Al final Rider se negó a que yo cocinara, aunque pude darle mí guía a la hora de cocinar, ya que no quería que ella se sintiera enredada con tantas cosas para hacer.
Aún así, no podía mover mucho mí cuerpo, sí bien estaba "curado" no estaba recuperado, así que debía reposar, o eso sería lo que haría normalmente, pero tenía cosas que hacer hoy.
¿Por qué?
Simple, el mosquito de la culpa lo picó, así que hoy en la tarde quería visitar a Mitsuzuri, se lo debía, después de todo, esto era su culpa.
—Ahora, prueba la comida, Mast-- digo, Shinji.
Parece que aún no se acostumbra, eso es algo cómico sí es que soy sincero.
—¿Y? ¿Qué pasa? ¿No tienes hambre?
Me espera bastante ilusionada Rider, nunca esperé verla de esa forma, ella sostiene una cuchara que tiene fideos con jugo de caldo, decido arriesgarme y dejar que ella me alimente.
—Mmm.. ¡Delicioso! ¡Más por favor!
Rápidamente Rider se entusiasma al ver mí respuesta y me da más cucharadas, parece que mí guía y su habilidad fueron una gran combinación.
Aunque le dije a ella que me dejara por momentos para que ella misma comiera.
—Los Servants no comemos, Shinji. Creí habértelo dicho antes, aparte, tú seguridad es primero.
Negué con la cabeza, y dije.
—Tú también tienes que comer, Rider. Puedo con mis dos ojos cansados que aún ni siquiera lograste recupetarte del todo.
Ella parece avergonzarse de mis palabras para luego comer un poco ella también.
Luego de un rato, digo algo, ya que sólo se podía oír el sonido de la cuchara de Rider golpeando el plato.
—De todos modos.. ¿Qué sucedió? ¿Cómo sobreviví?
Esa era mí más grande pregunta.
Estando en el "Otro lado" con Makiri y Ijshni no pude encontrar una respuesta a nada en específico.
Pero quizás Rider podría darme una respuesta.
Ya que pasando mí mano por mí rostro noté que tenía una cicatriz.. dura, no en el sentido de que tenía un músculo o algo, no, en el sentido de que parecía estar hecha de piedra.
También me sentí.. distinto.
Mí cuerpo no se sentía pesado, sí no que más.. ¿liviano?
No sabría explicarlo, por eso le preguntaba a Rider.
—La única idea de lo que pudo haber pasado es que mis lágrimas lograron petrificar sólo tus heridas, pero no entiendo como es eso posible, es más, si te petrificaban debería haberte petrificado por completo.. Yo no logro entenderlo.
Sólo me queda una teoría restante.
Y era algo en lo que no quería ahondar.
—Mí origen.. algo tiene que ver.
Todos los hechiceros, incluso aquellos que no podían ejecutar la hechicería, todos tenían un "Origen", aquello que al despertarlo los guiaba (más bien obligaba a seguir) por el camino al que estaban profetizados, también tenía que ver con su elemento.
—.. ¿Quieres que lo revise?
Asentí, ya que imaginé que Rider mínimamente debía tener un conocimiento de estas cosas, después de todo, provenía de la era mitológica.
Fue así que al terminar de comer ambos, ella se levantó y se puso detrás mío.
—Empezaré con el proceso, ¿Está bien? Puede que tarde un rato largo, así que relájate.
Y en el momento que el ritual inició, mí mente se partió en dos.
Un circuito sin función se encendió.
Tal como una vena yendo a 100 por hora, sin razón aparente.
Una ventana se abre, y un recuerdo fluye hacia mí cabeza.
.
.
.
.
.
.
(...)
(Third)
— ¡SAKURA!
Gritó un niño desesperado por alcanzar a aquella que fue nombrada con el título de hermana.
Este niño pudo ver como algo entraba y salía de la pobre criatura que yacía en el fondo del pozo.
Gusanos con formas que aludían a la reproducción eran los que entraban por todos los orificios de la pequeña niña.
Y la repugnancia era la única que el niño sentía al ver esto.
