La espada mundana que Kieran blandía no estaba diseñada como un medio para un concepto recóndito como el Significado, y mucho menos la versión contaminada que Kieran empleaba para combatir la oscuridad.
Lo que quedaba de la hoja se deformó convirtiéndose en pedazos chamuscados, con el filo desaparecido. Sin embargo, la destrucción de la espada significaba poco para Kieran, pues la arrojó a un lado y presenció cómo la Oscuridad Abajo se abría en dos.
Su negrura desorientadora se descascaraba como una cortina con un grueso cordón para revelar un lugar extraño. Solo algunas cosas aquí eran un misterio para Kieran.
Se giró lentamente, absorbiendo su entorno.
La Oscuridad Abajo no había sido destruida, pero su prisión se desancló, permitiéndole plegarse sobre sí misma.