El resultado fue explosivo. El aire caliente y frío formó un remolino que avanzó feroz por el pasillo. El grupo tuvo que sostenerse con fuerza a las barandas para evitar salir volando. Por suerte, el zombie del otro lado no la estaba pasando mucho mejor.
Adam y los demás escucharon sus gritos. El remolino podría haber crecido hasta convertirse en un verdadero tornado, pero la energía mágica que alimentaba la ventisca y las llamas no era infinita, por lo que pronto se apagó y el pasillo quedó en silencio.
Adam observó el desastre que dejó el remolino. Parte de la baranda del edificio fue arrancada del suelo. La pared también mostraba signos de haber sido dañada. Tirado en el suelo del pasillo, herido, se encontraba el zombie que estaban buscando.
El zombie tenía los ojos rojos, pero en sus venas parecía correr lava y toda su piel parecía una costra quemada.
Marlen fue la primera en levantarse y reaccionar. Corrió directo hacia el zombie, antes de que pudiera tener la oportunidad de invocar más llamas. Tarin, mientras tanto, se encontraba en el suelo, sudando, sin poder creer las fuerzas que había desatado.
Había vertido toda su energía en un solo hechizo, por lo que el combate había acabado para él.
Jane y Noah se prepararon para disparar al zombie, mientras Adam se acercó preparado para absorber cualquier llama que el enemigo lanzara.
El zombie, aturdido por lo que había sucedido, no reaccionó hasta que Marlen había recorrido la mitad de la distancia; y en ese momento disparó, desde el suelo, una segunda bola de fuego.
Marlen esperaba el ataque, por lo que rodó en el suelo y dejó que la bola pasara por encima de ella. Atrás, Adam se detuvo un segundo y desvió el ataque.
La segunda explosión de la bola de fuego evitó que Noah y Jane pudieran disparar al enemigo, pues tuvieron que retroceder para evitar quemaduras. Adam, que por desgracia estaba más cerca, recibió una grave quemadura en una de sus piernas.
Marlen se levantó y se acercó aún más al zombie que, en pánico, levantó una pared de fuego frente a él. Marlen sabía que si retrocedía le daría tiempo al zombie de cubrirlos con el fuego, por lo que no se detuvo y atravesó la pared gritando de dolor; incluso con el leve contacto.
El zombie la esperaba del otro lado y, para sorpresa de la guerrera, recibió un fuerte golpe en el estómago que estuvo a punto de enviarla de nuevo hacia la pared de fuego.
Por suerte, el zombie no era muy fuerte y ella logró resistir el impacto. Levantó su hacha y con todas sus fuerzas golpeó al zombie.
El hacha cortó fácilmente uno de los brazos del zombie, que gritó de dolor y retrocedió unos pasos. Marlen intentó continuar el ataque, pero la sangre del zombie era lava. Parte de ella cayó en su brazo y en su armadura. Marlen sintió tanto dolor que cayó al suelo de rodillas.
El zombie levantó su otro brazo para disparar otra bola de fuego hacia Marlen, pero justo en ese instante se escuchó un disparo; seguido casi instantáneamente de otro.
Noah divisó, momentáneamente, a través de la pared de fuego, cómo Marlen caía de rodillas, así que levantó su arma y apuntó hacia el zombie. Su doble disparo acertó al monstruo en la cabeza, la cual explotó repentinamente y dejó todo cubierto de lava ardiente. Marlen se salvó porque el ardiente líquido fue desperdigado hacia el pasillo, pero estuvo cerca de darle.
La pared de fuego se apagó y Miriam pudo salir corriendo para ayudar a su hermana, luego de ayudar a Adam, que se había quedado atrás afectado por la segunda bola de fuego.
Cuando Miriam pasó junto a Noah le lanzó una mirada furibunda, pues había visto lo cerca que había estado su hermana de recibir toda la lava encima.
Jane, mientras tanto, bajó su arco. Estaba preparando un [Disparo certero], pero se alegró de que no fuera necesario.
Pronto todo el grupo se reunió en el pasillo, frente al cadáver del zombie.
—Bueno, eso fue más fácil de lo esperado —dijo Noah, que observaba, con curiosidad, el desastre que había dejado la lava tras de sí.
—Pues sí, pero sin la ventisca no hubiéramos podido ni siquiera encontrar al zombie.
Adam miró a Tarin y este asintió, aliviado de que la pelea hubiera terminado. El zombie había arrojado un cristal y un libro, pero nadie podía acercarse mientras la lava continuara ardiendo.
—Además, la capacidad de este zombie para hacer daño es varias veces superior a la del Glaciar Zombie. Podemos sobrevivir una ventisca, pero dudo que nadie de aquí pueda aguantar el impacto directo de una bola de fuego.
