Pasaron un par de días y ya me encuentro un poco más tranquila aunque estoy teniendo pesadillas con la muerte del señor Bale, pero estás se vuelven peor cuando el cadáver se convierte en el de Damián.
Ver su imagen sin vida, con sus ojos abiertos pero sin brillo y desangrándose, es tan devastador, que siempre me despierto muy asustada y luego me invade un sentimiento de dolor tan fuerte, que termino llorando.
Intenté ayudar en el restaurante para mantener mi mente ocupada, pero la señora Gabriela y el señor Martín me decían que no porque soy su invitada de honor, por lo que me dedico a recorrer el pueblo que es bastante tranquilo y muy acogedor, lo que realmente necesito. Luego cuando estoy en el hotel, me dedico a leer libros que tienen los Olson en su casa en una pequeña biblioteca.
En lo único en lo que me pude salir con la mía, fue que de tanto insistir y a lo último amenazar con que me iría, es con que me dejaron pagar por el hospedaje. Al final aceptaron, aunque no con muy buen agrado, pero fueron muy enfáticos en que no me cobrarían la comida ni los servicios del hotel. Me compré un poco de ropa y productos de aseo que necesitaba y al caminar por las calles del pueblo comiendo un poco de helado, miraba a algunas parejas que caminaban cogidos de la mano riendo... enseguida miro mi mano y me doy cuenta que no soy feliz porque él no está aquí conmigo.
Desde que él entró a mi vida desde hace cuatro años más o menos, es la primera vez que no estamos juntos, me he acostumbrado a su presencia. Muchas veces he querido llamarlo y decirle que estoy bien, pero sabría mi ubicación rastreando la llamada y solo quiero protegerlo al alejarlo de mí. Además, no me siento preparada para enfrentarlo, no sólo por la culpa de que siempre esté en riesgo, sino, porque sé que me está odiando por desaparecerme de esta manera y no dar señales de vida, porque aunque sé que él no me ama, yo sigo siendo su protegida y sé que él está preocupado por mí.
En la noche, la señora Gabriela me deja ayudarla a preparar algunas cosas del restaurante para mañana y mientras organizamos, conversamos de todo. Incluso, la señora Gabriela me termina contando anécdotas sobre cosas que le ocurrieron cuando era novia del señor Martín y nunca en mi vida me había reído tanto. Mientras seguimos hablando y terminando lo que estamos haciendo, suena el teléfono del restaurante, la señora Gabriela contesta y al parecer es uno de sus vecinos que le habló para preguntarle algo. Una vez que ella termina de hablar, cuelga el teléfono para dar por terminada la llamada y yo no puedo dejar de mirar el teléfono. La señora Gabriela se quita el delantal, lo cuelga y luego se acerca a mí, es más que evidente que algo ha notado en mi comportamiento.
- Buenas noches Alexa, no te quedes hasta tarde que está comenzando a hacer frío. - Me dice con una sonrisa.
- Buenas noches Gaby... que descanses y no te preocupes que no me quedaré mucho tiempo por ahí. - Le contesto y le devuelvo la sonrisa.
- Bueno hija, aaa...y creo que deberías llamarlo...
Luego de decirme estás palabras, la señora Gabriela se retira hacia su habitación, me volteó a mirar el teléfono nuevamente y mis manos comienzan a sudar por el nerviosismo porque ya han pasado casi tres días y no es justo mantenerlo preocupado. Así que tomo aire para llenarme de valor, camino hacia el teléfono y marco su número de celular, mientras espero a que él me conteste, suelto el aire de mis pulmones que estoy conteniendo. Unos segundos después, escucho que contestan al otro lado de la línea.
- Hola...
Casi me caigo de espaldas cuando es una mujer la que me contesta, hasta me quedo muda de la impresión.
- Hola... hay alguien ahí?...
En el momento en que ella vuelve a hablar, reconozco su voz y de inmediato cuelgo sin decir nada. Lágrimas comienzan a salir de mis ojos sin poder evitarlo, coloco la bocina del teléfono en su lugar y pongo mi espalda contra la pared para deslizarme por ella hasta llegar al suelo. Al parecer no está tan preocupado como yo pensaba, seguramente él sabía que dónde quiera que yo estuviera estaría bien.
Él está con Tatiana, con el amor de su vida y yo estoy completamente vulnerable, pérdida, porque por fin yo, Alexa Lennox, había encontrado al verdadero amor de mi vida pero que ama a otra mujer. De que me sirve ser su esposa si su corazón le pertenece a ella y es completamente evidente que él no puede vivir sin ella...
Damián.
Al bajar del auto y caminar hacia el General Bike, quien nos espera en la entrada de la estación de policía, Alexa se me adelanta un poco para encontrarse con el General y saludarlo, pero cuando lo hace y él le responde, me llevo una enorme sorpresa cuando ella le corrige sus apellidos colocándose el mío al final, dejándome totalmente emocionado y feliz. De hecho, estoy muy feliz desde ayer, porque me ha demostrado que no le importa decir que es mi esposa, hasta lo ha dicho con orgullo y me ha dado mi lugar como su esposo delante de todos.
En este momento quiero besarla hasta cansarme y decirle cuánto la amo, pero no es el momento, tengo que concentrarme en Bale, pero ya en la noche será diferente...
Pasan las horas y no hay ningún avance, es más que evidente que Bale no va a hablar, así que decido salir de la sala de interrogación llevándome a Alexa conmigo porque necesito pensar y tratar de unir las nuevas piezas del rompecabezas.
En el camino nos encontramos a los demás, así que Alexa los invita a comer. Vamos a la cafetería, pedimos los almuerzos y nos sentamos en la mesa.
