Chapter 17 - Pull the Trigger

--------¿Lo más importante para un hombre legítimo?

Ya lo tengo, lo más importante para un hombre legítimo siempre debe ser su familia, incluso sí los odia.

Un hombre legítimo debe de protegerlos, con cada parte de su cuerpo.

Inclusive sí no están relacionados por la sangre, un hombre de verdad, un hombre legítimo defenderá a todos a su alrededor-------.

Esa era la frase favorita de Kariya.

El sujeto que representó lo que es un verdadero hombre legítimo para mí, me dijo que creía ser inútil.

No necesitó explicármelo.

El mundo de mí juventud era tan diferente al mundo adulto de Kariya que mí criterio para convertirse en un hombre legítimo era otro.

Para mí, como niño, mí casa era mí mundo.

Era suficiente para mí sí podía cumplir con la promesa que Kariya me alentó a realizar, la que decía que debía proteger a mí hermana a toda costa.

Sólo trataba de cuidar aquello que estuviera enfrente mío.

Pero tal vez Kariya buscaba hacer algo distinto con aquellos que incluso él mismo no podía ver.

------Fui muy imprudente como niño y adulto.

Me repetí a mí mismo que no debía ser un héroe, que ella no quería ser salvada, que no tenía por qué ayudar a sus hijas.

El mundo es cruel--------Así que traté de ser lo opuesto al mundo y de esa forma proteger a las niñas con tal de mantener mis ideales.

Pero------.

Al final jamás podría salvar a alguien.

Es imposible salvar a una persona.

Perdería quinientos sólo para salvar a uno.

Abandonaría a cientos para salvar a esas pequeñas.

Todo sea por cumplir mí palabra------Eso me dijo Kariya esa última vez.

No pude enfadarme, no tenía razones para ello.

No sentí nada.

Aunque salieran gritos de mí garganta, nada me movió.

Por que así había nacido en un principio.

La palabra de un hombre lo era todo, necesité que alguien me lo dijera para entender.

Pero aún así-------creí que tratando de realizar mí promesa podría darle paz, y aunque pensara así..

Puede ser un pensamiento idealista y sinsentido, pero un hombre legítimo es quién siempre tratará de defender a los suyos.

--------Quisiera haberlo entendido antes como tú lo haces, Shinji.

El proceso no importa, sólo lo que terminaste haciendo, así que por lo que más quieras no abras esa p--------.

Oh sí, Kariya dijo algo sobre un objeto.

. . . . No puedo recordarlo bien.

Después de todo, ni siquiera debería que ese hombre se llama Kariya para empezar.

Debo estar en un sueño profundo.

Es raro, no suelo recordar mucho de mi pasado, mis memorias no suelen regresar así como así.

Algo está interviniendo.

Pero quién...

No, no lo creo posible.

A menos..

A menos que sea cierto.

¿Será que aquél que está interviniendo sea. . .?

Ijs-------

.

.

.

.

.

(First)

Abrí los ojos.

Esa cosa logró despertarme.

No tengo la certeza ni la respuesta a mis preguntas.

Pero.. encontraré la respuesta.

No tengo dudas de ello.

—Rider—Miré a mis alrededores, nuevamente estamos en este lugar, no es de extrañar ya que después de todo, esta es nuestra base.

—... Zzz

¿Rider roncando? Incluso sí lo hace de forma muy ligera, no deja de sorprenderme, definitivamente es algo nuevo.

Él la observa dormir por unos instantes, su bello rostro restringido en la parte de los ojos, eso forma parte de la identidad secreta que intenta guardar Rider, una identidad que conoce pero que no revela por mantener la confianza entre ambos.

Había decidido esperar a que ella estuviera lista para revelarla, y hasta entonces simplemente respetaría su decisión.

—Bien. Es suficiente.

Me dije mientras me estiraba las piernas y tomaba el manto marrón ya que mí intención era bastante clara.

