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Chapter 2 - Mi Ultimo Primer Dia.

Yo crecí junto a alguien, no exagero al decir que, aunque éramos de diferentes padres nosotros éramos como gemelos. No es algo reciente o que haya empezado desde hace unos pocos años, no, desde que tengo uso de razón siempre hemos sido así de unidos y la verdad no se la razón, pero poco me importa, después de todo no cambiaría nada y sé que él siente lo mismo... pero ¿Por qué pienso en eso ahora? Oh, claro... ya me acorde, es simple, es porque estoy muriendo - "**** **** *** ****"- creo escuchar alguien gritar, me está llamando por mi nombre, siento el dolor en su voz y su tristeza y preocupación me desgarran el corazón, pero no importa cuánto trate de abrir los ojos... no lo consigo, de echo cada vez que trato de abrirlos o mover mi cuerpo, esta oscuridad que me rodea solo me abraza más fuerte - "Hace frio. Esta oscuro... tengo miedo."- 

Mi vida pasa ante mis ojos, eso quiere decir que no me queda mucho tiempo ¿verdad? Casi siempre estuvimos juntos, y aunque ya lo sabía verlo de nuevo incluso me pareció excesivo, aunque de no ser por eso no hubiera podido apartarlo de aquella roca que cayó sobre nosotros - "tengo frio, tengo miedo..."- pero a pesar de todo ¿sabes? Lo volvería a hacer, después de todo, mi vida es un pequeño costo si puedo asegurar la suya. Siempre estuvimos juntos... y ahora espero que él pueda estar bien solo... aunque esas palabras son más dirigidas hacia mí. Siempre fui impulsivo y me centraba mucho en conseguir lo que quería o me encerraba mucho en mis pensamientos cuando algo me gustaba y él siempre estuvo ahí para ayudarme y respaldarme... así que espero estar bien ahora... así... solo. Ya no escucho sus gritos, y ya no siento nada, de echo me siento bien, la oscuridad ya no es fría, ahora me abraza como si fuera una parte de ella... eso quiere decir que llego el final ¿verdad? Sinceramente estoy feliz, como cualquier humano siempre tuve miedo a la muerte - "¿dolerá? Odio el dolor"- esos eran mis sentimientos hacia ese pensamiento, pero ahora que lo experimento llega incluso a ser cómoda... - "ya no tengo frio... ya no tengo miedo..."- pero a quien engaño... - "ahora solo me siento solo"- si... en verdad no me gusta la muerte... Mis ojos estaban cerrados, pero pensando en eso sentí como si los hubiera cerrado una vez más.

Cuanto habrá pasado, ¿un minuto o quizás... un día?, estoy aburrido... flotando en esta oscuridad el tiempo no tenía sentido. No podía moverme, no sentía mi cuerpo, bueno ¿si quiera queda algo que mover luego de ser aplastado?... la verdad esa broma no es graciosa.... sí tan solo pudiera abrir los ojos y ... -" ¿eh?"- poder ver.... ver una luz como aquella.

 - ¿Dónde... estoy?

Antes de darme cuenta fui absorbido, la oscuridad que me abrazaba ya no estaba, y la luz que parecía lejana ahora había cubierto todo. Esto no tiene sentido. Después de todos los ojos que no debían poder abrirse lo hicieron de la nada....estaba confundido y no solo en mi voz, sino que en mis ojos y movimientos se notaba el desconcierto.

 - ¿co..cómo es esto siquiera posible?

Mis ojos pesaban, pero podía ver, aunque estaba confundido y todo me daba vueltas... yo... yo podía ver. No solo eso, aunque era extraño, pero también sentía y podía escuchar, aunque escuchar tan melodiosa voz me hacía dudar de si en verdad escuchaba bien.

Mis ojos se aclararon, aunque es un mal termino ya que todo lo que vi es blanco hasta más allá del horizonte.... todo era blanco, incluso la persona frente a mí.

