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Chapter 9 - Capítulo 4: El diamante de la fuerza (Partes 3-4) Epílogo

Capítulo 4 parte 3

Por la mañana en el instituto, ya cansado de tantas burlas, me presento con el cabello un poco más recortado, no es un cambio enorme, pero al menos hace que deje de parecer mujer.

Las clases las empezamos a recibir en el patio del instituto porque el salón quedo hecho pedazos.

Como ya es costumbre, Kenji se acerca a hablar conmigo.

— Oye, ¿te recortaste un poco el cabello?

— Je, así que lo has notado.

— Casi no se nota, pero al menos ya no pareces mujer…

Asiento con firmeza y pongo mi cara de confianza.

— Entonces, he logrado mi objetivo.

Hago una pequeña pose victoriosa, en eso, Kibō sale del diamante y se integra en la conversación.

— ¡Ay, Kenji, sí que lo notaste! — dice con una voz burlona.

— Cállate, Boki.

— ¡Soy Kibō!

Kibō y yo nuevamente estamos discutiendo, Kenji en medio de eso dice de forma sarcástica:

— Vaya, pero que bien se llevan los dos…

— ¡Estoy obligado a vivir con el Rasec! Así que es normal.

— Tch, lo bueno es que no me queda mucho tiempo para aguantar esto.

— ¿De qué hablas?

¿Inconscientemente dije que iba a morir pronto?

— Olvídalo.

Al parecer Kenji también lo escuchó de otra forma.

— A veces dices cosas raras Rasec, deja de cortarte que te está afectando.

Mientras Kenji decía eso, al salón entró el profesor de ciencias, Huevito-sensei.

— Vamos a ver dijo un ciego y no vio nada, vayan a sus asientos por favor.

Kenji se da cuenta de que ha entrado el profesor.

— Tch, es Huevito-sensei, ya hablaremos luego, Rasec y Kibō.

El profesor empieza a hablar con unos compañeros para luego iniciar las clases.

— Bueno buenos días jóvenes, y Kibō.

— ¡Buenos días, Huevito-sensei! — le responde Kibō con alegría.

— Espero que nos repare pronto el instituto para no estar recibiendo clases en el patio.

— ¡Jaja! Lo lamento, ¡jajaja!

Mientras la clase transcurre con normalidad empiezo a pensar en muchas cosas mientras miro los árboles del patio y las montañas que nos rodean.

Después de la batalla con Nekoyashiki en el instituto, todos los espíritus de nuestros diamantes andan más libremente entre la multitud, era cuestión de tiempo para que eso sucediera.

Pero ¿Qué tan cierto será eso de que me queda poco tiempo de vida?

Por algún motivo, siento miedo, pero no sé porque, ¿será que no quiero morir?

Realmente no quiero morir, debe ser eso.

Nuevamente me paso las clases pensando en estas cosas, no puedo mantenerme tranquilo como todos los demás.

Paso pensando en eso tanto que ha llegado la hora de almuerzo.

Makoto, Kenji y yo nos reunimos para comer juntos, no sé dónde se habrá metido Kibō, pero es algo que no me preocupa.

Por el momento solo me limito solo a escuchar la conversación que mantienen Kenji y Makoto.

— Amigo, duele estar sentado fuera, y en estos tiempos el sol está que arde. — dice Kenji mientras suda.

Makoto también parece estar quejándose.

— Y que lo digas, al menos en el consejo estudiantil realizamos un presupuesto para reparar las áreas afectadas, salió un dineral. Lo bueno es que eso no impedirá que se realice el viaje escolar.

— ¡Woah! ¡¿en serio?!

— Si, pero para acortar gastos iremos todos los de segundo, tercer y primer año juntos.

Makoto de repente me dirige la palabra.

— Deberías ir al consejo estudiantil para votar a qué lugar ir, Rasec, el viaje se retrasó hasta noviembre así que tenemos tiempo para eso.

— ¡Ah! Si.

Nuevamente vuelvo a pensar en mis cosas mientras como y Kenji habla con Makoto.

Así que el viaje escolar será también con los de primero, podré estar cerca de Miru-chan.

Miru-chan… en caso de que en realidad muera eso significará…

El tiempo pasa y las clases finalizan, junto con Kibō y Kenji me dirijo al aula de música porque, aunque no lo parezca, Kenji es miembro del club de música.

— ¿Por qué no fuiste al club de música la vez pasada? — le pregunto.

