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Chapter 6 - Apocronos: Sombras en Neo-Tokyo Capitulo 6 : "El Adiós de un Padre"

Después del trágico suceso, Kaito se quedó junto al cuerpo sin vida de su padre, sumido en un profundo vacío y abrumado por la tristeza. Recordando los momentos más felices que compartió con sus padres, trasladó sus cuerpos al patio trasero de la casa. Allí, en un rincón tranquilo y apartado, Kaito recordó las últimas palabras de su padre y rezó por su bienestar mientras les daba el último adiós en un emotivo funeral.

El dolor y la tristeza envolvían el corazón de Kaito mientras sus lágrimas se mezclaban con la lluvia que caía suavemente del cielo. A medida que pronunciaba sus oraciones, una sensación de paz comenzó a inundarlo, sabiendo que, aunque su padre ya no estaba físicamente con él, su amor y su guía lo acompañarían siempre.

Con cada palabra de despedida, Kaito se aferraba a los recuerdos felices que compartió con sus padres, encontrando consuelo en el legado de amor y bondad que dejaron atrás. Aunque el dolor de su partida nunca desaparecería por completo, Kaito encontró fuerzas para seguir adelante, decidido a vivir la vida feliz que su padre siempre había deseado para él.

En las noches siguientes, Kaito luchó por conciliar el sueño. Las pesadillas lo atormentaban, reviviendo una y otra vez la tragedia que había dejado a su familia destrozada. Sin embargo, cada vez que cerraba los ojos, veía la sonrisa de su padre y escuchaba sus palabras: "Vive una vida feliz".

Al finalizar el relato de su pasado, Kaito no pudo evitar que su mirada se nublara por las lágrimas que inundaban sus ojos. "Si hubiera actuado en ese momento... tal vez... tal vez mi padre seguiría con vida", murmuró Kaito con una voz cargada de vacío y dolorosa impotencia.

Aika observó fijamente a Kaito, comprendiendo el peso de su dolor, y se acercó rápidamente para consolarlo, envolviéndolo en un cálido abrazo. Con gestos de ternura y comprensión, Aika intentaba transmitirle a Kaito su apoyo incondicional en esos momentos difíciles.

Aika, al darse cuenta de la situación, se sonrojó y se apartó de Kaito, disculpándose por haberlo abrazado sin su permiso. Kaito, en respuesta, simplemente se quedó en silencio, respetando su gesto.

Las horas pasaron y ambos continuaron su camino, acercándose cada vez más a su destino. En un momento de reflexión, Kaito decidió preguntarle a Aika sobre el motivo que la llevaba a ese lugar tan peligroso. Aika, con determinación en su voz, respondió: "Quiero encontrar a mi padre".

Estas palabras resonaron en la mente de Kaito, y de repente, un recuerdo olvidado emergió en su conciencia. "Mi nombre es... Aika... Aika Tanaka..." fue como un destello en la memoria de Kaito, quien se detuvo un momento para reflexionar sobre las palabras que estaba a punto de decir. Se dio cuenta de la conexión entre sus destinos y decidió revelarle a Aika que ambos estaban buscando a una persona con el mismo apellido.

"Aika... ¿tu padre por casualidad se llama... Hiroshi... Tanaka... Hiroshi?" dijo Kaito con una voz seria y un tanto exaltada. Aika se detuvo justo detrás de Kaito, sorprendida por la mención del nombre de su padre, y le respondió: "¿Cómo lo conoces...? ¿Acaso tú... tú lo quieres matar?".

Rápidamente, Aika esperó una respuesta sincera y convincente por parte de Kaito, con una expresión de incertidumbre en su rostro. Kaito se giró hacia ella, manteniendo la seriedad en su mirada, y le dijo: "Aika... tu padre... tiene información que es de suma importancia para mí... Quédate tranquila... No viajé hasta Takahara para acabar con la vida de tu padre..." Sus palabras resonaron en el silencio del desierto, y Aika, aunque aún con dudas, pareció encontrar cierto consuelo en la tranquilidad de la voz de Kaito.

"Dos días antes de que nos encontráramos... fui al bar de mi prima Marin... Ella me dio información que había recolectado de altos mandos gubernamentales... Sabes... A diferencia de ti... Mi padre siempre escapaba de mí solo para enfocarse en sus malditos experimentos... En el momento en que la crono-plaga apareció, él se fue de casa dejando a mi madre y a mí solas... yo lo odié por mucho tiempo a causa de eso..." dijo Aika con una voz intranquila y llena de remordimiento.

"Cuando mi madre murió a causa de una enfermedad hace unos 2 meses... Ella me reveló la verdadera causa de su ausencia... Él era amenazado por el gobierno... le dijeron que si no encontraba una cura para el virus pronto... no solo lo matarían... sino que también vendrían por mí y por mi madre... Yo, al saber eso, quedé helada y sobre todo llena de remordimientos... ya que en el momento en que él se fue... yo le dije algo horrible... Yo le dije que si se iba para siempre... dejaría triste a mamá... y que yo... quedaría sola." dijo Aika con una mirada llena de lágrimas.

"Cuando supe toda la verdad... Le dije a mi madre que iría a buscarlo... así juntos iríamos a casa y pasaríamos los días como una familia feliz... Quizás fui impulsiva o quizás la culpa de esas palabras siguen resonando dentro de mí... Pero en el momento que mi madre murió, empaque mis cosas con rumbo a Nakamura... Solo con el propósito de buscar información para hallarlo... Mi prima me dijo que un grupo con grandes suministros viajaría de Nakamura con rumbo a Takahara, y partirían al mediodía..." Dijo Aika, cambiando su tranquila personalidad por la de una persona completamente nueva.

Aika le preguntó a Kaito cuál era la información que necesitaba de su padre. A lo que Kaito respondió: "El Crono-Nexus... Sé que para algunos es una simple y mera leyenda, pero para mí es mucho más que eso... Pienso que tu padre podría saber su ubicación... o tendría alguna respuesta que me lleve a él". Dijo Kaito, mostrando una determinación palpable en su voz.

"Ayúdame a buscar a mi padre", dijo Aika, mostrando una determinación inquebrantable. Kaito respondió: "Sabes cuál es mi trabajo... Si quieres que te ayude a cumplir tu objetivo... Solo tendrás que pagarme". Aika replicó: "Está bien... Al fin y al cabo, eres un recolector... Así que pagaré por tus servicios". De repente, entre toda la arena del desierto, las luces de neón iluminaron la sonrisa de Aika, mientras Kaito sabía que cada vez estaría más cerca de cumplir sus objetivos. "Vive una vida feliz", esas palabras inundaron la mente de Kaito, mientras una leve sonrisa se dibujaba en su rostro al ver la entrada de Takahara, también conocida como la ciudad del pecado.