Entonces me acerqué a mí Servant y la moví un poco para que despertara de su sueño.

—Despierta, Rider. Tenemos trabajo que hacer—Le dije mientras el Servant medio dormido asentía.

—Entendido, Shinji. Sólo.. dos segundos más.

.

.

.

.

.

Escalamos, cerramos y caminamos.

En ese preciso orden fue que procedimos con nuestro objetivo.

— Recuerda Rider, vamos a revisar el estado del Punto de Origen y calcular cuándo estaría emergiendo.

Hablé a través del enlace mental con Rider, esta última hizo un sonido afirmativo a través de esta misma conexión.

—¿Y sí se activara por sí sólo? Yo.. usted. . .

Me detuve, ambos estábamos cruzando a través del bosque ya que sí bien era un camino más largo era más útil para ellos.

—Rider, todo estará bien. Y en caso de que no lo esté, aún me quedan un par de ases bajo la manga.

Mostré a Rider el libro que nos unía, ella abrió los ojos, creo que ya entendió a qué me refiero.

—No soy un héroe, Rider, lo sabes. Soy sólo un asesino..

Dije mirándola a los ojos, para segundos después seguir hablando.

—Pero, por esa misma razón no dejaré que tus manos se manchen de sangre, no, nunca más. —Después de estas palabras seguí caminando, ignorando todo comentario o réplica que Rider pudiera lanzar.

Y así ambos seguimos caminando en completo silencio, o al menos así fue hasta llegar a la parte trasera de la escuela Homuhara.

—Ahora, hay que esperar hasta que termine el almuerzo—Dije antes de dar un pequeño suspiro, recostándome detrás de un árbol bastante robusto.

Era curioso, pese a haberse dormido temprano, ambos durmieron más de lo necesario, quizás una o dos horas de más.

Como también el tomar la ruta larga los había hecho llegar a una hora algo.. complicada por no decir menos.

Esperando unos minutos, quizás unos diez o once, es así que cuando el quinto período está por terminar es cuando ambos deben intervenir.

—No sé cuánto tiempo nos quede, así que seamos rápidos.

Y antes de que nos separaramos (debido a que tenía que revisar el punto de origen en el área del Dojo), puse mi mano sobre el hombre de Rider.

—Rider.

Ella levantó la cabeza y pude ver su rostro una vez más.

—Suerte.

Fue así que por un momento, pude ver cómo se elevaba la comisura de los labios de mí aliada, sí eso no era una victoria, entonces no sabía lo que eso era.

—Tenga cuidado, Máster.

Asentí ante sus palabras, por lo que ambos corrimos con la idea de cumplir nuestros objetivos.

Sí bien el punto de origen se encontraba en el Dojo, la parte en donde Rider podía revisar el estado de todo esto se encontraba en la escuela, específicamente en uno de los salones que no se usaban.

Estuve unos segundos corriendo por un patio vacío, no había ni un alma por esos lugares, algo que lo reconfortó debido a que no quisiera involucrar a nadie inocente en esto.

Y justo cuando estaba por llegar. . .

El cielo se tornó de un color que podías relacionar a la sangre.

Líneas carmesí que se extendían alrededor del cielo.

Quitándose la capucha pudo ver como el cielo empezaba a ser restringido por lo que dedujo que este era el día por mera obviedad.

—¡Mierda!

No pensé que fuera tan pronto.

Pero eso ya no importa.

Tengo que ir con Rider, le mandaré un mensaje por el enlace.

...

¡¿No puedo?!

¿¡Qué mierda es esta!?

Ha de ser por la interferencia de este domo, pero aún no logro explicármelo.

De todos modos, continúo corriendo hacia la escuela.

Esto realmente había empezado.

Mientras el domo se extendía, yo corría el edificio Homuhara lo más rápido que me daban mis piernas.

Entrando por la puerta, respiré hondo y grité.