— Jaja, lo siento, es que tenía que trabajar.

Entramos al aula de música, en eso Kibō se incorpora en la conversación y dice:

— ¿Tú trabajas?

— Sí, trabajo de mesero… ¡en una cafetería! — dice Kenji mientras hace una pose rara.

— Deberías ponerte a trabajar como Kenji. — me dice Kibō.

— Ya trabajo en una pupusería.

— ¡Pero no te pagan, jajaja!

— ¡Trabajo ahí sin paga solo para crear la pupusa legen…!

No termino lo que iba a decir cuando alguien abre la puerta del aula de música.

Son Chan-chan-sensei y Neko-chan que han entrado juntas y charlando entre ellas, decido observar en silencio su conversación, el gato de Sumire también vino.

— ¡En serio Nekoyashiki, las cosas que haría contigo! Con tu voz, con tu talento con la guitarra.

— ¡Ay, me halagas, Chanchan-sensei!

En eso, Nekoyashiki voltea a verme muy sorprendida pero rápidamente cambia su expresión a una alegre.

— ¡Ah, Urasek-kun!

Ella se acerca a mí y se pone a menos de un metro, el estar tan cerca de ella solo denota más lo pequeña que es.

Siempre está con su gato en su hombro, este al verme me maúlla muy felizmente.

Chan-chan-sensei muestra curiosidad por el hecho de que nos conozcamos.

— ¿Conoces a Urasek-kun? ¡Con razón! Él toca muy bien la guitarra, ¡deberías invitarlo para que te vea tocar!

— ¡Eso ya está hecho, Chanchan-sensei!

Luego de oír eso recuerdo algo que me dijo Nekoyashiki cuando la visité.

— Es verdad, lo había olvidado, tocas en un bar, ¿verdad?

Por un momento había olvidado que Kenji estaba conmigo, no tarda en meterse en la conversación.

— ¿¡Un bar!? ¡suena divertido, hay que invitar a Makoto!

Kibō se cuestiona algo y le pregunta a Nekoyashiki.

— ¿Umh? ¿y mi hermano?

— Le pedí que no me acompañara para evitar… "controversias" jijiji

— Ya veo.

No tiene mucho sentido, la que destruyó el instituto fue ella…

De fondo escucho a Kenji y Kibō hablando entre ellos.

— ¿No lo entiendes, Kibō? ¡iremos por chicas, adolescentes roqueras y góticas!

— ¡¿En serio, góticas?!

— ¡Ya te digo, llamemos a Makoto para ir todos juntos!

— ¡Sí!

No puedo ocultar mi cara de incomodidad al oírlos hablar tan fuerte de chicas góticas…

Luego de eso, Kibō y Kenji salen del salón y van a buscar a Makoto.

Chan-chan-sensei intenta detener a Kenji, pero antes de que lo haga este escapa.

— ¡Kenji…! No puede ser, nomás vino y se fue… estos jóvenes de hoy en día.

En mi mente corre otra cosa muy importante.

— A propósito, Neko-chan, ¿podría saber qué haces aquí?

— ¡Ah! Bu-bueno…

Nekoyashiki se pone roja como un tomate, al parecer es algo que le avergüenza decir, pero por lo que veo, a pesar de conocerla muy poco ella me tiene mucha confianza y me dice.

— Es que… me animé a cantar y tocar hoy en el bar, así que vine a practicar con Chanchan-sensei.

Me lo dijo con una voz temblorosa y baja, pero el que me haya contado eso me da a entender que su vida a mejorado a pesar de que la conozco muy poco.

— ¡Maravilloso, Neko-chan! ¡creo que ahora tengo un buen motivo para ir al bar, estoy ansioso de verte tocar, te estaré animando!

— ¡Gracias, me esforzaré!

Ella parece más animada, supongo que debería acompañar a Kenji y a Makoto si es que lo convencen.

He pasado todo el ensayo de música practicando la guitarra con Nekoyashiki, no ha ensayado su canto durante toda la clase, al parecer quería esperar hasta el concierto para no dañarse su voz.

Al final del ensayo, limpio y guardo los instrumentos y le informo a Seji-sensei que llegaré tarde a casa.

Realmente no se mostró muy a favor, pero iré al bar de todos modos.

Capítulo 4 parte 4

Rápidamente voy a casa a cambiarme de ropa, Kenji me llama y me confirma el lugar de reunión para irnos al bar, afortunadamente el bar no está fuera de esta pequeña ciudad, así que llegamos sin problemas.

