La habitación permaneció en silencio durante un tiempo mientras los dos Malignos se abrazaban el uno al otro, intercambiando emociones sin usar palabras.
Era tan conmovedor que incluso Daedric observaba en un silencio anhelante.
El cambio en la expresión de Daedric hacía que uno se preguntara. ¿Por qué se esforzaba tanto en demostrar su valía? ¿Para probar que él importaba? ¿Qué había roto dentro de ese joven?
Kieran abrió sus ojos mientras Scar daba un paso atrás, aún sujetando los hombros del joven. Sin embargo, antes de encontrarse con la mirada de Scar, notó la expresión contrita y la mirada distante de Daedric, como si su mente estuviese perdida en otro lugar.
Después de darle un momento de atención a Daedric, Kieran miró hacia otro lado, concentrándose en su mentor.