Ian gritó: "¡Aurora! Hola, ¿cómo estás? Siento que han pasado años sin verte, aunque nos vimos ayer". Ian soltó una risa tonta.
"Tonto," respondió Aurora. "También te extrañé. Ya me estoy desesperando con tu plan. Recuerda que la ceremonia es en dos días y prometiste que yo sería tu acompañante."
"Hablando de eso, todavía no he terminado con Luna," dijo Ian en voz baja.
"¡Qué mentira! Pero lo prometiste, ¿por qué no lo has hecho? No quiero ser la segunda opción. ¿Es que no me quieres?" dijo Aurora con una mezcla de ternura y enojo en su rostro.
"Claro que te quiero, preciosa. Luna no se compara con tu belleza. Ella es solo un juego más, un peón. Sé que he estado con ella por un año y solo lo hice por pena y porque nuestras familias son amigas. Pero cuando estoy contigo, siento mariposas. Eres un ángel y la estúpida Luna es la segunda opción que se irá muy pronto," dijo Ian mientras agarraba a Aurora por la cintura.
Aurora no creyó mucho en Ian y se le ocurrió una idea.
"Ian," susurró en voz baja, acercándose más a él, "si la terminas hoy, tendrás una recompensa muy especial esta noche," dijo Aurora, deslizando sus dedos por el pecho de Ian y mordiendo ligeramente su labio inferior de manera provocadora.
Ian se sonrojó y se mordió el labio viendo que Aurora se le insinuaba de una manera que nunca pasaría con Luna. La mirada de Aurora era intensa y sus labios se curvaron en una sonrisa seductora.
"Está bien, la terminaré hoy, pero te quiero en mi habitación a las 10:00 p.m., ¿está claro?"
"Sí, pero primero cumple tu parte," respondió Aurora, acariciando suavemente su mejilla.
"Sí, déjame llamarla para que nos veamos."
Al final, Ian y Luna quedaron a las 7 p.m. en el restaurante favorito de Luna.
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**Hace unas horas antes:**
"Entonces nos vemos donde siempre, amor. Te quiero decir algo muy importante," dijo Ian con un tono emocionado.
"Claro, está bien. Nos vemos allá," dijo Luna, colgando la llamada y llamando a su amigo Marcus. "Oye, Ian me invitó a cenar," dijo emocionada, pensando que las cosas ya estaban cambiando.
"¿Y qué tiene? Es solo una cena," respondió Marcus.
"Marcus, ya se te olvidó. En dos días es la velada más grande del país. Solo personas famosas van y cada uno puede invitar a alguien. ¿Crees que me invite?"
"Oye, te diré tres cosas: 1. Tú no necesitas invitación, tonta. 2. Eres su novia, claro que lo hará. Y 3. Estas cosas son para contárselas a tus amigas, no a mí. Me haces ver como gay. No tengo nada en contra de ellos, pero chica, en serio."
Marcus solo se rió. "Es que te considero alguien especial."
"Qué linda eres. Ian no se da cuenta del tesoro que tiene," dijo Luna. "Te hablo después. Voy a ir a comprar algunas cosas."
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**En la actualidad, hora actual las 7:00:**
Luna llegó al restaurante con un vestido sencillo pero bonito, algo normal en ella que no le gustaba llamar la atención.
Un mesero se acercó y la guió a la mesa donde estaba Ian sentado, hablando por teléfono.