Edian se quedó allí, mirando el dispositivo en su mano. No sabía qué hacer o qué decir. Al volver a casa ella decidió guardar el dispositivo en un lugar seguro y tratar de buscar información en línea. Pero por más que buscó, no encontró nada sobre el dispositivo.
Edian estaba tan confundida y asustada que decidió usar el dispositivo de todas maneras. Al ponerse este inyectó el suero en su brazo y en un abrir y cerrar de ojos, se encontró en un bosque. Edian no sabía exactamente dónde estaba o qué era lo que estaba pasando.
Ella miró a su alrededor y se sorprendió al ver la magnificencia del bosque, la naturaleza había crecido descomunalmente. El cielo estaba cubierto de nubes grises y el viento soplaba con fuerza. Se puso en pie y comenzó a caminar, tratando de encontrar a alguien que le pudiera ayudar.