la cocina y decirle a mamá que papá había llegado.
-"Y dime Mekatl ¿Quien es la desafortunada?"
Dijo papá con una gran sonrisa.
Mekatl comenzó a reír respecto al comentario de papá y después respondió a su pregunta.
-"Gracias a la recomendación del tlatoani, uno de los nobles de la ciudad me ofreció a una de sus hijas como mi esposa, por lo que necesito de sus sabios consejos y que también vaya conmigo para hablar con sus padres y pedir su mano, siguiendo nuestras costumbres y tradiciones."
Dijo Mekatl con el rostro hacía abajo como suplicando.
-"Aún recuerdo cuando eras solo un pequeño que tenía miedo de usar armas, después te volviste un joven presuntuoso y orgulloso, como cualquier joven a esa edad, y ahora regresas a esta casa para pedir consejos y un padre que te acompañe para pedir la mano de tu futura esposa.
Sin duda he visto todas y cada una de tus facetas Mekatl, eres un buen muchacho, y con orgullo puedo decir que no hay padre más feliz que yo después de contemplar todo lo que has logrado. Allí estaré Mekatl, tanto para llevar los obsequios en la pedida de mano, como también en la ceremonia de boda."
Dijo mi padre con una gran sonrisa.
-"Muchas gracias, de verdad lo agradezco, esto significa mucho más de lo de podría imaginar."
Dijo mekatl aún con la mirada hacia el suelo.
Papá se quedó en silencio al igual que Mekatl, y después de un momento de silencio el puso una mano sobre el hombro de Mekatl.
-"Hoy después de salir del palacio, hice exactamente lo que me ordenó, y con un pequeño grupo de 4 guerreros entramos al bosque a inspeccionar, y todo fue exactamente como lo había dicho, encontramos a dos oscuros más muy cerca del río."
Dijo Mekatl cambiando de conversación.
-"Así que aún hay más de esas cosas."
Dijo mi padre con el rostro serio.
-"Después de que terminamos con ellos, ordene a los guerreros llevar sus cuerpos a la ciudad y seguí inspeccionando el bosque por mi cuenta, pero lo único que encontré fue a los gemelos cazando como de costumbre, así que los escolte a casa, pero ellos prefirieron tomar la dirección hacia el lago, de cualquier forma les dije que no se acercarán al bosque en los próximos días."
Dijo Mekatl, casi como dando un reporte a mi padre.
-"Ya veo, hiciste un buen trabajo Mekatl, cuando vengan aquí también les recordaré en no entrar al bosque por el momento."
Dijo mi padre.
-"Me preguntó cuánto tiempo piensan tardar el tlatocan y el tlatoani para dar órdenes de salir mas allá de estos bosques y encontrar el nido de esas criaturas, ninguno de los dos esta tomando muy enserio la situación."
Dijo Mekatl con el rostro enojado y después agregó: -"Señor Ako, ustedes como generales ¿Han tratado de persuadir al tlatoani para que tomen enserio este asunto?"
-"Si, desde que todo esto comenzó, hemos intentado en varias ocasiones a que nos autoricen en buscar el problema de todo, pero la respuesta que siempre recibimos es que tenemos muy pocos guerreros en el imperio, y no quieren arriesgarse a dejar a la ciudad más vulnerable de lo que ya es, así que el tlatocan mandó un mensaje hacia Azcapotzalco para que ellos se responsabilicen.
Desgraciadamente ellos se niegan a ayudar, dicen que enviaran un escuadrón para eliminar todo de raíz, en el momento en que esto sea considerado una amenaza real para la población, pero que mientras no hayan bajas de civiles y solo sean un par de bestias oscuras, no hay de que preocuparse."
Dijo mi padre aún manteniendo el rostro serio y con los ojos cerrados.
En ese momento Ixaya entro a casa con unas tilapias enormes, y fue directamente hasta donde estaba mi padre.
-"Disculpe mi atrevimiento por interrumpir su conversación, los gemelos están afuera, les pedí que esperarán por usted."
Dijo Ixaya casi en silencio.
-"Oh excelente, regreso en un minuto."
Dijo mi padre mientras salía de casa para hablar con Jani y Yao. Con eso Mekatl decidió cambiar el tema de conversación una vez más.
-"Y bien, ¿Cuales son tus planes para el futuro Akopa? ya tienes edad para pensar seriamente que es lo que vas a ser ¿A que te vas a dedicar?"
Preguntó el.
