Capítulo 6 parte 1
Hoy es un nuevo día y el inicio de los entrenamientos de Seji-sensei.
Ojalá tuviera ganas de entrenar, pero por lo que pasó anoche realmente me siento muerto…
¡¿Qué tiene de divertido embriagarse?! ¡Actuamos como unos completos idiotas y en la mañana siguiente amanecemos deprimidos y con resaca!
Aunque bueno, no hemos consumido alcohol, no tengo idea de con que nos emborrachamos.
¿Habrá sido por el ambiente? Como sea, de igual forma no recuerdo que fue lo que sucedió ayer…
Me encuentro tirado en una de las mesas de la pupusería junto con Miru-chan, su cabello huele como a naranjas… no sé si pienso eso solo porque tiene el cabello naranja, realmente creo que no huele a nada.
Neko-chan y Chisato-chan duermen juntas muy abrazadas en otra de las mesas, Neko-chan está babeando todo…
Hiroki tiene la cabeza dentro de una cubeta, al parecer había vomitado ahí.
Los espíritus de nuestros diamantes se encuentran tirados en el piso juntos con él.
Seji-sensei salió de muy temprano para preparar las cosas y al parecer también se encargó de cubrirnos a todos con una manta por la madrugada.
Muy a lo lejos se escucha una voz.
— ¡Uraseku! ¡Uraseku!
Ai se levanta del piso, toma un vaso con agua y me lo lanza para despertarme.
— ¡Ah! ¡¿qué fue eso?!
— Alguien está buscándote.
Me acerco muy adormitado y encorvado a abrir la puerta, es Makoto.
— Eh…— le digo al abrirle.
— ¡Uraseku! Primero que nada, ¡buenos días! Segundo, ¡¿sabes dónde está Chisato?!
Me pregunta Makoto muy preocupado.
— ¡Dijo que vendría a la pupusería y ya no regresó a casa! ¡y…! ¿eh?
Makoto me mira con cara de extrañeza.
— ¿Uh, te duchaste tan temprano? ¿en un domingo por la mañana?
Hago una de mis mejores Jojo poses mostrando mis imponentes e inexistentes músculos que solo el tipo más delgado que un poste de luz puede poseer.
— Soy más sexy cuando estoy mojado, ¿no crees?
Makoto pone una cara inexpresiva después de mi comentario.
Poco a poco empiezo a entender que el hacer estas cosas es realmente incómodo para los demás… pero eso no significa que dejaré de hacerlo.
Chisato-chan sale del restaurante medio adormitada.
— Haces mucho ruido, ni.
Makoto se lanza hacia ella, la abraza y comienza a llorar de forma graciosa por algún motivo…
— ¡Qué bueno que estes bien!
— Espacio personal. — le responde Chisato-chan muy seriamente.
— No exageres Makoto, solo nos divertíamos. — le digo de manera indiferente.
— Sí, no te preocupes, pasé toda la noche aquí y dormí con él. — dijo ella refiriéndose a mí.
— ¡Ah!
Makoto se sorprende por lo que Chisato-chan le dijo mientras que ella y yo lo vemos con un rostro adormitado.
— No te preocupes Makoto, todavía tengo en mi poder la carta para salir gratis de la cárcel así que no creo que haya mucho problema.
Le dije mientras hacia mi segunda Jojo pose del día y le mostraba la carta que saqué de mi bolsillo.
Makoto se queda paralizado y hubo un leve momento en silencio.
Chisato tira de la camisa de Makoto y le dice:
— Vámonos, ni…
— B-bien… pero debes explicarme a que te referías con "dormir con Uraseku"
Le dijo Makoto a Chisato-chan mientras se alejaban y yo mantenía mi pose.
Al parecer me quedé dormido de pie…
Seji-sensei regresa a la pupusería con una cubeta llena de masa, se para en frente mío y me da un golpe en la cabeza.
— ¡Ay!
— ¿Te dio la garrotera o algo?
Me llevo las manos a la cabeza sobándome por el dolor del golpe que me dio.
— Lo lamentos, Seji-sensei, aun me siento un poco mareado por lo de ayer…
Seji-sensei toca mi cabello porque está mojado.
— Mírate, estás todo mojado, deberías ir a casa a cambiarte para entrenar hoy.
— Estoy un poco cansado para eso, Seji-sensei.
