Un poco antes de ser raptados por las sombras, Kayn y Abel miraban nerviosos por la ventana, aún cubiertos por las sabanas.
A pesar de la salvaje batalla que estaba ocurriendo, la vista para ambos no había cambiado, ellos seguían viendo como sus padres hablaban con personas extrañas, aunque ambos sentían que no estaba bien. La conversación escaló hasta el punto donde ambas partes gritaban contra el otro, pero no se pudo escuchar un solo sonido y aunque Kayn sospechaba, Abel lo tenía claro, ya que sin presumir, a esta distancia, él debería poder escuchar sin ningún problema.
- Algo anda mal ¿Verdad?
- Sí...
- ¿Deberíamos ir?
- ¿Estás loco?
- Solo decía...
Abel no podía negar que también quería acercarse, pero no podían o mejor dicho el sentía que no debían y aunque no lo sepa, esa era la respuesta correcta, pero a pesar de eso, sin haber sentido nada, los ojos de ambos se cerraron cuando una ligera incomodidad tocó su nuca.
- Trabajo completado.
- Vámonos, correremos sin para así que usa todos tus Factores de mejora desde el inicio.
Detrás de ellos unas sombras los tomaban en sus brazos y sus ojos verdes y celestes tomaban un color oscuro, dejando claro su elemento afín. Potenciando su cuerpo al máximo, ambas sombras se movieron tan rápido como pudieron y el segundo piso de la casa explotó.
Corrieron tan rápido como pudieron, aunque uno alcanzo a ver, mientras la ilusión desaparecía, como Dessa mató a dos de sus compañeros en unos segundos y esto solo lo impulso a tomar mas velocidad para huir de ella.
Su destino, como era sabido, era la ciudad de la frontera que se encontraba varios kilómetros al otro lado del bosque, siguiendo las órdenes que fueron dadas todas las fuerzas de ese lugar se centrarían en mantener presos a los niños esperando las fuerzas que vendrían desde la capital. La primer idea era rodear el bosque, pero eso añadiría tiempo innecesario, por eso se decidió que lo atraviesen, ya que eran sombras numeradas no deberían tener problema con lidiar con la mayoría de criaturas de las profundidades.
Finalmente, luego de entrar al bosque, ambos niños despertaron y esto fue el primer evento inesperado del plan, aunque claro, ellos nunca podrían haber sabido que el cuerpo de Abel lo haría recuperarse tan rápido y despertar, o que los Factores Mágicos de Kayn se moverían de manera extraña y lo harían retomar la conciencia.
Abel se encontraba en brazos del captor que iba primero y por eso no podría ver a Kayn a menos que gire la cabeza, aunque extrañamente sentía su presencia y, reconociendo la situación, sabía que la señal para actuar llegaría pronto, por lo que se preparó.
Kayn, por el contrario, veía al captor de su amigo correr delante suyo. Él lo entendía, la situación era mala, nunca podrían vencer a estas personas... o eso en condiciones normales, pero ahora tenían una ventaja y él lo sabía, sus captores eran ajenos a que retomaron la conciencia y eso les dejaba el primer movimiento servido, pero debían ser rápidos o al menos él y la mente de Kayn, que funcionaba extrañamente bien en estos casos, le llevó a una respuesta - "¿Qué más rápido que la luz o al menos, en este caso, la electricidad?" - Kayn dejó fluir sus deseos a sus Factores Mágicos y estos tomaron un color Azul e inmediatamente Kayn expulso estos factores por todo su cuerpo creando un gran choque eléctrico.
*Estruendo* - ¡Ahhhhg!
- ¡¿Qué?!
- ¡Abel!
El sonido fue tan fuerte, como si un rayo hubiera caído a su costado, y la Sombra que tenía a Kayn en brazos salió disparado mientras humo salía de su cuerpo. La situación hizo voltear a su compañero, dejando la oportunidad perfecta para Abel, quien consumió factores en todo su cuerpo y se libro de sus brazos al mismo tiempo que su amigo gritó, entonces, de inmediato, un rayo salió disparado del cuerpo de Kayn y empujó a la sombra restante.
