Zephyrus, con una mirada de odio y resentimiento, reveló su oscuro pasado mientras sus palabras resonaban en las ruinas de las torres mágicas.
Zephyrus: "Fue durante la batalla contra el Rey Demonio que mi destino tomó un giro oscuro. Como mago, nos separamos y, después de muchas batallas, logré salir a salvo, solo para encontrar que ninguno de mis compañeros me buscó ni trató de ayudarme. Me abandonaron en el Reino Infernal, donde fui torturado y sometido a terribles tormentos por demonios durante años."
Con la voz llena de ira y amargura, Zephyrus continuó su relato, explicando cómo, consumido por la rabia, acabó con la vida de los soldados que no lo buscaron y celebraban gastando en lujo sin haber buscado por el, por un giro del destino, se encontró con un bebé aparentemente común el cual como el sintió que lo abandonaron en este mundo Sin embargo, ese niño resultó ser el actual Rey Demonio, quien, al despertar su poder, le otorgó fuerza y poder sin pedir nada a cambio, salvo el sacrificio de cambiar su cuerpo por el de un demonio, adquiriendo así el conocimiento y el poder del aura infinita de los demonios.
Zephyrus: "Desde entonces, juré vengarme de esas despreciables razas que me dieron la espalda cuando di toda mi vida por salvarlas. Mi ira y sed de venganza me llevaron a traicionar a mi propio Reino y a aliarme con el Rey Demonio."
Mientras las palabras de Zephyrus colmaban el aire con su amargura, un silencio pesado se cernía sobre los presentes, marcando el final de una era y el comienzo de un nuevo capítulo lleno de oscuridad y desafíos.
En medio de la devastación causada por Zephyrus, Elrendar se encontraba paralizado por la sorpresa y el horror mientras el mago traidor desataba su magia letal.
Elrendar: "Zephyrus, ¿qué estás…?"
Antes de que pudiera terminar su pregunta, la magia de gravedad de Zephyrus se manifestó con una intensidad abrumadora, envolviendo a Elrendar en un abrazo mortal que lo arrastró hacia el suelo con una fuerza implacable. Elrendar luchó por liberarse, pero era inútil. Con un último suspiro de dolor y desesperación, su vida se desvaneció mientras la magia de Zephyrus lo consumía por completo.
Mientras tanto, las torres mágicas temblaban bajo el poder destructivo de Zephyrus, sus cimientos sacudidos por la furia desatada del traidor. Con un estruendo ensordecedor, las estructuras milenarias comenzaron a desmoronarse, sus piedras antiguas cayendo en cascada mientras la magia que las sostenía se desvanecía en el aire.
En el caos y la destrucción, Zephyrus desapareció, dejando tras de sí solo el eco de su risa malévola y un rastro de desolación. Las torres mágicas, símbolo de conocimiento y sabiduría, yacían ahora en ruinas, un recordatorio sombrío de la traición y la tragedia que había tenido lugar.