Utilizando los conceptos que abordó dentro del Testamento de la Sangre Agónica, concretamente el pensamiento fugaz sobre la Sangre Mística, Kieran utilizó el suministro de sangre casi inagotable a su favor.
Por supuesto, como uno de los conceptos más complicados en los que había reflexionado hasta la fecha, no era algo que pudiera realizar en el presente. No obstante, podía optar por una imitación inferior.
Lo cual era su perspectiva actual.
Sin saber cuánto tiempo transcurría en este paisaje intermedio entre la réplica de la Prueba y el mundo exterior, Kieran devoraba la información recién impartida, adquiriendo una comprensión rudimentaria de las runas.
En comparación con las Letras Supremas, eran símbolos simples. Y a diferencia de las Sílabas que operaban con lo místico y lo arcano... las runas eran un recipiente para el Maná puro o sintonizado dependiendo de sus formas de hechizo.