- Fiu... en el blanco.
Era la primera vez que Kayn utilizaba la magia de esta forma y su fatiga mental había crecido bastante, pero al menos había logrado su cometido.
- ¿Estás bien?
- Si... no te preocupes.
Abel lo notó, su amigo temblaba, pero luego habría tiempo para preocuparse, ahora su atención se dirigió a sus espaldas.
- Oye … ¿es enserio? ¿Cuántos años tienes? Ese poder no es ningún juego.
- ¡Eso dolió bastardo! Será mejor que no lo intentes de nuevo.
Ambas sombras se levantaban mientras agitaban su cabeza y limpiaban su cuerpo, la magia de Kayn era fuerte, pero él era más que inexperto, por eso fuera de la respuesta natural de un rayo, el poder detrás era más que insuficiente para lograr hacerle algo a estas personas.
- Kayn...
- Tu tranquilo, déjamelo a mi.
Tal vez no eran consientes de ese hecho, pero aunque lo fueran no es como si se iban a rendir, por eso Kayn creó una barrear de mana e los envolvió a ambos y, a diferencia de la mañana, sus Factores no estaban influenciados por su nerviosismo, ya que de alguna forma el Lobo Alfa le dio más miedo.
- Mira nada más...
Ambas sombras se sorprendieron al ver la barrera por segunda vez, aunque verla de cerca era distinto, ya que se apreciaba su dureza y que esta no era ningún juego, pero, lejos de pensar en esto como un problema, parecía que ambas sombras se sentían aliviadas y esto les daba un mal presentimiento que pronto sería corroborado.
La sombra que cargaba a Kayn, desapareció. *Estruendo* Entonces un fuerte golpe llegó desde arriba, era la sombra y su puño trataba de romper la barrera, pero lejos de su objetivo esta ni siquiera reacciono, entonces desapareció una vez más y reapareció a lado de su compañero.
- Wow, ni una grieta...
- Eso veo, aunque no es necesariamente malo, ¿Verdad?
- Tienes razón, eso quiere decir que podemos ser algo rudos... lo siento niños, pero no tenemos tiempo.
La sombra que cargaba a Abel desenfundó sus armas, dos espadas livianas, y la oscuridad los hizo desaparecer a ambas sombras.
- …
- …
La ansiedad y nerviosismo estaba reflejado en el rostro de ambos, sí, la barrera los protegía, ¿pero por cuanto? y en medio de su nerviosismo, cortes y golpes empezaron a llover, no se podía ver a los responsables, pero la barrera fue empujada con ellos adentro.
- ¡Ah! Haz algo...
- ¿Qué quieres que haga? ni siquiera los veo...
Ambos se quejaron como de costumbre pero aunque parecían pelearse, la verdad, ambos estaban pensando en que podrían hacer en este momento y sus discusiones eran solo maneras de ver si su amigo había llegado a alguna respuesta. Entonces, mientras la barrera era empujada contra un árbol, Kayn habló emocionado, una idea llegó a su mente.
- ¿Si los ves podrías hacer algo?
- Si... bueno... supongo... la verdad, no lo creo.
- ¿Ja? ¿Qué es esa respuesta? Como sea, confió en ti.
No le dio tiempo de dudar, aunque sinceramente él creyó que su amigo era capaz, entonces, aunque era la primera vez que lo intentaba, dejó fluir sus deseos a los Factores "Quiero luz" y estos lo escucharon fielmente, entonces tomaron un color blanco amarillento y cuando Kayn estiró las manos, una potente luz iluminó el bosque.
- ¡Ahora!
- ¡...!
Ambas sombras quedaron cegados por la intensidad de la inesperada luz y solo pudieron escuchar los gritos de Kayn. Abel, quien esperaba esta oportunidad, consumió Factores de Mejora tan rápido como se lo permitía su cuerpo y en un segundo salió de la barrera de Kayn, llegando al centro de ambas sombras y como un vivo retrato de Dessa, Golpeó con su puño y giro su pierna para patear a la otra.