El sol casi se ha ocultado, me encuentro con Kenji y Makoto cerca del bar y todos juntos nos vamos.

Ellos van vestidos de una forma bastante moderna, sin duda su atractivo se denotaba más por el uso de esa ropa.

En mi caso, tomé la primera cosa que me encontré, llevo una camisa celeste de una pupusa siendo perseguida por una espátula ambos con cara y con la frase que dice: "Las espátulas voltean a las pupusas" … y obviamente Kenji me mira raro.

— Oye, ¿por qué vienes vestido así? Venimos a ligar con chicas, no venimos a ahuyentarlas.

Makoto parece avergonzado también, pero no por mi forma de vestir.

— ¿Por qué acepté venir a esto? No sé ligar con chicas en primer lugar.

Kenji se apoya sobre Makoto muy confiado.

— ¡Tranquilo Makoto-chan! Yo me encargaré de enseñarte, pero sin Uraseku porque hará que se alejen.

Seriamente dirigiéndome a él le respondo:

— Yo solo vine a ver cantar a Neko-chan.

Kenji parece confundido.

— ¿N-neko-chan? ¿Un gato?

En Japón, neko significa gato, él piensa que vine a ver cantar a un gato.

Makoto que está junto con Kenji le dice:

— No es un gato, habla de la niña que llego a ensayar al salón de música.

— ¿Y tú como sabes eso?

— Como presidente del consejo estudiantil soy el encargado de dar los permisos a particulares para el uso de las aulas.

Exclamó Makoto muy orgulloso de su rol en el instituto.

— ¿Y esa niña que, Uraseku?

Luego de esa pregunta Kenji pone una mirada picarona, otra vez…

— ¿No me digas que es tu novia?

— ¿Es verdad, Uraseku? No sabía que te gustaban tan pequeñas, ¿acaso…?

Makoto me mira de forma incomoda.

Muy incómodo me agito y les digo a ambos:

— ¡No es mi novia, y sí, me atrae Miru-chan!

Ellos quedan sorprendidos, casi como si fuese la revelación del siglo.

— ¿A-así q-que te atrae Mi…?

Antes de que Kenji termine de decir lo que sea que iba a sacar, Kibō sale del diamante muy furioso.

— ¡Grrraaa, dejemos de perder el tiempo aquí como tontos y entremos de una vez!

— Tienes razón, ¡vamos!

Luego de eso finalmente entramos al bar.

Kibō me salvó…

Al entrar, el lugar parece una clase de discoteca de música electrónica, el ambiente juvenil está presente y se puede ver gente de todo tipo, desde roqueros hasta jóvenes que solo quieren pasarla bien.

Makoto parece muy nervioso mientras tanto Kenji no puede ocultar su emoción.

Mientras vemos a los demás pasándola bien, Kenji nos señala una mesa, Makoto y yo vamos sin rechistar.

Cada uno toma un menú de la mesa y llega un mesero.

— Bienvenidos, ¿qué van a ordenar?

Kenji decide ordenar por nosotros.

— ¡Soda de naranja para todos!

Igualmente, solo venía para ver tocar a Nekoyashiki.

Kibō se empieza a alejar de nosotros un poco decepcionado.

— Agh, ¿soda de naranja? Mejor iré por algo más fuerte.

— Boki, no te vayas muy lejos.

— Sí…

Kibō se ha ido a la barra del bar, supongo que es mayor de edad como para ordenar esa clase de bebidas.

Kenji hizo bien al no ordenar alcohol y lo recalca.

— Amigo, que somos menores de edad, no tenemos por qué beber algo más fuerte que una soda.

Kenji se fija en Makoto que está un poco nervioso.

— Makoto, ¿sucede algo?

Makoto muy tímidamente y con los ojos grandes le responde.

— Si alguien del instituto Adachi me ve aquí, estaré perdido… este no es lugar para el presidente del consejo estudiantil.

Le tiembla mucho la mano, realmente está muy nervioso.

Kenji intenta alegrar un poco el ambiente.

— ¡Venga tranquilízate, tu disfruta! Si hay alguna chica que te llame la atención solo dímelo y yo hablaré con ella primero.

— ¿A-así funciona?

— ¡Pues claro! ¿verdad Uraseku-chan? ¿Umh?

En este momento había cosas más importantes en mi mente…

— Umm… ¿habré dejado las pilas de mi mando cargando…?