Nuevamente me da otro golpe en la cabeza…
— ¡Ay!
— Quizás no me expliqué bien, quise decir que vayas a casa y te cambies para entrenar, ¡HOY!
Seji-sensei hizo un fuerte énfasis en "hoy".
Tch, no me queda de otra.
— Bien, ya iré a cambiarme… despierte a los demás, por favor.
— Espéranos a Hiroki y a mí ahí arriba, subiremos en un momento.
Luego de eso me retiro hacia mi casa y Seji-sensei entra en la pupusería, este al entrar se ríe por algún motivo.
Finalmente termino de subir los escalones de la montaña, entro a mi cuarto aun adormitado pensando en si debía acostarme un rato en mi cama.
Pero, cuando finalmente estoy en mi cuarto, veo en grande una fotografía mía y de Hiroki, ambos agarrados de las manos…
— ¡¡¡¿EHHHHHHHH?!!!
El grito que di fue tan fuerte que despertó a todos en la pupusería.
— ¡Eh! — gritó Miru-chan mientras estaba dormida.
— ¡Ah! — gritó Hiroki aun con la cabeza dentro de la cubeta.
— ¡Nya! — gritó Neko-chan despertando a su gato también.
Por mientras, yo me cuestiono muchas cosas.
— ¡¿Qué es esto?! ¡¿Cuándo sucedió esto?! ¡espero que esto no sea real!
Nuevamente en la pupusería, todos se preguntaban de que era ese grito.
— ¿Qué fue ese grito?
— Sonó como a Uraseku-senpai.
— ¿Le habrá pasado algo?
Seji-sensei preparando la masa les dice:
— De seguro vio algo raro además de él en su habitación, por cierto, recuerden que los entrenamientos son hoy así que tienen que prepararse ya, y avísenles a sus padres que pasaron la noche aquí, no quiero problemas.
Hiroki se mueve a una de las mesas del restaurante un poco adormitado.
— Estoy un poco mareado… además, ¿por qué hay un pastel pudriéndose en esa mesa?
El pastel que llevó Miru-chan para compartir había empezado a convertirse en una cosa extraña de color verde oscuro…
— Olvida eso y mejor prepárate para ir a entrenar, ¿o no piensas derrotar a Rasec aun en ese estado?
— ¡Es verdad, ya regreso!
Hiroki se pone de pie muy emocionado y sale del local corriendo hacia su casa.
Miru-chan les dice a sus padres que seguirá fuera por un tiempo y mira la hora.
— Oye Neko-chan, mis clases de arquería son los días de semana, hoy es sábado y tengo día libre en el instituto, ¿está bien si te acompaño a tu entrenamiento de gimnasia?
— ¡Claro! Pero…
Neko-chan voltea a ver a Seji-sensei preocupada.
— Disculpe, ¿y Chisato?
— Me temo que se fue con su hermano temprano por la mañana.
Neko-chan hace un puchero.
— ¡Yo quería ir con ella también!
— ¡Venga, Neko-chan, aun podemos ir nosotras!
— ¡Sí!
Miru-chan recoge a Ai que estaba jugando en el estanque de afuera y Neko-chan recoge a Yasuragi que se encontraba aun en el piso durmiendo y se retiran.
— ¡Adiós, Seji-sama, gracias por todo!
— Vayan con cuidado.
Todos se dirigen a sus respectivos lugares de entrenamiento.
Yo me cambio de ropa para lo que sea que hagamos hoy.
Aun sin la camisa puesta, arranco la foto del fondo y la lanzo a la basura, es algo que realmente no me ha hecho ninguna gracia y no pienso tocar el tema nunca más…
Luego, me pongo mi típica camisa color celeste con mis pants color gris y mis yinas super cómodas. *con yinas se refiere a unas sandalias*
Escucho a Seji-sensei, Hiroki, Chikara y Kibo hablando afuera.
Doy un fuerte suspiro antes de salir de la casa finalmente listo para el entrenamiento de hoy.
— Ah… ¡Bien!
Una vez salgo de la casa ya no hay vuelta atrás, voy a entrenar si o si…
Capítulo 6 parte 2
Seji-sensei al ver como estoy vestido pone un rostro inexpresivo y Hiroki pone su rostro de sorpresa…
— ¿Vas a entrenar así?
— ¡Tenías que vestirte deportivo!
