Chereads / Dos y un nuevo Mundo / Chapter 14 - Hasta Pronto (IV)

Chapter 14 - Hasta Pronto (IV)

********POV Roland********* 

Yo quería volverme un mago, pero lastimosamente no tenia talento. Mis padres eran magos retirados del Imperio y yo los admiraba, ellos aún poseían gran influencia en la capital donde vivíamos por lo que mi existencia era un duro golpe tanto para ellos como para mi, por eso me aislaron-no, por eso se deshicieron de mi. 

Alejado en una residencia oculta en las montañas, a muchos días de la capital, ahí fui abandonado. Agradecía que no me hubieran matado y por el contrario me ofrecieran esta oportunidad de vivir en las montañas con sirvientes y mis necesidades cubiertas... pero era extraño... aunque lloré en todo el camino hasta este lugar... ahora no podía parar de sonreír. Algo tenía que ver con que nunca me gustó mostrar debilidad ya que mis padres la odiaban, pero creo que dentro de mi sabia que estaba harto de ser una molestia, por eso no me quejé y no volví a llorar... solo sonreí. 

Cuando cumplí ocho tuve un accidente. Tenía prohibido salir de la residencia donde vivía, pero en mi habitación pude encontrar caminos secretos que me llevaban al exterior, al comienzo fue difícil pero de alguna forma siempre lograba llegar a mi destino. Sin embargo, ese día en la noche me escapé y me alejé lo más que pude, quería explorar, quería mirar el mundo y la noche era joven, por lo que el tiempo estaba de mi lado. Lastimosamente era un niño inexperto e ignorante, por lo que no conocía la existencia de las bestias o muchas criaturas que ahora me perseguían.

Corrí sin mirar atrás hasta que sin otra alternativa salté por un risco, deseando que haya agua en el fondo aunque de no haberla sería una mejor forma de morir que siendo despedazado y comido vivo. 

Cuando abrí los ojos me encontraba en una cueva oscura donde no distinguía ni mi propio cuerpo, pero cuando sentí el miedo apoderarse de mi, una luz se encendió a lo lejos, como si me invitara a acercarme... como si me mostrara el camino. Sin otra opción la seguí, me tropecé y caí varias veces pero poca atención le prestaba, ya que quedarme en la oscuridad no era opción. Cuando la alcancé descubrí que la luz provenía de un extraño espacio en esta cueva, este lugar estaba alumbrado por piedras luminosas incrustadas en las paredes, además tenía notas y libros regados por todo el lugar, era extraño aunque no tuve tiempo para pensarlo. 

- Jojojojojojou, mira que tenemos aquí... un pequeño afortunado. 

Una dulce voz... armoniosa y encantadora, era una voz que me enamoró de inmediato. Volteé buscando a la responsable, pero no vi nada. Solo un viejo libro sobre un escritorio antiguo y desgastado. Me acerqué por curiosidad, ya que de lejos el libro parecía emitir cierta aura siniestra, y cuando estuve lo suficientemente cerca como para tenerlo en mis manos, vi como el libro, que estaba cerrado por cadenas negras que contrastaban con su rojo color, se movió y liberó una nube oscura que se elevó tomando la forma de una hermosa y perfecta mujer. Traté de retroceder por instinto, pero sus palabras eran cadenas más fuertes que las que la ataban.

- Jujujuju no te asustes... no muerdo. 

La mujer se sentó sobre el escritorio, no hizo nada, pero algo me atraía a ella. 

- ¿Cómo llegaste aquí, pequeño?

- … No lo... sé... solo salté por un risco.

- ¿Saltaste por un risco? Jajaja ¿Qué clase de tontearía es esa?

La mujer se rio, su rostro tomó la forma de algo macabro con varios ojos y dientes filosos, pero debió ser mi imaginación, ya que cuando pestañe todo había vuelto a la normalidad. 

- E-Es la verdad... 

- Jujujuju, esta bien, no tienes que preocuparte, te creo. 

Su voz era seductora y mientras se reía mi cuerpo se movió solo, tomando el libro en mis manos. 

- ¡Esto debe ser el destino!

- ¿Destino...?

- ¡Sí! ¿ves eso? - Dijo señalando las cadenas que rodeaban el libro.

- ¿Las cadenas?

- ¡Exacto! Veras... hace mucho tiempo fui encarcelada en este sucio libro.

