La noche había llegado y, en la sala de estar de la casa de Kayn, dos familias estaban reunidas conversando, aunque de una de las mujeres presentes podía sentirse una ira emergente.
- ¡Ustedes dos...! ¿Cómo pudieron dejar que esto pase...?
- Me- Melam... cariño, entiendo lo que dices, pero teníamos que ir a hablar con el jefe de la aldea por unos minutos para explicarle los sucesos extraños que ocurren últimamente... entiendo que no debimos dejarlos, pero los niños siempre han sido obedientes y no pensamos que algo así podría pasar, aunque todo resulto bien... ¿Verdad?
Teniendo en cuenta esta corta conversación, nadie podría negar que de tal palo tal astilla y aunque los presentes lo pensaron, incluyendo a Abel, Roland seguía hablando nervioso viendo de un lado a otro a su esposa, Melam, y a su inconsciente hijo, Kayn.
- ¿Qué? ¿Nada salió mal? ¿eso quiere decir que nuestro hijo esta inconsciente por obra de un milagro?
- ¿eh... no?
- Cállate.
- Si Señora.
Melam parecía estar a punto de estallar al escuchar palabra tras palabra de su esposo, pero antes de llegar a reventar, Dessa, madre de Abel y esposa de Dars, intervino.
- "Tampoco seas tan cruel con él. Dars comparte la culpa y aunque los eventos que llevaron a esto y lo sucedido son continuos, es cierto que todo termino bien. Además ya tendremos tiempo para hablar sobre esto luego, lo mas impórtate ahora es saber el porque ¿Verdad?" - Dijo Dessa mientras volteaba a ver a un niño sentado frente a ellos, sereno sin signos de nerviosismo, incluso podría decirse que parecía confiado.
- … Si tu lo dices.
Aunque con recelo Melam aceptó y tomando esta oportunidad de salvación, Roland, que había permanecido callado estos minutos, saltó con una pregunta. Pudo escucharse un chasquido de dientes, pero su vista no se desvió y su voz no titubeo.
- Primero, Abel, ¿Qué hacían tu y Kayn en el estudio?
- Nosotros estábamos leyendo.
- ¿Leyendo?
La respuesta tomó a todos los adultos por sorpresa, después de todo ellos nunca les habían enseñado. Por un momento pensaron que podría estar mintiendo, pero mentir en esta situación, y con esa mentira, no tenia sentido, y lo que mas los convenció fue aquella seguridad en los ojos y postura de Abel.
La respuesta fue tan inesperada que Roland solo pudo responder con un - "Entiendo..." - antes de voltear a ver a los demás. Todos suspiraron al ver como vasto una respuesta para que Roland perdiera y se quedara en blanco, aunque todos hubieran terminado igual en su situación, pero esto no tenia porque saberlo él. - "Cough" - entonces, aclarando su garganta, esta vez fue el turno de Dars para dar un paso al frente.
- Entiendo, ustedes leían pero nosotros nunca les hemos enseñado, entonces ¿Cómo aprendieron?
Dars era un persona grande, fácilmente llegaba a medir un metro con noventa centímetros, además, su cuerpo era ancho y lucia con elegancia músculos fielmente entrenados. Por eso, aunque hablaba con total naturalidad e incluso con cariño hacia su hijo, el aura que desprendía ponía tenso el ambiente alrededor. - " ¿es esto un interrogatorio?" - pensó Abel por un segundo, pero recordando que no había nada que temer respondió con total naturalidad, aprovechando la situación para aliviar un poco su resentimiento.
- Aprendimos solos, Kayn se seguía confundiendo como un tonto, pero al final pudo hacerlo.
Claro que en sus cálculos, ensombrecidos por su resentimiento, no tomó en cuenta el quedar como un prodigio que no solo aprendió por si mismo, sino que enseño a otra persona.
Esta vez fue Dars el que se quedo sin habla y de fondo pudo escucharse una ligera risilla proveniente de Roland. Una vena palpito en la frente de Dars, pero no pudo hacer más que responder igual que su amigo.
- Bien, entonces ahora respóndeme a mi ¿si?
Había llegado el turno de Dessa y se puso de pie con una sonrisa mientras hablaba con tranquilidad, aunque por alguna razón ver esa sonrisa hizo que Abel se sienta aun más presionado que por la apariencia de su padre.
- ¿Cómo pasó?
- ¿Hm?
- Tu padre y Roland ya nos contaron lo sucedido después que ellos entraron al cuarto, así que lo que te pregunto es ¿Cómo paso? si, estaban leyendo, pero ¿qué?
Abel no pudo evitar pensar en lo perceptiva que era su madre, después de todo fue la única que no se conformo con sus respuesta aunque, si era sincero, tenia mucho que decir - "Solo tengo cinco años, normalmente un niño ya estaría llorando para este momento o simplemente no los entendería desde el inicio" - pero sin mostrar esos pensamientos, respondió o al menos trató.
Abel les contó, alargando un poco la historia empezó desde antes de su operación secreta con la esperanza de que bajaran la guardia, pero parecía que no lo conseguiría, entonces les contó como se pusieron nerviosos sin saber que les dirían por leer a escondidas y finalmente relato como Kayn trataba de deshacerse de las pruebas. Sabiendo que todo termina bien, los adultos no pudieron evitar reírse por la actitud y decisiones de Kayn.