*Estruendo* Un sonido con la misma intensidad del rayo se oyó a partir de los impactos en las sombras y estas volaron hasta golpear arboles.
- ¡Eso!
Kayn saltó de la felicidad, pensando que lo habían logrado, pero una punzada llego de su abdomen.
- ¿Eh?
Y perdiendo sus fuerzas la barrera se derrumbó al mismo tiempo que él cayó de espaldas hacía el árbol.
- ¡Kayn!
Abel observó a su amigo y gritó desesperado, dispuesto a correr hacia él, pero un impacto en el abdomen lo mandó a volar en la dirección opuesta. El árbol que lo detuvo crujió de igual forma que las costillas que se rompió y con visión borrosa solo pudo ver a dos sombras emerger del suelo.
- ¡Idiota! Mira lo que hiciste, si muere ambos estaremos perdidos.
- L-Lo siento, la luz alcanzó a cegarme incluso en la sombra y no pude apuntar bien.
- ¡Maldición! No tengo ningún kit de emergencia...
Ambas sombras, estaban nerviosos, pero era Abel quien no podía quitar sus borrosos ojos de su amigo - "¿Por qué? Porque siempre tienes que ser tu..." - Su cuerpo gritaba de dolor, aunque podía sentir como los huesos se pegaban rápidamente segundo a segundo, pero a pesar de esto, el dolor que apretaba su pecho era el único que empeoraba y tanto su mente como sus factores empezaban a volverse locos.
- Bueno, al menos ayudemos al otro... creo que le di despacio pero nunca se sabe, son tan jóvenes.
- ¡Mira eso! no fui el único que se le pasó la mano, ahora ve y ayúdalo.
Las sombras actuaban indiferente y esto hacia hervir la sangre de Abel, ellos eran los culpables y sin embargo no les importaba, la ira lleno su visión y su cuerpo recuperado se levantó lentamente.
- ¡Oh! así que estas bien, lo suponía, un niño que paso por la Conversión elemental debería ser así de resistente.
- Es... tu culpa
- ¿Qué?
Abel, susurraba, aumentando la ira al ver como la sombra parecía divertirse y aliviarse por la situación.
- ¡Es tu culpa!
- ¡Jo, mira a este bastardo!
La sombra volvió a desaparecer y apareció frente a Abel, dándole un golpe en sus abdomen por segunda ves, rompiendo sus costillas recién curadas.
- Ahora que se que no morirás tan fácil, puedo ser más rudo contigo. Así que contrólate.
- O-Oye, detente.
- Tranquilo, estará bien, ¿ves?
El cuerpo de Abel ya estaba consumiendo factores al máximo, pero *Inhalar* su respiración cambió, se hizo más profunda y estable a pesar del dolor causado por las costillas rotas. No consumió más, pero como respuesta a su estado tanto físico como emocional, sus factores fueron destinados a las necesidades actuales, enfocándose en reacciones especificas, llevando al cuerpo de Abel a la cima de un Potenciador de Cuarto nivel.
Los Factores de Mejora de Abel dejaron de darle velocidad, no le dieron fuerza, sin embargo la resistencia en su cuerpo, así como la regeneración, se vio disparada aumentando más del cien porciento. Curando las costillas de Abel en cuestión de segundos.
Abel movió su mano y agarro la pierna de la sombra, recibiendo una patada más en el abdomen, pero esta vez la sombra lo sintió, patear su cuerpo fue lo mismo que golpear una roca y fue su cuerpo el que recibió daños, aún con la armadura de las sombras.
- ... Así que aún tienes sorpresas...
La sombra se sorprendió y se volvió mas cauteloso, sintiendo que algo iba mal, ya que los ojos de Abel dejaron de parecer los de un niño, ahora eran solo ojos llenos de rencor e ira.
- S-Será mejor que retomamos el camino.
- Tienes razón.
