Kieran observó la Sierra del Lamento en la distancia desconocida en completo silencio. Sus pensamientos y su entorno parecieron volverse misteriosamente silenciosos mientras miraba la cadena de montañas dentadas.
En ese silencio, un timbre disonante se volvió prominente, llevado por la calma del viento a la deriva.
Había sido lanzado a la Prueba sin entender qué debía hacer, pero eso no era del todo cierto —tenía que superar la Prueba. Simple... quizás. Pero una cosa fue la encargada de ayudarlo, que residía en su Reino —el Ancla de la Prueba.
Y por primera vez desde su llegada a este extraño lugar, el Ancla reaccionó a lo que Kieran vio.
Centrarse en ese timbre disonante y ligeramente inquietante condujo a un fuerte y resonante retumbar del Ancla. Con ese retumbar llegó una atracción... un desafío, como si estuviera diciendo a Kieran que se preparara para la prueba final.
'Entonces... ¿esas montañas son la prueba final o están conectadas con la prueba final?'