—¡RIDEEEEEEER!—Grité lo suficientemente fuerte para que ella pudiera oírme mientras corría por los pasillos en dirección a las escaleras.

Quizás sí me oía podría entender la situación, pero no importa, debo alcanzarla.

Paso tras paso.

Podía oír mí corazón latir. Es un fuerte latido.

Pronto llegué al primer piso.

—Ya estoy cerca---.

O eso iba a decir hasta que un tipo de esqueletos azulados bastante altos se cruza en mí camino.

¿Eso son espadas?

Están del otro lado del pasillo pero se están moviendo hacia aquí con bastante velocidad.

Aún no puedo usar mí as.

Aún no.

Tengo que detener esto.

¡Es mí responsabilidad como el Máster de Rider!

Corro hacia las escaleras, no sé sí Emiya o Tohsaka estarán aquí, pero espero que no se encuentren en peligro.

Y mientras subo puedo ver a una de estas cosas.

—Mierda.

Tengo desventaja numérica y estratégica.

¡Al diablo con eso!

Corro lo más que pudo hasta embestir a estos esqueletos llevándolos al suelo.

Después de eso procedo a correr nuevamente con tal de llegar al segundo piso.

Estas cosas no me afectan, he visto monstruos más grandes antess y no dejaré que me intimiden.

Llegué.

El segundo piso, aquí tiene que estar el origen de la barrera.

Pero lo que se interpone en mí camino son múltiples esqueletos.

No tengo un arma, no tengo un escudo ni tampoco una armadura.

Solamente tengo mis puños y mí cuerpo.

—¡VENGAN HACIA MÍ, CALACAS!

Ya no puedo tener miedo.

Mitsuzuri, Fujimura-sensei, y el resto de alumnos.

Es mí deber salvarlos.

Es mí deber detener esta locura.

Aunque yo no sea en ningún sentido un héroe de armadura brillante como Shirou, los salvaré.

Saco el libro de mí mochila y lo abro para luego dejarlo en el suelo.

—Let Consciousness Know Its Way.

Respiro hondo y recito lo que dice en el libro.

—Someone else's power will be the one that belongs to me.

Esquivo un ataque de uno de los esqueletos que intenta cortarme con su espada moviéndome a un lado.

—So this is my law...

Cruzo mis brazos extendidos.

Cierro mis puños, los cierro con tanta fuerza que sangre cae encima del libro y este empieza a brillar.

—¡Pull!

Yo..

Lo siento, Sakura.

Estaré tomando prestado tú poder, aunque sea sólo por esta vez.

Esquivo otro tajo agachandome.

Cierro los ojos, siento como algo llena las venas de mis brazos.

..Este poder, no me pertenece. Pero.. por hoy, sólo por hoy, será mío.

Y por ello mismo, me siento..

— ¡PULL. THE. TRIGGER!

Vivo.

Y me doy cuenta que..

No soy un magus.

No soy un héroe.

No soy lo que el mundo necesita.

No tengo un poder asombroso de increíble trasfondo.

Sólo puedo usar este hechizo de lo más básico.

Hechicería que ni me pertenece y que jamás me pertenecerán.

Esto no es mío, en lo absoluto, bien podría decirse que soy un ladrón.

Nada más.

Ni nada menos que un vil y sucio ladrón.

Pero, eso no importa, porque he logrado mí cometido.

Ahora, puedo ver mis brazos, con cicatrices de las cosas que me han hecho en el pasado.

Ahora, a traves de ellos fluyen lineas verdes.

Y con este nuevo poder..

— Nada puede detenerme.

.

.

.

.

.

(Third)

Rápidamente el primer esqueleto de 15, que estaba a la izquierda de Shinji, intenta cortarlo, pero su espada es detenida por la mano desnuda de Shinji que está llena de líneas verdes que recuerdan al refuerzo utilizado por muchos hechiceros.