— Menos mal que no ligaras con ninguna chica.

Kenji empieza a ver a los alrededores.

— ¡Oye, Makoto! ¿qué te parecen esas chicas?

— ¡E-eh, espera, mi soda de naranja!

Kenji se lleva a Makoto con él para hablar con unas chicas, me han dejado solo…

Aunque el estar solo me ha hecho recordar que efectivamente he puesto a cargar la pilas.

Mientras yo la pasaba bien en el bar, me preguntaba que hacía Miru-chan.

Desde la casa de Miru:

En una habitación iluminada por una única fuente de luz en el escritorio, hay una chica sentada dibujando, es Miru-can que está creando diseños de trajes, o algo así…

Ai observa desde atrás muy expectante y alegre.

— ¡Eso se ve bonito!

— ¡Si! Estoy pensando en que ahora seremos un grupo, por lo tanto, tenemos que llevar un uniforme para asistir a las batallas.

— Es verdad.

— Pero, los miembros del grupo no se conocen tanto entre ellos o se llevan un poco mal…

— ¡Tal vez deberíamos hacer una fiesta para que nos conozcamos y seamos más amigos!

— ¡Tienes razón! Preguntémosle a Seji-sama para ver si podemos hacer una fiesta en su local.

Supongo que ella se lo ha de estar pasando bien, mientras bebo mi soda de naranja veo a la profesora de música de mi instituto tocando.

Chan-chan-sensei toca de maravilla…

Su voz retumba los altavoces por los tonos graves y lo agudos que su voz puede llegar a alcanzar.

Sus riffs de guitarra dejarían mal vistos a muchos grupos de rock modernos, es simplemente increíble…

Esta noche me la paso de maravilla, buena música, buen ambiente, aunque preferiría estar en casa jugando no me arrepiento de haber venido.

Además, Nekoyashiki quiere que la vea cantando y tocando hoy, ¿habré hecho algo para que se sienta así conmigo?

Sea como sea, me alegro de que ella pueda contar conmigo.

Capítulo 4 parte final

En la entrada del bar, una niña con un cabello celeste muy pálido que quiere entrar es detenida por un guardia.

— Este lugar solo está permitido a mayores de dieciséis años, no puedes entrar. — le dice el guardia.

En eso, Nekoyashiki sale a recibir a la chica.

— Tranquilo, viene conmigo.

— Umm, mis disculpas señorita, pase por favor.

Nekoyashiki y la otra niña entran al bar.

— ¿Para qué me llamaste?

Le pregunta la niña de cabello celeste a Nekoyashiki con una expresión seria, una voz dulce y muy suave.

Nekoyashiki se pone frente a ella y le sonríe.

— ¡Quería que vieras el pequeño concierto que voy a hacer, ya que también cantaré!

— Ya veo.

Nekoyashiki regresa al lado de la que parecía ser una amiga suya.

Ella me observa desde lo lejos.

— ¡Mira, es el senpai! Pobre, todo solito y todo bonito.

— ¿Senpai? ¿es el chico del que me hablaste antes?

Nekoyashiki tímidamente se sonroja.

Yo por mientras me quedo hablando solo de otras cosas.

— Chan-chan-sensei toca increíble, ¿por qué en el instituto solo nos enseña canciones infantiles?

Nekoyashiki toma de la mano a su amiga.

— ¡Ven, te presentaré a Uraseku-senpai!

Se acercaba a mí, oigo a lo lejos que alguien con una voz dulce me llamaba.

— ¡Senpai!

Una voz tan dulce llamándome senpai, definitivamente era una loli.

Me iría preso por esta clase de pensamientos…

Volteo para vera a Nekoyashiki y a otra niña.

— ¡Ah, Neko-chan! Buena suerte esta noche, te estaré animando.

— ¡Sí!

— ¿Eh? ¿Quién te acompaña hoy?

La niña de cabello largo y celeste pálido hace una reverencia.

— Soy Fujisaki Chisato.

— ¡Ah, mucho gusto!

Le hago de vuelta una reverencia, pero algo pasa por mi mente.

— Espera, ¿Fujisaki? ¿Dónde habré oído ese apellido?

Chisato-chan voltea a ver a sus alrededores y ve a Makoto.

— Oh, hola, ni.

Makoto con un gorro de fiestas y una chica a cada lado se exalta.

— ¡He-hermana!

Espera, ¿"ni"?