Finalmente había terminado y el ambiente estaba lleno de orgullo con conversaciones sobre lo inteligentes que eran sus hijos, era imposible imaginar que los vayan a castigar, pero Roland, un gran curioso y amante de los libros, preguntó - "¡oh cierto! y ¿Qué libro fue el que leyeron?" - no había mala intención, como fue dicho el hombre era alguien curioso por naturaleza, pero cuando las palabras de Abel - "El Gran Imperio Sutra" - salieron de su boca, el ambiente tan cálido que había permanecido fue devorado en un instante por una sensación turbulenta que lo hizo temblar de miedo.
¿Su pensamiento estaba mal? ¿después de todo la decisión de Kayn fue la correcta? si le preguntaron el nombre del libro significa que todo el asunto no les dio tiempo para recoger el libro, ¿en ese caso debería mentir diciendo solo otro nombre al azar y luego ir a cambiarlo?
La cabeza de Abel comenzó a dar vueltas al sentir que se equivoco, el estaba confiado como alguien con muchos años de experiencia, pero la sensación que ahora envolvía su cuerpo lo hizo sentirse diminuto e impotente, además, no entendía la razón ¿Cómo el nombre de un libro puede hacer cambiar tanto a unas personas? tan solo … ¿Qué era ese libro?
- ¡Abeeeeeeeeeeeel! ¡Tontoooo eso duele!
Como si hubiera sido preparado de antemano, Kayn se despertó en este preciso momento y, gritando mientras sostenía su cara aún enrojecida por el golpe, consiguió relajar el ambiente una vez más. Sin detenerse dio un salto y se alejó de sus padres y los de Abel hasta el centro de la sala y continuó.
- ¡Como te atreves, tuuuuuuu! ¡ven en este instante, me agarraste desprevenido! ¡te mostrare de lo que soy capaz!
Todos miraron su acto con asombro, aunque por razones distintas. Los adultos ya sabían que Kayn estaba despierto desde hace un tiempo, pero lo dejaron estar ya que pensaron que fingía por una razón en especial, aunque planeaban decírselo cuando terminaran de hablar con Abel, su razón de asombro fue más bien por el lenguaje utilizado que era lejano a un niño tan pequeño. Por otro lado, Abel lo miraba con asombro por su compostura.
Él también sospechaba que su mejor amigo estaba despierto hace un tiempo, pero él siempre fue así, huyendo de los problemas como este y dejándole resolver las cosas con calma, pero en situaciones como esta, donde el ambiente le hizo difícil respirar y encerrarse en sus pensamientos, es decir, cuando necesitaba ayuda, su mejor amigo aparecía. Se levantó con naturalidad y aunque quizás no era su intención, relajo el ambiente y trató sacarlo de ahí, adaptándose a la situación y haciendo un acto patético.
Aunque nadie lo sabría, pero por un momento Kayn pensó que sus padres y los de Abel eran peligrosos y estaba dispuesto a tomarlo y correr para alejarse de ellos, por suerte todo volvió a la normalidad.
Ya más relajados, los padres se dieron cuenta de su error y calmaron sus ánimos una vez más mientras se reían de la situación delante suya. Aunque solo por si acaso, Dessa preguntó.
- ¿Qué les pareció el libro?
Abel estaba siendo arrastrado al centro de la sala por Kayn, ya que no se movió de su sitio, y en este lugar intercambió miradas con su mejor amigo, respondiendo al final por ambos.
- No nos gusto.
- ¿Enserio? Me alegro.
No lo entendieron, pero una sonrisa se formo en el rostro de sus padres cuando escucharon la respuesta, poniendo fin a este evento.
*clap* (Sonido de aplauso)
- Ya que Kayn despertó y todo esta resuelto, deberíamos comer, pero antes, cariño ¿podrías?
Parece que había llegado de nuevo el turno de Melam y sonriendo insto a su esposo a acercarse a Kayn, quien aun tenia el rostro rojo.
- Quédate quieto ¿Si?
- ¿Hm? ¿papá?
Roland superpuso su mano en la mejilla de su hijo y Kayn parecía algo nervioso por la situación inesperada, pero fue solo por unos segundos ya que pronto sus ojos se abrirían y brillarían al punto de la fascinación.
En la palma de su padre una extraña luz dorada apareció y se reunió en el punto donde Kayn fue golpeado, entonces, con un dulce calor envolvente, la piel de Kayn volvió a la normalidad y la pequeña incomodidad persistente, desapareció.
- ¿Q-Q-Q-QQUÉ? ¡¿QUÉ FUE ESO?! ¡YA NO DUELE! ¡MIRA ABEL, YA NO DUELE! ¡VOLVIO A LA NORMALIDAD!
Los gritos de Kayn se escucharon por toda la casa y con una emoción creciente Kayn comenzó a mostrarle a todos el lugar donde había sido curado. Parecía desenfrenado.
- ¡PAPÁ, PAPÁ, PAPÁ! ¿QUE FUE ESO? HAZLO DE NUEVO.
Los adultos se volvieron a callar de asombro, aunque esta vez por una razón distinta y cuando empezaron a reír por lo emocionado que estaba Kayn, su padre dijo orgulloso.
- Solo es algo de magia.