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Chapter 13 - Capítulo 6: El entrenamiento de Seji-sensei (Partes 3-4)

Capítulo 6 parte 3

Chikara ya recuperada se acerca a nosotros muy emocionada.

— ¡Bien, esto es lo siguiente!

Seji-sensei nos trae un par de espadas de madera.

— Ahora tendrán un duelo con espadas de madera…

El viento sopla apartando los mechones de cabello de nuestro rostro después de que Seji-sensei dijera "espadas de madera" …

— ¿Duelo con espadas de madera? — exclamó Hiroki al oír "espadas de madera".

— Sí, espadas de madera…— dijo Kibō recalcando que hablan de "espadas de madera"

… empiezo a sentir algo dentro de mi…

Me pongo de pie y con mi rostro serio, entiendo lo que estaremos a punto de hacer.

— He estado en muchas peleas y nunca había visto nada de eso…— digo refiriéndome al duelo con espadas de madera.

Miro hacia el cielo y exclamo:

— No lo sé, pero estoy casi seguro de que tendremos un duelo con espadas de madera…

Volteo a verlos a todos y continuo con mis frases sobre el duelo con espadas de madera…

— Creo que vamos a pelear con espadas de madera… ¡Ay!

Seji-sensei me golpea en el chichón de mi cabeza.

— ¡Deja esas tonterías, idiota!

Después de ese golpe Hiroki junto con Chikara y Kibō comienzan a reírse.

Realmente no sé cuántas veces se dice "espadas de madera" solo en esta parte…

— Como sea, dejen de perder el tiempo y tomen una.

Hiroki y yo tomamos una de las espadas de madera, lo dije de nuevo…

Luego de tomarla me doy cuenta de algo sumamente importante.

— ¿Eh? Disculpe, Seji-sensei, pero no sé cómo usar una espada.

— Es verdad, yo tampoco se usarla.

Ni Hiroki ni yo sabemos cómo usarlas, se nota por la forma en que las agarramos.

Seji-sensei al parecer ya sabía que somos inexpertos.

— Por ahora solo quiero ver de lo que son capaces de hacer, así que… no sé, agárrense como piñata o algo.

Al parecer Seji-sensei no tenía nada planeado para ponernos de entrenamiento…

Realmente estoy muy lastimado, ¡¿acaso nadie lo nota?!

Giro hacia Seji-sensei para expresar mis quejas.

— ¡Oiga! ¡¿no ve que Hiroki tiene gran ventaja?! ¡estoy realmente lastimado y, además él tiene el diamante de la fuerza! ¡¿no ve que me va a matar?!

— Si no confías en tus habilidades no llegarás a nada, así que toma tu espada y lucha.

Chikara muy furiosa se acerca a mí.

— ¡Tu tuviste la ventaja en subir los escalones de la montaña!

Hiroki posa la espada en su hombro y con una sonrisa de confianza en su rostro me dice:

— Ahora es mi turno, Uraseku…

— ¡Tch! Si eso quieren pues bien… ¡Kibō!

Kibō vuela hacia mi diamante y Chikara vuela hacia el de Hiroki.

Bajo la radiante tarde, pongo la espada de madera en el cuello de Hiroki y el hace lo mismo con la suya poniéndola en mi cuello.

Nuestras miradas están puestas en el otro, no podíamos hacer ningún movimiento antes de que inicie oficialmente el duelo.

— Supongo que llevas mucho tiempo esperando por este momento, Hiroki.

— Es mi venganza, por haberme ganado en los escalones y por siempre estar con Miru-chan. ¡No lo permitiré!

Hiroki ha comenzado a emanar un aura poderosa, casi tan fuerte como la de hace rato.

Comienzo a sentir peligro, reúno fuerzas para liberar mi aura la cual es muy débil si la comparo con la de Hiroki.

— ¡Comiencen!

Ambos nos quitamos las espadas y damos un gran salto hacia atrás.

Como parte de mi estrategia comienzo a correr alrededor de el para analizar muy bien sus movimientos los cuales consisten en simplemente soltar golpes y espadazos al azar.