Aún así, empezó a correr tropezandose de vez en cuando, bajando por unos escalones en un intento de llegar al fondo de todo esto.
Pero..
—¿A dónde planeabas ir, mocoso?
Una voz interrumpió todo.
Ojos oscuros, postura encorbada, un bastón de madera tan antigua como el mundo, vestimenta tradicional y una sonrisa tan diabólica como la del diablo mismo.
Fue el anciano que en las pesadillas del niño aparecería de ahora en adelante quién se paraba enfrente del infante.
Infante era lo que era, pero al hombre no le dio importancia el romper la inocencia de una niña.
—¡T-TÚ! ¡¿QUÉ LE HACES A SAKURA?!
Trataba de ser valiente el pequeño, pese a que todo su cuerpo temblase y palpitase del puro y cruento miedo.
Tal como el miedo a lo desconocido, el joven le tenía miedo a esta criatura frente a él.
Ya que la información que había llegado a él confirmaba que no era su abuelo, no, esta cosa frente a él era un monstruo.
El mismísimo diablo en toda su expresión.
—Trato de enseñarle modales a Sakura, eso es lo que hago, mocoso.. ¿Pero qué es lo que tú haces aquí, desperdicio?
Fueron las palabras del monstruo al pequeño Shinji.
—¡Y-yo.. vine a salvar a mí hermana, monstruo!
Levantando los puños, temblorosos, clamó el niño.
Y la infante en el pozo pudo ver y oír las palabras que gritaba el pequeño Shinji.
—¡Insolente!
Golpeó con su bastón el anciano al pequeño en todo el estómago, este soltó algo de saliva de la fuerza del golpe, cayendo al piso para agarrarse de su estómago.
Retorciéndose del dolor, el niño trató de levantar su cara hacia arriba.
—¡D-DEJA A SAKURA, BASTARDO!
Gritaba Shinji antes de ser golpeado por la pierna del anciano, rodando hasta estar al borde del pozo de Gusanos.
Pero aún ahí, el temerario niño trataba de ser valiente.
Ya que Shinji se lo había prometido a su tío.
Pero, el destino es cruel, ya que el anciano puso una sonrisa que quedaría en lo profundo de sus memorias.
—Dime.. ¿Estarías dispuesto a tomar su lugar? ¿Tomarías su dolor por ella?
Shinji siempre había sido un cobarde, temía de todo, pero lo que le sucedió antes le dio el valor suficiente para levantarse contra su mayor miedo.
—¡Sí! ¡Así que déjala fuera de esto!
Dijo el pequeño mientras trataba de pararse.
Aún así, el viejo puso una horrible expresión con la que dijo unas palabras inolvidables.
—Entonces.. ¡¿Por qué no empezamos ahora?!
Agarró del cuello de su ropa al pequeño y lo arrastró hacia una mesa.
Lo que Zouken describe como "Entrenamiento" no fue más que una tortura sin par.
El pequeño por más que gritara y gritara, nadie iría en su rescate.
Bajo la tierra misma, los gritos de la niña pararon, pero los de su hermano adoptivo surgieron.
Desde la escala más baja hasta súplicas muerte.
Día y noche, la tortura jamás paró.
Por más que pidiera misericordia, la única respuesta de Zouken fue..
—¿¡NO ERA ESTO LO QUE QUERÍAS, SHINJI!?
Satisfacción, esa era la emoción que vio el torturado en su torturador.
Los gritos jamás se contuvieron.
—¡YA QUE ESTO.. ESTO ES SER UN HECHICERO!
Es más, el que torturaba los alentaba a surgir.
Cómo sí fuera un carnaval de sufrimiento.
La sangre manchó los suelos y las paredes.
Los gusanos devoraban con tanta excitación.
Es más, en su corta duración de vida, jamás habían disfrutado tanto de un platillo.
¿Habrá sido por la voluntad que tenía Shinji al iniciar?
Nadie lo sabe.
Solamente se sabe que los ideales nos traen más penurias que recompensas.
Y para el pequeño Shinji, fue su destino, o más bien.
Su origen.