La otra sombra se movió para tomar a Kayn, quien aun tenia la espada clavada en su cuerpo y su mente gritó - "¡No se atrevan a tocarlo!" - el los odiaba, pero más odiaba su debilidad, quería poseer el poder necesario para acabar con ellos y ayudar a su mejor amigo, entonces una vez más los factores de Abel cambiaron sus acciones.
Su cuerpo ya estaba curado al cien por ciento y las nuevas ordenes de Abel les llegaron - "Denme poder" - Entonces fueron consumidos sin parar y la resistencia volvió a la normalidad, pero ahora, la agilidad y la fuerza, así como todo lo que necesita el cuerpo para expresarlos correctamente, fueron potenciados al máximo, pero esto no era suficiente, el poder que Abel necesitaba estaba más allá y empezando con una pequeña chispa, los factores de color guinda oscuro en su cuerpo, comenzaron a liberar la electricidad en su interior y estimularon cada musculo y cada reacción de su cuerpo. Hubo desgarros por el repentino aumento de poder, pero la velocidad de recuperación de su cuerpo los hacía parecer nimiedades. Entonces sus ojos ya Guindas comenzaron a brillar.
- ¿Mmm?
La sombra que se disponía a tomar a Abel, pudo verlo, el puño que se dirigía a su rostro, ese era un puño envuelto en electricidad y era extremadamente letal. Consumió factores y aumento la resistencia de su cuerpo de forma desmedida, recibiendo el golpe de lleno y siendo enviado a volar, atravesando varios arboles y arbustos antes de detenerse.
- ¡Qué!
La otra sombra, con Kayn en sus brazos, volteó ante el escandalo que ocurrió y no pudo comprender la escena, ya que en el sitio solo estaba el pequeño cuerpo de Abel que se levantaba despacio, con la vista pegada a él, pero dé repente, desapareció.
- ¡...!
Sorprendido parpadeo y comenzo a consumir Factores de mejora mientras tomaba la única espada que le quedaba. Entonces se dio cuenta, el niño que tenía en sus manos había desaparecido y, sintiendo algo extraño, volteó suavemente abriendo sus ojos de la sorpresa.
- ¿Quinto nivel?
No pudo evitar murmurar ya que el niño, que apoyaba delicadamente a su amigo, desprendía un aura completamente distinta de hace unos instantes y además, electricidad salía disparada hacia el suelo o la vegetación que los rodeaba. Con su cuerpo imbuido en su Elemento, el pequeño niño demostraba haber llegado al Quinto Nivel de un Potenciador, Especialista. Un nivel por debajo de él que era como mínimo veinticinco años mayor.
- Maldición... eso si que dolió...
- ¿Once?
- ¿Por qué estas tan sorprendido? aunque tiene sentido, ese golpe me hubiera arrancado la cabeza si no me hubiera protegido...
- ¿Qué pasó? ¿No estaba en el Cuarto Nive?...
- ... Eso quisiera saber yo... pero esto será problemático ...
- Sí... llevarlo vivo será un dolor de cabeza... obviando el nivel, la cantidad de factores que esta consumiendo esta muy por encima de nosotros.
- Aunque es inexperto en la forma de usarlo... pero pude notar que al menos tiene los conocimientos básicos de la lucha cuerpo a cuerpo.
Las sombras hablaban, preocupados de como calmar y someter al niño sin tener que matarlo, ya que si al menos no llevaban a uno sus cabezas volarían luego de torturas inimaginables. Aunque lo que no sabían es que los problemas acababan de empezar y quizás su cabezas vuelen antes de lo esperado.
*********POV Abel***********
Vi la electrizad en mi cuerpo y luego de poner a mi amigo con cuidado en el suelo, use esa electricidad para cauterizar la herida o al menos para sellar la espada en su cuerpo, el olor a carne quemada me hizo querer vomitar, pero no había tiempo para ello, entonces, aunque la hemorragia no se detuvo con la espada aún en su cuerpo, el sangrado disminuyo bastante.