Hiroki parece realmente molesto, casi como si fuera una clase de villano.

— ¡No huyas, sabandija!

Un descuido provoca que él se aparezca detrás de mí.

Hago un movimiento super extraño que no sabía que realmente podía hacer, me tiro al piso y con un giro evito el corte directo que me pudo provocar.

¡Maldición, realmente es demasiado rápido! Pero por algún motivo pude ver sus movimientos…

Después de pensar en eso, rápidamente me pongo de pie y pongo la espada para protegerme del segundo corte que me pudo haber provocado.

Seji-sensei se toma asiento bajo el árbol de cerezos de la casa analizando el encuentro.

Ya veo…

Hablo con Kibō a través de mi mente mientras la batalla continua.

— Kibō, puedo ver todos sus movimientos, ¿es gracias al diamante?

— Claro puedes ver sus movimientos, el diamante lo puedes usar como un tercer ojo, si esperas que algo suceda podrá ser graficado en tu mente incluso segundos antes de que pase, ¡estás empezando a comprender el poder del diamante!

Eso me recuerda que hace un momento pude decirle algo rápidamente, casi como si todo hubiera avanzado en cámara lenta.

— Entendido, esto me será muy útil…

— ¡Pero también concéntrate en atacar!

En este momento tomo el control de la batalla, los roles se invierten siendo yo quien comienza a atacar a Hiroki mientras que este se defiende.

Realmente no quiero lastimarlo, lo mantendré así hasta que se canse.

Sus ataques se vuelven bastante predecibles, tanto que pareciera que no necesito el diamante para ver sus movimientos.

El sonido de las espadas de madera suena por todo el lugar.

Hiroki lo está dando todo mientras que yo me mantengo tranquilo.

Las espadas de ambos chocan impidiendo que ninguno realice su ataque.

— ¿Creíste que no sería capaz de seguirte el ritmo, Hiroki?

Noto la furia en sus ojos, molestarlo en un momento así solo empeoraría la situación… ¡pero eso es lo que quiero!

— Aunque lo des todo por "vengarte" ¡jamás una chica como Miru-chan se fijaría en alguien como tú!

Hiroki suelta un potente grito junto a una gran aura amarilla.

Seji-sensei se levanta de su asiento con una expresión de emoción en su rostro.

La marca del diamante de Hiroki que está en la parte superior de su brazo derecho se transforma en un diamante real incrustado en su piel.

En sus manos y a partir de lo que parecen ser pequeños fragmentos de cristales se forma un nunchaku color amarillo, ¡es el arma de Hiroki!

— ¡Aahhh, URASEEEEEKU!

¡¿Cuál es la manía de pronunciar mal mí nombre?! ¿tan difícil es?

— ¡Ah, no sé qué esperar de esto, no puedo ver sus movimientos!

Doy un paso atrás y caigo al piso.

Kibō a través de mi mente me dice:

— ¡Ni yo, estas solo en esto!

Kibō sale rápidamente del diamante para ponerse a salvo dejándome a mi tirado en la grama de la montaña.

— Estoy muerto…

Bueno, me mate o no yo sé que realmente estoy muerto, jaja…

Aun con los ojos abiertos no logré ver en qué momento Seji-sensei se pone al frente de mí.

Lo ha frenado poniendo dos hoces color gris, con una detiene la espada de Hiroki y con la otra me protege de cualquier posible ataque.

— Suficiente…

Nuestras auras de poder se disipan.

— Esto solo era una práctica, no un duelo a muerte.

Hiroki cae rendido al piso mientras que yo suspiro de alivio.

Ese suspiro hace que se me salga el alma, literalmente…

¡Buena referencia a ese anime de las chicas que forman un grupo de rock!

Kibō intenta devolver el alma a mi cuerpo mientras que Hiroki habla con Seji-sensei.

— Lo lamento, creo que me dejé llevar.

— Al menos descubrimos cuál es tu arma, buen trabajo, tomemos un descanso.

Chikara muy emocionada sale del diamante.

