Anya
Seattle-- 12 septiembre
- ¡Una llamada, Anya! ¡Estaba a una puta llamada, joder! ¡Pudiste haberme tomado el teléfono, llamarme; decir que tenías mierda importante que decir y venía a ti para hablar! Me lo dijo tu hermano en vez de decírmelo tú. Jodidamente grandioso- murmura antes de gruñir. Bufar y dejarse caer en el sofá de mi habitación.
No hablo porque aterrorizada, nerviosa es poco para describir como me siento ahora.
-En realidad ibas a matar a Havel si no estuviera embarazada?- pregunto y el gruñe frustrado.
-No sabes toda la historia- dice y después abre más sus ojos. Como si entrara en razón de algo.-joder. Tengo que sacarte de aquí. Malditamente ahora.
-¿Qué? ¿Estás loco? No me voy a ir de aquí. Menos contigo.
-¿Por qué no?
-Acabo de jodidamente conocerte!- le espetó.
-Estás llevando a mi bebé en ti, Anya. ¿Creo que es tarde para esa mierda, no crees?
Era fea. Pero era la simple y amarga verdad.
-Tu vida está en riesgo. También la de tu hermano, naturalmente me importaría una mierda, pero llevas a mi bebé en ti; por lo que estás bajo mi protección ahora. Te guste o no, es lo qué hay, nena.
Trago duro y asimilo sus palabras.
Tu vida está en riesgo. También la de tu hermano.
Si algo me pasa a mí. Significa que algo le pasa al bebé.
No. No puedo dejar que eso pase.
-Empaca solo lo necesario. Conseguiré cosas nuevas para ti. Y puedes olvidar tu auto. Te conseguiré algo decente.
-Mi auto no tiene nada de malo.
Sus ojos verdes encuentran mis azules y solo hay una expresión en los suyos.
No me jodas.
-Empaca tu mierda, y asegúrate de no vomitar en mi camioneta, has eso y estaremos bien por ahora.
-¿Por ahora?
-Todavía tenemos que hablar de nuestra mierda. Yo lo sé. Tú lo sabes. Además, me gustaría una explicación de cómo alguien que tiene supuestamente una oportunidad en trescientas puede quedar embarazada con solo haber sido follada algunas veces y todas con condón.
Elevó mis cejas. Con el orgullo herido.
Claramente, él piensa que mi plan de vida lo incluía a él y un bebé. Sip, justo lo que una recién divorciada necesita; un bebé y un futuro con mafiosos en él.
-Me follaste sobrio la mayoria, la hubo fue en una fiesta que hubo, también me follaste ahí. Solo que estoy segura de que no creías que era yo la que estaba debajo de ti, cabrón imbécil- le espetó y siento mis ojos cristalizarse.
Mierda, no hormonas. Se supone que si estoy enojada no debo llorar.
-¿Estás llorando? Anya, joder. No soy bueno con las lágrimas- murmura acercándose a mí.-nunca olvidaría haberte follado. De eso estoy seguro. Recuerdo follar en esa fiesta, pero estoy seguro de que no eras tú.
-También sé eso. Déjame ver... ¿Creíste haber follado con, como se llamaba? Oh, cierto. ¿Ariadna, verdad?
Su rostro cambia y expresión suave se vuelve fría al instante, se aleja de mí y me da la espalda.
-Empaca tu mierda y llámame cuando estés lista; luego despídete de esta casa y asegúrate de recordar la cara de tu hermano ahora. Puede que si vuelves a ver no sea la misma.
Luego de eso cierra la puerta detrás de él.
Está vez apenas llegue al baño a vomitar.
* * *
Muevo mi pierna nerviosa mientras salgo de mi habitación. Otra cosa que estoy dejando atrás.
El pensamiento me hace querer llorar de nuevo.
Miro la casa de Havel por última vez antes de apretar mis labios en una fina línea.
Tal vez nunca vuelva a pisar esta casa.
Lo más probable es que mi vida jamás sea algo que yo haya formado por mi misma, o decidido.
-Anya- la voz de Havel suena detrás de mí.
Mis manos tiemblan cuando lo miro. Su rostro está lleno de heridas causadas probablemente por los cortes del vidrio.
Me dirijo a él lentamente a él antes de abrazarlo.
-Lo siento, hermanita. No te cuide bien- murmura, seguramente enojado consigo mismo.-no te cuide de Dominik y tampoco te cuide de los Alkaev, ahora estás amarrada a ellos de por vida.
Aprieto mis labios porque sé que está hablando del bebé. Y más que nada porque no me gusta el tono que está usando. Ni un poco.
-Havel- murmuro con un poco de advertencia. Él niega.
-Estoy tan jodidamente enojado- murmura con amargura.-lo prometo hermanita. Voy a arreglar esto.
-Que es esto?- pregunto frustrada.-que has hecho?- le preguntó en checo. Bajando mi voz.
-Estas a salvo, eso es lo que importa.- dice y frunzo el ceño.
-Havel, soy yo. ¿Es algo tan malo que ni siquiera me lo puedes decir a mí?
Él mira a otro lado y tomó su rostro en mis manos.
-Havel. Estás hablando con la misma hermana que te ayudaba a robar autos y se quedó y te ayudo siempre. Sin importar que- digo suavemente.-te protegeré. Sabes que será así. Pero solo puedo protegerte sí sé que ha pasado- le explicó frustrada.
-Lo sabrás a su debido tiempo- promete.-no bajes la guardia, es como estar en el correccional de nuevo. Mirada alta, no la bajes. Sé parte de su mundo pero sin participar en él. Ellos no son de confiar. No tienen conciencia y no responden a nadie. Absolutamente nadie, Anya. ¿Puedes entender eso? Usa ese jodido talento tuyo de ser una buena observadora; te das cuenta de mierda antes de que los demás, piensas rápido.
>>No te dejas llevar por presión o miedo. Nunca confíes en ellos, puede que vayas a tener a su hijo pero no puedes confiar en Aleksei, y sobre todo. Ten más cuidado de él cuando pierda su mierda, hay algo en sus ojos... solo escúchame. Lo vez perder su mierda y desapareces de su vista. El no va a ver diferencia entre tú y un hombre. Y has lo que sea necesario. Nunca dudes en hacer lo necesario.
Asiento y aunque sus palabras sobre mí me dan un poco de mala espina. No me dan miedo.
No hay mucho que me dé miedo.
-Suficiente despida- una voz desconocida llama mi atención y elevo la mirada. Creo haberlo visto antes, pero no estoy segura.
-Cuidaré tu espalda.
Él me abraza con fuerza antes de susurrar;
-Puedes con esto, Anya. Tú puedes con todo.