El cuerpo de Kayn aún estaba tibio, su respiración era áspera pero extrañamente podía asegurar que aún resistiría al menos un par de horas o al menos eso quería. Por otro lado no entendía que me pasaba y, la verdad, no me importaba.
Me levanté suavemente, la vista de mi amigo sufriendo solo me hizo enojar aún más, mi vista estaba teñida de rojo aunque no sabía si era por la ira o los dolores en mi cuerpo que aparecían y desaparecían.
A mis espaldas escuche las estúpidas palabras de las personas responsables, hablaban sobre mí y seguían sin importarles Kayn, entonces dijeron, completamente ajenos, que al menos debían llevar a uno con vida, ¿Cómo uno puede ser tan cínico? Entiendo la situación, son nuestros captores, pero... ¿acaso es mucho pedir un poco de consideración? No lo entendía, no los entiendo... solo los aborrezco.
Giré lentamente, la conversación de los idiotas se detuvo y cuando mis ojos llegaron a ellos, solo uno estaba esperándome, ¿Dónde fue el otro? no tenía que preguntármelo, ya que lo había visto moverse, aunque antes parecía que se desvanecía, ahora era completamente visible.
Los tres éramos Potenciadores, pero aún había algo que no terminaba de entender, incluso luego de verlo. Los dos frente a mi parecían ser usuarios del elemento Oscuridad y cuando se movían a gran velocidad, la sombra los abrazaba y los hacia fundirse en ella, entonces reaparecían justo antes de golpear, ¿pero cómo? nosotros no somos magos, aunque bueno, poco importa, después podré preguntárselo a mi padre... hablando de eso ¿Cómo estarán? ¿Estarán preocupados? eso es obvio... siempre fueron algo toscos, pero al menos el amor que ambos me mostraban era verdadero y cálido... cierto... Creo que ahora estoy rompiendo la promesa una vez más... lo siento papá, mamá... pero debo ayudar a Kayn.
La sombra frente a mi se acercó rápidamente, aunque esto era una finta, el verdadero peligro venía de mi espalda, más especifico, era dirigido a mi nuca, parecían estar tratando de noquearme. Si retrocedía les daría la oportunidad de conseguir lo que quieren y normalmente sería así... pero ahora me siento capaz de avanzar, tal como decía mi madre. Un pasó de valentía siempre quita las sospechas.
- ¡Qué!
Los ojos de la sombra se abrieron, ya que un paso era algo relativo y en un parpadeo estuve justo delante de él. Coloqué mi pie en medio de sus piernas, relajé mis hombros, puse firme mi cadera y piernas como me enseñaron, luego golpeé con todas mis fuerzas.
*Estruendo* El sonido casi me deja sordo, pero lamentablemente la sombra alcanzo a bloquear, aunque por lo menos rompí su espada. Ahora era tiempo de encargarse de la rata que se coló. Mi pie delantero rotó con suavidad, mantuve el equilibrio y contraje la otra pierna para conseguir más velocidad para transformarla directamente en fuerza pura y seca, entonces pateé con todas mis fuerzas a la sombra que apreció detrás mío.
*Estruendo* Pateé su costado, me tentó mucho hacerlo a su abdomen como el lo hizo conmigo, pero eso podría terminar enviándolo donde Kayn y eso no estaba en discusión.
- ¡Maldito!
Esta sombra también logró cubrirse, pero voló hasta romper varios arboles, ¿Por qué no solo mueren ya?
La primer sombra que golpee se había recompuesto y venía por mi nuevamente, sus movimientos eran torpes, se notaba que nunca peleó sin un arma y no era queja, después de todo eso me ayudaba. Fue fácil entrar en su perímetro una vez más, luego un golpe en el abdomen y otro en la mandíbula fueron capaz de llegar, pero no lo dejaría irse. Estiré el brazo y lo tome de esa negra armadura que no podía distinguir, entonces arremetí con una lluvia de golpes, pero ¿Dónde estaba el otro?
- ¡Maldita sea Once! ¡¿Qué te toma tanto?!
- ¡Oye niño bastardo!
