Los brazos de Larisa se movieron alrededor de mi espalda, y me abrazaron débilmente, mientras jadeaba.
Ser abrazado por ella, me dio una gran sensación de aceptación y alivio. Ella realmente quería quedar embarazada con mi semen.
Las palpitaciones persistentes de su orgasmo continuaron haciendo todo lo posible para exprimir hasta la última gota de mi uretra, aunque su interior ya estaba completamente teñido de blanco en cada rincón.
Me sentí extremadamente satisfecho con nuestro apareamiento.
—… Larisa, eso fue fantástico. Liberé un montón de mis espermatozoides en tu útero.
—..… ahhh
Me acerqué a sus pechos desnudos y chupe su pezón rosado suavemente, saboreando completamente su textura, dulzor y rigidez.
—Mmh.
Larisa emitió un pequeño gemido.
Estos realmente eran los pechos de una mujer. Me excité ante la idea de que pronto producirían leche materna.
Sin embargo, nuevamente recordé lo que ya había olvido muchas veces en el día. A Larisa y a mi no nos quedaba mucho tiempo. Jamás podría disfrutar su leche materna ni conocer a mi hijo.
Aún así, su pecho era encantador y delicioso.
Viendo mi perdida de ánimo Larisa me miró con extrañeza.
—¿Qué pasa?, ¿En que estás pensando?.
Viendo su cara feliz no pude decirle la verdad.
—Solo estaba pensando… en que los demás hombres me odiaran cuando se enteren que embaracé a la chica más hermosa del mundo.
Dije mientras sujetaba su trasero.
—¿Eh?, te está poniendo más grande otra vez … mhhh …
—Por supuesto, tú sabes que esto no se acaba con solo una vez.
Aún así, no comencé de inmediato sino que la abracé y besé sus labios una y otra vez.
—Te amo, Larisa. Realmente estoy feliz de tenerte a mi lado.
"incluso si es nuestro último día". Eso fue lo que pude decirle.
—Yo también estoy muy feliz de estar a tu lado. Me siento tan feliz, que es como un sueño.
No pude evitar desear que realmente fuera un sueño, de esa forma ella no tendría que sufrir la muerte de sus padres y vivir en este infierno. Incluso si eso significaba que ella jamás sería mi mujer.
Reloj marcaba las 2pm. Cuatro horas antes de que se cumpliera el plazo máximo de 24 horas para la infección completa.
Recostados sobre el sofá, Larisa estaba sobre mi pecho mientras nuestras partes más íntimas se seguían unidas.
—¿Por qué te gusta tanto quedarte así?.
Le pregunté con curiosidad.
—Porque así me siento más unida a ti. Además, me llenaste de tanto semen que no puedes irte o tus espermatozoides se desperdiciarán.
Escucharla hablar de esa forma me excitó.
Al mismo tiempo ella apretó su vagina como si estuviera jugando con mi pene.
—Oye, Larisa. ¿Quieres hablar?. Me gustaría saber más de ti.
—¿De mi?. No, mejor tú cuéntame de ti.
—¿Yo?. Yo no tengo mucho que contar. ¿Conoces el anime y el manga?. Me gustan esas cosas.
—Si, yo sé. Son los otakus, esos a los que le gusta que les digan Onii-chan, ¿Verdad?.
—Pffft.
—¿Qué?. ¿A ti no te gusta que te digan Onii-chan?.
—No, no es eso… es solo que no tienes el acento japonés o la entonación correcta, así que suena raro. Suenas como una persona "especial" que no entiende la diferencia entre la ficción y la realidad.
—Entonces, si aprendo la forma correcta, ¿Puedo decirte Onii-chan?.
—No, no, no. Para empezar, una mujer como tú *mirando sus pechos* no le queda bien decirle Onii-chan a nadie, por el contrario deberías usar el sufijo -kun o -senpai, aunque pensándolo bien, quizás te quedé mejor solo llamarme por mi nombre.
Oyendo mi explicación Larisa sonrió coquetamente.
