Chereads / Diamante de la esperanza / Chapter 10 - Capítulo 5: Planificaciones de los entrenamientos (Partes 1-2)

Chapter 10 - Capítulo 5: Planificaciones de los entrenamientos (Partes 1-2)

Prólogo

No recuerdo muy bien que fue lo que hice el día de ayer.

Makoto, Kenji y yo estábamos en el bar antier, llegué a casa y me dormí, al día siguiente planeamos nuestros respectivos entrenamientos para mejorar las habilidades con nuestros diamantes.

Después de eso creo que no recuerdo nada más…

Lo único que tenía claro es que debería vestirme y prepararme para irme a entrenar.

Estaba en la pupusería, Makoto se lleva a Chisato a casa y… espera, ¿qué hacía Chisato en la pupusería?

¿Por qué me siento tan cansado?

En fin, por el momento no pienso prestarle mucha importancia, me siento cansado y mareado, pero no recuerdo haber hecho nada.

Subo la montaña por órdenes de Seji-sensei para iniciar el entrenamiento del que hablamos ayer todos.

Entro a mi habitación y lo primero que veo me deja sorprendido.

— ¡Ah…!

Lo que me había encontrado en grande era una foto mía con Hiroki tomándonos de las manos y mirándonos fijamente en la pupusería a altas horas de la noche casi madrugada.

Espera, ¡¿qué pasó realmente ayer?!

No puedo evitar sentirme confundido, mi enojo escala hasta tal punto que no puedo controlar la fuerza con la que grito.

— ¡¿Qué diablos pasó ayer?!

Cuando veo esa imagen todo regresa a mi mente.

Ahora sé porque Chisato estaba ahí, se lo que sucedió ayer…

¡Incluso acabo de recordar el contexto de esa imagen!

¡Estábamos jugando al rey mientras nos habíamos embriagado con el ambiente!

¡Con mucho sentido me siento tan cansado!

Capítulo 5 Parte 1

Estoy muy confundido, hasta ahora me entero de que Makoto tiene una hermana menor.

Makoto parece obligado a estar ahí por las dos chicas que tiene a cada lado.

Él no puede evitar tener su rostro de preocupación, es entendible ya que es su hermana menor, pero a Chisato no parece importarle mucho.

Yo me quedo con mi cara de sorpresa.

— ¡He-hermana, p-puedo explicarlo! ¡no se lo digas a mamá, s-soy buena persona! ¡Uraseku y Kenji me obligaron!

Respondió Makoto muy asustado.

Con rostro despreocupado le respondo:

— Ni siquiera dudaste en traicionarnos…

Chisato sin darle mucha importancia parece haberse creído lo que dijo.

— Ni… entendido.

— ¿Qué haces aquí de todos modos?

— Neko-chan me invitó a verla tocar hoy.

Nekoyashiki se acerca y abraza a Chisato y le responde a Makoto:

— ¡Así es, yo la invité!

— Y-ya veo…

Makoto parece más aliviado, al parecer, Chisato no contará que él ha estado aquí.

Kenji con una soda de cola en la mano se nos acerca al ver que estábamos con ellas.

— Oigan, venimos a ligar con chicas de nuestra edad saben…

Nekoyashiki se sonroja.

— Y-yo no me molestaría en salir con Uraseku…

Todos nos quedamos realmente confundidos por lo que dijo.

— ¿Quiénes son estas niñas perdidas de todo modos?

Nekoyashiki se molesta y le responde muy furiosamente.

— ¡¿A quién llamas niña perdida insecto?! ¡soy la hija del dueño de este lugar así que muestra más respeto, causa perdida!

A ella se le hace un corte en el rostro.

Me doy cuenta de ello y le aviso.

— Oye, tranquilízate o terminarás con la cara aún más rasguñada.

Nekoyashiki se pone alegre nuevamente.

— ¡Lo que digas, senpai!