Detuve mi puño, la sombra que había golpeado sin para respiraba de forma pesada y se derrumbó luego de gritar. Volteé y ahí vi al otro bastardo tomar a Kayn... ¿Cómo se atreve?
Mi visión ya no era roja, ahora era negra, sabía donde estaba todo lo que me rodeaba aunque no lo mire, incluyendo a ese desgraciado, por lo que sabía que de moverme usaría a Kayn como escudo, y no podía hacer eso... si lo movían descuidadamente entonces podrían provocar más heridas, buscaba formas de reaccionar... pero la verdad estaba volviéndome loco... pero lo noté... de alguna forma mis factores empezaron a cubrir mi mente, mis pensamientos, por eso aunque no miraba nada podía sentir todo y pude escuchar las palabras de mi mejor amigo.
- Hu...ye...
¿Cómo describirlo? Con esas palabras algo dentro de mi se rompió.
*******POV Normal************
Los ojos de Abel estaban rojos, la sangre los cubría, sí, se curaban de inmediato al dañarse, pero lentamente la sangre empezó a acumularse y debido a su estado era algo que no notó, pero quien si lo notó fue su amigo, Kayn, quien gracias a la leve ayuda de Abel , había podido abrir los ojos y observar el deplorable estado de su amigo sumido en la ira y esto le dolía, más que cualquier herida, más que cualquier suceso, por eso con las pocas fuerzas que le quedaban.
- Hu...ye...
Expreso su más sincero sentimiento. Él sentía que su fin se acercaba y no quería que su amigo lo viera por segunda vez, pero la respuesta a sus palabras fue distinta a la que habría querido, aunque ciertamente era la que esperaba recibir de su amigo.
Las lagrimas comenzaron a brotar de los ojos de Abel, lavando la sangre en ellos, dejando sus ojos guindas a la vista una vez más y a la vez los alrededores comenzaron a oler a humedad, recordándole a Kayn aquella tormenta inusual hace unas semanas.
Los truenos comenzaron a escucharse las sombras parecían algo confundidas mirando al cielo, entonces - "No lo haré, estúpido." - bajo las palabras de su amigo un rayo enorme cayó iluminando todo el lugar.
- ¡Pero qué …!
La tierra chamuscada, las arboles incendiándose y un Abel desmayado a los pies de la sombra magullada fue lo que se vio luego de que el destello terminara.
- Once...
- Sí, Doce... ese era el Sexto Nivel...
- … Que miedo...
- Silencio bastardo... ¿que te tomó tanto tiempo?
- Eso te digo yo, los golpes de este mocoso eran como explosiones, estuve a nada de perder la conciencia.
Al final, aunque con imprevistos, el plan de las sombras había funcionado. Terminando el prólogo de sus pesadillas, pero no había tiempo para descansar y el siguiente acto comenzó de inmediato, aunque ellos no fueran avisados.
- Vámonos
- Deberíamos descansar un poco...
- Tonto, esta conmoción atraerá a más de una criatura.
La sombra magullada, Doce, levantó con cuidado a Abel y sé dispuso a seguir a Once, quien dejó el cuerpo de Kayn, ya que parecía estar acabándose su tiempo.
- Vamos.
Pero aunque se decidieron a partir, luego del primer paso no se pudieron mover. No entendieron lo que les pasaba, quizás esto fuera obra de los golpes del niño, que a pesar de ser bloqueados la electricidad les hacia grandes daños a sus cuerpos, pero eso no parecía ser el caso, ya que sudor y temblor se adueñaron de sus cuerpo. Esto era simple, miedo, ellos no se podían mover por un puro y sincero miedo.
- Quien se atreve... ¿Quién se atreve a quemar mi nuevo hogar?
Como una ilusión, una voz resonó en sus mentes y las llamas, causadas por el impacto del rayo, se apagaron. Ambos quisieron hablar, incluso mirarse el uno al otro para comprobar si los dos escucharon lo mismo pero... su cuerpo no se atrevió a siquiera parpadear.
