Al día siguiente, Edian se levantó temprano para ir a su trabajo en el café cerca de su casa. Como siempre, decidió caminar para disfrutar del aire fresco de la mañana y prepararse mentalmente para el día que tenía por delante.
Mientras caminaba, su mente volvió a los extraños sueños que había tenido la noche anterior. No podía sacar de su cabeza la imagen de esa hermosa ciudad. ¿Era solo una ilusión o una especie de premonición del futuro? Era difícil de decir.
Al llegar al café, se preparó para comenzar su día. Habló con sus compañeros de trabajo y les contó acerca de su sueño. Pero en lugar de mostrar interés o preocupación, todos se rieron y dijeron que probablemente había sido causado por el estrés o la ansiedad. Edian trató de ignorar sus comentarios, pero todavía se sentía incómoda con la idea de que su experiencia fuera solo una invención de su mente.
El día de trabajo fue agotador y Edian estaba ansiosa por volver a casa y descansar. Cuando finalmente salió del café, comenzó a caminar hacia su casa. Pero después de unos minutos, notó que alguien la estaba siguiendo.
Al principio, pensó que solo era su imaginación jugándole una mala pasada. Pero cuando se volvió para mirar, se dio cuenta de que había un hombre detrás de ella, con una capucha que ocultaba su rostro.
Edian comenzó a caminar más rápido, pero el hombre seguía detrás de ella. Se sintió asustada y trató de pensar en qué hacer. ¿Debería correr o pedir ayuda? Pero antes de que pudiera tomar una decisión, el hombre se acercó a ella y le habló.
"Lo siento por asustarte", dijo el hombre, quitándose la capucha. "Soy el mismo hombre que conociste ayer".
Edian estaba sorprendida y confundida. ¿Cómo podía ser este hombre el mismo que la había hecho desaparecer en la cueva? ¿Qué quería de ella?
"¿Qué estás haciendo aquí?", preguntó Edian, tratando de ocultar su miedo.
El hombre le explicó que estaba buscando a alguien que pudiera ayudarlo en su misión. Habló de un futuro lejano donde la humanidad estaba al borde de la extinción y cómo necesitaba encontrar una manera de evitarlo.
Edian estaba escéptica, pero al mismo tiempo intrigada por lo que el hombre estaba diciendo. ¿Podría ser verdad que estaba hablando con alguien del futuro?
Sin embargo, antes de que pudiera hacer más preguntas, el hombre le entregó un extraño dispositivo y le explicó cómo usarlo. "Este es un dispositivo que te permitirá viajar en el tiempo", dijo. "Úsalo sabiamente y tal vez podamos cambiar el curso de la historia".
Y con esas palabras, el hombre desapareció tan repentinamente. Edian se quedó allí, con el dispositivo en la mano, tratando de procesar lo que acababa de suceder.
¿Debería creer en las palabras del extraño?