—Entonces que tal; -sama, Onii-sama ~.
Al escuchar eso, mi expresión cambió a una totalmente seria.
—Lo siento, pero ese título pertenece al gran "Onii-sama", jamás me atrevería a profanar ese título.
Larisa levantó una ceja confundida por mi cambio repentino.
—En lugar de eso, solo llámame por mi nombre.
Larisa sacudió suavemente su cabeza de un lado al otro al escuchar mi petición.
—No, a partir de ahora solo te llamaré "Cariño".
—Si sabes, que tengo un nombre, ¿Verdad?.
Larisa sonrió dulcemente como una niña y se aferró a mi pecho.
—Si, pero me gusta más decirte Cariño, ¡Eres mi cariño!.
Cualquiera que hubiera visto la escena la habría encontrado emotiva, sino fuera por hecho de que dicha chica estaba tragando profundamente un pene adulto en su delicada vagina.
Después del sexo, Larisa se acurrucó sobre mi pecho sin decir nada.
Por otro lado, yo no estaba tranquilo. No podía dejar me mirar el reloj continuamente, preguntándome quien se convertiría primero.
Aun así, una parte de mi se sintió aliviada al darme cuenta que todavía no tenía síntomas, ya que eso significaba que falta más tiempo para mi conversión. Y por lo tanto, tal vez sería ella quien se convirtiera primero y no tendría que verme como un salvaje que intentaba matarla.
No podía continuar así. Así que saqué mi teléfono y entré al chat del foro otaku.
-(KumaMan22): ¿Hola?, ¿Hay alguien ahí?.
-Miku-chan: Ya casi no queda nadie. He oído que el virus es muy contagioso y persiste durante mucho tiempo en el ambiente. ¿Tú cómo has estado?, ¿Por qué aún no te has convertido?.
-(KumaMan22): Estoy bien, no he tenido ningún síntoma ni malestar, pero aún me faltan un par de horas para el máximo de 24 horas de convertirme en pseudo-zombie.
-Miku-chan: En tu caso lo entiendo porque aún estás dentro del plazo, pero que pasa con la chica que estaba contigo, ¿Ella todavía no se ha convertido en pseudo-zombie?. Debería estar infectada con el virus desde antes que tú, ¿no?.
Leyendo el comentario de Miku-chan, me di cuenta de que tenía razón. Ciertamente, Larisa debería haber estado infectada horas antes de llegar a mi casa, por lo que probablemente ya había pasado el lapso máximo de 24 horas. Lo que seguramente significaba que tal vez era inmune al virus.
Tal idea me llenó de felicidad, pero también me preocupó porque no había forma de que yo no estuviera contagiado del virus. Si bien Larisa no me podría haber contagiado por su inmunidad, era imposible que el virus dejado por el ladrón infectado que mató a su compañero, no se propagaran por la casa. Más aún, fue imposible evitar la entrada del virus por aire cuando la concentración de más de 600 infectados pasó desfilando frente a mi casa.
Si realmente fui infectado por el ladrón, entonces eso significaba que mi tiempo no era hasta las 6 de la tarde del día de hoy, sino hasta las 9 de la mañana del día siguiente. Eso fue una buena noticia.
Por un momento pensé en responderle a Miku-chan que Larisa estaba bien y que parecía ser inmune al virus. Pero me detuve a mi mismo. ¿Qué pasaría si nuestra conversación en internet estuviera siendo espiada por alguna agencia gubernamental?. Un gobierno extranjero podría estar buscando supervivientes inmunes, para secuestrarlos y hacer experimentos inhumanos con ellos con el fin de obtener la cura para el virus por cualquier medio necesario.
Revisé la conversación con Miku-chan una vez más y me pareció raro que asumiera que Larisa aún no se había convertido en pseudo-zombie, sin que yo lo mencionara o siquiera hiciera una insinuación de ello.
-(KumaMan22): No, ella ya está completamente infectada. Desde antes ya había tomado precauciones para que el primero de nosotros que se convirtiera en pseudo-zombie no asesinara al otro. Así que, ahora está encerrada en una habitación completamente sellada.
