—El divorcio ya quedó sellado alteza, podrá regresar al reino del sur cuando le parezca más conveniente —dijo el secretario con una sonrisa y yo asentí tranquila.
Luego de un matrimonio de dos años, me divorcié del tercer príncipe del reino del norte y ya puedo regresar a casa. Llevo dos años viviendo acá y me alegra que las cosas hayan terminado rápido. Me casé a los dieciocho años por amor, pero las cosas no resultaron de la mejor manera y ahora a mis veinte me divorcié. Sé que mi padre debe estar triste por esto, pero era lo mejor, claramente las cosas ya no eran las mismas.Sé que deben preguntarse porque nos divorciamos y la verdad es que el primer año de nuestro matrimonio fue bueno, nos amábamos muchos. Pero el siguiente año todo cambio, el se enamoró de otra mujer y le pidió a su padre que le permitiese tener una amante. Yo no lo acepté, no quería aceptarlo y estaba en mi derecho de divorciarme. Yo era una princesa y mi rango era superior al suyo, porque yo era la segunda hija y solo por debajo de mi hermano hombre, pero él era el menor de tres hermanos hombres.La cuestión es que quise divorciarme y el rey del norte no quiso que eso pasara, ya que las relaciones internacionales entre nuestros reinos peligrarían y al final me dijo que en lugar de divorciarme me consiguiera un amante. Que intentara sobrellevar este año de esa forma y si al final no funciona, nos divorciaremos sin rencores. Yo le hice caso, acepté al amante y la verdad es que se volvió un gran amigo mío, pasábamos demasiado tiempo juntos y jugábamos mi juego favorito; ajedrez. Era como tener a mi mejor amigo al costado y además era bastante atractivo, lo que volvía bastante sencillo el tener intimidad.Las cosas se salieron de control con el tiempo y pude notar los molestos celos de mi ex esposo. Él se excusaba diciendo que no era digno, que el como hombre no tenía por qué aceptar que su esposa tuviera amante. Que las mujeres éramos quienes debíamos compartir a los hombres, que nosotras no teníamos derecho a tener más de uno. Excusas que se sacó de la manga por su molesto orgullo y al final no lo aguante más, nos divorciamos de forma permanente. Tres meses demoró la finalización del matrimonio, pero por suerte todo acabó.Me levanté con cuidado y me preparé para el que sería un día complicado y me encaminé a la puerta para irme. El carruaje ya estaba preparado y este sería un viaje de dos días, por lo que tenía que llevarme demasiadas cosas para hacerlo más ameno. Mi dama de compañía: Alicia, estaba preparando los últimos detalles. Mientras salía los vi, estaban el rey y la reina esperando para despedirse y también se encontraba mi ex esposo con su amante, la cual supongo que será su prometida y futura esposa desde ahora.—Que tengas buen viaje querida, saluda a tu padre de nuestra parte —dijo sonriendo el rey y yo le di una reverencia a él y a su esposa.No me preocupe por despedirme de Elián y tampoco hice ningún tipo de reverencia. Como dije, mi título es superior al suyo y más al de su amante. Solo me reverencio ante reyes y príncipes/princesas que herederos/as. Hermanos que sean segundos en la línea familiar no, porque ellos tienen el mismo título que yo y debemos tratarnos como iguales. El príncipe Elián debería sentirse afortunado de haber podido casarse conmigo, claramente no me llega ni al talón.Tras la despedida nos fuimos, me llevé a Alicia, la cual llegó conmigo en primer lugar y a Aron, el cual fue mi amante durante todo el año. Planeo que sirva en el palacio y este cerca de mí, es agradable y amable, no quiero dejarlo acá. Estoy segura de que Elián, se va a desquitar con el su orgullo destruido y no planeo permitirlo ni en un millón de años. El viaje fue bastante amable y nos divertimos en el camino. Me fascina estar con Alicia, es muy divertida y mi mejor amiga, es muy fácil tratar con ella. Además es una noble y me sirve desde los quince años.—Alteza, hay un problema —dijo de repente uno de los guardias— Enviaron una paloma mensajera desde el palacio del sur, al parecer es una carta de su hermano —terminó de decir este y yo la tomé entre mis manos para leerla.Siento decirte esto por carta querida Marie, pero padre ha fallecido y debes volver rápido para su entierro. El nuevo gobernante debe asumir antes del amanecer, regresa pronto.JoeyEn ese momento mi mundo se derribó por completo y mi alma se fragmento en miles de pedazos. ¿Padre ha fallecido? ¿Cómo pudo pasar eso? ¿Por qué pasó eso? Mi alma no podía tolerar eso, sentía que el aire se me había agotado y el cuerpo me dejaba de responder, me estaba ahogando, no podía respirar. Comencé a agitarme y a respirar forzadamente, necesitaba aire, me estaba ahogando por completo. Mi dolor y mi pena eran demasiado grandes, ya no aguantaba el inmenso nudo en la garganta.—Detengan el carruaje —dije entre gritos y llantos.—La princesa pidió que detengan el carruaje de inmediato —gritó Alicia y suavemente el carruaje se detuvo.Me bajé del carruaje con dificultad y Alicia me siguió muy nerviosa. Caminé hasta perderme en la lejanía e imagino que ella fue todo el camino detrás de mi, necesitaba respirar, me estaba ahogando. Mi dolor era demasiado, mis piernas estaban fallando y no eran capaces de aguantar mi peso, nada podía sentirse igual en este momento. Caminé hasta un árbol y me dejé caer de espaldas, las lágrimas empapaban mi rostro y mi cuerpo no dejaba de temblar desesperado.—¿Por qué papá? Solo debías aguantar un poco más, tu hija iba a regresar a casa —dije en medio del llanto descontrolado y de repente mis ojos no dejaban de nublarse.—Bienvenida princesa —mientras bajaba del carruaje escuché al secretario, el más fiel vasallo de mi padre. El me dio un gran recibimiento y estaba contenta de estar de regreso, pero aún me dolía que mi padre ya no estuviera.—¿Está todo bien? —pregunté nerviosa, su mirada me dejaba en claro que no era así.—El príncipe Joey ha desaparecido —contestó el y de repente mi mundo se volvió a derrumbar.