- ¿Hm? Este olor y este sentimiento me resulta familiar ¿Ustedes saben algo?
Entonces, como un espejismo, un hombre de cabello guinda como Abel apareció en medio de ambos. Llevaba una túnica, era ancha y larga, la arrastraba a pesar de su gran altura, pero sobre todo, sus ojos de reptil congeló la sangre de ambos y aunque la pregunta era dirigido hacia ellos era obvio que no habría respuesta.
- ¡oh! ya me acuerdo, es de hace unas semanas, cuando llegué a este lugar... ¡Mira nada más!
En menos de un parpadeo, diez veces más rápido que cuando Abel tomó a Kayn, ahora el hombre tenia en sus brazos a Abel.
- ¿No es esto interesante? Fuiste capaz de absorber el mana que exuda mi cuerpo … vaya cuerpo peculiar.
Las sombras no podían procesar lo que ocurría frente a sus ojos, así como lo que llegaba a sus oídos. Todo estaba yendo muy rápido y recibían más información de la que nadie habría sido capaz de procesar.
- ¿Hm? Y este olor... ¡Vaya, que delicia! ¿Es una ofrenda?
El hombre en túnica entonces captó un olor dulce hasta el punto de ser empalagante, pero enormemente delicioso. Entonces, igual de rápido que antes, tomó a Kayn.
- …...
Aunque inmediatamente después el ambiente cambió.
- ¿No es una ofrenda? Entonces como te atreves a tocarla...
El hombre volteó, parecía estar hablándole a las sombras y sus ojos se fijaron en Doce, cuyas manos y posición delataba que era alguien que usaba la espada. Dejó a ambos niños en el suelo y esta vez, despacio, paso a paso se acercó a Doce. Entonces los ojos de reptil se agrandaron y retorciendo su cuerpo, en pocos segundos, creció y reveló su verdadero aspecto. El hombre de túnica, ojos y cabello guinda, era un dragón. El peor desastre natural creado por mana.
El dragón era enorme y sus escamas color guinda dejaban salir chispas al roce de cualquier cosa, además escamas que sobresalían desde la nuca hasta su lomo, parecían especialmente eléctricas.
Ambas sombras perdieron la conciencia, no solo por la impresión y el susto, sino por la gran concentración de mana puro que expulsaba el dragón, aunque no habría habido diferencia alguna de no perder la razón, ya que con un rápido movimiento se los comió.
- Algo duro y rancio, pero el sabor no es tan mal... bueno, como aperitivo es pasable... supongo.
El dragón los trago rápido y hablaba al aire, pero un ligero sonido de metal le llamo la atención y entonces volteó. Para su sorpresa, su joven manjar se había despertado y sacó la espada en su abdomen y ahora estaba tirando de su amigo para alejarlo del lugar.
El dragón estuvo extrañado, ya que el joven manjar estaba a las puertas de las muerte hace un segundo, sin embargo ahora parecía débil pero revitalizado. Aunque pudo ver como un trozo de hielo cristalino cubría ambas partes de su herida. Nadie lo sabía y de ahí la extrañeza del dragón, pero la sangre y cuerpo de Kayn eran prácticamente mana, por lo que el mana puro altamente concentrado del dragón lo había recuperado en gran medida al absorberlo, aunque debido a la gran perdida de sangre y el esfuerzo realizado, se desmayo a los poco segundos.
- Mira nada más...
El dragón se acercó a ellos y retomó su forma humanoide, bastante curioso por Kayn, pero un nuevo suceso inesperado, que marcaba el segundo acto, ocurrió y el espacio detrás de él, se rompió como cristal.
- ¿Hm?
- Aléjate mientras te lo pido de forma amable.
Y del espacio roto, una figura perfecta, con alas en la espalda, emergió.
El dragón es una de las criaturas más fuertes en este mundo, así que se sitúa en la cima de la cadena alimenticia, pero por eso mismo entendió que el ser frente a él no era de este mundo y que ni en un millón de años podría enfrentarse a él. Entonces, con su cuerpo envuelto en el miedo que experimento por primera vez, el dragón se fue sin decir una sola palabra.