El corte de su rostro sana rápidamente sin dejar cicatriz alguna.

— Como sea, Kenji, ella es mi hermana, Fujisaki Chisato.

— ¿Eh? Pero ni siquiera parece que sean hermanos…

Dijo Kenji con cara sorprendida y yo le respondo con otra pregunta.

— ¿Lo dices por sus tonos de piel?

Después de haber dicho eso todos voltean a verme raro…

Si no se parecen por eso entonces no sé por qué otra cosa será ya que Makoto está un poco bronceado y Chisato está bastante pálida…

Desde lejos veo que estará haciendo Kibo, lo encuentro bebiendo alcohol en la barra del bar.

El bar tender está limpiando un vaso con un paño color rojo.

Kibo al ver el paño no duda en iniciarle una conversación.

Al parecer ya se emborrachó…

— Ujum, hola nena…

El bar tender se muestra muy incómodo, en silencio suelta el paño que estaba usando y se retira del lugar.

— Veo que trabajas muy duro… ese color rojo te sienta muy bien, ¿sabes?

Parece que por el momento está bien, o eso creo…

Nekoyashiki se exalta.

— ¡Ah! ¡casi es hora de mi concierto!

Sonriendo le digo:

— ¡Bien, esfuérzate!

— ¡Sí, me esforzaré!

Devolviéndome la sonrisa muy enérgicamente se va para prepararse.

Kenji que nos observaba se me acerca.

— Veo que te llevas muy bien con esa niña.

Kenji pone su cara picarona…

— ¿Entre ella y tú hay algo? ¿eh?

— No entiendo a lo que te refieres.

Le respondí inocentemente sin saber a lo que realmente se refería con eso.

— Tch, olvídalo, no pareces entenderlo…

Kenji parece decepcionado.

Las luces del lugar empiezan a apuntar al escenario, Kenji, Chisato y Makoto buscan un lugar para sentarse.

Yo me quedo de pie observando el concierto.

Nekoyashiki sube con su guitarra eléctrica color roja, los demás miembros del pequeño grupo están en sus posiciones.

Antes de empezar a tocar, Sumire dirige unas palabras al público que parece estar muy expectante de lo que va a pasar.

— ¡Gracias a todos por venir! Está es una canción que yo escribí para alguien muy especial, bien, ¡aquí vamos!

Comienza la cuenta atrás desde tres y empiezan a tocar.

Empieza bastante acelerada la canción recordándome bastante al rock japones.

Cuando inicia con su canto y a pesar de la velocidad de la canción no desentona en nada con su dulce voz.

La canción habla sobre ella, cuenta que estaba encerrada en un mundo oscuro y deprimente, pero que muy dentro de su corazón se encendió una llama de esperanza que terminó de devolverle la luz a su interior y las ganas de vivir.

Es una canción con una letra en un japonés bastante complejo y que no lograba terminar de entender.

A mitad de la canción una de las lámparas apunta hacia mí, ella me sonríe mientras continúa cantando.

Yo simplemente no entiendo que estaba pasando y sin pensarlo le sonrío de vuelta.

Chisato observándome dice en voz baja:

— Parece que no entendió…

La canción llega a su final, el público del lugar le aplaude por su tan increíble actuación.

Se va junto con su guitarra y su gato a tras bastidores luego de agradecer al público.

Decido seguirla a donde ha ido.

— Oye, ¿A dónde vas? — me pregunta Makoto.

— Iré a felicitar a Nekoyashiki, ¿vienes conmigo, Chisato?

Muy seriamente me mira.

— Ve tú.

No es una chica de muchas palabras…

— Eh… entiendo.

Kenji que estaba atrás con una chica me grita desde lejos:

— ¡Venga Uraseku dalo todo!

— ¿De qué está hablando…?

Mejor decido ignorarlo y decido ir en busca de ella para felicitarla.

