—¡Zumbido! —Kieran se apartó y casi cercenó el brazo del Disuasión Conjurada con un tajo descendente cortante, pero en el siguiente instante, comenzó a regenerarse como un lagarto que vuelve a crecer sus extremidades.
No solo el ataque de Kieran no infligió ningún daño al Disuasivo Conjurado, sino que Kieran también sintió una conexión mística con el entorno que neutralizaba el daño a su cuerpo.
'No es impervio al daño. Es más como lidiar con Bracca. El daño solo comenzará a mostrar signos de efectividad después de alcanzar un cierto umbral. Desafortunadamente…'
Kieran sospechó que el umbral de absorción de daño del Disuasivo Conjurado superaba la cantidad de daño que él podía infligir por medios normales.
Además, Kieran también especuló que destruir estos Disuasivos Conjurados requería más que daño físico. El entorno servía como su ventaja.