— ¿Eh? Bueno… supongo que esto es lo más deportivo que tengo, ¡jajaja!
— …
El que no tenga gran variedad de ropa en gran parte es culpa mía…
Debería gastar mi dinero en más ropa y en menos mangas y juegos…
Quizás exagero, realmente estoy bien con esta ropa.
— Bien, antes de ponerlos a pelear como animales tienen que calentar el cuerpo, así que suban y bajen los escalones de esta montaña dos veces.
Un silencio incomodo inunda el lugar junto con una ráfaga de viento que desaparece de la nada.
Hiroki decide romper el hielo.
— ¡¿Eh?! ¡¿Acaso está loco, anciano?!
— Creí que en Japón eran más respetuosos, ¡que no se te olvide que ahora soy tu maestro!
Luego de decirle eso, Seji-sensei le da un golpe en la cabeza.
— ¡Ay! ¡está bien, entiendo!
— Je…
Hiroki voltea a verme porque he sonreído confiadamente.
— Así que es solo subirlas y bajarlas dos veces…
— …
Vamos al punto de partida y nos preparamos.
Él realiza unos estiramientos básicos mientras que yo… digamos que solo analizo la situación para que no piense que no hago nada.
Chikara se pone en frente de nosotros.
— ¿Están listos…? ¡ya!
Comienzo a bajar los escalones de forma bastante rápida, tanto que sería la envidia de cualquier corredor de escalones profesional, si es que eso existe…
Mis piernas no paran, subo y bajo estos mismos escalones desde que estoy en este país.
Se podría decir que estoy acostumbrado a esto.
Desde aquí puedo notar que Hiroki no puede seguirme el ritmo.
— ¡E-eso es trampa! ¡has subido y bajado esta montaña toda tu vida! ¡las conoces de pies a cabeza!
Me dice Hiroki cansado.
Igual de cansado le respondo:
— ¡E-en ningún momento dije que esto era una competencia! ¡pero en caso de serlo te estoy haciendo comer polvo! ¡jajaja!
Después de decirle eso acelero mucho más dejándolo bastante lejos de mí.
Kibo y Seji-sensei desde la cima hablaban con respecto a mi desempeño.
— Rasec es bastante rápido, Seji-sensei.
— No es el mismo chico de antes, nada le importaba, pero ahora tiene una clase de motivación, la competencia que siempre necesitó al fin ha llegado.
Seji-sensei cierra los ojos y medita por un breve momento.
— Es realmente bueno, siempre dará lo mejor de él y luchará por ser todavía mejor.
No estoy usando ningún poder, no uso el poder del diamante, todo esto es resultado de la gran cantidad de veces que he subido y bajado esta montaña.
El resultado de las veces que me levantaba temprano por las mañanas para cultivar el maíz y los tomates de la montaña de al lado.
Supongo que me he estoy convirtiendo en alguna clase de super humano.
Llego hasta abajo, doy la vuelta y rápidamente comienzo a subir la montaña.
A Hiroki le cuesta seguirme el ritmo, a duras penas va casi a la mitad de la bajada mientras que yo estoy iniciando la primera subida.
¿Realmente existe alguien que se ha vuelto alguna clase de super humano solo por hacer un entrenamiento simple a diario?
Bueno, creo que hay un manga sobre eso…
Chikara muy furiosa porque Hiroki está perdiendo nos mira desde la cima y le grita:
— Pero ¡¿qué haces?! ¡El tipo que no es digno de usar el poder del diamante te está ganando! ¡¡acelera!!
— ¡D-deja… deja de gritarme!
— Tch, si quieres que las cosas se hagan bien hazlas tu misma.
Chikara vuela hacia el diamante de Hiroki a toda velocidad.
Hiroki comienza a emanar un aura muy poderosa y de color amarillo igual al de su diamante.
La velocidad de él aumenta significativamente y con mucho esfuerzo logra llegar hasta abajo.
Veo que Hiroki está relativamente cerca, tanto que comienzo a preocuparme, así que decido acelerar el paso.
Poco a poco recortamos distancia, pero aun así no es suficiente para derrotarme.
Seji-sensei sigue analizando la información que obtenía a través de nuestra competencia.
— Se están llevando más allá del límite, supongo que esto será más interesante de lo que pensé.
El aura de Hiroki se intensifica todavía más, pero aún no era suficiente.
Llego a la cima, me doy la vuelta y comienzo a descender.