Ella está sentada tranquilamente en un sofá para dos personas junta con su gato, no veo a Yasuragi por ningún lado así que supongo que se quedó en casa.

— ¡Neko-chan! ¡eso estuvo increíble! — le digo alegremente.

— ¡¿E-en serio?!

Nekoyashiki se sonroja tímidamente.

Inconscientemente la tomo de las manos por lo feliz que estaba por ella al ver como ahora es una chica alegre y enérgica.

— ¡Sí, algún día deberíamos tocar juntos! Eh, ¿Estás bien? Te has puesto muy ro…

Antes que termine de decirlo ella quita sus manos, se da la vuelta y abraza una almohada, ella aún sonrojada me responde:

— ¡No, no, es que… estoy muy feliz nada más!

Voltea a verme nuevamente, ya no parece estar sonrojada.

Pasa un leve momento en silencio cuando de repente el gato de ella empieza a gruñirle a algo o alguien que se está acercando.

Es Kibo, está entrando con lo que parece ser un paño color rojo.

— Así que aquí están tus amigas, ¿eh?

Le dijo al paño rojo al ver muchos trapos sucios tirados en el piso, Neko-chan y yo nos quedamos viendo incómodamente lo que él hace.

De lo mareado que está Kibo, cae ebrio en el montón de trapos sucios.

— … Eh, bueno… creo que debería irme a casa ya, Neko-chan.

Recojo a Kibo y dirijo mi mirada hacia Neko-chan.

— Oye, ¿conoces la pupusería que hay en el pueblo? Necesito que llegues mañana por favor, todos los portadores de un diamante estaremos ahí, necesitamos hablar de algo muy importante.

— ¿Pupusería?

No parecía saber dónde estaba, me pongo un poco nervioso al intentar explicarle que era y donde está.

— V-veras, es un restaurante de comida típica de mi país natal… y… está ubicado al centro de esta ciudad… ¡o sea no el país! Hablo de restaurante…

Ella empieza a reírse.

— ¡Jajaja, por supuesto que sé dónde está, solo jugaba un poco contigo!

… Maldición, debí suponer que era un poco bromista…

— ¡Venga senpai, no te enojes, solo fue una pequeña broma!

— B-bueno, en fin, entonces te espero ahí.

— Eres muy tímido, senpai. — me dice mientras me mira de forma picara.

— ¡Ah!

Algo molesto me doy la vuelta, ¡lo peor es que lo que dijo es verdad.

— Vámonos, Kibo…

— ¡Buah chica de color rojo, nunca te olvidaré!

Ella sonríe y yo por mientras me retiro con Kibo en búsqueda de Makoto y Kenji para irnos ya a casa.

— Makoto, Kenji, vámonos ya a casa.

Kenji está hablando con una chica que parece estar incomoda.

— ¡Venga, la fiesta apenas empieza!

Makoto que estaba con dos chicas que parecían quererlo se disculpa con ellas y se pone de pie.

— Bien, vamos a casa.

— ¿Qué hacemos con Kenji?

— Déjalo, mejor vámonos de aquí antes de que alguien del instituto nos vea…

Makoto y yo nos dirigimos hacia la salida.

Al abrir la puerta de esta cae un rayo relativamente cerca y Chisato aparece frente a nuestros ojos.

Ambos sacamos un gran grito del susto y Makoto le dice:

— ¡Oye, no te aparezcas así!

Chisato me señala muy seriamente y me pregunta:

— ¿Entendiste lo que quería decir ella con la canción?

Con ella supongo que se refiere a Neko-chan, muy confundido le respondo:

— ¿Eh? Bueno no del todo, utilizó palabras que no lograba entender, supongo que iba dirigida a su gato, siempre está con ella.

Makoto parece estar de acuerdo conmigo.

— ¡Es verdad! Ese gato parecía estar muy aferrado a ella.

— Ya veo…

Exclamó Chisato al parecer un poco decepcionada, luego voltea a ver a Makoto.