Y sin que el primer esqueleto pueda hacer nada, el agarre de Shinji lo lanza contra el resto de sus pares.

—¡Quítense del camino!

Soltó Shinji mientras empezaba a correr hacia ellos.

Estos esqueletos pronto se levantan y uno de ellos intenta cortar a Shinji, pero rápidamente la espada choca contra un objeto que produce un estruendo por todo el pasillo, un sonido similar al metal.

Para sorpresa de todos, con su mano desnuda Shinji había logrado detener el arma del golem esquelético, este intentó mover su espada pero se le vio imposible superar la fuerte que Shinji estaba ejerciendo.

Era cómo sí el esqueleto tratara de mover varios yunques hechos de oro puro mientras su energía se gastaba rápidamente, más o menos así podría entenderse la situación.

—Primero uno, ahora.. vas tú—Fueron las palabras de Shinji quién sólo con sus dos manos desnudas fue suficiente para levantar del suelo al esqueleto, por lo que decir que desató feroces puñetazos uno tras otro sobre este esqueleto (ahora indefenso) no era negar la realidad, es más, era ser honesto.

Quizás el chico no tenía mucha destreza o talento, pero sí tenía algo de experiencia peleando.

—¡Salgan...

Shinji agarró a uno de los esqueletos y estrelló su craneo contra el cristal lanzandolo al exterior, a otro de estos golems con un Upper Cut lo hizo estrellarse contra el techo dejándolo atascado allí.

—de mí!

Y pese a que normalmente el refuerzo debería durar poco o nada.

El joven podía sentir como sí la energía en su cuerpo fuera eterno, corriendo por cada parte de sus circuitos en un estado más cercano a la muerte.

—¡MALDITO CAMINO!

Shinji se sentía más vivo que nunca, cómo sí su cuerpo...

¡Estuviera hecho para esto! ¡Para ser el recipiente de tal poder!

Podía ser la adrenalina u otra cosa, pero al chico le daba igual.

Y así, cada ataque era un paso más cerca de Rider, rompiendo los cuerpos con sus puños desnudos.

Al punto de que cuando Shinji terminó con sus enemigos, podías ver como la mayoría de estos habían perdido partes enteras de sus cuerpos, o los craneos rotos en el suelo.

Fue una masacre unilateral, en pocas palabras.

Después de haber acabado con cada uno de los esqueletos, quince para ser exactos.

Shinji aún se sentía con energías para seguir peleando.

Aún quería seguir destrozando a sus enemigos.

La pequeña vocecilla que siempre lo molestaba le rogaba por más y más.

Y por primera vez, Shinji también coincidía con esta pequeña voz. Pero, debió ignorar dicho sentimiento mientras caminaba hacia la puerta y la abría, cosa que resultó mal ya que rompió la puerta.

—Bueno.. problema para otro momento.

Al entrar el chico ve que no hay nadie.

Y eso le hizo recordar al joven que esto era en el primer piso, y él estaba en el segundo.

Es decir. .

Shinji se había equivocado de piso.

—...

Matou Shinji rápidamente salió corriendo de dicho salón y bajó por las escaleras, justo para encontrarse a Emiya peleando junto a Tohsaka contra múltiples enemigos.

—Oi, Emiya.

Saludó con una sonrisa tan propia del Matou, a lo que el chico de cabello rojo se puso a la defensa.

—Shinji.

Tohsaka abrió los ojos al ver los brazos del chico de cabello azul, ya que creía que este no podía hacer hechicería.

—Tú.. ¿Puedes hacer magecraft?

Shinji negó con la cabeza.

—Esto es solamente un regalo de mí poder como Máster. Puedes verlo como un tipo de.. comando que acabo de activar.

Emiya dejó la sorpresa de lado, y declaró.

—Esto es obra tuya.

Shinji entonces chasqueó con la lengua y con su dedo indice izquierdo lo movió de un lado a otro.