Era pesado, el libro era muy pesado, pero conforme más escuchaba las palabras de la mujer más difícil era quitar mis manos de él y, sin obedecerme, mi cuerpo respondía ante sus movimientos. 

- ¿P-Por qué fuiste encarcelada? ¿Hiciste algo malo?

- ¿Malo? ¿Yo? ¡Imposible! Solo fui una tonta y me dejé engañar por el anciano que usaba este lugar. 

- ¿Fuiste engañada? Eso es injusto...

- ¡Exacto, eso es lo que digo! Me alegro que me comprendas... y por eso te quería pedir un favor.

- ¿Un favor? 

- ¡Sí! por supuesto que te recompensaré, así que préstame tu ayuda.

Desvié mi mirada hacía el libro, creo que entendía lo que quería que haga y mi cuerpo estaba más que dispuesto a hacerlo gratis, pero quizás era un apego persistente más fuerte de lo que creía y por eso pregunté sin darme cuenta. 

- Esta bien, pero … ¿entonces tu puedes volverme un Mago?

- ¿Un Mago? 

Mis ojos seguían sobre el libro, por eso no pude ver la expresión que estaba poniendo en ese momento, pero su respuesta era mi salvación y con la voz más dulce y seductora hasta el momento, me respondió.

- ¡Claro! Por supuesto que puedo ayudarte, de echo eso es tan fácil que te daría una recompensa extra. 

- ¡¿Enserio?! Entonces esta bien, ¿Solo debo de quitar estas cadenas verdad?

- Jujuju ¡Exacto!

Mi mano agarro las cadenas, estaba dispuesto a tirar de ellas hasta que se rompan, pero me detuve, no fue intencional, mas bien me detuvieron. 

- ¡Alto! ¿Qué crees que haces? Morirás.

- ¿Eh?

- Así que se despertó...

Pude escuchar las palabras de la mujer, pero no entendía a que se refería, entonces un humo blanco empezó a salir de un libro a un costado del escritorio. Este libro era blanco y tenia adornos celestes y dorados que lo hacian ver divino, aunque también estaba envuelto en cadenas. El humo tomó la forma de un hombre, era musculoso y bien parecido, pero tenía una mirada de ira en sus ojos, aunque parecía no estar dirigida a mi. 

- ¡¿Qué crees que le haces a un niño pequeño?!

- ¡Ah, no te escucho!

El hombre tomo por los hombros a la mujer y la sacudió mientras gritaba por respuestas, pero la mujer nunca dijo nada. Yo no entendía la situación, así que por el momento me dispuse a dejar el libro en el escritorio. 

- ¡Ah, no! Pequeño aún no quitas las cadenas.

- ¡Cállate y tu no la escuches!

No entendía que decía este hombre, sí, dejé el libro, pero aún estaba dispuesto a quitar las cadenas, solo quería entender un poco más las palabras que dijo anteriormente. 

- S-Señor... 

- ¡¿Señor?! ¡Aún estoy joven, maldito mocoso!

- No... ¿Qué le dices a un niño, tonto?

El hombre pareció alterarse mucho cuando escucho mis palabras, pero la mujer ayudo a calmarlo, entonces proseguí.

- ¿A qué se refería con que moriré?

- ¿A qué más? obvio que a tu muerte, tu morirás cuando quites esas cadenas. No sé que te habrá prometido este Astuto Demonio, pero será mejor que lo olvides. 

- ¡Ah, tú... Cabrón!

Moriría, esas fueron las palabras que dijo el hombre y tenía razón, ¿Qué otra cosa podría significarse? aunque no me alarmo, ya que lo que más me llamó la atención fueron sus siguientes palabras y la reacción exagerada de la mujer. 

- ¿Demonio?

- ¡No! tranquilo pequeño, no lo escuches, solo soy una joven mujer inocente que fue engañada por-

- ¡JAJAJAJAJA! ¿inocente? ¿joven?

El hombre se interpuso una vez más en las palabras de la mujer y aunque esta trató de golpearlo por alguna razón no pudo. 

- Escucha joven, esta mujer es un Demonio Vicioso, en el pasado causó miles de muertes sin sentido y engaño a muchas más, por eso fue encerrado, esas cadenas son la prueba de ello. 

El hombre parecía orgulloso, como pensando que a comparación de ella, él era mucho más digno, pero... 

- ¿Pero tu... no estas también encerrado? ¿También hiciste eso?

- ¡Q-Qué!

- Pffffffff ¡Te lo mereces!