- Tal parece que el destino los odia... ¿No es así?
La persona o ser que apareció, aquel ser con alas que con cada segundo que pasaba en este lugar la naturaleza y la vida en el lugar regresaba, era Gabriel y su presencia en este lugar debió de ser imposible, pero él se había cansado de ser un espectador.
El les había dado ese cuerpo para disfrutar de su vida sin preocupaciones y experimentar cumplir sus deseos... aunque parecía que no lo pensó bien ya que solo les trajo problemas y, aunque culpara al destino, parece que él solo era una pieza más en este.
- Mi Padre se enojara por esto... pero considérenlo una disculpa.
Una fuerza desconocida empezó a tirar del cuerpo de Gabriel, arrastrándolo hacia la grieta en el espacio, pero resistió, aún tenía algo que hacer y estiró su mano, curando por completo a ambos niños.
- Listo, creo que debería ayudar a sus padres antes de irme, así que despierten rápido y... ¿Hm?
Un golpe más del destino, que daba la bienvenida al tercer acto, estaba a punto de ocurrir y Gabriel lo sintió cuando algo en el cuerpo de Kayn estaba empezando a moverse.
Los Factores Mágicos de Kayn seguían sus deseos y en el poco tiempo que se despertó fue cuando el deseo más fuerte hasta el momento les había llegado "Debemos salir de aquí" y sus Factores lo habían escuchado pero … no tenían la respuesta a como hacerlo, intentaron cambiando y combinando infinitos tipos de colores, pero no pudieron hacer nada y, como si tuvieran vida, los factores se desesperaron, pero ahora algo entraba en el cuerpo de Kayn, un Mana nuevo-no, una sustancia completamente desconocida que se acercaba a la divinidad, y los Factores de Kayn hallaron la respuesta a sus interminables deseos. Entonces, sin cambiar de color, siendo transparentes e incoloros como siempre, se agruparon en el corazón de Kayn y fluyeron hacia el exterior, envolviendo a ambos niños.
- ¿Qué? ¡Espera!
Gabriel palideció en el momento, entendió la sensación y la familiaridad en ese sentimiento, aunque no entendía como era posible, ya que lo que ahora ocurría era algo que estaba fuera del dominio de los humanos o cualquier entidad en este mundo, algo solo reservado para los dioses, demonios y seres del calibre de Gabriel. El movimiento espacial, algo que ya no era considerado magia.
Entonces Kayn y Abel desaparecieron en un destello y por la sorpresa Gabriel fue arrastrado hacia el portal.
Todo fue muy rápido, no, incluso más que eso. Los sucesos que ocurrieron se consideraban imposibles, pero empezando desde el incidente de Abel, el ataque de los Altos Lobos, la aparición del Emperador Sutra, la situación que obligó a el avance desmedido de Abel, la aparición del dragón, la llegada de Gabriel y la magia de Kayn... Todo era imposible, pero dejando la casualidad, todo esto era obra del destino, un cruel destino para el que todos deberán estar preparados y, el primer paso para ello se daría ahora, mientras Abel abría los ojos en una cueva, rodeado de hielo y rocas, además de pequeños murmullos que se acercaban cada vez más, y Kayn, quien aún dormía mientras estaba en las ramas de árboles tan grandes como edificios y tan anchos como automóviles.
Fue algo triste, pero Kayn llegó a pensar que era un estorbo en la vida de Abel, ya que si él no hubiera estado ahí su amigo habría escapado y, aunque fue pasajero, ese sentimiento se trasmitió a los factores, entonces el Movimiento Espacial o tele transportación, los alejó para cumplir los deseos de Kayn.
Pronto ambos despertarían y se darían cuenta de que estaban separados, pero ambos sentirían que su mejor amigo estaba vivo y eso era más que suficiente para ellos, ya que se volverían a ver, dejando claro que, sin importar el tiempo, esto no era un Adiós, sino un Hasta Pronto.