-"Quiero ser un gran guerrero al igual que tú y papá, pues más adelante quiero tomar a Jani como mi esposa. Pero si quiero tenerla necesito ser alguien más fuerte, mucho más fuerte de lo que soy ahora, pues ella es una niña muy fuerte que me supera en todo ahora mismo."
Dije sonando muy dicidido.
-"Si te entiendo, he escuchado de aquellos que han visto a los gemelos cazar, que esa niña es una prodigio con el arco, lanza y varias armas más, además de que su hermano Yao todos los días le enseña cualquier cosa que el haya aprendido en el telpochcalli, lo que es algo digno de admirar."
Dijo mi hermano. -"Respecto a lo que veo ahora, puedo ver que vas por buen camino, pues te esfuerzas mucho. Con seguridad puedo decir que si sigues por este camino, en algun futuro serás un guerrero valeroso, pero... También debes comprender que el camino del guerrero no es fácil ¿Estás dispuesto a sacrificar todo lo que se necesite?"
Preguntó Mekatl con mucha seriedad en su rostro.
-"Claro que sí, estoy listo para hacer hasta lo imposible."
Dije con mucha confianza. -"Por cierto ¿Cuántos cautivos se necesitan para ascender a capitán?"
Al hablar sobre metas en el futuro, repentinamente me dio mucha curiosidad por saber más detalles acerca de los logros que necesitan los guerreros acolhua, así que pensé que esté era el mejor momento, ya que mi padre usualmente no tiene este tipo de conversaciones conmigo.
-"Para capitán son 3 cautivos de guerra, y para general son 8 cautivos.
Aunque debes de saber que eso es solo uno de los muchos requisitos."
Dijo Mekatl.
-"¿Que más se necesita aparte de los cautivos?"
Pregunté.
-"Para empezar, se necesita sabiduría y experiencia, pues todo capitán o general debe saber discernir entre lo correcto de lo incorrecto, en los momentos más difíciles y vergonzosos además de aquellos momentos donde se podría nublar el juicio de un guerrero promedio. También es necesario tener la conciencia y las manos limpias."
Todo eso fue un tanto difícil de comprender, pero no quise verme como un idiota frente a mi hermano, así que decidí seguir preguntando.
-"¿Las manos y la conciencia limpia? ¿Que significa eso?"
Pregunté con mucha curiosidad.
-"Tener manos y conciencia limpia, significa que no debes asesinar a nadie Akopa, no debes tener sangre inocente sobre ti."
-"¿Que? Pero... No entiendo, ¿No se supone que van a la guerra para tomar la vida de nuestros enemigos? Entonces tú Mekatl... Nunca..."
-"NOOO AKOPA, YO NUNCA HE TOMADO LA VIDA DE UN SER HUMANO. Escúchame muy bien, las guerras son para demostrar poder, valentía, estatus, disciplina y honor, allí es donde podemos ganarnos un buen nombre y ser famosos por nuestros logros, además de dejar una marca en la historia para que el mundo jamás nos olvide. No somos animales que vamos a la guerra para asesinar a nuestros hermanos a sangre fría. Debes comprender que solo los más diestros y disciplinados lograrán llegar a capitanes o generales."
Dijo Mekatl con el rostro serio, pero también con enojo en su voz.
-"Entonces ¿Que propósito tiene la guerra?"
Pregunté confundido.
-"Nosotros no vamos para asesinar, nosotros vamos a someter a guerreros al igual que nosotros podemos ser sometidos y entregados a los dioses si esa es su voluntad, ellos son quienes exigen alimento a cambio de su protección, pues gracias a ellos es que tenemos días lluviosos y días soleados, al igual que árboles frutales, peces en los lagos, aves en los cielos y muchos otros beneficios. Si nosotros dejamos de ofrecer el alimento que ellos nos exigen, eso solo nos acarrearía calamidades y destrucción."
Dijo Mekatl.
-"Entonces si tú nunca has tomado la vida de ninguna persona, ¿Papá tampoco nunca a asesinado a alguien?"
Pregunté.
-"Desconozco la respuesta a eso, pero lo dudo, el es una muy buena persona."
Dijo Mekatl moviendo su cabeza de arriba hacía abajo.
-"No, nunca he asesinado a ningún hombre."
Dijo desde la puerta mi padre con orgullo y enojo.
-"Y tú tampoco lo harás, nunca lo harás Akopa.
Dentro de cualquier ciudad y pueblo en todo el valle de Anáhuac, si alguien asesina a una persona, el castigo para esa persona es la muerte, ¿No te han enseñado eso en el telpochcalli?"