El hombre se sonrojó, no pensé que fuera posible, después de todo estaba compuesto a base de Humo, aunque esos eran detalles sin importancia. 

- ¡Es verdad que estoy encerrado, pero es por razones distintas!

- ¿Cuales?

- Bueno... en el pasado fui engañado por el anciano que usaba este lugar...

- Eso ya lo dijo ella...

- … Como sea, soy distinto. Ella te engañaría para que la liberes y cumpliría su parte del trato, pero luego te mataría, sin embargo yo te dejaría vivir, somos distintos ¿ves?

No entendía porque ahora se trataba de justificar, aunque... si soy sincero, yo tenía la culpa, pero mi atención se desvió a algo más importante.

- ¡Entonces, Señor...! ¿No quieres ser liberado?

- ¿Eh?

- ¿Eh?

Ambos se quedaron inmóviles mientras me miraban incrédulos. 

- ¿Qué dijiste?

- Pregunté si usted quería ser liberado... ¡Ah, es verdad, joven!

- ¿Por qué me lo pides a mi? digo, si quiero salir de este lugar... pero...

- Entonces ¿usted puede convertirme en un Mago?

El hombre aún parpadeaba incrédulo, aunque parecía estar pensándolo seriamente. Por otro lado la mujer no parecía nada feliz.

 - ¡Noooooo! ¡Claro que no! ¡Libérame a mi, no le creas a este Dios Caído de segunda! No te mataré, es más, luego de volverte un Mago te enseñaré yo misma. 

Parecía algo desesperada, pero me interesó mucho su propuesta, entonces cuando volteé a verla fue el turno del hombre en gritar. 

- ¡No le creas! ¡Sí! ya lo pensé, libérame a mi tienes más que garantizado que no te mataré y te enseñaré todo lo que sé. 

- ¿Jaaaa? No le mientas a un niño tan pequeño ¿Acaso no tienes conciencia?

- ¿Tu me lo dices? y no es mentira, los Dioses no mienten. 

La conversación tomó un giro inesperado y ahora ambos discutían mientras ofrecían mucho más de lo que quería inicialmente, pero luego de un punto no importaba qué más ofrecieran, ya había tomado mi decisión. 

- Ambos... 

- ¿Hm? ¿Qué dices niño? ¿Yo?

- ¡Ya quisieras! Obvio elegirá a una hermosa dama como yo.

La discusión se había calmado bastante ya que ambos no escucharon mi respuesta por sus gritos, así que estiré mi mano y tomé el libro del hombre.

- ¡Gané!

Él se escuchaba orgulloso y la mujer se notaba furiosa, tanto que su forma empezaba a cambiar, pero no le preste atención y estiré mi mano izquierda tomando el libro de la mujer, entonces ambos palidecieron confundidos.

- ¡Ambos! Los liberaré a ambos, así que enséñenme bien.

- E-Eh niño... no lo hagas, ¿Sabes lo que estas haciendo? Somos un Dios y un Demonio, ya que tenemos un trato en el momento en que nos libere nuestros poderes se te serán otorgados pero... eso será como que en tu cuerpo haya Agua y aceite... Morirás. 

- C-Co-Concuerdo con el Dios de segunda... y no me importa por él, pero ya te prometí no matarte y si mueres de esa forma quedare como una mentirosa, todo el mundo se burlara de mi y nadie confiara en mis promesas... así que ¿Sabes? vamos a calmarnos... ¡Sí! libera a él, ¿Qué son dos mil años más? esperare paciente.

- ¡No, serán ambos! Mi padre puede unir el agua y el fuego, así que juntar agua y aceite no es imposible. 

Yo hablé desde mi ignorancia, después de todo era algo completamente distinto, pero ni siquiera me atreví a considerarlo, ya que la oportunidad de no solo ser un Mago que maneja dos elementos desde el inicio, sino que los mejores en ese campo me enseñarían... lo ambicioso en mi se estaba volviendo loco. 

Sin pensarlo tiré de ambas cadenas, y por más que se notaran resistentes, ambas se deshicieron de inmediato.

En este mundo hay muchos elementos a los que un Mago puede ser compatible y tener afinidad, incluyendo la Luz y la Oscuridad, pero eso era completamente distinto a los elementos-no, atributos Sagrados y Malditos, ya que a diferencia de los Magos no necesitas ser compatible a ellos debido a que no usan Mana o Factores Mágicos como tal, sino que usan el poder suministrado por aquel que brinda la bendición y el permiso para usarlo, es decir los Dioses o Demonios. Por eso y más razones, a los usuarios de "Magia sagrada y maldita" se les conoce más comúnmente como Apóstoles. 

