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Chapter 38 - CAPÍTULO 38: UNA COMBINACIÓN PELIGROSA.

Alexa.

Habían pasado demasiados años desde la última vez que conduje un automóvil y ahora que lo estoy volviendo hacer, me siento como libre. Además estoy muy contenta porque he dejado impresionado a Damián con mi manera de conducir. Mi padre me había enseñado tan bien, que parecía ser familiar de Michael Schumacher.

Llegamos a la estación, parqueo el automóvil y bajamos de este, pudiendo ver que el General nos está esperando en la entrada.

- Buenos días señorita Lennox, el señor Reagan y su tío acaban de contarme todo lo sucedido. Estoy aquí para ayudarlos y apoyarlos en lo que necesiten. - Dice el General al estrechar mi mano al saludarme.

- Un placer poder volver a saludarlo General Bike y ahora le anuncio que ya soy la señora Evans, me acabo de casar. Déjeme presentarle a mi esposo, Damián Evans. – Le digo al señor de la misma edad de mi tío que tengo frente a mí.

Damián se acerca hasta estar a mi lado para estrechar la mano del General y después de hacerlo, él no deja de mirarme. Al parecer, está muy sorprendido por hacerme llamar la señora Evans.

- Un placer conocerle agente Evans, he escuchado muchas cosas sobre usted. Es un placer conocerlo y déjeme felicitarlo por su matrimonio, es un hombre con suerte al tener a una mujer tan hermosa como esposa.

- Muchas gracias General, el placer es todo mío señor y si... soy un hombre muy afortunado por estar al lado de esta mujer...

- Tenemos algún avance General?. - Pregunta Damián al adelantarse con el General por el pasillo.

- Ninguna, Bale solo lleva despierto un par de minutos nada más.

Mientras ellos caminan por el pasillo y hablan a la vez, yo voy mirando mí anillo de bodas. Aún no me creo que soy legalmente la esposa de Damián, aunque... solo era eso...

Anoche estaba bastante nerviosa pero a la vez estaba emocionada, porque Damián y yo compartiríamos la cama y dormiríamos juntos. Pero en el momento en que me acosté en la cama para esperarlo viendo un poco de televisión, me quedé profundamente dormida y cuando me desperté, ya era de mañana. Él no estaba en la cama y en ninguna otra parte de lo que podía ver de la habitación, así que me apresuré a buscar mis pantuflas cuando se me cae el celular de la cama y en un breve instante, Damián sale del armario. Yo solo me quedé como una estatua, mirándolo embobada al percatarme de que no tenía camisa y de que podía ver todo su pecho desnudo, sus músculos perfectamente marcados en su abdomen y pecho, sus brazos musculosos y fuertes que se sentían también cuando me abrazaban o me cargaban que... por dios, este hombre me está volviendo loca.

De pronto, él me habla dándome los buenos días, sacándome de mí trance, por lo que me apresuro a contestarle el saludo para luego mirar hacia otro lado. Dándome cuenta de que él no había dormido conmigo en la cama, había dormido en el sofá. Lo supe en el momento en que vi una almohada y una manta encima del sofá, me sentí triste y confusa. Creo que él vio un cambio de ánimo en mí, porque se dirigió a la ducha casi de inmediato.

Vuelvo a mi otra realidad, cuando me doy cuenta de que Damián me mira al estar parado al lado de una puerta que mantiene abierta mientras me espera, así que acelero el paso hasta llegar hasta él.

- Estás bien Alexa?, has estado muy rara desde que te levantaste, me preocupas... te voy a llevar a la casa, no debí permitir que vinieras... - Me dice con culpa en su voz y con evidente preocupación que se refleja en su mirada.

- Estoy bien... sólo estoy un poco distraída. - Le contesto con una sonrisa y en tono tranquilizador.

Cuando ingresamos a la habitación en donde se encuentra el General con Andy, escucho cuando Damián cierra la puerta soltando un suspiro. Al otro lado de la sala, que se encuentra separada por un cristal y una pared en el medio, se pueden ver a Simons y a Thompson sentados en una mesa frente a Bale, quien está esposado.

Los dos tratan de sacarle información haciéndole preguntas, pero no consiguen nada y los minutos siguen corriendo sin lograr algún avance. Después de un par de horas, el General decide entrar y Damián decide sacarme para que respire aire puro y para que comamos algo. Así que nos vamos hacia la cafetería con los demás y terminamos almorzando los cinco. Mientras comemos, los cuatro hombres hablan de que Bale no va a hablar tan fácilmente, si es que lo hace.

La conversación sigue su rumbo cuando de repente, escucho la voz que últimamente me coloca los pelos de punta.