 - ¿cómo-? No, solo debo pensarlo.

Era un hombre alto y, aunque lo diga yo, era verdaderamente apuesto, pero obviando la túnica deslumbrante sin una sola mancha o arruga y su piel de porcelana... lo que más llamo mi atención fueron un par de alas enormes en su espalda - "si, no debo tener bien los ojos."- esos fueron mis más sinceros pensamientos. 

El hombre parecía confundido, no lo culpo, pero como decirlo... también parecía emocionado - "¿Donde estoy?"- pregunte nuevamente, estando mas consiente que hace unos segundos, pero lo único que logre fue ser ignorado. Él hombre frente a mi parecía estar encerrado en sus propios pensamientos aunque eso no duro mucho. - " ¡Lo tengo!"- ya que de la nada grito mientras ahora me observaba fijamente. 

Sus alas se habían estirado, mostrando su máximo esplendor y tamaño, eran enormes, casi el doble de su gran cuerpo y una sonrisa flotaba en ese hermoso rostro, pero lejos de cualquier sentimiento su sonrisa solo me pareció espeluznante. 

 - ¡Tú, es el destino!

El hombre me tomo de los hombros sin previo aviso y me sacudió mientras exclamaba, No lo entendía ¿Qué es el destino? ¿De que habla este señor? ¿Qué son esas alas? tenia tantas preguntas que hacerle, pero las palabras se atascaron en mi garganta, no porque tuviera miedo, no por la pequeña confusión restante o la constante sacudida, sino por sus próximas palabras.

-¡Es el destino, el me dio esta oportunidad y yo te la daré a ti! ¡Te daré una nueva vida!

El hombre lo dijo con una gran sonrisa, pero - "¿Eh?" - ¿de que demonios estaba hablando? 

Tal vez mi desconcierto se hizo muy evidente pero por primera vez desde que llegue a este lugar, el hombre frente a mi, se calmó y retrocedió unos pasos alejándose.

 - Losiento, mi error, permíteme comenzar de nuevo. 

Parecía algo avergonzado, pero supongo que es mi imaginación y sin saber mis sentimientos, el hombre continuo. 

 - Mi nombre es Gabriel, soy el residente de este lugar y un observador del mundo en el que vivías y aunque fue obra del destino que llegues frente a mi, como quizás no recuerdes, esto es solo posible porque... moriste. 

Fue directo, muy directo. Recordaba los sucesos a la perfección, aunque no despertaban trauma alguno en mi, pienso que debió suavizarlo un poco antes de … ¿Qué? ¿Qué es un observador del mundo?

Poco le importaban mis pensamientos y confusión a Gabriel, el hombre guapo, aunque tampoco es que los haya expresado, pero el siguió sin detenerse.

 - No revelare detalles, pero tu muerte prematura fue un suceso extraño, por eso, aunque sea un observador te daré una nueva oportunidad.

Rápido, esto estaba yendo muy rápido.

 - Se que es difícil de aceptar, pero moriste, y si bien te ofrezco una nueva oportunidad me temo que no podrás regresar al mundo humano, más conocido por ustedes como La Tierra, pero por todas estas molestias me tomare la libertad de ofrecerte y cumplir un deseo de tu elección … 

Parecía complicado, su energía anterior había desaparecido y se notaba un leve sentimiento de nerviosismo, quizás porque estaba la posibilidad de que rechace su perdón, aunque según como lo dijo, el no tuvo nada que ver. Pero él no tenia nada de que preocuparse... después de todo, ¿podría decirse que esto era lo que yo quería? nunca lo exprese, pero ¿Quién elegiría quedarse muerto? si me dan a elegir entre volver a nacer y quedarme en la oscuridad para siempre, aunque sea cómoda losiento pero elijo volver a nacer. 