He completado la primera vuelta y entrado a la última.
Cerca de la mitad de los escalones, me encuentro a Hiroki con su cara de frustración mientras yo me mantengo tranquilo.
Todo se pone como en cámara lenta justo cuando paso a su lado, aprovecho este momento para decirle algo.
— Nos volvemos a ver de frente Hiroki, aunque te estes llevando al límite no creo que te sea suficiente para derrotarme a mí… ¡el adolescente risueño de dos nombres y con dos apellidos con los nombres antes de los apellidos y que viene de El Salvador!
Finalmente, la cámara lenta acaba.
Creo que ni yo termino de entender lo que acaba de pasar…
— ¡¿Q-qué rayos… fue eso?! — se preguntó Hiroki en voz alta.
Kibo parece estar sorprendido mientras que Seji-sensei estaba inexpresivo.
Ambos lo seguimos dando todo, Hiroki ha tropezado muchas veces, mas no ha caído.
Yo me mantengo seguro de mí mismo.
Sé que un mínimo error podría costarme la victoria en esta pelea sin sentido.
Hiroki logra alcanzarme, ambos llegamos hasta abajo al mismo tiempo.
Rápidamente nos giramos al lado opuesto del otro y empezamos a escalar.
Hiroki tropieza muchas veces con los escalones, yo mantengo mi vista fija en el piso y en los posibles obstáculos que ahí estuvieran.
Al parecer, Hiroki está tan concentrado en superarme que realmente no se fija en donde pone el pie.
Desde arriba empiezo a escuchar ánimos hacia mí por parte de Kibo, o algo así…
— ¡Vamos, vamos, corre Rasengan!
¿R-rasengan?
Seji-sensei que se encuentra a su lado observándonos le dice a Kibo:
— Desde un principio se ha sabido quien sería el ganador.
Exclamó con cara de orgullo.
Hiroki intenta empujarme para sacarme del paso.
Los escalones son angostos, pero se diferenciar los empujones que son sin querer de los que son a propósito.
Al hacer esto solo le afecta a él mismo, con cada empujón que yo recibo sé dónde poner el pie para no caer.
Siempre se retrasa por hacer estas cosas, estamos a punto de llegar al final.
Hay momentos en los que él me supera, pero por sus extrañas decisiones solo se termina retrasando.
Antes de llegar a la cima vamos cabeza a cabeza.
Justo antes de subir el decide empujarme, pero eso ya me lo veía venir…
Rápidamente tomo potencia para adelantarle y el pierde el equilibrio al intentar empujarme nuevamente, eso lo ha retrasado bastante.
El resultado de esta competencia no me sorprende.
¡Termino como el vencedor de esta competencia!
Al llegar a la cima me lanzo muy cansado al frio pasto de la montaña.
Hiroki cae rendido al piso y su aura se desvanece.
Chikara sale del diamante también muy rendida.
— Tch, maldición…— dijeron Hiroki y Chikara aún en el piso.
— Lo… lo he logrado… he vencido a Hiroki.
Exclamo con mis últimas palabras, antes de expirar…o eso siento yo.
— ¡Rasec, toma esto!
Kibo se me acerca con una botella llena de agua, me pongo de pie, la agarro y le doy un gran sorbo.
Luego de eso procedo a hacer lo que cualquier buen ganador haría por su contrincante caído.
— ¡Jajaja! ¡Derrote al gran Hiroki! ¡Ja!
Lo admito, soy un mal ganador…
— ¿El gran Hiroki? O, mejor dicho ¡el gran perdedor! ¡Jaja! ¡¿entiendes?! ¡el gran perdedor porque perdiste…!
Hiroki se levanta muy furioso y me da un fuerte golpe en la cara.
Al yo estar muy cerca de los escalones y a causa del golpe, caigo de la montaña golpeándome la cabeza.
— ¡Rasec! — grita Kibo para luego seguirme e intentar que deje de caer.
Hiroki se masajea la mano porque le dolió el golpe que me dio mientras que Seji-sensei y Chikara se ríen de mí.
Luego de que Kibo detuviera lo que pudo ser una caída interminable, subo nuevamente los escalones y me siento en la grama junto a un árbol.
Estoy realmente molesto y acabé con un gran chichón en la cabeza por algo que yo causé, ¿quién lo diría?
No vuelvo a burlarme de esa forma otra vez…