—Kieran consideró el consejo anterior del Dr. Riley. Su equipo había trabajado bajo su mando con poco tiempo para descansar.
Tal vez no les afectara ahora, pero no se podía decir lo mismo a largo plazo. La presión que Kieran ejercía sobre ellos podría potencialmente colocar una carga sobre sus hombros que no estaban preparados para soportar.
Una vez que todos estuvieron de acuerdo con una salida nocturna, Kieran bajó las escaleras para hablar con el Dr. Riley.
Como siempre, ella estaba enterrada en su trabajo, moviéndose frenéticamente dentro de un pequeño radio para comparar todos los datos que había recopilado durante los últimos tres días.
Sin embargo, antes de que pudiera perderse en su trabajo, la gran mano de Kieran cubrió la mayoría de los documentos.
—¡Hey! —exclamó el Dr. Riley, mirando fijamente a Kieran.
—Shh. No estoy tratando de pelear contigo, Lillian. Quiero invitarte a salir con nosotros, yo invito. ¿Te gustaría venir? —preguntó Kieran.