La temperatura en el ambiente descendió y poco a poco todos se sintieron aliviados. Mientras esperaban para recoger los objetos, el grupo decidió terminar de limpiar el edificio del resto de zombies.
La pelea contra los zombies no evolucionados ya no conllevaba ningún riesgo. Todos en el grupo eran lo suficientemente fuertes para enfrentarse a ellos, por lo que Adam no tardó mucho tiempo en recibir el mensaje que estaba esperando.
[Felicitaciones por haber limpiado un edificio grande de la presencia de hostiles. Como el territorio es adyacente al refugio de Nuevo Sol y el equipo que lo ha limpiado pertenece a dicho refugio, Adam Rega ha obtenido la propiedad del edificio.]
Por fin, luego de casi todo un día de continuo combate, el grupo había limpiado por completo el edificio. Adam estaba aliviado, pero a la vez sorprendido. Solo en un día habían limpiado los 120 apartamentos. Observó el cielo y se sorprendió de que fuera todavía tan temprano, deberían faltar unas cuantas horas hasta la noche. Las peleas habían sido breves y brutales, pero los descansos se habían vuelto más largos a medida que habían luchado y luchado.
Adam observó sus manos. Sentía algo de dolor debido a las quemaduras por las bolas de fuego, pero Miriam le había ayudado a curarlas. Era sorprendente lo que el sistema le permitía hacer y cómo los niveles le volvían mucho más fuerte y resistente que un humano común. Ni siquiera podía imaginarse cómo sería al llegar al nivel 100, o el nivel 1000 ¿Había siquiera un máximo?
Pero su emoción fue cortada cuando Adam recordó con claridad lo que le había sucedido a los Zoila. Dos niños murieron de manera horrible en este nuevo mundo y probablemente esto se había repetido en todas partes. Fue allí que cayó por fin en cuenta ¿Cuántos millones de personas han muerto entre ayer y hoy? ¿Cuántos niños?
Adam decidió no seguir pensando en ello y preocuparse por seguir sobreviviendo. El séptimo día, donde supuestamente habrían muchos cambios, parecía tan lejano en su mente.
El grupo se reunió de nuevo en el último piso, en el pasillo afectado por las llamas y la lava. Adam había recibido de nuevo el anuncio de que su propiedad estaba parcialmente dañada y de que necesitaba de personas con las clases adecuadas y los materiales para reparar el lugar.
En el suelo estaba el mismo cristal azul de siempre y un nuevo hechizo que no resultó en ninguna sorpresa.
[Bola de fuego].
Adam lo guardó en su maleta y se preparó para avisar a Carlos que todo estaba listo, pero Tarin le sostuvo por el hombro. El adolescente dudó un poco antes de hablar, pero al final preguntó:
—¿Podría aprender el hechizo?
—¿Tú? Tu especialidad es el hielo.
—Sí, pero luego de ver el poder del remolino que se formó antes, pensé que quizá fuera buena idea dominar ambos elementos y combinarlos.
Adam le miró con la boca abierta, efectivamente parecía buena idea, sobre todo teniendo en cuenta el poder que había observado antes.
—Está bien, pero tendrás que encontrar un lugar donde puedas practicar sin dañar a nadie.
—¿Le vas a entregar el hechizo a ese traidor? ¿No volvería directo a su casa luego de esto?
Adam miró a Marlen con el ceño fruncido.
—Déjalo ya, Marlen. Creo que ya lo he dicho muchas veces, no deberíamos pelearnos entre nosotros.
—Pues entonces dile a ese traidor que no debería seguir escuchando a la basura de su hermano, si quiere seguir contándose entre los vivos.
Marlen pasó de largo, ignorando todavía a Tarin, y bajó las escaleras del edificio. Tarin suspiró aliviado cuando la mujer desapareció.
—Algún día se le pasará, estoy seguro.
—Adam, deberías de hablar con mi hermano. Él ha contactado a otros grupos de supervivientes en la urbanización.
—¿Otros grupos? —Adam estaba emocionado, si más personas habían sobrevivido entonces las cosas serían más fáciles.
—Sí, pero hay alguna clase de problema. Verás, escuché parte de la última conversación de mi hermano y parece que hay un zombie muy poderoso allá afuera, no sé nada más, así que deberías hablar con él.
Adam asintió. Todos los zombies evolucionados del superbloque habían resultado más fuertes de lo esperado. Incluso, el Gorger, parecía tener habilidades superiores a las que había encontrado en su edificio. Mientras más lo pensaba, más creía que los zombies también subían de nivel o algo parecido.