Mientras Edian se encontraba en el bosque, el ruido cada vez se hacía más fuerte y ella no podía identificar de dónde provenía. Comenzó a sentir una fuerte vibración en el suelo y las hojas de los árboles se agitaban violentamente. Aterrada, se levantó rápidamente y corrió en la dirección opuesta, pero el ruido y la vibración la seguían. Entonces, se detuvo y se escondió detrás de un árbol, observando el bosque mientras trataba de controlar su respiración acelerada.
Mientras el ruido continuaba, Edian escuchó una suave voz en su oído. Al principio, se asustó, pensando que alguien la estaba hablando, pero luego se dio cuenta de que era el dispositivo en su brazo que le estaba hablando. La voz le explicó que debía presionar un botón en el dispositivo para regresar a su época. Edian lo hizo sin pensarlo dos veces y sintió una oleada de alivio cuando fue transportada de regreso a su propio tiempo. Aunque se sentía aliviada de estar de vuelta, la experiencia la dejó con muchas preguntas.
Al analizar la situación, Edian se dio cuenta de que había experimentado algo increíblemente extraño y peligroso. Decidió que no podía permitir que nadie más supiera sobre el dispositivo, temiendo que pudiera caer en manos equivocadas y causar daño. Pero también se sintió curiosa acerca de lo que había visto en el futuro, y comenzó a investigar en secreto sobre el dispositivo y su creador. La experiencia había cambiado su vida para siempre, y estaba decidida a descubrir más sobre aquel misterioso dispositivo.
Edian se sintió confundida. ¿Cómo era posible que hubieran pasado tantas horas en el futuro y solo unas pocas horas en su tiempo? ¿Había algún tipo de manipulación del tiempo en el dispositivo que no conocía? Una sensación de miedo la invadió al pensar en las posibles consecuencias de su viaje en el tiempo.