—¡LO HE DECIDIDO! ¡TÚ PROPÓSITO ES SER AQUELLO QUE REALICE MÍ SUEÑO!
Clamaba el fantasioso monstruo mientras abría un cuerpo con unas pinzas oxidadas, listo para empezar nuevamente su experimento.
—¡TÚ MERA EXISTENCIA ESTABA DESTINADA A ESTO!
¿A qué estaba destinada la proposición de Zouken?
Simple..
—¡UN GRIAL! ¡ESO ES LO QUE SERÁS! ¡LA SUMA DE TODOS LOS DESEOS DEL MUNDO CONVERGIDOS EN UN SÓLO OBJETO!
Aunque, sin saberlo, Zouken fue incapaz de crear su obra maestra.
Después de todo..
Este niño era incapaz de reproducir la hechicería por sí sólo.
Fracaso.
Eso fue lo que se encontró.
Y al darse cuenta de su error, el monstruo se sintió profundamente decepcionado de la criatura que tanto había tardado en fabricar.
Pero, siempre tenía su plan de respaldo.
Por lo que el pequeño logró ver junto al anciano como una niña caminaba nuevamente hacia el pozo del cuál supuestamente nunca más debía regresar.
—¿Qué.. hace.. ella aquí?
Puede que su mente se encontrara rota.
Partida en miles de copos de nieve perdidos en la nevada interminable del destino.
Aún así, la voluntad seguía ahí.
—Veo que aún tienes fuerzas para componer palabras, eso es algo sorprendente. Bueno, Shinii.. has sido un fracaso, ni como experimento serviste. Pero como no soy estúpido.. ¡YO JAMÁS DEJÉ DE EXPERIMENTAR CON ELLA!
Reveló la máxima traición del anciano al joven.
Fue en ese momento que al ver como la niña con ojos muertos decidió detenerse, ya que no quería destrozar sus ropas grises, después de esto, ya desnuda, sólo siguió dando pasos hacia el pozo de la desesperanza.
El hogar de los horrores.
Extendiendo su mano, el niño intentó llegar a ella.
—Sa. . .kura. . .!
Pero los sonidos a su alrededor se convergían en una tortura que ni el propio Shinji mismo entendía.
Este, fue el castigo que le fue impuesto.
Por su ingenuidad, le fue arrebatado todo.
Despojado de todo, dotado de nada.
El resto de sus días, Shinji fue lanzado a un cuarto viejo, lleno de telarañas y cadáveres en descomposición, en donde no recibió ni comida ni agua, y en donde lo único que podía oír eran los gritos de su hermana.
Cómo también, Shinji para poder sobrevivir, tuvo que hacerle algo horrible a un cuerpo que yacía ahí.
En definitiva..
Matou Shinji murió.
Y jamás revivió.
Sólo un remanente de lo que alguna vez fue se mantuvo intacto, aferrado a la existencia.
Aferrado a la idea de sobrevivir.
Más sus palabras no demostraban eso en lo absoluto.
Ya que lo que decía constantemente era la palabra..
—.. Matenme.
.
.
.
.
.
.
.
(First)
— ¡. . . Shinji! ¡Shinji!
Regresé en mí mismo.
Lo vi.. todo.
Todo lo que ese monstruo me había hecho.
Sentí las manos de Rider dejando mí espalda, parece que ha encontrado la respuesta.
Miro el reloj de mí muñeca y veo la hora.
—Cuatro horas.. ¿Estuve 4 horas atrapado en ese recuerdo?
Rider me mira confundida y preocupada, me sienta mal verla así.
—¿Qué sucede, Shinji?
No cuestionaré sí contarle o no, ella merece saberlo.
Es mí Servant, y más importante, mí amiga.
Así que procedo a contarle todo lo que sé como todo lo que vi, evitando los detalles más fuertes.
Cuando terminé de contar pude ver un rostro serio en Rider, parece molesta, puedo notarlo por nuestro lazo a través del libro.
—Las cosas que pasaste.. por eso tus ataques.
Tanto ella como yo estamos juntos viendo la fogata que ahora no es más que cenizas apagadas.