Nos encontramos todos comiendo y hablando, cuando escuchamos la voz de Tatiana que nos saluda al acercarse a nuestra mesa. Al acercarse comienza a hacerme reclamos por no haber aceptado ninguna de sus invitaciones a tomar café, pero la verdad es que para mí, no tiene ningún caso hacerlo. Tatiana forma parte de mi pasado y las cosas entre nosotros han quedado muy claras. Los dos habíamos tomado caminos distintos en la vida y nuestras metas ya no eran las mismas, ahora lo único que me interesa es un trato cordial y amigable, nada más.
Cuando me dispongo a rechazarla de nuevo, Alexa se me adelanta y se presenta, diciéndole al final a Tatiana que ella es mi esposa. Inmediatamente después de escucharla, me giro para observarla. Por su actitud, me parece que ella está celosa y que está marcando territorio ante Tatiana.
La verdad, me parece muy divertido y me siento muy contento por su comportamiento, porque una vez más, me está demostrando que cada día que pasa, le importo más como hombre.
Cuando Tatiana logra reaccionar y me pregunta si es verdad lo que Alexa le acaba de decir, me porto a la altura de Alexa afirmando y mostrando mi anillo de bodas. Al momento siguiente, me doy cuenta de que Alexa se ha levantado de la mesa para ir hacia donde se encuentra el General mientras yo solamente me concentro en no perder de vista a Alexa, pero Tatiana me coloca una mano en el mentón haciendo que gire mi cara hacia ella para que la mire.
- Necesito hablar contigo… por favor... - Me dice Tatiana rogándome.
- mmm... muchachos... qué tal si nos vamos a mirar si ya puso la marrana... - Les dice Andy a Simons y a Thompson. Simons asiente y se levanta al mismo tiempo que Andy.
- Y es qué... la marrana pone huevos?... - Pregunta Thompson algo confundido.
- aaaaaa, venga lento y le explicamos en el camino. - Le dice Andy mientras él y Simons lo levantan de la silla.
Cuando vuelvo a mirar hacia a dónde había visto a Alexa por última vez, ella ya no está, así que me levantó rápidamente para ir a buscarla. No me gusta que se aleje de mí y menos con lo que ha pasado esta mañana con Bale, pero antes de que pueda dar un paso, Tatiana me detiene.
- Por favor... hablemos...
Respiro profundo y me vuelvo a sentar, al hacerlo me doy cuenta de que Alexa no había tocado su comida y eso hace que me preocupe aún más porque desde esta mañana se está comportando de una manera algo extraña.
- Quiero confesarte algo Damián... - Comienza a decirme Tatiana, sacándome de mi pequeña conversación mental conmigo mismo.
- Te escucho... - Le respondo.
- Aún te amo, sigo enamorada de ti Damián...
- Porqué después de tanto tiempo, me vienes a decir esto Tatiana?. - Respondo echándome para atrás en la silla, soltando un suspiro.
- Ya... no sientes nada por mí?.
- Claro que sí Tatiana, estuvimos tres años juntos como pareja, pero ya hace mucho tiempo que ocurrió lo nuestro. Siempre vas a ser alguien especial para mí, por lo que llegamos a compartir, por lo que vivimos y por esos recuerdos... pues claro que siento cariño por ti, pero nada más Tatiana. – Le respondo muy serio.
- Pero tú te querías casar conmigo...
- Quién te contó sobre eso?. - Pregunto algo sorprendido porque no sabía que ella tuviera conocimiento de esa parte.
- Eso no importa ahora, lo importante es que ya lo sé, que estoy aquí, que te sigo amando y que quiero reparar el daño que te hice para que estemos juntos de nuevo, como debió haber sido... - Me dice mientras coge mis manos y trata de entrelazar mis dedos con los suyos.
- Lo siento mucho Tatiana... pero ya es muy tarde, yo ya no siento lo mismo por ti, sólo cariño como te acabo de decir. Mi corazón ahora, le pertenece a mi esposa, el amor de mi vida.
- Pero Damián...
- Tatiana... ya lo nuestro pasó y pasó hace mucho tiempo, nuestro destino no era terminar juntos, tomamos caminos separados porque ya no teníamos las mismas metas y finalmente, cada quien siguió con su vida. La verdad Tatiana... es que esta conversación ya no tiene sentido y menos después de tanto tiempo. - Me levanto de la silla como forma de dar por terminada la conversación para irme, pero de nuevo Tatiana me lo impide.
- Por favor Damián... yo sé que me equivoqué, que cometí el peor error de mi vida al irme y dejarte, que fui una egoísta y sé que tienes todo el derecho de estar molesto conmigo, hasta de odiarme. Pero sé que en el fondo aún me quieres y te darás cuenta de eso cuando yo haya curado tus heridas y dejes de estar molesto conmigo.
- No Tatiana, no te engañes, no veas cosas en donde no las hay, que ya no existen y yo no te odio. Antes creo que las cosas pasan por alguna razón y yo tenía que vivir tu abandono para poder conocerla a ella... – Al terminar de hablar, quito mi brazo de su agarre.
- Dame otra oportunidad... – Me suplica con lágrimas en los ojos, pero cuando voy a responderle por undécima vez, de repente se escucha una explosión que proviene del interior de la estación. Inmediatamente llegan Andy y los demás.
- Qué sucede?. - Pregunta Andy al llegar.
- No tengo idea... - Es lo único que puedo decir.
- Parece que la explosión viene de las salas de interrogación, o por lo menos, muy cerca de ellas. - Comenta Simons mirando hacia donde se puede ver salir el humo de la explosión.
- Maldición!!!, dónde está Alexa?!!!... - Digo en voz alta con evidente ansiedad, miedo y preocupación. Luego lo único que hago, es correr lo más rápido posible, rezando para que ella este bien y que no le haya pasado nada.