—Ella había tenido una encantadora cena con Candace, y Gahrye también se había sentado con ella un rato. La ciudad entera planeaba asistir a lo que llamaban La Lectura esa noche, al parecer algún tipo de espectáculo donde actores leían una historia en el anfiteatro. Elia estaba ansiosa por verlo y compartir la experiencia, todavía no había visto entretenimiento en Anima. Pero mirar la silla vacía de Reth, otra vez, durante toda la comida la había agotado. El peso de su ausencia la aplastaba. Todavía no había noticias sobre dónde estaba, o por qué había estado ausente durante tanto tiempo. Y la preocupación se le metía bajo la piel. Apenas había dormido la noche anterior, pensando en todas las cosas que podrían haber salido mal, y acariciando las pieles donde él había yacido por última vez. Incluso había cedido y se acurrucó en su plataforma para dormir, solo para estar cerca de su olor.