—Sí bien me encantaría decir que yo hice esto, la verdad es que esto es obra de mí supervisor. Sí, ustedes saben de quién hablo—Dijo Shinji mientras caminaba hacia la pareja de másters Saber-Archer—. Ahora, tengo que pasar, ya que mí Servant se encuentra tratando de desactivar este domo infernal.

—Detente ahí, Shinji.

Esta es la primera vez que Tohsaka llama de esa forma a su Matou-kun.

Ha abandonado todo tipo de cortesía.

Ahora sólo una mirada de molestia y reproche es la que Tohsaka dirige a Shinji.

—¿Ho?

Shinji levanta una ceja, deteniéndose tal como lo había dicho Tohsaka, viendo la cara real de la chica por primera vez.

—¿Crees que nos comeremos tus mentiras de esa forma y ya? ¿Que te dejaremos pasar para que completes tú plan? ¡Gente ha salido herida por esta treta tuya y de tú Servant!

Emiya puede ver como el olor de Shinji cambia radicalmente, no es un aura tranquila o confiada, no, es algo distinto.

—¡No me interesa lo que tú creas! ¡Déjame pasar, Tohsaka Rin!

Esta también había sido la primera vez que Shinji la había llamado por su nombre completo a Tohsaka.

Pero entre la disputa que pudiera darse entre la hechicera y Shinji, Emiya quiso entender qué sucedía.

—Shinji. Explica la situación, ¿Tú supervisor te obligó a hacer esto y ahora intentas remediarlo?

El chico nuevamente negó con la cabeza.

—No soy un Máster normal, Emiya. No soy un hechicero como tú o Tohsaka. No, yo e Rider estamos unidos por un enlace, y la única forma de que ella se mantenga en la tierra es a través de la energía de alguien más.

Ante esta respuesta Tohsaka preguntó.

—¿No era por eso que hacías que Rider se alimentara de inocentes?

Shinji otra vez negó con la cabeza.

—Yo soy el administrador, la otra parte fue la que bajo las órdenes del Supervisor hizo todo lo que se me acusa, desde ordenar a Rider el asesinar inocentes, como también el plantar esta barrera-domo. Yo he venido a detenerla, más bien, tanto yo como Rider tenemos ese objetivo—Fueron las palabras sinceras de Shinji las que se dirigieron a los másters.

Emiya, siendo ingenuo quizás, confió en Shinji, y se hizo a un lado, para la sorpresa de Tohsaka.

—E-emiya-kun, ¿Qué crees que haces?

El mencionado se quedó en silencio, mirando fijamente a Shinji.

Y sin decirse nada el uno al otro, Shinji obtuvo lo que quería, sonriendo triunfante ante la acción de Emiya fue que el joven Matou corrió hacia el salón pasando al lado de Emiya.

Y pateando la puerta, la cual chocó contra el piso en un rincón, Shinji pudo ver a Rider haciendo quizás los últimos detalles para desactivar este domo.

—Rider, ¿Cómo va el avance?

El Servant pronto le informó de la situación a su máster.

—Unos minutos más y ya debería estar listo—Shinji ante la información de Rider procedió a asentir mientras se sentaba en una silla quitando a la chica que estaba sentada allí recién.

—¿Tuviste problemas?—Pregunta Rider sin mirarlo a la cara a su máster, aún haciendo su deber.

—Tuve que usar mí as bajo la manga, y mí cuerpo se siente lleno de energía. Es más, no siento ningún tipo de dolor. Lo contrario de lo que esperábamos—Dijo el chico.

—Eso es un alivio, cuando termine esto me gustaría revisar su estado, ya que normalmente su cuerpo no debería ser capaz de aguantar tanta energía.

Pronto Shinji se levantó de la silla al ver que entraban Emiya y Tohsaka.

—¿Cómo va eso Shinji?—Preguntó Emiya, a lo que el joven de cabello azul le respondió aún sonriente—. Unos minutos más y esta locura acabará. Ahora.. Emiya, ¿Están vivos los alumnos de este salón?

