Cuando Evan usó Ojos del Abismo para mirar el cubo flotando frente a Octavio, vio un extraño fuego ardiendo en su interior.
El fuego no tenía una forma ni un color definidos, y estaba cambiando constantemente. A veces tenía la forma de un orbe rojo, a veces una línea horizontal o vertical naranja o a veces un pequeño punto parpadeando con luces de colores arcoíris y muchas más variaciones.
Aunque el fuego dentro del cubo era bastante extraño, lo que atrajo la atención de Evan fue la pequeña silueta sentada de un hombre dentro del cubo.
La silueta del hombre estaba conectada con el fuego en constante cambio, y cuando Evan la miró de cerca, notó que la pequeña silueta se parecía a Octavio.
No solo eso, sino que una ola de energía salía de la pequeña silueta, proyectando la imagen de Octavio quien estaba hablando con ellos.