Dijo mi padre con mucha autoridad.
-"Si padre, pero pensé que era diferente al estar en la guerra."
-"Abre los ojos niño, no seas estupido y date cuenta que estar en el ejército no es salir para asesinar a nuestros hermanos. Piensa y comprende que cada guerrero, cada hombre, cada ser humano que se presenta a esas batallas, tiene una familia, madres, padres y posiblemente esposa e hijos, y que van a la guerra sabiendo que posiblemente esa será la última vez que los vuelvan a ver en sus vidas ¿Comprendes el dolor que se siente al saber que nunca volverás a ver a un ser amado?"
Dijo mi padre con la voz muy en alto.
-"Tienes razón padre, lo siento."
Dije eso agachando la cabeza.
-"Señor Ako, ¿No creé que está siendo algo duro con el? Tal vez de alguna manera la realidad sobre la guerra ha sido distorsionada en su mente, después de la sangrienta batalla que se desató en estas tierras entre tezcoco y Azcapotzalco hace casi 3 años."
Dijo Mekatl.
-"Posiblemente tengas razón Mekatl, de cualquier forma Akopa es muy inteligente y gracias a eso estoy seguro que el podrá llegar algún día ser capitán o incluso general, por lo que debo guiarlo por el sendero de la rectitud para hacer su avance mucho más fácil."
Dijo mi padre dirigiéndose hacia Mekatl con la voz calmada, para después mirarme a mi nuevamente y seguir hablandome.
-"Escúchame bien hijo, si el ejército fuera de solo violencia, solo los idiotas sin cerebro y de gran tamaño serían nuestros líderes, y como consecuencia de eso, las ciudades estarían sumergidas en caos, violencia, muerte, destrucción y no tendríamos las hermosas y pacíficas ciudades con grandes edificios y estructuras donde muchas personas quieren emigrar para tener mejores vidas.
Mira el macuahuitl de Mekatl."
Mekatl levanto su macuahuitl y lo puso en mis manos.
En cuanto sentí el peso del arma, doblo mi cuerpo hacia adelante, pues era fácilmente 3 o 4 veces más pesado que el que yo uso para entrenar día a día.
-"Dime ¿Qué es lo que vez allí?"
Preguntó mi padre.
-"Esto es... Un arma para asesinar padre."
Dije después de pensarlo por un momento.
-"No Akopa, eso no es un arma para asesinar, ya te lo había dicho anteriormente."
Mekatl me reprendió en cuanto me oyó decir eso, y entonces fue cuando todo cobró sentido dentro de mi.
-"Es verdad, esto no es un arma para asesinar, más bien es un arma para someter."
Dije repentinamente.
Mi padre movió su cabeza de arriba hacía abajo con una disimulada sonrisa, y después comenzó a hablar
-"Así es hijo, nosotros podríamos llevar hermosas armas brillantes hechas de oro, plata, cobre, Bronze o tumbaga, pero usamos macuahuitl de madera con obsidianas para no asesinar. Observa detenidamente el macuahuitl y toma en cuenta que las obsidianas solo son del tamaño y profundidad necesaria para debilitar y someter a los guerreros contrarios y no para asesinarlos. De ser las obsidianas de mayor tamaño, podrían ocasionar que alguien muera accidentalmente y eso es algo que está prohibido, pues los únicos que pueden tomar vidas humanas y ofrecer el alimento a los dioses, son sus mediadores, que son el tlatoani y los sacerdotes de sacrificios."
Dijo mi padre, pero ahora con la voz más calmada.
-"No la había pensado de esa forma padre, lo siento."
Dije aún con la mirada hacia abajo.
-"Es por eso que necesitas ir al telpochcalli y aprender todo eso, un niño ignorante que no comprende el valor de la vida jamás podrá entrar al ejercito.
Tendremos algunas charlas más profunda sobre esto hijo, creo que en cierta forma te he descuidado."
-"Si padre."
Respondí alegre, pues apesar de que papá me había regañado con rudeza, yo estaba feliz de que el finalmente me tomara enserio para tener este tipo de conversaciones.
Después de terminar esa larga conversación, mamá nos llamó para cenar, pues la comida con los peces que trajeron mis amigos ya estaba lista.
Sin duda, está fue una gran cena en familia, pues había pasado mucho tiempo desde que habíamos estado reunidos todos como ahora mismo, en compañía de mi hermano mayor.