Desde que había entrado Shinji había visto a varios jóvenes tirados en el suelo en un estado del que desconocía sí tenían vida o estaban sin ella.

Shirou entonces revisó a uno de los chicos y asintió con una mueca que Shinji siempre tomaba por sonrisa.

—Eso me alivia bastante.

Suspiró Shinji mientras miraba a los jóvenes, ya que si bien había sacado a una chica de su silla, también le daba cosa pensar que por su tardanza los estaba matando a todos.

—Sí bien aún somos enemigos, quiero que sepas que mí petición sigue en pie. Necesito que me des una mano con eso de lo que te charlé la otra vez, Emiya.

Shirou entonces se quedó en silencio y Tohsaka igual.

Esto fue la respuesta que no deseaba Shinji, este suspiró cansado, y miró hacia afuera.

—Quisiera reprocharte, quisiera odiarte.. pero no puedo. Estás en tú derecho, ya no puedo reprocharte nada. Es más, creo que me da algo de orgullo que por fin decidas algo por tí mismo.

Shirou se quedó en silencio, parado contra el pizarrón vacío.

Tohsaka por otro lado, miraba al rostro de Shinji.

—¿Sabes? Esa noche, lloré tú muerte, y cuando te vi con vida.. fue una enorme felicidad la que me llenó. Puede que odie muchas cosas, pero en el fondo me alegré de que estuvieras con vida. De todos modos, gracias por salvarlo, Tohsaka.

Quizás accidental o apropósito, Shinji había lanzado a Tohsaka hacia Emiya con la verdad.

El chico de cabello rojo miró a Tohsaka y esta cerró los ojos.

—Tohsaka. Tú. . .—Dijo Shirou sabiendo ahora quién lo había salvado aquella noche.

Y antes de que Tohsaka y Emiya pudieran empezar a hablar, Rider se levantó del suelo en donde estaba hincada.

—Ya está hecho, la barrera caerá en unos segundos, Shinji.

El nombrado puso una sonrisa y mientras caminaba a la puerta dijo.

—Ya vamonos de aquí, Rider—Esa fueron las palabras de Shinji mientras Rider le seguía obediente.

—Oye, Emiya—Llamó la atención el chico de cabello azul a Shirou—. Sí alguna vez cambias de opinión, aún tienes mí número, ¿Sabes?

Después de estas palabras Shinji rompió con uno de sus puños la ventana y Rider cargó al chico en su espalda, a lo que con un salto ambos salieron volando de la institución.

Y mientras el Servant llevaba a su máster a una alcantarilla con suma elegancia, el chico se mantenía leyendo el libro para tratar de desactivar el hechizo del tipo comando que había activado.

—Pull the Trigger: Off—Dice en su mente Shinji, desactivando el poder que había utilizado de su hermana no biológica.

—Oye, Rider—Llamó Shinji y su Servant elevó su cabeza para mirar a su máster, a lo que este entonces le dijo—. Gracias, por ser mí aliada, y demás cosas.

El Servant asintió luego de unos segundos, ocultando su leve vergüenza, ya que sentía que por su culpa habían llegado a este punto, pero sabiendo lo que diría Shinji sí descubría estas ideas, le respondió.

—Siempre estaré a tú lado, Shinji. Incluso sí el contrato que nos une desapareciera. Mí lealtad siempre estará contigo.

Shinji, quizás en un momento de debilidad o fragilidad, extiende su mano hacia Rider, quién duda por unos segundos pero termina tomando la mano del chico.

—V-vamos, Rider.

Esas son las únicas palabras que puede articular Shinji a lo que su Servant asiente y ambos continúan avanzando, ahora simplemente caminando juntos.

Ambos siendo rechazados por el resto, pero no les importa, después de todo, se tienen el uno al otro.