— Ni, vámonos.

— Bien, adiós Uraseku, te veré en el consejo.

— Entendido.

Kibo por un momento recupera la conciencia.

— ¡Ay, no más alcohol! Al menos no durante un tiempo…

— Ven, vamos a casa.

Cargo a Kibo en mi hombro y este vuelve a dormirse.

Paso en silencio durante todo el camino a casa.

Capítulo 5 parte 2

Al momento de llegar a casa intento ocultarme para que Seji-sensei no me viera con Kibo estando borracho, pero como era de suponerse terminó dándose cuenta.

— Vaya, es el chico que se escapa por la noche a salir de parranda con sus amigos.

— Seji-sensei, fui solamente para ver a Nekoyashiki tocando.

— ¿En serio? ¿Y por qué traes esa cosa toda borracha? Espero que no hayas bebido ni una sola gota de alcohol.

Haciendo como si lo estuviera ignorando sigo mi camino hacia mi cuarto.

— Oye Rasec, espero que hayas comido allá porque aquí no te daré nada.

— Si, Seji-sensei, no tiene de que preocuparse.

— Me preocupa más lo que dirán tus padres si se enteran de que no comes como es debido.

Kibo vuelve a despertarse y esta vez llorando.

— ¡Buah! ¡Como quisiera volver a ver a la chica de rojo!

— Tch, Kibo, mejor quédate aquí abajo, quiero descansar.

Seji-sensei revisa dentro de unas gavetas.

— Creo tener un trapo rojo por aquí adentro.

De repente, Chie sale del cuarto de limpieza y se acerca a Kibo también estando borracho.

— ¡Tranquilo hermano, no tienes por qué deprimirte! ¿Por qué no me acompañas a beber un poco?

— ¡No! Ustedes dos podrían ser capaces de acabarse todo mi sake.

Empiezo a subir las escaleras hacia mi habitación hasta que recuerdo que tenía algo importante que decirle a Seji-sensei.

— Ah, Seji-sensei, le he notificado a todos los portadores de los diamantes que vayan mañana en la noche a la pupusería para poder discutir el tema más a profundidad.

— Así que por eso Kibo y tú estaban preparando una clase de diapositivas; como sea, está bien.

— Entiendo, buenas noches, Seji-sensei.

Finalmente termino de subir las escaleras y entro a mi habitación.

Kibo, Chie y Seji-sensei mantienen una conversación en la planta de abajo.

— Ustedes dos, aléjense de ese sake.

Chie hace un puchero y finalmente lo suelta.

— Por cierto, Kibo, ¿no crees que Rasec ha estado intentado averiguar más sobre los diamantes que nosotros los que realmente debemos llevarlo?

Le pregunta Seji-sensei a Kibo.

— Eso es porque el diamante que el posee no debe llevarlo realmente así que lo está rechazando, creo que los que estamos aquí sabemos lo que eso significa…

— … ya veo.

De vuelta en mi habitación, me pongo a hablar de cosas realmente irrelevantes.

— Umm, ¿debería probar ahora esa novela visual de las chicas gato?

Recientemente había comprado ese juego, si iba a tener que preocuparme de algo esta noche sería de eso, en caso de que me atrapen solo diré que estoy practicando el idioma.

Por consiguiente y como ya supondrán, pasé la noche en vela probándolo, sabía que es un eroge, por lo tanto, ya sabrán lo que sucede después…

Al día siguiente, me encargué de avisarle a Hiroki sobre la reunión debido a que no poseo su número de teléfono.

— ¿Eh? Ah si, Miru me lo dijo anoche.

— ¿Ah?

Al parecer se enteró por otros medios, me asusta el saber que él tiene contacto directo con ella…

— ¿Quieres algo más? Largo de aquí.

Por el momento decido mejor dejarlo en paz.

Luego de finalizar las clases salgo rápidamente del instituto y me dirijo a la pupusería a terminar de preparar todo.