Los apóstoles, como ya se dijo, utilizan el poder suministrado en su cuerpo, Factores Divinos o Factores Demoniacos, para realizar sus ademanes, estos siguen los mismos principios que el mana y los Factores Mágicos, por eso a pesar de la diferencia son evaluados y calificados con los Magos, de ahí la confusión. 

Los Factores Divinos son completamente opuestos a los Demoniacos, por eso a comparación del Agua y el Fuego, cuando estos se juntan ni siquiera reaccionan entre ellos y en caso de hacerlo a la fuerza esto terminaría como rocas enormes siendo arrastradas por un rio y ahora eso es lo que ocurría en mi cuerpo, rocas tan grandes que tapaban mis venas y arterias y comenzaban a hacer un desastre extremo, llevándome a una muerte lenta y extremadamente dolorosa...… o así debió ser. Ya que contrario a lo que esperaban la mujer y el hombre, yo estaba de pie sintiendo el nuevo poder en mi cuerpo. 

- ¡C-Cómo! ¡Esto es imposible! 

- Un cuerpo especial entre mil millones- no, la posibilidad de poseer ese cuerpo debería ser una entre miles y miles e infinitamente miles de millones...

- ¡Vuélvanme un Mago!

Ignoraba su desconcierto y sorpresa, pero poco me importaba, ya que por fin se cumpliría mi apego y además dejaría de ser una molestia.

Abandoné la cueva con la ayuda de ambos y durante el próximo año estuve bajo su tutela, convirtiéndome en el primero y único Apóstol con ambos atributos. Lastimosamente luego de mi regreso fui descubierto por un sirviente y posteriormente enviado como tributo a servir al Emperador. 

Nunca lo pensaría, incluso cuando nació Kayn y vi al hijo de mi mejor amigo y amiga, Abel, pero quizás mi cuerpo era un regalo del destino. 

********POV Normal********* 

Los enfrentamientos parecían disparejos, pero si Uno y Roland fueran sinceros, ambos aceptarían que la derrota caería sobre aquellos que sufran la primera baja. Aunque Uno estaba aún más nervioso ya que por más que presumió no tenía la confianza para asegurar que ganaría, no, es más, no tenía la confianza para decir que resistiría más de cinco minutos. 

Sí, Uno era fuerte, pero al igual que la diferencia de poder entre él y las nuevas sombras numeradas, en el pasado era Roland quien tenía una diferencia de poder aún más grande y si era sincero, sus nuevos compañeros aún eran inmaduros, si nuevamente, eran talentosos y sumamente poderosos pero debido a esto no han probado la llamada "Realidad" de conocer y enfrentar a verdaderos Talentos. 

Como prueba a sus palabras, el ser a la espalda de Roland, sonrió. 

- ¡...!

Uno dejó su guadaña y retrocedió lo más rápido posible, entonces una mano se cerró rozando la armadura de su pecho. 

- Mira eso, sí que haz mejorado. 

Roland permaneció como siempre, con una sonrisa en su rostro, y la delgada criatura en su espalda parecía estar disfrutando esto, pero eso no sería todo, Roland tenía claro que nunca jamás volvería al Emperador y mucho menos ahora que tenía un hijo al cual ver crecer, por eso no tenía la intención de contenerse y, como prueba, Uno tuvo que esquivar una vez más, esta vez rodando por el suelo *Estruendo* ya que donde había caído, luego de retroceder, ahora espadas doradas estaban clavadas destrozando el suelo. Al mismo tiempo Uno pudo ver como una figura hermosa, completamente opuesta a la del ser anterior, se formaba y tomaba la derecha de Roland. Uno no lo dijo, pero esta vista fue la que trajo la victoria contra innumerables oponentes. Un Demonio a la Izquierda y un Dios a la Derecha.

- … Maldición...

Esta sería un resistencia difícil, pero no podía quejarse o mostrarlo, solo debía hacerlo, ya que su verdadero objetivo se llevaría a cabo solo cuando los cuatro monstruos contra los que se enfrentaban estuvieran cansados o lo suficientemente distraídos y ,sin conocimiento de Roland o los demás, Uno pensó en las sombras al otro lado de la casa, las Sombras Once y Doce, quienes esperaban una señal.