Gabriel frente a mi parecía inquietarse cada vez más, mientras los segundos pasaban y con nervioso comenzó a hablar nuevamente - "Como dije antes esto debe ser el destino, aunque nunca dejare de disculparme por lo que paso, pero deberías pensarlo, no tienes prisa así que no lo rech-"- no podía seguir escuchando así que, aunque fue irrespetuoso, lo interrumpí, pero mientras esperaba que se calmara para dar mi respuesta pude ver algo detrás de él. Su piel estaba desgastada y pálida, pero estaba completamente tranquilo, un señor de al menos ochenta años... debería ser imposible, ya que no estuve mucho tiempo en la oscuridad, pero conocía a este anciano... lo conocía muy bien. 

Pase rápidamente por el costado de Gabriel y observé el espejismo que flotaba en el aire, estaba seguro que era él, lo sentía y con mi vista pegada a él, respondí - " Claro, acepto"

 - ¿Eh? ¡Si!... eso fue... ¿fácil?

Gabriel parecía confundido y parecía que su pensamientos salían de su boca sin que se de cuenta, pero no importaba.

 - ¿Fácil? si, supongo que si, pero ¿Quién se negaría ante tal oportunidad? destino o lo que sea, no importa...Solo tengo una pregunta que hacerte.

 -¿una pregunta? claro, no hay problema.

 - "Él … ¿vivió feliz?" - no me arrepentía, al igual como me sentía al caer en esa oscuridad, si se diera la oportunidad lo volvería a hacer, pero.... al ver su cuerpo rodeado de muchas personas solo una pequeña parte de mi quería escuchar que aunque fue feliz, él.... él no me olvido. 

 - Si, lo fue. - Gabriel no tardó en responder y toda la torpeza o rastro de cualquier nerviosismo había abandonado su voz, pero aunque no exprese exactamente lo que quería y sus palabras no fueron las que deseaba, el significado detrás de ellas parecía dejar muy en claro que entendía mis sentimientos internos y respondía con completa seguridad mi pregunta no dicha. 

 - Ya veo... gracias. Ya me decidí... Gabriel, me dijiste que te podía pedir cualquier deseo ¿verdad? 

 - Si, eso dije. 

 - "Perfecto, no vale retractarse. Entonces..." - deje de ver el espacio donde me mostro el final de mi mejor amigo, mi hermano, y volteé a verlo, aunque tuve que levantar la mirada para encontrarme con sus ojos, y así dije mi deseo. - "A él, no quiero ir solo, no te pido tener grandes habilidades, no te pido ser millonario, solo quiero tener la oportunidad de vivir juntos una vez más, además estoy seguro de que si estamos juntos todo eso llegara por su cuenta" - si, ese era mi deseo y aunque sea egoísta, el ya vivió su vida, pero ahora quiero vivir la mía, solo que para eso lo necesito. Soy descuidado, y muy imprudente, si no quiero que me vida acabe aún mas rápido entonces necesito que alguien me cuide y me frene.

 - "jujujuju lo sabia, el destino aun no ha terminado, esto es solo el medio tiempo" - Gabriel sonreía complacido, como si supiera que esto es lo que pasaría y la verdad creo entender un poco como se siente. - "concedido, yo, Gabriel, te daré una segunda oportunidad y cumpliré tu deseo" - sus alas se estiraron aun más que antes y luces doradas aparecieron en todas las direcciones, dejando un hermoso espectáculo, aunque no pude apreciarlo tanto como quisiera, ya que mis ojos se cerraron una vez más y la oscuridad me recibió encantada por unos segundos antes de que mis ojos se volvieran a abrir. No diferenciaba nada, ni siquiera podía decir que era lo que estaba delante mío y aunque el calor corporal que sentía rodeando mi cuerpo me hacia sentir a salvo, fue solo un llanto cercano lo que me hizo sentir en paz, después de todo aunque la voz estaba lejos de ser igual y solo eran lloriqueos yo lo sabia, sabia quien era él.