—Sí. Esa es la razón, el trauma me obligó a olvidar y cuando estaba cerca de tocar el recuerdo trataba de protegerme.. parece que mí personalidad se dividió en tres, me cuesta aceptarlo o meramente entenderlo, pero esta es la realidad.
Después de un rato de silencio, quizás incómodo, ya que ninguno sabe qué decir, es que me acuerdo del propósito de todo esto.
—¿Cuál fue el resultado de la revisión?
Rider se queda callada, y mira a otro lado.
Algo vio.. algo que no le gustó.
Pero.. necesito saberlo.
—Dime que viste, Rider.
Necesito saber qué fue del resultado de esos experimentos.
—Yo.. no puedo.
¡Quiero saber qué me mantiene vivo!
—Medusa, dímelo.
Ella sabe que voy en serio al decir ese nombre.
Puedo notar su sorpresa, ya que esa no la vio venir.
Luego de recomponerse, ella parece decidida a darme la respuesta.
—Tú origen es. . .
La razón por la que sobreviví y simplemente no morí en aquél cuarto abandonado por Dios.
¿Qué hizo que las lágrimas no me mataran?
¡QUIERO SABERLO!
—Grial.
.
.
.
—¿Qué?
No..
No es cierto.
Él sería incapaz de..
A menos qué..
«¡UN GRIAL! ¡ESO ES LO QUE SERÁS!»
Esas noches de sufrimiento y dolor.
Todo fue para que esto pasara.
Esta era una realidad que siempre quiso negar.
Que ese dolor que lo perseguía fuera por lo que en realidad él era, pero de lo que siempre terminaba huyendo.
Usando su reproductor de música para ahuyentar las pesadillas.
Pesadillas que no eran más que la cruel realidad, un frío viento que no hacía más que ahorcarlo con tal de que entendiera que esta era su vida.
—Por eso tú capacidad para absorber la energía que depositaba Sakura en tí.
Zouken todo este tiempo había querido convertirlo en el Santo Grial.
¿Para qué?
Simple..
Sí esta era la realidad eso significaba que este Grial que estaban usando estaba corrompido.
Rider era la prueba viviente de eso.
No era un héroe para empezar, fue reconocida como un feroz monstruo, pero jamás como heroína.
—Shinji..
Apreté mis puños, y traté de levantarme, aunque ni siquiera podía pararme correctamente, por suerte Rider estaba ahí para sostenerme.
—Quiero despejar mí cabeza.. por favor, sácame de aquí, Rider.
Fue la única petición que podía hacerle a mí fiel compañera.
Esta asintió y empezamos a caminar hacia la escalera.
¿La dirección? Tenía una idea, todo para alejarse de este pensamiento tan molesto que lo perseguía.
Ya que él...
No quería pensar en su motivo para existir.
No ahora.
.
.
.
.
.
.
×××××
Al salir de nuestra base, caminamos con tranquilidad por las calles, tuve que revisar la ropa que teníamos a disposición previamente, por lo que Rider ahora parecía más normal, aunque seguía usando esa venda negra sobre sus ojos.
Es lo que hay, después de todo, no existe un objeto que pueda dejarle ver sus ojos sin convertirlo en piedra.
—Rider, vayamos al hospital.
Dije a lo que mí fiel compañera sujetó mí brazo sobre su hombro, respondiendo a mis palabras.
—Sí.
Ella aún es cortante, pero ya no me importa, creo que he llegado a apreciar esa parte de ella.
—Rider.. ¿Puedo ser sincero contigo?
Dije así de la nada, a lo que ella me miró y luego asintió, quedándose en silencio, así que decidí hablar de un tema realmente serio.
—El Grial está corrompido, no hay forma de que pueda cumplir con cualquier deseo.. es más, creo que en la última guerra este proceso sólo hizo más que empeorar la situación.
Fueron mis palabras, ya que sí tanto yo como Sakura habíamos sido usados para ser un Grial entonces eso significaba que el original estaba corrompido.
¿Ya que, qué sentido tendría crear griales menores sí uno tiene un Grial en perfecto estado?