Mentí.
-Miku-chan: Ya veo, es una lastima, pero eso era lo más obvio que iba a suceder.
-Taki-kun: Totalmente de acuerdo. Yo he armado una pequeña barricada en mi departamento, pero no estoy seguro de cuánto tiempo pueda resistir.
La conversación continuó por varios minutos más, compartiendo estrategias y consejos para sobrevivir.
-AnimeMaster: Estoy de acuerdo con ustedes, la lucha contra el virus debe ser nuestra prioridad. Como otakus, siempre hemos estado preparados para cualquier cosa y este virus no será la excepción. Debemos estar listos para cualquier eventualidad.
-Pitovergachu: ¿Preparados? ¡Por favor, no digas pendejadas! Ustedes son unos tontos si creen que su actitud de personaje de anime los salvará del virus. Yo estoy listo porque tengo un arma de verdad, no como ustedes que solo tienen juguetes de plástico.
-(KumaMan22): ¿Un arma?, ¿De dónde la sacaste?.
-Miku-chan: Este no es el momento para pelear entre nosotros. Debemos trabajar juntos y apoyarnos mutuamente.
-Pitovergachu: ¿Trabajar y apoyarnos mutuamente?, ¿Eso de que sirve en internet?. Si no podemos enviarnos comida, medicamentos u otros suministros entre nosotros, entonces tu mentado apoyo no sirve para nada.
-AnimeMaster: Exactamente, debemos usar nuestras habilidades otaku para sobrevivir. Debemos buscar inspiración en nuestras series favoritas para encontrar soluciones creativas a los problemas que se nos presenten.
-Pitovergachu: No digas estupideces, ¡Despierta!, ¡Este el mundo real!. Hace una hora acabo de ver como una madre convertida en pseudo-zombie asesinó a su propia bebé. ¿Recuerdan la escena cuando Hulk azotó a loki contra el suelo?. Bueno fue igual, pero 100 veces más horrorosa y sangrienta. El mundo se fue a la mierda y ustedes todavía siguen hablando estupideces sobre animes. El virus se expande más rápido que un incendio provocado con gasolina y no hay cura. Así que si quieren sobrevivir, déjense de tonterías, salgan de sus casas y busquen un refugio alejado de la ciudad y fortifíquenlo lo más que puedan antes de que sea demasiado tarde.
-Miku-chan: Entiendo que estés preocupado, pero no creo que sea necesario ser tan grosero con los demás. Todos estamos viviendo una situación difícil y es importante apoyarnos entre nosotros.
-Pitovergachu: Ahí vas de nuevo con tu estúpido apoyo. ¿Qué quieres que les diga?, ¿Qué todo va a salir bien?. Seamos realistas, esto no es una caricatura donde los buenos siempre ganan. Este es el mundo real donde podemos perder y perderlo todo. Y cuando digo todo, me refiero a la extinción de nuestra especie y la desaparición de nuestra civilización para siempre.
-Miku-chan: Puedo entender tu frustración, pero eso no justifica tu comportamiento. Piensa en los demás antes de hablar, por favor.
-Pitovergachu: ¡No digas estupideces!, el mundo está cagado y tú sigues diciendo mamadas de cuidar mi lenguaje y no lastimar los sentimientos de los demás. Si son tan débiles como para que mis palabras les afecten, entonces deberían suicidarse de una vez por todas para evitar que haya un pseudo-zombie más en el futuro.
-Miku-chan: Pitovergachu. Sé que a veces puede ser difícil controlar nuestras emociones, pero es importante intentarlo. Juntos podemos superar esto.
-Pitovergachu: ¡Maldita loca!, ¿Eres una psicóloga o que?. No importa lo que diga, sigues respondiendo educadamente.
La conversación entre Pitovergachu y Miku-chan fue tan hilarante en algunos aspectos, pero él tenía toda la razón. Había que garantizar nuestra propia seguridad por todos medios posibles antes de que fuera muy tarde.