— ¡Punto para Hiroki!

Al parecer, solo cuando les conviene es una competencia…

Todos nos sentamos bajo la sombra del árbol de cerezos, Hiroki y yo tomamos agua mientras que Seji-sensei bebe alcohol junto con los espíritus de nuestros diamantes.

Una duda invade mi mente.

— Seji-sensei, ¿desde cuándo puede crear su arma?

Seji-sensei se pone muy orgulloso al igual que Chie.

— Ja, desde el mismo día que obtuve el diamante.

— ¡Si! Solo que nunca la habíamos usado.

— ¿Lograron aparecer su arma sin ningún esfuerzo?

Chie y Seji-sensei se abrazan casi como si fueran amigos borrachos.

— ¡Jajaja, es que somos muy listos!

— ¿Desde cuándo se llevan tan bien?

— Me cae bien, ¡solo cuando no se está tomando mi sake!

— Por eso nuestra arma es más fuerte que la de Hiroki, mientras mayor y mejor sea tu relación con el espíritu de tu diamante más fuerte serás.

No lo había pensado de esa manera…

Chikara entra a la conversación.

— Entonces por eso Rasec es tan débil, no es solo su culpa, también es culpa de Kibō.

— ¡¿Cómo qué es mi culpa?!

Al ver tan exaltado a Kibō le recuerdo el por qué también es culpa suya.

— Cuando Hiroki quiso atacarme huiste como un cobarde en lugar de enfrentar la situación a mi lado.

Hiroki al ver la situación comprende que mi debilidad se debe a que Kibō y yo no nos llevamos bien.

— ¡No me llevaré bien con alguien que no merece ser el portador del diamante de la esperanza! — me dice Kibō bastante molesto.

— ¡Pues te aguantas, no falta mucho para que muera y seas libre! — le respondo.

¡Acabo de decir que en efecto voy a morir!

Todos se sorprenden por lo que dije.

— Lo sabía…— dice Seji-sensei con un rostro serio. — esos cortes no eran normales

— ¡S-Seji-sensei, déjeme explicarlo!

— El diamante te está rechazando y no dejará de hacerlo hasta que te mate el proceso…

Chie bastante preocupado se acerca a mí.

— Tu diamante al no estar completamente unido consumirá toda tu energía y se quedará esperando a un nuevo portador…

Hiroki por algún motivo parece preocupado.

— ¿Por qué no habías dicho eso antes?

Agacho la cabeza y me quedo en silencio.

Realmente no lo dije porque no quería preocupar a nadie, pero al parecer eso mismo terminé haciendo.

Seji-sensei voltea a verme muy seriamente y me dice:

— Eres mi responsabilidad, no puedo dejar que mueras, pero esto ya es un problema personal para ti, debes buscar una forma para que el diamante te acepte.

Seji-sensei se levanta del piso dando punto y aparte al tema.

— ¡Ja! Se acabó el descanso, vayamos al último entrenamiento.

Hiroki y yo nos quedamos confundidos.

— Vengan, vamos a mi dojo, con la ayuda de sus diamantes y a puño limpio lucharan contra mí…

¿Eh? No sé qué pretende Seji-sensei, ¡solo sé que nos dará una paliza termonuclear!

Incluso había olvidado que Seji-sensei tenía un dojo, básicamente es un gran cuarto para la práctica y enseñanza de la meditación o artes marciales.

Capítulo 6 parte 4

Ya dentro del dojo, estábamos listos para iniciar la batalla, pero…

— ¿Por qué nos vestimos así de ridículos?

Hiroki y yo estábamos vestidos de igual forma que Seji-sensei, un traje típico japones que me hacía difícil el movilizarme porque casi que parece un vestido…

— Es el uniforme que usarán, así que si van a entrenar aquí acostúmbrense a usarlo.

— Entendido, Seji-sensei.

— ¡¿Eh?!

Hiroki no parecía nada de acuerdo con el uso de esto para pelear, sin embargo, Chikara parece muy emocionada.

— ¡Bien, todos adentro!