—Entonces..
Rider intentaba hablar, puedo verla, como también puedo sentir sus emociones con mí nariz.
Está desolada, sé que no debía decirle esto, pero una parte de mí me decía que era mí responsabilidad decirle esto.
—Perdón por haberte hecho sacrificarte tanto por algo que no obtendrás.. lo siento, Rider.
Mis palabras por más que quisiera expresarlas llorando, las lágrimas eran incapaces de salir, así que simplemente distancié mis ojos de los de Rider, esta última me sigue llevando hacia el hospital en silencio.
—Eres mí aliado, Shinji. No hay algo por lo que deba lamentarme.
Fueron las palabras solemnes de Rider qué me pusieron un poco emocionado.
—¡Maldita sea, Rider! ¡Eres demasiado buena!
Dije mientras saltaba a abrazarla con confianza en mí.
Creo que ella tanto como yo nos merecíamos esto.
Y susurré a su oído.
—Sí tengo que volver a sacrificarme por tí, lo haré. Después de todo, me importas.
Algo raro entonces pasó, ya que por un momento pude ver como la piel de Rider tenía un color algo rojizo y su olor demostraba algo parecido a.. ¿Vergüenza?
—¿Ho ho? ¿Te avergüenzan esas palabras, Rider-chan?
Mientras caminábamos al hospital, me divertí hablando con ella, quién respondía de manera corta y sus expresiones tanto como su olor demostraban lo que realmente quería decir.
Todo sea para alejarnos del dolor, sólo quiero ignorar eso.
Creo que ambos lo hacemos.
Es mejor así, puede que sea estúpido ignorar los problemas, pero al menos por ahora, quería disfrutar junto a ella de un bonito momento.
—¿Shinji, para qué iremos al hospital de todos los lugares?
Esta es la pregunta de Rider, y soy sincero al hablar, puesto que entre ella y yo no creo que deba existir mentira alguna.
—A visitar a una chica afectada por el incidente que detuvimos. Mitsuzuri Ayako, ese es el nombre de nuestro objetivo.
Tal como una misión, es así como he decidido informarle de la situación a Rider, esta última asiente y me apoyo en su hombro para poder caminar hasta el hospital.
Caminamos por varias calles y el tiempo es algo largo, pero al final tenemos al hospital frente a nuestros ojos.
Al entrar a este último fui yo quién habló con una enfermera en búsqueda de conocer la ubicación de Mitsuzuri, y pese a mis negativas ideas de lo que podría suceder, mis harapos negros hacen que sea difícil verme el rostro, lanzo un nombre falso, el cuál es Makiri Nishi, con esto y unas cuantas mentiras me dejan pasar.
Siendo sincero, es una sorpresa que haya sido tan fácil el infiltrarse, pero lo único relevante dicho por la mujer es..
—Habitación 100, piso seis.
Asiento a las palabras de la enfermera y camino junto a Rider, decidimos tomar el ascensor debido a que ninguno de los dos quería caminar por las escaleras.
Cuando entramos al ascensor, notamos la inexistencia de personas en el mismo.
—Qué raro. . . ¿Por qué no hay gente?
Esa es mí pregunta realmente, y Rider responde.
—No sabría responderte, Shinji. También me da algo de intriga saber por qué este hospital está tan vacío. En teoría debería haber mucha gente, ¿O me equívoco?
Asiento con la cabeza, ya que normalmente mucha gente suele estar en el hospital, y me imagino que mucha más debido a la Guerra del Santo Grial, pero parece que me he equivocado.
De todos modos, subimos el ascensor, y al llegar al piso seis, seguimos sin ver personas, sólo dos o tres doctores.
Sin prestar mucha atención a eso, seguimos adelante, cuando el camino se empieza a cerrar, alcanzo a ver el número 100 en un cartel.
—Sigue adelante, Rider, ya no nos falta nada.
Ella me oye y sigue mis palabras, es así que al estar frente a la puerta no dudo en abrirla.
Ya adentro de la habitación, lo primero que veo es a Mitsuzuri durmiendo conectada a una de esas cosas.