"Ni" es una forma de referirse a un hermano mayor, y Makoto le responde diciéndole "hermana" ambos tienen el apellido Fujisaki… eso significa que…

— ¡¿Ustedes son hermanos?!

Makoto se queda con su cara de preocupación, pero Chisato sigue manteniendo su cara seria.

No sabía que Makoto tenía una hermana, ¡ni siquiera parecen hermanos!

Epílogo

Hace nada me encontraba en el bar con Makoto, Chisato y Nekoyashiki, pero he regresado a este lugar tan extraño y lleno de niebla.

— ¡¿D-dónde estoy?!

El espacio es enorme, mi voz no puede recorrer más allá de mí.

Una dulce voz resuena en mi cabeza, es la voz de Kibō.

— Recuerda todo lo que has pasado.

— ¡Gah!

En ese momento, los recuerdos de lo que he pasado últimamente llegan a mi mente.

La vez que conseguí el diamante, cuando conocí a Kibō, cuando en el instituto tuvimos que pelear Miru y yo para detener a Nekoyashiki, cuando descubrimos que Hiroki tenía el diamante y cuando finalmente descubrimos a todos los portadores.

También recordé que el diamante me está rechazando poco a poco, hasta mi inevitable muerte.

Siento que estoy pasando una eternidad aquí dentro, ¿qué es este lugar?

Mientras pensaba, una voz grave empieza a sonar en mi cabeza, es la misma voz que dijo que mi muerte era inevitable.

— El diamante no ha parado de consumirte, veo que aún no encuentras la forma de evitar tu perdición.

— ¡Oye!

No puede escucharme… la voz se desvanece y siento como el tiempo avanza despacio.

Después de poco tiempo me aburro…

— Umm…

En un momento como este mis preocupaciones eran otras.

— Me pregunto si aquí adentro hay internet.

Saco mi celular y entro a un juego.

La voz de Kibō vuelve a aparecer.

— ¡Eh! ¡¿vez en qué situación estas y aun así te pones a jugar como si nada?!

Decido ignorarlo por el momento.

— Maldición, no hay internet aquí.

Me levanto del piso y le grito al vacío.

— ¡¿Cómo quieres que juegue el juego gacha de Hatsune Miku si ni siquiera hay conexión aquí adentro?!

— ¡Este lugar es para que pienses como evitar tu muerte!

Nuevamente me siento en el piso y abro una aplicación para ver anime.

Me excito bastante de la emoción, mi cara se pone roja y empiezo a actuar como un degenerado.

— Finalmente, empezaré a ver un capítulo de la tercera temporada de Konosuba que tenía guardada para ver sin conexión, ya extrañaba las aventuras de Kazuma… ¡también extrañaba a Megumin!

— ¿M-Megumin?

— ¿Es raro?

— ¡Este lugar existe en tu mente, te lo estás imaginando todo!

— ¡Ah!

Me levanto del piso muy preocupado y reflexiono un poco.

— Así que, esto está dentro de mi mente…

— Al fin empiezas a entender.

— Tiene sentido…

— Jo, ¿en serio? ¿y eso por qué?

Algo no cuadra.

¡Es verdad!

— ¡Ya sé por qué! ¡Konosuba no tiene tercera temporada en el anime!

(Konosuba ha anunciado la tercera temporada, Rasec no se ha enterado del anuncio)

— ¿Eh…?

Me lanzo al suelo destrozado y empiezo a llorar.

— ¡Ya decía yo que era demasiado bueno para ser verdad, la tercera temporada solo existe en nuestras mentes!

(La tercera temporada si existe)

— ¡Maldito, cállate! ¡estás en un momento serio y de reflexión! ¡¿en serio te preocupa más por saber si hay nueva temporada de un anime?!

Me siento nuevamente en el piso, me seco las lágrimas y me pongo serio, más o menos…

— En fin, me he leído la novela, vamos a ver como se imagina mi mente la tercera temporada.

Le doy a reproducir el video.

— ¡Préstame atención, todo lo que pase aquí dentro lo olvidaras cuando salgas!

— Me da igual, de todos modos, el capítulo está en mi mente así que no creo olvidarlo.

— ¡Grraaahh!

Hay un enorme resplandor y nuevamente aparezco en el último lugar en donde estuve en la vida real.

Rápidamente olvido en donde estaba y que hacía…

Espera, ¿dónde estaba?...

Ah, sí.

Miro a Makoto y a Chisato y digo:

— ¡¿Ustedes son hermanos?!