Los espíritus entran a nuestros diamantes, Hiroki y yo emanamos nuestras auras de poder mientras que Seji-sensei no.

¿Estará ocultando algo?

Hiroki y yo nos lanzamos hacia el e intentamos atacarlo.

Seji-sensei se limita a defenderse.

— ¡Tch! Kibō, no puedo ver sus movimientos, ¿cómo es posible si ni siquiera está utilizando su poder? — Le dije a Kibō en mi mente.

— ¿Será que esconde cualquier muestra de su poder? De ser así es una habilidad sorprendente…

Seji-sensei baja toda su defensa.

¡Es mi oportunidad!

Me lanzo para atacarlo, pero antes de siquiera tocarlo me alejo rápidamente de él.

— ¡Maldita sea, si hubiera seguido con el ataque me pudo haber hecho un daño enorme!

Hiroki mira la espalda desprotegida de Seji-sensei y se lanza contra él.

— ¡Bajaste la guardia! — grita Hiroki.

Seji-sensei da media vuelta y antes de que Hiroki siquiera lo toque lo toma con una mano y lo estampa en el piso de una forma muy graciosa…

— ¡Ah!

— Gritarle al enemigo que bajó la guardia es bastante tonto, idiota.

¡Seji-sensei se ha distraído y está vez si tiene la guardia baja, es mi oportunidad!

Me lanzo contra Seji-sensei esperando hacerle algún daño.

Pero antes de que siquiera lo golpee él se aparta y por error termino golpeando a Hiroki que aún está tirado en el piso.

— ¡Ah!

— ¿En serio pensaste que tenía la guardia baja y que estaría distraído? No creí que fueras tan tonto, sabía que me atacarías por detrás, fue un movimiento muy predecible…

Hiroki se pone de pie muy furioso.

— ¡Idiota, fíjate a quien golpeas!

Hiroki me da un fuerte golpe en la cara, ambos caemos al piso quedando fuera de combate.

Los espíritus de los diamantes salen, Chikara y Kibō están muy agotados mientras que Chie se ve como si nada.

— Otra cosa, el objetivo era atacar al enemigo, ¡no a tus aliados!

Hiroki y yo seguimos tirados en el piso muy cansados y golpeados…

Chie le pregunta a Seji-sensei que le pareció el combate.

— Les falta mucho por aprender, pero debo decir que superaron de algún modo mis expectativas, buen trabajo.

Seji-sensei toma sus cosas y se aleja de nosotros dejándonos en el piso.

— ¡Recuerden que ustedes pagan la comida, jajaja!

Eso no fue una golpiza termonuclear al menos…

Tenemos muchísimo para trabajar…

Capítulo 6 parte final

Ya en la pupusería, nos encontramos adentro con Miru-chan que parece preocupada por nuestro estado y a Neko-chan que parece aguantarse las ganas de reírse.

— Este… ¿cómo les fue? — pregunta Miru-chan.

— ¿Cómo crees? — le responde Kibō mientras que Hiroki y yo tenemos un rostro inexpresivo con muchas vendas y moretones.

— Y-ya veo…

— Bien, y a ustedes, ¿cómo les fue? — les pregunta Hiroki.

Neko-chan explota de la risa.

— ¡Al parecer mucho mejor que a ustedes, jajaja!

— ¡Era un lugar grande y bonito! — dice Ai bastante alegre.

— Todo era tan pacifico…— añade Yasuragi. — excepto aquella chica, su vibra era escalofriante…

— Y era muy grosera…— añade Miru-chan.

En la televisión sale una noticia que habla sobre una persona que fue asesinada por un arma de fuego muy cerca de las montañas, Seji-sensei parece poner interés en la noticia.

— Jo… quien diría que aquí también se verían este tipo de cosas… como sea, recuerden que los perdedores pagan la comida de todos.

Al final pareció que no le dio mucha importancia a la noticia.

Ojalá se le hubiera olvidado que teníamos que pagar por la comida de todos…

A pesar de todo esto, todos en el lugar pasamos un agradable momento juntos.

— ¡No quisiera seguir entrenando!