- Hola a todos, cómo están?. - Dice Tatiana al acercarse a nuestra mesa.

Todos le contestan amablemente y yo sólo puedo apretar mis manos en forma de puños por debajo de la mesa, mientras dibujo una sonrisa fingida en mi rostro.

- Damián... será que está vez si me vas aceptar el café?. - Le pregunta ella al pararse al lado de su asiento con los brazos cruzados, pero antes de que Damián le conteste, yo me adelanto.

- Hola, espero que está vez si nos podamos presentar como se debe. - Le digo al tenderle mi mano en señal de saludo y aun mostrando en mi rostro la sonrisa fingida.

- Discúlpame nuevamente por mi falta de educación, mi nombre es Tatiana Dawson. - Me responde mientras estrecha mi mano.

- El placer es mío Tatiana, mi nombre es Alexa Lennox de Evans, soy la esposa de Damián. - Le digo con un tono de mucha amabilidad, pero mentalmente acabó de decirle: "Jaque mate".

La mujer está completamente sorprendida y tal vez pérdida en la cuarta dimensión porque no reacciona, así que hago un pequeño jalón para que me devuelva la mano. Siento como varios pares de ojos me observan, todos abiertos de par en par y yo sigo como si nada, bebiendo un poco de mi té helado.

- Te... casaste Damián?... - Logra medio decir, cuando al parecer ya está volviendo de la dimensión desconocida, hablando todavía un poco entre susurros.

Puedo ver un leve temblor en su mano y como sus ojos tienen una leve humedad, provocando que sienta un poco de pena por ella, pero también pienso que ella ya había tenido su oportunidad con Damián y aunque no conozco nada de su historia, sólo que habían tenido una relación amorosa hace algunos años, yo no le voy a permitir que le coquetee a mi esposo y tampoco se lo voy a dejar en bandeja de plata, por lo menos.... sin pelear por él.

- Si Tatiana, soy un hombre casado. - Le responde Damián sin ningún titubeo y mostrándole su anillo de bodas.

A continuación, hay unos segundos de un silencio sepulcral que parecen horas, en donde ninguno de nuestros acompañantes se atreven a decir alguna palabra. De repente miro al frente y veo que el General me llama para que vaya hacia él, así que me levanto de la mesa e invito a Tatiana a que se siente para que el ambiente se suavice un poco. Luego me dirijo hacia el General al mismo tiempo que le hago una señal a Damián para que vea hacia donde me dirijo, él sólo asiente pero sin dejar de seguirme con la mirada.

Llego al lugar donde está parado el General y seguimos caminando por el pasillo.

- Después de hablar con Bale por un tiempo, sólo aceptó hablar con usted a solas, sin ningún tipo de vigilancia y no sé si estés dispuesta a hacerlo, tampoco sé si su esposo esté de acuerdo y lo permita... – Me comenta el General mientras avanzamos por el pasillo.

- Sobre este asunto General, él no tiene por qué intervenir en lo que yo decida hacer y si hablando con el señor Bale, puedo averiguar algo sobre quién o quiénes me quieren muerta, lo voy hacer, así que vamos de una vez General. – Le digo muy decidida.

Al llegar, entro de inmediato a la sala de interrogación y tomo asiento para quedar frente a él.

- Muy bien... aquí me tiene como lo pidió, qué quiere decirme señor Bale?. – Le pregunto sin ningún titubeo en mi voz y muy seriamente.

Él sólo levanta su cabeza que estaba agachada al escuchar mi voz para mirarme directamente al rostro.

- Déjeme decirle que el hecho de que me hayan descubierto, no quiere decir que no vayan a seguir intentándolo... no les va a importar lo que tengan que hacer y el método que tengan que usar para llegar hasta usted. Así tengan que atacar a las personas que están cerca de usted y créame... ya están perdiendo la paciencia... – Me dice muy serio.

- Porqué me está diciendo todo esto?.

- A pesar de lo que usted pueda estar pensando de mí y por todo lo que he hecho. No estoy de acuerdo en que piensen en lastimar a más personas para poder llegar hasta usted y aunque no me crea... estaba tratando de proteger a los demás de toda esta situación y usted es una gran mujer que de alguna manera no merece todo esto…

- A pesar de todo... sigo pensando que usted es un buen hombre, pero porqué señor Bale?, porqué nos traicionó a todos?, porqué se traicionó así mismo?. – No puedo evitar preguntarle y a la vez hacerle un reproche.

- Todos tenemos debilidades y cuando llegan a ellas... se puede llegar al paraíso o se puede caer muy hondo en el infierno que fue lo que me ocurrió, convirtiéndome en una persona que ni yo mismo conozco.