El gas que creó aquella técnica de Rider pero que Zouken la obligó a ejecutar la ha puesto en un estado muy delicado.
Veo una silla y digo lo siguiente.
—Toma asiento, Rider.
En un intento de ser amable es así que lo digo, pero ella me arrastra y me pone en la silla.
—La que está recién recuperada no soy yo, ese eres tú, Shinji. Así que ahora.. háblale, ¿No es para eso que vinimos en primer lugar?
Me rasco mí cabeza con mí mano derecha y dejo mí mano izquierda sobre mí propia pierna izquierda.
—...
Suspiro.
Pese a querer hablar, de contarle todo, me veo incapaz.
La única persona que en estos tiempos supo ser lo más cercano a un amigo.
—Hey Mitsuzuri, soy yo.. Shinji.
Creo que es lo primero que puedo decir.
—Sé que ha pasado algo de tiempo, unos.. ¿Días? La verdad, ya perdí la cuenta.
Es mí culpa que ella esté ahí.
Siendo sincero, sí tan sólo la hubiera traído conmigo, yo creo.. quiero creer que ella me apoyaría.
Puede considerar a Emiya Shirou como un viejo amigo.
Pero la que llenó ese lugar después del pelirrojo fue Mitsuzuri Ayako.
Y él lo sabe.
No le gusta considerarla una amiga.
Su cabeza ha hecho cosas horribles con su imagen, por esto no se siente digno de ser amigo de alguien.
Más bien, jamás se sintió digno de tener aliados.
Puede que haya sido por lo inútil que fue para salvar a Sakura.
Puede que haya sido porque no pudo respetar la promesa de su tío.
—Yo..
Trato de decir una vez más, pero me quedo corto.
—Diablos. Esto es difícil, ¿Sabes?
Es lo único que puedo decir mientras me rasco la cabeza ahora con ambas manos.
Pero, de repente.
—Mm..
Ese sonido pone en alerta todos sus sentidos y su cuerpo se detiene.
.
.
.
.
—. . . ¿Shinji?
.
.
.
.
.
Esto había sido una mala idea.
Definitivamente lo había sido.
Puesto que ahora debía enfrentarse a lo que más temía.
—Hey..
La realidad.
Uno de sus mayores temores.
Tal como el miedo de las personas a envejecer.
Pues él le temía a que las personas lo vieran frágil, tal como ahora.
Dudando de quién o qué debía ser.
—¿Dormiste bie--?
Y sin darme cuenta, no pude prever como unos brazos socorrieron a mí cuello, rodeandolo.
Por segunda vez, alguien me abrazaba.
—Me alegro de que estés bien. . . idiota—Dice Mitsuzuri mientras me abraza, y nuevamente puedo sentir húmedo mí pecho, parece qué, está llorando.
—Yo.. lo siento por ausentarme, Taicho.
Y parece que sin pensarlo, Taicho me soltó y se lanzó a golpearme con su puño derecho.
—¡Eres un grandisimo tont--!
Pero, parece que a cierta Servant no le gustó el trato que iba a recibir, por lo que detuvo el puñetazo de Mitsuzuri sin pensarlo dos veces.
Esa, por supuesto, fue Rider.
—¡¿Y tú quién eres?!
Oh, es cierto, no había creado una identidad para Rider, debería hacerlo.
Puse mí mano sobre la de Rider y la bajé, esta entendió el mensaje y dio un paso hacia atrás.
—Gracias, Kikuchi-san—Inventé en pocos segundos una identidad falsa para Rider que le transmití a través de nuestros pensamientos, para luego mirar a Mitsuzuri y decir lo siguiente:
—Taicho, esta es Kikuchi Hisana, una vieja amiga de mí madre, se contactó conmigo hace unos días y mí abuelo decidió que me mudara junto a ella y su familia lejos de Fuyuki por razones estrictamente familiares.
Después de estas palabras, Taicho cayó redonda en mí mentira y Rider hizo una leve reverencia.
—Me alegra saber qué Matou-kun tiene amigos como usted, Mitsuzuri-san, pero le aviso que no trate de posar sus manos sobre él de esa forma tan agresiva o me temo que entraríamos en un conflicto.