- Todo esto señor Bale es por dinero?, por odio?, por poder?... por eso quieren asesinarme?... – Le pregunto.

- Son la mezcla de muchas cosas.

- Porqué yo?, qué he hecho?...

- Usted no ha hecho nada malo, su único pecado fue nacer y con el tiempo, en convertirse en la heredera de su familia. Me voy a permitir decirle una cosa Alexa... la ambición y la envidia, son una combinación bastante peligrosa y tarde que temprano va a ser alcanzada y llegará el momento en el que ya no podrá escapar. Principalmente porque el enemigo está más cerca de lo que usted se pueda llegar a imaginar, por lo que le recomiendo que si no quiere que sus seres queridos se vean envueltos en toda esta situación, aléjese de ellos...

Antes de que pueda hacerle otra pregunta, hay una fuerte explosión en una de las paredes de la sala. De repente, hay muchos escombros por toda la habitación, acompañada de una gran nube de polvo que cubre gran parte de mi vista, por lo que no puedo ver cuando el señor Bale se acerca a mí, levantándome del suelo, aprovechando que estoy muy aturdida por la explosión y que él ya no tiene las manos esposadas.

Mis oídos me pitan, tanto que no puedo escuchar nada más y creo que tengo una herida en la frente, porque siento un líquido correr por una de mis mejillas. El señor Bale empieza hablar con alguien que yo aún no puedo ver, pero que al parecer ha ingresado por el agujero hecho en la pared.

El polvo comienza a acentuarse un poco, hasta que finalmente puedo ver una figura como de una persona vestida totalmente de negro de pies a cabeza. No se puede ver quién es, pero Bale parece reconocerla y saber quién está parado enfrente de él, porque le habla con mucha familiaridad.

- Sabría que vendrías por mí... y mira, te tengo un regalo. – Creo escuchar que el señor Bale le dice eso a la persona que acaba de entrar por la pared.

La persona que está frente de nosotros, levanta la mano en la que tiene el arma y le apunta al señor Bale.

- Porqué?... - Susurra Bale totalmente sorprendido pero a la vez con mucha tristeza.

- Sabes perfectamente que cuando se cometen errores y tan graves como este, se paga con la vida. Además, ya no nos sirves. - Dice la persona de negro con una voz distorsionada para no ser descubierta.

- Entonces... todo fue una mentira y solo me... – Trata de decir Bale.

No entiendo mucho la situación y tampoco escucho muy bien, pero al ver el rostro del señor Bale lleno de dolor, siento una profunda lástima por él.

- Pensó que todo era real?... es usted un completo imbécil, sólo lo usamos para nuestra conveniencia. – Le dice la persona mientras le sigue apuntando con el arma.

El señor Bale me empuja, tirándome al suelo y luego tirando su arma, una que al parecer había mantenido escondida. Él levanta sus brazos a los lados para dejar su pecho al descubierto, tirando hacia atrás su cabeza con una sonrisa triste y cerrando sus ojos, los cuales al estar cerrados, dejan salir unas pocas lágrimas que comienzan a deslizarse por sus mejillas.

- Dramático. - Dice la otra persona que le apunta y luego aprieta el gatillo varias veces hasta vaciarle toda la munición del arma, dejando la camisa blanca del señor Bale llena de agujeros y por ende, toda llena de sangre.

El señor Bale cae de inmediato en el suelo mientras comienza a salirle sangre por la boca. La persona que acaba de dispararle, ahora me apunta a mí con el arma y cuando vuelve a apretar el gatillo, el arma no se acciona. Al parecer, se ha quedado sin balas y yo sólo estoy esperando mi muerte cuando ingresan otras personas con la misma vestimenta negra, diciendo que es hora de salir.

El asesino del señor Bale, al ver que se ha quedado sin balas y que no puede matarme, sale con los demás por el agujero maldiciendo por no haber podido terminar con el trabajo.

Una vez que me he quedado sola, me acerco gateando al señor Bale que se encuentra en un charco de sangre.

- Tranquilo... ya vienen a ayudarnos... - Le digo sin saber qué hacer porque él tiene muchas heridas y yo sólo tengo dos manos para taparlas y él pierde sangre con mucha rapidez.

De repente, él comienza a hacer un ruido con su boca, como si quisiera decirme algo, así que acerco mi oído a su boca para poder escuchar.

- E... el... collar...

Fue todo lo que me pudo decir en un susurro casi inaudible antes de que comenzara a ahogarse con su propia sangre, para finalmente morir a los siguientes segundos frente a mí.