Fingió una actitud entre amable y directa Rider, siendo sincero, era algo impresionante el como se inventó un papel y se apegó a la historia.
Pronto, Mitsuzuri lució algo apenada, y sin pensarlo dos veces preguntó lo siguiente:
—¿Te enteraste de lo sucedido? ¿Has visto a tú hermana?
Me pregunta Mitsuzuri y no temo en responderle, sabiendo que esto es lo mejor.
Después de todo, no quiero involucrarla en un mar de sangre como en el que vivían.
—Me enteré por los periódicos y vine lo más rápido que pude a ver tú situación, pero respecto a Sakura.. No, aún no he podido verla, pero, Emiya me avisó que se encuentra fuera de peligro.
Quise decir ese nombre sin morderme la lengua de la molestia.
Después de todo, Rider había llorado por culpa tanto de su debilidad como de la decisión de Emiya.
¿Y sí se aliaban? ¿Y sí juntos salvaban a Sakura?
No importa, él lo hará.
Puede que tarde un poco.
Pero, se lo dabe.
Él se lo prometió.
Y no le gusta romper sus promesas.
—Ya veo, entonces.. me alegro de que estés bien, Shinji. Nos preocupamos por tí, Tiger estuvo pendiente de tú situación. Sí la ves deberías hablar con ella y explicarle la situación. Puede que sea algo.. Tiger, pero realmente se puso mal por no saber de tí.
Oh, ¿Era eso bueno?
Bueno, luego vería sí hablarle a Taiga-sensei.
Mejor no, ella es básicamente el canal de información a Shirou.
Aunque, podría borarrle la memoria con ayuda de Rider (sí es que Rider sabía cómo) y así lograr saludarla como a su vez mantenerse seguros, aunque, Tohsaka de seguro lo notaría, es la Segunda Propietaria después de todo, no es cualquier Magus.
—Entiendo..
Después de esto, creo que lo mejor es irme, quedarme sólo significa poner a Mitsuzuri en peligro, y no quiero dejar que eso pase.
Con las razones dichas, decido levantarme de mí silla y Rider se acerca a mí.
—¿Qué? ¿Y-ya te vas?
Se la ve preocupada, tiene sentido, he estado mucho tiempo lejos y justamente ahora que la vuelvo a ver me tengo que ir.
Aún así, es mejor de esta forma.
Ella no tiene la necesidad ni la obligación de estar consciente de lo que pasa aquí.
—Estaré bien. Y tú también lo estarás, Taicho. Aparte.. aún tengo cosas por resolver.
Decidí rodear la cama, cosa que sería fácil sí no fuera porque una mano me detuvo de marcharme.
—Shinji.. ten cuidado, ¿Sí? La situación es rara allí afuera..
Me giré para darle una mueca que podría darse por sonrisa, eso causó que Taicho asintiera, dejándome ir.
—No prometo volver, más, sí prometo que nos volveremos a ver, Ayako.
Pronto veo como se pone como tómate, ha de ser por la forma tan dramática que usé para hablarle y despedirme a la vez.
—Kikuchi-san, nos vamos.
Después de esto salimos de la habitación de Ayako, ya que no había nada más que decir o hacer en dicho lugar.
Siendo sincero, no tengo la más mínima idea de qué hacer ahora.
—Mmm.. esto es complicado.
Podrían ir a visitar a Tiger, pero eso es pisar el territorio de Emiya, y preferiría que su identidad permaneciera oculta por ahora.
—¿Ho ho?
Una voz le eriza los pelos del cuerpo y levanta los puños, Rider se adelanta poniéndose enfrente suyo.
Más ambos sabemos de quién se trata.
¿Cómo no podrían?
Esa sed de sangre..
—Lancer.
Un nuevo enemigo parece haber entrado en combate, que desafortunado, y justo cuando por fin estaba tranquilo.
—Parece que sabes quién soy, aunque yo no he tenido el placer de presentarme. ¿Qué tal sí arreglamos esto como Servants?